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Embry detiene su carrera al momento en que llegó al punto en donde la manada acordó reunirse, cada uno de sus amigos comienza a aparecer por diferentes partes del bosque, pero cada uno de ellos fue rodeando al joven lobo castaño que los miraba confundido.

Jacob no tarda en aparecer, pero mantiene su distancia del grupo vigilando a Embry desde lejos.

—¡Tenemos que matarlos! —grita Paul por medio de la conexión que todos tenían.

—¡¿Es verdad?! —pregunta Jared alterado.

—¡Crece muy rápido! —asegura Quil preocupado mientras miraba con atención a su amigo.

—¡No es natural! —advierte Leah molesta.

Embry intenta escuchar los pensamientos de cada uno de ellos, pero todos hablan al mismo tiempo.

—¡No podemos permitirlo! —gritan todos a la vez logrando asustar a Embry.

La manada guarda silencio al momento en que Sam gruñó con fuerza e hizo que regresaran a verlo.

—Debemos de proteger a la tribu —asegura el alfa con seriedad—. Lo que hayan procreado no podrá controlar su sed, todos los humanos correrán peligro.

—Estamos listos —asegura Jared al dar un paso al frente.

—No hay tiempo que perder —habla Leah mientras miraba a Sam.

—¿Ahora? —pregunta Jacob, preocupado por la seguridad de la hermana de su pareja.

—Debes destruirlo antes de que nazca —advierte Sam molesto hacia el lobo rojizo que intentó mantener su compostura.

Todos los lobos retroceden al escuchar las palabras de su alfa que se mostraba serio.

—Ósea, ¿matar a Mackenzie? —pregunta Seth asustado.

—Su elección nos afecta a todos —asegura Sam molesto.

—Mackenzie sigue siendo humana —interviene Embry al dar un paso al frente—. Nuestra protección la incluye a ella.

—¡Morirá de todos modos! —grita Leah al perder la paciencia.

La mujer se lanza hacia Embry para que ambos comenzaran a pelear, pero se alejaron rápidamente al momento en que Sam gruñó molesto.

—Debemos enfrentar a verdaderos enemigos esta noche —asegura el alfa mientras se acercaba a dos lobos en específico.

Jacob se pone a la par de Embry, pero termina por cubrirlo con su cuerpo para evitar que Sam tomara represalias contra él. Los demás miembros de la manada fueron retrocediendo y bajando la cabeza a manera de sumisión, ya que era su alfa quien se acercaba.

—¿Esta noche? —pregunta Jacob incrédulo.

—Los dos lucharán con nosotros, Jake —asegura Sam duramente mientras hace que el mencionado comience a bajar la cabeza.

Ambos lobos comienzan a gruñir sin querer ceder, pero es Jacob quien agitó la cabeza a manera de negación y dio un paso al frente.

—¡No lo haré! —aseguran el pelinegro y Embry al mismo tiempo.

Jacob se comienza a acercar a Sam que no evitó retroceder por reflejo.

—¡Soy el nieto de un jefe! —recuerda Jacob duramente—. ¡No nací para seguirte a ti, ni a nadie!

Este es el primero en pasar a un lado de Sam tras empujarlo y gruñirle a manera de amenazada, Embry no duda en seguir a Jacob para que los dos se encaminaran hacia el bosque.

Seth intenta ir detrás de ellos para acompañarlos, pero Leah lo detiene al gruñirle con fuerza.

Jacob y Embry logran llegar juntos a la casa Cullen en su forma humana, ambos tenían la respiración agitada por la carrera que dieron, pero igual por lo que hicieron en su manada.

Ninguno de los dos pudo recuperarse, ya que escucharon como alguien se acercaba, esto los hizo tensarse, pero soltaron un suspiro de alivio al momento en que vieron a Seth.

—Hola —saluda el menor con entusiasmo y queda a la par de Embry que lo miraba incrédulo.

Jacob analiza al chico unos segundos antes de regresar su mirada hacia el bosque, esperando encontrarse con Sam y todos los demás.

—No te preocupes, no nos siguieron —asegura Seth al verlo analizar el bosque.

—¿Qué estás haciendo aquí? —pregunta Jacob incrédulo hacia el menor.

—Dejé la manada —responde Seth con orgullo y una radiante sonrisa en su rostro.

—Ve a casa, Seth —ordena Jacob con seriedad antes de regresar su mirada hacia la casa Cullen.

—¡No lo voy a apoyar! —niega el menor indignado.

—Claro que sí lo harás —responde Embry con seriedad—. Esto es en serio, Seth.

—Vete a casa —ordena Jacob duramente.

—¿Es una orden? —pregunta Seth con sarcasmo por el comportamiento de ambos chicos—. ¿Quieren que me arrodille ante ustedes y le lama los pies?

—Yo no voy a dar órdenes —responde el pelinegro—. Yo solo me quiero ir por mi cuenta.

—Y yo quiero librarme de las órdenes de Sam —explica Embry con cansancio—. Tener que seguirlo a todos lados no es divertido.

—Bien, yo los cubriré —asegura Seth ilusionado y da un paso al frente.

—No, no lo harás —niega Jacob con seriedad, logrando que su menor regresara a verlo confundido—. Si Sam va tras Mackenzie, ¿estás dispuesto a pelear con tus propios hermanos? ¿Lo harías?

—Es lo correcto —responde Seth sin dudar, demostrando su lealtad a Mack.

—Como sea, resuélvelo tú —le dice Embry a Jacob—. Yo iré a avisarles a los Cullen, hagan lo que quieran.

Embry comienza a caminar lejos de sus dos amigos que discutieron durante unos segundos más, Jacob termina por rendirse y dejar que Seth los acompañe. Este no evitó sonreír emocionado, pero terminó por seguir a los dos chicos hacia la casa Cullen.

—¡Qué genial es esto! ¡Una manada de tres! —habla Seth emocionado—. ¡Tres contra el mundo!

—Me estás poniendo nervioso, Seth —confiesa Jacob sin dejar de caminar junto a Embry que sonrió ligeramente por la discusión.

—Cerraré la boca —responde el menor sin perder su sonrisa—. Sí puedo.

Al momento en que los tres se encontraron a unos cuantos metros de la casa Cullen, terminaron por detenerse. Edward se encontraba en el balcón mirando hacia los tres morenos.

—Prepárense —advierte Embry pese a la distancia, ya que sabía que el vampiro podía oírlo—. Vendrán por Mack.

—No la van a tocar —asegura Edward con seriedad.

—Está bien —acepta Embry con simpleza.

El vampiro se da la vuelta y entra a la casa para poder reunir a toda su familia.

—Vaya —habla una voz femenina a la distancia mientras se acercaba a los tres chicos que dieron un pequeño salto en su lugar por el susto—. Hasta acá los puedo oler.

—¿Qué estás haciendo aquí? —pregunta Jacob confundido al ver a Leah.

—No dejaré que maten a mi hermanito —confiesa Leah mirando con atención a Seth que se sonrojó un poco.

—¡Lárgate, Leah! —pide el menor avergonzado—. Puedo cuidarme solo.

—Decir eso prueba que tengo que vigilarte —asegura Leah hacia su hermano.

—¿Podrían los dos cerrar la boca? —pregunta Embry cansado por su discusión—. ¿Sam te mandó?

—Sam ni siquiera sabe que me fui —responde Leah a la defensiva—. Y deja de comportarte como Jacob, mocoso, búscate una personalidad.

Embry tiene intenciones de responderle, pero los cuatro se tensaron al escuchar varios aullidos de lobos a lo lejos entre el bosque.

—Creo que acaba de darse cuenta —habla Seth al regresar su mirada hacia Jacob.

—Jake —interviene Leah—. Sé cuáles son sus planes.

Esas palabras lograron sorprender al hermano menor de la mujer, pero igual a Embry que la miró incrédulo.

Jacob y Embry deciden entrar a la casa Cullen rápidamente, aun sabiendo que Edward podía leer sus pensamientos, pero al llegar a la sala se encontraron con la mayoría de los miembros de la familia Cullen, a excepción de Rosalie y las hermanas Swan que se encontraban en una habitación de la casa.

—Sam ya perdió al elemento sorpresa, no querrá enfrentarlo si lo superan en número —asegura Embry hacia Carlisle que intentaba idear un plan.

—No llegará directamente —habla Jacob—. Van a rodear el lugar y esperarán su oportunidad.

—Vamos a tener que pelear —interviene Emmett al dar un paso al frente.

—Sin peleas —responde Carlisle rápidamente al regresar su mirada hacia él—. No romperemos el tratado.

—El tratado no es válido —confiesa Jacob hacia el patriarca de la familia Cullen—. Eso es lo que piensa Sam.

—Nosotros no —responde Esme con seguridad mientras estaba sentada junto a su esposo.

—Carlisle —interviene Emmett una vez más—. Nadie ha cazado en semanas.

—Haremos algo —asegura Esme con una ligera sonrisa hacia su hijo más fuerte que hizo una mueca con sus labios.

—Nos han hecho un gran favor, chicos, gracias —habla Carlisle hacia los dos morenos que asintieron lentamente.

A las afueras de la casa Cullen se encontraban algunos miembros de la manada vigilando con atención el lugar, dándose cuenta de que como Jacob y Embry se encontraban con ellos, pero Mackenzie Swan no estaba en la habitación.

—Tendremos que esperar a que se encuentre sola —habla Sam con seriedad hacia sus compañeros—. Si no, no podremos matarla.

—Nunca está sola —asegura Paul—. La mantienen vigilada porque es un embarazo riesgoso.

Sam suelta una maldición entre dientes al escuchar esas palabras, pero comienza a pensar en que la manada tendría que idear otro plan para poder deshacerse de Mackenzie y del bebé.

Hermosas personitas, me ponen muy difícil la cosa.

Lo de ser un sólo bebé va empatado, la niña tiene los mismo puntos de los niños, otros de ustedes quieren mellizos pero ya le dije que en mis dos anteriores historias puse eso, otros quieren gemelos y unos cuantos quieren trillizos. ¡Trillizos!

¿No creen que la pobre de Mackenzie ya estaría muerta con tres bebés mitad vampiro? Yo digo que la pobre no podría soportarlo y su vientre sería muy grande... pero para serles sincera, estoy considerando en ponerlo.

 No lo sé, no les voy a dar una respuesta concreta pero me estoy inclinado más por los gemelos o por los trillizos. No he tomado una decisión todavía.

Dentro de un rato subo el siguiente capítulo hermosas personitas❤️

🌷𝐌𝐎𝐀𝐍𝐀🌷

Esta es una historia original de Wattpad, actualmente igual se encuentra disponible en Inkitt y en Booknet, si la lees en otra plataforma se debe a un virus y una copia sin mi permiso.