Capitulo 13: Lady Red

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Los alumnos rápidamente se hacían a un lado temerosos ante la imagen que tenían de frente, algunos de los más pequeños corrían despavoridos ante aquello.

¿La razón? Henrik Mikaelson y Valery Malfoy caminaban cómo los reyes del mundo cubiertos de pies a cabeza con la sangre de sus enemigos, las sonrisas presentes en sus rostros solo reflejaban el sadismo con el que habían acabado con sus víctimas.

Su caminar se vio interrumpido cuando Minerva Mcgonagall a paso firme y rápido los interceptó.

– ¡¿Que es lo que ha pasado?! – Exigio saber la mujer buscando alguna herida presente en ambos jóvenes.

– El estúpido de Malfoy creyó que era buena idea mandar un ejército de mercenarios a por mi cabeza. – Se burlo el original con una sonrisa de lado. – Uno de los vampiros más fuertes que mi tío a creado era su líder. – El azabache enfatizó en el Era.

– ¿Se encuentran bien? – pregunto la mujer con seriedad pero ya no gritando como antes.

– Una estúpida me mato, ahora se supone que estoy en transición. – Dijo la rubia con un puchero para luego soltar una alocada carcajada. – en fin. Ya se con quien terminar la transición. – Comento con una risita.

– ¡¿Que usted que?! – Pregunto alarmada mirando a la menor. – ¡¿Cómo es eso posible?! – pidió saber la mujer nuevamente alterada.

– Valery ofreció su sangre está mañana para alimentarme, le di de mi sangre para curar su muñeca. – Respondio el original con indiferencia.

– Desde que Pansy te alimenta ya no me muerdes el cuello – Dijo la rubia con puchero.

El original no dijo nada simplemente sonrió de lado ante lo infantil que podía llegar a ser la rubia en ocasiones.

– Si nos disculpa Profesora, debemos ir a limpiarnos la sangre de nuestros enemigos. – Dijo el original con una sonrisa de lado.

– Y yo tengo a un hurón que cazar. – Dijo la rubia con una sonrisa desquiciada.

La mujer dudo por unos momentos antes de dar un paso a un lado. El original y la neofita sonrieron de lado y asintieron.

Minerva en otro momento pudo haber interferido en aquello pero dada la situación y sabiendo que no podía impedir al original hacer lo que quisiera era mejor hacerse a un lado.

La pareja siguió su camino con elegancia digna de la Realeza. Las miradas de sopresa y temor no se hicieron esperar al igual que los murmullos.

Cuando llegaron a la entrada de la sala común la rubia fue la encargada de dar la contraseña. La puerta se abrió y pronto todas las miradas se posaron en ellos o bueno casi todas.

Sentado en los sillones de la realeza estaba Draco Malfoy y sus dos gorilas de guarda espaldas riendo y bromeando, pavoneandonse como si fueran los dueños.

Antes de que el azabache dijera algo fue tacleado por un borrón negro y abrazado con fuerza.

El original bajo la mirada encontrándose con Pansy quien se apegaba a el con fuerza.

– Gracias. – Murmuro ella levantando la vista para ver al original. – Me salvaste. – agrego está.

– Siempre amor. – Dijo el original con una sonrisa de lado para luego ver a los sillones. – Debo hacer algo antes, esperame en mi cuarto. – comento el azabache, la Pelinegra lo miro con una ceja alzada.

– ¿Y perderme la diversión? – Pregunto burlona – No gracias. – Agrego está en seguida.

El original soltó una leve risa por lo bajo para luego tomar la mano de la chica. La rubia a su lado tenía una mirada sanguinaria y una sonrisa loca en sus labios.

El trío camino hacia los sillones con gracia ante la atenta mirada de toda la sala común. El Malfoy aún no se percataba de la aparición del azabache puesto que estaba de espaldas a él pero sus dos guarda espaldas si y palidecieron al verlo.

– De seguro el bastardo ya está muerto, mi padre me escribió diciendo que habia contratado a unos tipos para matarlo a él y a la perra de mi prima por darle la espalda a la familia. – Se regocijo el platinado con orgullo de sus palabras. – Despues de eso haré que mi padre hablé con los Parkinson para un contrato con Pansy y la haré mía para que sepa lo que es estar con un hombre de verdad. – Agrego riéndose.

El pelinegro ante aquello frunció el ceño molesto y soltó la mano de la Pelinegra para luego ponerse detrás del rubio y sus manos dejarlas en sus hombros apretando las con fuerza.

– Malfoy, Malfoy, Malfoy. – Hablo el original con tranquilidad. El rubio al escuchar la voz de este se puso tan pálido como la nieve. – ¿Crees que unos simples vampiritos pueden llegar a matarme? A mí, un original. – Se burlo el azabache.

– Mi... Mi. Mikaelson – Comenzo a hablar el rubio con nerviosismo. – ¿Co...cómo estás vivo? – Cuestiono mientras se levantaba de golpe y se daba la vuelta.

El Malfoy al ver el estado del azabache y después ver a su prima se puso más pálido de lo normal y comenzó a caminar hacia atrás tratando de huir.

– ¿Que pasa primito? – Pregunto Valery con inocencia. – ¿Acaso viste tu muerte frente a ti? – Se burlo la rubia para luego soltar una risa baja y loca.

– ¡Ustedes deberían estar muertos! – Grito el peliplata con miedo en su voz. – Mi padre... – Comenzo a hablar pero se vio interrumpido cuando en un segundo el original estaba frente a el.

Su mano derecha aparentando su garganta con fuerza y levantando lo 10 cm del suelo mientras lo veía con aburrimiento.

– Tecnicamente lo estamos, Malfoy. – Se burlo el original. – Yo soy un vampiro de 7 años con la fuerza y vitalidad de un vampiro de mil años y mi querida amiga Valery ahora está en transición, será una de las vampiras más poderosas del mundo puesto que mi sangre la convirtio. – Explico el original.

El rubio jadeaba y pataleaba con la intención de soltarse del agarre del original pero le era imposible.

– Henrik, no lo mates – Pidio la rubia a espaldas de el. El platinado la miro con agradecimiento para luego palidecer al ver su sonrisa sadica. – Por que lo haré yo. – comento con sadismo en su voz.

El original la miro de reojo por un momento antes de sonreír y volver a ver al platinado que estaba empezando a quedarse sin aire.

– Como quieras. – Dijo el azabache para luego lanzarle al platinado que cayo a los pies de la rubia.

La chica sonrió con diversión para ver cómo su primo tocia y jadeaba por aire. Sus intentos de recuperar el aire en sus pulmones se vieron interrumpidos cuando la rubia propinó una potente patada en todo el estómago del platinado haciéndolo perder el poco aire que había ganado.

– El pequeño hijo de papi ya no se siente tan seguro ¿O si? – se burlo la rubia poniéndose de cunclillas frente al rubio. – Alguien se a estado portando muy mal. Tal vez un castigo apropiado sea la solución para tus malos actos primito. – Dijo la rubia con inocencia.

El original por otro lado miro a los dos gorilas guarda espaldas del rubio con una mirada sería para luego hacer una seña con la cabeza para que se fueran.

No se les tuvo que decir dos veces antes de que el par saliera corriendo dejando a su suerte al platinado.

El azabache se sentó en su sillón mirando con diversión como su rubia amiga le daba una paliza al platinado quien sollozaba cómo niña.

Su Pelinegra pronto se sentó a su lado mirando con  burla los acontecimientos. Pronto se le unieron el moreno y la rubia restante.

– Supongo que Hogsmade ahora es Bloody Town – dijo Daphne con indiferencia.

– Por supuesto. – Dijo el original con tranquilidad sin despegar su mirada de los dos platinados.

Un fuerte puñetazo impacto en el rostro de Draco seguido de otro y otro y otro. La rubia estaba sentada sobre su abdomen riendo como desquiciada mientras desataba su ira en su primo.

El platinado ya no tenía parte sana de su rostro puesto que estaba completamente inflamado y lleno de ematomas. La rubia por otro lado tenía sus nudillos completamente lastimados y llenos de sangre.

Parando su cometido pero aún así sentada sobre el mientras reía por lo bajo de forma maniática. Luego miro sus manos manchadas de la sangre de su primo y las llevo frente a su rostro.

Las venas bajo sus ojos se marcaron al igual que sus ojos se pusieron rojos y oscuros y sus colmillos crecieron. El jadeo colectivo se escuchó por toda la sala común.

La Malfoy llevo el dorso de su mano al frente de su boca para luego sacar su lengua y pasarla lentamente por su mano lamiendo la sangre como si de un helado se tratase, pronto cambio a su otra mano haciendo el mismo acto.

Cuando sus manos estuvieron “limpias” miro a su primo casi inconsciente con una sonrisa de lado.

– Aún no es suficiente. – Dijo para luego inclinarse hacia el con una sonrisa ladeada. – Draquis, Draquis Draquis. – Canturrio la chica con burla. – Dime qué se siente ser la ofrenda para el  nacimiento de mi nuevo yo. Para el nacimiento de Valery Hydra Lestrange. Hija de Bellatrix y Rodulphus Lestrange y la nueva Lady Red – Se consagró la rubia con voz energica.

El silencio que había en la sala permitió que todo el mundo escuchará su declaración y a su vez palidecieron excepto sus magos, nadie sabía el secreto de la rubia y saber de quién era hija y ahora lo que sería daba más miedo que antes.

El rubio solo pudo soltar un gemido de dolor el cual se convirtió en un grito cuando la chica atacó su cuello, sus colmillos perforaron su piel y la sangre pronto empezó a salir de esta a mares siendo consumida lenta y plácidamente por la Rubia.

Pronto el rubio comenzó a ponerse pálido y frío, la sangre abandonaba su cuerpo en gran medida siendo devorada por la rubia quien no tenía planes de detenerse pronto.

El horror estaba presente en el rostro de todo el mundo cuando la rubia por fin se separó del cuerpo del platinado. La sangre escurría lentamente por su boca bajando por su cuello y llegando a su pecho dónde se mezclaba con su ropa. La sonrisa sádica en su rostro reflejaba la felicidad que sentía al haber terminado con su acto.

La rubia se levantó del cuerpo ahora sin vida de Draco Lucius Malfoy el cual estaba con escasas gotas de sangre en en su cuerpo. La rubia tomo su varita queriendo probar algo.

Accio Pergamino – Dijo y pronto a su mano voló un rollo de pergamino, la chica sonrió con alegría al ver que no había perdido su magia ni había fallado su dominio en esta.

Al ser convertida por la sangre del Mikaelson se había convertido en una Hibrida gracias a la sangre del original y su condición como Doppleganger.

La rubia además de conjurar el pergamino conjuro una caja de regalo pequeña y una pluma para luego caminar hacia el cadáver de su primo y ponerse de cunclillas a su lado.

La rubia acaricio el caballo platinado de su primo con una sonrisa infantil en su rostro para luego sin previo aviso provocando gritos de sopresa por parte de varios alumnos de Slytherin. Metió su mano en el pecho de su primo y de un tirón arranco su corazón.

Después camino hacia una de las mesas de estudió con el corazón en la mano y los objetos conjurados en otra. Se sentó en la silla con elegancia ante la atenta mirada de todos y pronto con la pluma raspó el corazón de su primo y luego empezó a escribir en el pergamino.

Para mí querido tío Lucius.

Hola tío querido ¿Que tal estás? ¿Cómo te va escapando de la ira de mi señor? Apuesto que bien si fuiste tan inteligente de contratar a unos mercenarios para que vinieran detrás de mi señor; Henrik Mikaelson y mi persona.

Bastante arriesgado de tu parte querido tío pero basta de eso. Te complacerá saber que nos encargamos del problemita y ahora estoy muerta. Si como lo oyes, muerta y con sed de sangre si me comprendes.

Ahora tío, ya que me diste un regalo tan fascinante cómo la muerte y la resurrección es para mí un placer darte también un hermoso regalo. En la caja encontrarás algo realmente bonito de mi parte. Te doy tiempo para que lo abras y mires.

¿Que te pareció mi regalo tío querido? ¿Hermoso no? Tan hermoso como lo era a quien le pertenecía, mi querido y muy muerto primito Draquis. Su sangre ahora es parte de mi puesto que fue la que sirvió para terminar mi transición.

Sin más que decir Tio querido, espero nos veamos pronto cuando mi señor arranque tu asquerosa y patética acabeza de tu inservible cuerpo o quien sabe, tal vez lo haga yo.

Cuídate tío y resa a Lady Hécate para que no te encuentre pronto.

Con todo el deseo de muerte del mundo, tu querida sobrina; Lady Red.

Finalizo la rubia mientras tarareaba feliz mente una canción para luego levantarse de su lugar y caminar con elegancia con la caja en mano al igual que la carta perfectamente doblada y escrita con la sangre restante de su primo.

La ahora Lady Red camino fuera de la sala común y con las ganas de probar sus nuevas habilidades corrió usando su nueva velocidad camino a la lechuceria.

Al llegar una hermosa lechuza negra como la noche de ojos grises como el mercurio voló a su hombro, su amada lechuza Seip, nombrada así en honor al ser la estrella diagonal a la estrella que de nombre Bellatrix cómo su madre.

– Hola belleza, llévale este paquete y está carta a nuestro querido Lucius y asegúrate de salir de ahí rápidamente apenas entregues el pedido – Pidio la rubia. La lechuza ululo con rudeza tomando el paquete y la carta para luego salir volando.

La rubia miro su aspecto mientras reía por lo bajo, ahora era libre y poderosa y nada ni nadie podría someterla y controlarla nuevamente. Ahora sería lo que siempre debió ser, una digna hija de su madre.

Ahora tenía que pensar como decirle a su querida tía que su hijito había Muerto ante su mano y lo más importante, debía buscar una pareja decente para el baile puesto que su señor ya estaba tomado.

Por qué si, Henrik Mikaelson ahora era su señor, su progenitor y le serviría hasta el día de su muerte.

La rubia había querido morir en aquella batalla contra esas brujas por qué quería volverse inmortal, ya no había nada que le importará en la vida mortal. Su madre y padre presos y su tío había mandado a matarla y su tía aunque la quería no había intervenido nunca cuando Lucius actuaba.

Ni siquiera cuando la llegó a tocar tantas noches en la oscuridad de su cama pero para fortuna de ella nunca llegó a pasarse mas de tocarla desnuda a la fuerza puesto que sabía que una bruja que ya no era virgen no le vandria nada cuando la comprometiera.

Pero ahora era libre y podía hacer lo que quisiera y matar a su primo fue una de esas cosas. Lucius había hecho que su asqueroso primo se entrenará en como tocar a una mujer con su cuerpo pero el bastardo nunca fue bueno en eso y nunca lo será ahora.

Con una sonrisa de lado la rubia corrió a su sala común y posteriormente a su habitación donde se ducho y se rió como loca por horas pero las lágrimas que bajaron por sus mejillas también estuvieron presentes.

Se prometió no llorar nunca más, ser fuerte y despiadada y sobre todo ser el terror de muchos y el final de otros, sería conocida como la mujer más fuerte y poderosa del mundo, sería conocida como Lady Red.

(•••)

Hasta aquí otro capitulo más, espero que les haya gustado. Este capítulo al igual que el anterior estuvo bastante fuerte.

El final de la comadreja llegó bastante trágico para decir verdad y la historia de Valery también. ¿Que pasará ahora con Lucius? ¿Quien acabará con el?
Descubranlo pronto.

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