ෆ ❝O25 | 𝑫𝒆𝒔𝒂𝒑𝒂𝒓𝒆𝒄𝒊𝒅𝒂𝒔❞

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☆.。.ෆ:*・゜☆.。ෆ.:☆

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—Es muy raro que ninguna de las dos respondan a sus celulares —asegura Layla hacia sus cuñados que la venían siguiendo de cerca—. Tan siquiera debieron de responder a uno de todos los mensajes que les envié.

—Tal vez salieron un rato —comenta Rosalie analizando con detenimiento a su alrededor.

La zona en donde vivían ambas chicas se encontraba un tanto silencioso y bastante tranquilo, es algo normal en Forks, pero no tanto en la mañana ya que la mayoría de personas salían para ir al trabajo o la escuela.

—Amelia necesitaba despejarse un poco, de seguro fueron a Port Angeles —sugiere Alice, forzándose para intentar ver el futuro de alguna de las dos chicas—. No puedo ver nada, así que esperemos que sea eso.

—No te presiones, duendecillo —pide Emmett abrazando a su hermana por los hombros que no evitó hacer una pequeña mueca con sus labios—. Es tan divertido ver a Edward en el auto como perro regañado.

El grupo regresó su mirada hacia uno de los autos en donde se encontraba el lector de mentes en compañía de Jasper ya que era el único que podía mantenerte tranquilo y evitar que bajara para inspeccionar toda la casa de Amelia.

—Mejor se queda dentro sin poder hacer algo, es menos probable que incendie la casa al no encontrar a su rubia —recuerda Rosalie con diversión, regresando su atención hacia la casa de la mencionada.

Todos quedan enfrente de al puerta principal, Layla es la que toca la puerta y por varios segundos todos se quedan en total silencio al no recibir alguna respuesta.

Rosalie se inclina para ver por una de las ventanas y frunce el ceño confundida al no ver alguna luz encendida en la planta baja, no había nadie en la cocina y tampoco se escuchaba algún ruido.

—Algo está mal —susurra Layla comenzando a ponerse nerviosa por la falta de respuesta de sus dos amigas.

Alice es la que decide llamar una vez más a Amelia, pero todos se tensan tras escuchar el tono de llamada de la rubia muy cerca de ellos.

Emmett se aleja de su familia para espiar por una de las ventanas de la casa junto con Rosalie, ambos intentan encontrar algo raro en el piso y es el chico quien reconoció el teléfono de Amelia tirado en el suelo.

—¿Qué están haciendo? —pregunta Edward confundido por la manera en que sus hermanos y su cuñada se encontraban hablando.

Jasper mira hacia el mismo lugar que Edward y los dos frunce el ceño tras ver como Emmett logró entrar a la casa dándole una sola patada a la puerta principal, el lector de mentes no duda en salir del auto junto con Jasper.

—Las buscaré arriba —avisa Alice antes de utilizar su velocidad para investigar toda la segunda planta.

Todos comenzaron a inspeccionar la casa en silencio, Emmett y Edward fueron los que entraron a la cocina de la casa dándose cuenta que no había nada fuera de lugar. A excepción de dos teléfonos tirados en el suelo.

Edward se agacha para tomar ambos y frunce el ceño al reconocer el teléfono de Amelia por su fondo de pantalla.

—Algo está mal —susurra Edward entregándole el teléfono de Jasmine a Emmett que se dio cuenta de todas las llamadas perdidas y los mensajes que tenía.

—Chicos —habla Jasper en voz alta, consiguiendo que sus hermanos dirigieran sus miradas hacia él.

Jasper se encontraba en el fondo de la cocina, cerca de la puerta que daba hacia el que se supone que era el patio de la casa. La manija de la puerta se encontraba forzada y la puerta entreabierta, los tres reconocieron varias pisadas por el suelo de tierra húmeda por la lluvia de la noche anterior.

—¿Encontraron...? —las mujeres detuvieron sus pasos y quedaron detrás de los hombres que intentaban descifrar lo que en realidad ocurrió.

—¿No sienten un aroma a sangre fresca? —pregunta Alice confundida por el olor que puede percibir desde donde se encontraba.

Edward le entrega el teléfono de Amelia a Layla y se hace paso para quedar más cerca de la puerta que daba al patio de la casa, evita tocar la puerta y analiza como rompieron parte del vidrio para poder entrar.

El lector de mentes analiza el suelo con velocidad hasta detener su mirada en un objeto que había sido escondido detrás del refrigerador.

—Alice, necesito tu guante —pide Edward a su hermana menor que no dudó en entregárselo.

Edward toma con cuidado una palanca de hierro de la que se podía sentir el olor a sangre fresca, Jasper retrocede por reflejo junto con Layla y Emmett, Rosalie se apresura a sacar su teléfono para llamarle a sus padres, pero igual a la policía.

—Es sangre de Amelia —asegura Edward, sin tener la necesidad de acercarse mucho al objeto—. Huele a su sangre, pero hay otro más que no puedo...

—Es de Jasmine —responde Emmett antes de cubrir su nariz mientras negaba ligeramente—. Lo reconocería donde fuera, todavía no puedo controlarme cuando la tengo cerca.

Edward decide dejar el objeto en el suelo, cerca de donde lo encontró y se acerca nuevamente a Alice que intentaba desbloquear el teléfono de Jasmine.

—Intenta con su cumpleaños —recomienda Emmett, alejándose un poco más de ellos para intentar controlarse.

Alice sonreír tras poder acceder y comienza a buscar algo que pudiera darles una pista sobre la persona que estaba detrás de lo que pasó.

—Ese vídeo —señala Edward, intentando reconocer la miniatura que aparecía entre las pocas fotos del teléfono.

Los dos vampiros comenzaron a verlo, Alice sube el volumen para que sus demás hermanos también lo escucharan pese a lo alejados que se encontraban.

—Todo está saliendo como lo dijiste, el medicamento que le diste a Amelia dio resultado —asegura Karen con una radiante sonrisa en su rostro—. Abortó al estorbo muy rápido, ahora tenemos que enfocarnos en que tú salgas cuanto antes para que podamos comenzar con la segunda fase del plan.

Las voz de Karen se escucha algo alejada en el vídeo, pero los vampiros pudieron reconocer sus palabras por lo agudizado que tenían sus oídos.

—No quiero que esto siga retrasándose, no soporto el tener que seguir manteniendo una buena relación con ella —admite Karen, poniendo los ojos en blanco con cansancio—. Ella se encuentra deprimida por el maldito aborto que tuvo y porque se alejó totalmente del hijo de Cassie y Carlisle Cullen, el mayor... manipularla fue muy fácil, de eso no te preocupes.

—Vuelve a repetir la última parte —pide Layla, tras lograr controlarse y se acerca a Alice que hizo lo que le pidió.

Layla cierra los ojos para intentar concentrarse y, segundos después, abre los ojos de golpe luciendo sorprendida.

—Es ella —susurra Layla incrédula, dándose cuenta de cómo la veían sus cuñados—. Ella era la mujer con la que choqué por accidente cuando fui a visitar a los Allen hace años.

—¿De qué hablas? —pregunta Rosalie una vez que cortó la llamada con la policía.

—Cuando aún era humana y estaba embarazada de Matthew, fue a visitar a Marcos a la prisión de Seattle en donde había sido encerrado —comienza a contar Layla—. Cuando entré para reunirme con él, choqué con una mujer rubia, no le vi el rostro, pero estoy segura de que era la voz de Karen.

—¿Por qué ella estaría en esa prisión? —pregunta Emmett confundido.

Todos guardan silencio varios segundos, hasta que Layla regresó su mirada hacia su esposo que parecía que había leído sus pensamientos.

—Escuché a Joe gritarme —admite Layla armando poco a poco el rompecabezas—. Joe estaba ahí y comenzó a gritarme confundiéndome con mi tía, con su madre.

Los Cullen no necesitaron escuchar más ya que salieron con velocidad de la casa, todos se suben a sus autos para regresar a su casa lo más rápido que pudieran.


Amelia da un pequeño salto en su lugar luego de escuchar un golpe en seco, mira a su alrededor confundida hasta que detuvo su mirada en Karen que se encontraba de pie en la puerta de la habitación.

—¿Durmieron bien? —pregunta la mujer con sarcasmo, cerrando la puerta con fuerza y caminando hacia Amelia—. De seguro tienen hambre, toda la mañana estuvieron durmiendo.

Jasmine y Amelia se miran por varios segundos intentando comunicarse con la mirada, la rubia cierra los ojos fuertemente luego de sentir un duro golpe en su mejilla por parte de Karen.

—Maldita hija de... —la maldición que tuvo intensiones de soltar Amelia luego de que su ex representante le arrancará la cinta de la boca, se ve interrumpida cuando Karen la tomó con fuerza del cabello.

—Cuida tus palabras sino quieres que tu amiguita termine muerta —advierte Karen consiguiendo que la modelo la viera con rencor—. Voy a soltarlas para que puedan comer mejor, pero eviten gritar si es que no quieren morir aquí.

Amelia asiente lentamente consiguiendo que Karen sonriera triunfante, la modelo aleja su rostro con asco de la caricia que intentó darle su ex representante en el rostro.

Karen suelta las muñecas de Amelia junto con sus piernas, antes de que la rubia pudiera golpearla, aprisiona una de sus muñecas con una cadena y la lanzó al suelo con fuerza consiguiendo que las medias negras de Amelia se rasgaran. Encadena uno de los tobillos de la modelo y se aleja de ella con una sonrisa.

—Procuren comer lo necesario, no me haré responsable de ustedes si se desmayan —advierte Karen caminando hacia Jasmine que comenzó a temblar de miedo.

—¿Nos tendrán encerradas aquí para siempre? —pregunta Amelia con notable sarcasmo en su voz.

—Al menos hasta que sus vidas nos sean útiles —afirma Karen con diversión, obligando a Jasmine para que camine.

—¡Oye! —grita Amelia, intentando acercarse a su mejor amiga cuando vio como Karen la tiró al suelo con fuerza.

—No te esfuerces, solo perderás energía —asegura Karen, amarrando las muñecas de Jasmine a otra cadena.

—¡Eres una maldita perra! —grita Jasmine una vez que la cinta que cubrió su boca fue arrancada por Karen—. ¡Yo sabía que algo planeabas en contra de Amelia! ¡Maldita perra!

—¡No! —grita Amelia asustada viendo como Jasmine cayó al suelo una vez más por la dura bofetada que le dio Karen—. ¡No la lastimes!

—¡Karen! —la rubia detuvo su intención de seguir golpeando a Jasmine tras escuchar la voz de Joe—. Solo te dije que les dieras de comer, golpearlas no era parte del plan.

—Si me siguen colmando la paciencia las dos, lo haré sin importante tu estúpido plan —asegura Karen con odio, dejando enfrente de Jasmine lo que se supone que era su desayuno.

Joe se encarga de encadenar uno de los tobillos de Jasmine y toma con fuerza el brazo de Karen para obligarla a salir de la habitación, dejando nuevamente a oscuras a ambas amigas que intentaban mantenerse tranquilas.

—Dios m-mío —solloza Jasmine, rompiendo en llanto e intentando abrazarse a sí misma para cubrirse del frío.

—No provoques a Karen, no sabemos de lo que es capaz de hacer —recomienda Amelia, tragándose sus lágrimas ya que tenía que ser fuerte por las dos—. Estaremos b-bien, de seguro ya n-nos están buscando.

—Tengo t-tanto miedo, Amelia —solloza Jasmine fijando su mirada en la rubia que le dio una ligera sonrisa.

—Al menos e-estamos juntas, saldremos de esto , Jas —asegura Amelia con una ligera sonrisa en su rostro—. Siempre lo hacemos.

Jasmine asiente con velocidad e intenta controlar sus lágrimas, tanto la morena como la rubia intentaron acercarse a la otra tan siquiera para tomarse de las manos. Amelia se queja de dolor por el duro jalón que sintió en su tobillo por la cadena que la tenía aprisionada, ambas extienden sus manos libres con bastante esfuerzo y entrelazaron algunos de sus dedos con dificultad.

—Solo espero que está vez sea rápido —susurra Amelia para sí misma, acariciando con dificultad parte de la mano de Jasmine que seguía llorando.

—Ya te dije que tienes que mantener la cabeza fría con ellas, no puedes arruinar todo lo que planeamos por un estúpido impulso —recrimina Joe luego de soltar con brusquedad el brazo de Karen.

—Te dije que las hubiéramos matado esa noche, habría sido más sencillo —responde Karen de mala manera.

—Ahora tenemos que pensar en cómo evitar que nos encuentren en este maldito pueblo —gruñe Joe acercándose a la pequeña televisión del lugar para poner el canal de noticias.

Se ha reportado la desaparición de la joven modelo Amelia Beckham Hamilton, hija del matrimonio de los exitosos abogados Hamilton, junto con otra mujer no identificada el día de ayer cerca de la media noche —habla una mujer en la pantalla, mostrando una foto de Amelia en la pantalla—. Al parecer ambas se encontraban en su domicilio luego de un largo día de trabajo, forzaron la puerta trasera de la casa y hasta el momento no se ha encontrado rastro de alguna de las dos.

Karen se acerca asustada a la televisión mirando las fotos que había sacado la policía de la escena del crimen en la cocina.

—Tus malditas botas dejaron huella —susurra Karen, sintiendo como el aire comenzaba a faltarle.

Afortunadamente se encontraron los teléfonos de ambas mujeres ahora formando parte de las evidencias de la policía, junto con lo que se identificó como una palanca en donde se encontraron rastros del ADN de la modelo Amelia Beckham —sigue hablando la mujer con seriedad—. Los familiares de ambas mujeres se encuentran sumamente preocupados ya que hace poco, las dos habrían sufrido un aparatoso accidente automovilístico que casi les cuesta la vida. ¿Será que ese accidente estuviera relacionado con su reciente desaparición?

Joe pone los ojos en blanco luego de ver como Karen lanzó uno de los vasos de la mesa del comedor hacia la televisión, sin lograr darle por la mala puntería que tenía. La rubia comienza a gritar de desesperación y toma su cabello con fuerza sin saber cómo arreglarlo que habían hecho.


Oficialmente hemos llegado a la recta final de esta tercera entrega de la Saga Love, es la última semana antes de que lleguemos al final de la historia T^T

Estamos a tan solo cinco capítulos del final *llora de emoción*

Hace varios capítulos atrás les dije que probablemente la historia no tendría tantos capítulos ya que sería innecesario alargarla tanto, no quiero forzarla a seguir cuando no tiene motivos para alargarse. Es necesario cerrar de una vez por todas está historia que tantos dolores de cabeza me ha causado.

Honestamente estoy algo nerviosa ya que nunca había hecho una historia tan corta tratándose de un fanfic, mucho más cuanto las dos historias anteriores de está Saga tienen más de cuarenta partes, me siento un tanto mal por solo conseguir menos de treinta, pero es lo necesario para que la historia pueda tener un final digno.

¿Qué les pareció el capítulo, hermosas personitas? ¿Creen que sea momento de darle divina sepultura a nuestra principal para que deje de sufrir? ¿Qué creen que suceda en el próximo capítulo? ¿Tendremos un final feliz o me agarrarán mis cinco segundos de locura y morirá Amelia?

Quiero leer sus teorías y sus comentarios acerca de los próximos capítulos a publicar :3

No se olviden de votar y de comentar qué les pareció el primer capítulo de este día, dentro de un rato publicaré el siguiente así que estén muy pendientes <3

Tampoco se olviden de cuidarse en donde sea que se encuentren, les mando un abrazo virtual y no se olviden de que los amo con todo mi corazón❤️

💜𝐌𝐎𝐀𝐍𝐀💜


Esta es una historia original de Wattpad, actualmente igual se encuentra disponible en Inkitt y en Booknet, si la lees en otra plataforma se debe a un virus y una copia sin mi permiso.


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