Jungkook arrastró a su hermano hasta su auto, Jimin lo ayudó a cerrar la puerta y agitó su mano en el aire para el menor de los Kim.

Se abrazó a él mismo, las mañanas siempre eran muy frías y él que solo vestía su pijama sentía que se congelaba ahí afuera.

Se giró para entrar de nuevo, pero miró un auto doblar por la esquina y estacionarse enfrente de su casa.

La ventana se bajó dejándolo mirar a Yoongi. Negó rápidamente mientras se apuntaba a él mismo.

—¿Ya es la hora? No estoy listo —dijo sorprendido.

—Tranquilo, llegué temprano.

Lo miró subir nuevamente la ventana y ahora apagar el motor de su auto. Min bajó y caminó hasta él. Jimin tragó fuerte, le había enviado fotos de él un poco subidas de tono y ahora estaba avergonzado.

Bajó la cabeza mientras suspiraba.

—¿Me dejarás pasar? —Min estaba muy cerca de él.

Jimin lo miró rápidamente y después retrocedió un poco para asentir y regresar dentro de casa.

—Bonita pijama —lo escuchó decir.

Jimin terminó de cerrar la puerta con un sonrojo en sus mejillas. Su pijama consistía en un short corto y con una gran polera color azul pastel que prácticamente cubría todo su cuerpo, ocultando su corto short. Sus piernas estaban al aire, pero eso no importaba hasta ahora que tenía la mirada gatuna del mayor, en ellas.

Jimin no dijo nada, le ofreció asiento y después hizo una reverencia para correr a su habitación.

Pudo escuchar una risita por parte del mayor pero no le importó, lo que importaba en esos momentos era arreglarse y salir de casa lo más pronto posible.

[💦]

Al fin habían llegado a la empresa, no se demoraron tanto, estaban a buen tiempo. En cuanto llegaron Min se dirigió a su oficina encargándole a Jimin su lista de tareas para todo el día.

El rubio lo despidió en el elevador y él bajó a la planta anterior, tenía que ir a su antiguo lugar, extrañaba a sus noonas, charlar con ellas era bueno y entretenido.

—¡Jimin! ¿Qué haces aquí tan temprano? —la mujer lo miró sorprendida, pero caminando a sus brazos rápidamente.

Jimin se apresuró y llegó con ella para lanzarse a sus brazos. Su sonrisa no se borraba, estaba muy feliz.

—Lo siento noona, había olvidado decirles que entro más temprano ahora.

—¿Por qué? —la chica lo miró sin entender.

—No se los había contado antes, creo que solo les dije que cambié de puesto, pero no exactamente a donde... —jugó con sus deditos—. Ahora trabajo personalmente para Min.

—¿Min? —la chica lo miró con la boca abierta—. ¿Min Yoongi?

Jimin asintió, mirando a la pobre chica muy sorprendida.

—Así es, soy su asistente ahora, de hecho, vine por la lista de tareas, pero primero quise ver si ya habían llegado, las extrañé.

—Eres tan lindo —sonrió—. Escuché de su antigua asistente que Min puede ser tan hijo de puta como es tan guapo y varonil.

—Creo que solo lo encontró en un mal momento, él es bueno, a veces puede ser grosero y muy frío, pero no es tan malo como lo describen.

—¿Entonces estás bien? —preguntó. Jimin asintió sonriente.

La chica sonrió y lo volvió a abrazar para ahora ambos caminar juntos.

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¡Hola!

¿Cómo están?

¿Qué les pareció el capítulo?

Nos leemos pronto💜

¡Adiós!