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Los hermanos Clearwater, Jacob y Embry llegan a una parte del bosque alejada de la casa Cullen en donde sabían que encontrarían a algunos miembros de su antigua manada.

—¡Jake! ¡Ya vienen! —avisa Seth con la respiración agitada gracias a la carrera que tuvo que hacer para alcanzar a su amigo.

—Lo sé —responde el pelinegro al regresar su mirada hacia él.

—Debemos de transformarnos, no podemos protegernos así —asegura Leah estando parada junto a su hermano.

—Lo verían como una amenaza, pero no es mala idea —comenta Embry hacia el pelinegro.

—¡Quiero hablar! —grita Jacob hacia sus antiguos compañeros de manada—. ¡Sería más fácil si pudiera verlos!

Durante varios minutos solo se escuchó un silencio, pero algunos miembros de la manada terminaron por aparecer entre los árboles.

Paul guiaba al grupo y fue el que escupió un poco hacia la tierra que se encontraba cerca de Jacob.

—Este ya no es su territorio —recuerda Paul con burla—. ¿Cómo está su nueva familia?

—¿Ya acabaste? —pregunta Jacob agotado por el comportamiento del hombre.

—¿Volverán a casa, Jake? —pregunta Quil esperanzado.

—No, hasta que terminemos con esto —responde el pelinegro con seguridad.

—¿De qué hablas? —pregunta Paul a la defensiva.

—Quiero que Sam acepte a Leah, Seth y Embry —confiesa Jacob con seriedad.

—¡¿Qué?! —preguntan los tres al mismo tiempo luciendo indignados.

—¡Eso no! —niega Seth rápidamente.

—Silencio —ordena Jacob al regresar su mirada hacia ellos, pero terminó por ver a Paul que sonreía encantado por la idea—. Los quiero a salvo y quiero que esto acabe de una vez por todas.

En otra parte del bosque, Emmett, Esme y Carlisle Cullen corría entre el bosque para poder buscar la sangre que necesitaría Mackenzie si daba a luz mañana.

Sam se pone alerta al escuchar un ruido entre la zona que patrullaban y no duda en comenzar a correr junto a otro miembro de la manada.

—Que Sam espere a que Mackenzie se haya separado del problema —pide Jacob con tranquilidad.

—Cuando haya muerto —responde Paul molesto al dar un paso al frente.

—Tranquilo, Paul —habla Jared cansado del comportamiento de su amigo.

—¿Y qué? —le pregunta Paul a Jacob para que siguiera hablando.

—Dile a Sam que, cuando llegue el momento, yo seré el que lo destruya —termina por decir el pelinegro.

—¡Jacob! —recriminan los hermanos Clearwater y Embry hacia el moreno que intentó mantener su compostura.

—Solo yo puedo hacerlo —sigue hablando Jacob—. Confían en mí.

Paul sonríe encantado por esa idea, pero no evita mirar las reacciones de los amigos del pelinegro que miraban a este, aterrados.

Los lobos lograron derribar a Esme Cullen y no dudaron en rodearla al ver que cayó al piso, la vampiresa se levanta con velocidad para ponerse a la defensiva, pero los animales fueron derribados por Emmett.

Carlisle corre a su esposa y la ayuda para que juntos siguiera corriendo, Emmett los sigue con velocidad antes de que los tres saltaron hacia otro lado del bosque y dejaran atrás a los lobos.

Estos, al ver que los Cullen habían escapado, comienzan a aullar para llamar a los demás miembros de la manada.

—¡Nos engañaste! —asegura Paul furioso hacia Jacob que pudo soltar el aire que tenía retenido.

El moreno se da la vuelta y los demás no dudaron en seguirlo, pero miraron con decepción a Jacob.

En la casa Cullen, exactamente en la sala, se encuentran Mackenzie, Bella, Alice y Rosalie hablando sobre los posibles nombres para el próximo bebé.

—¿No podemos pensar en algo un poco más clásico? —insiste Rosalie mientras acariciaba el vientre de Mack que sonrió y negó ligeramente.

Jacob y Embry van subiendo las escaleras escuchando como las cuatro mujeres se encontraban conversando, pero detienen sus pasos al momento en que Edward Cullen se acercó a ellos.

—Gracias —habla el vampiro con sinceridad.

—¿Escaparon bien? —pregunta Embry hacia este.

—Sí —responde Edward antes de asentir ligeramente.

—Bien —susurra Jacob aliviado por ese hecho.

Los tres se encaminan a la sala para acercarse a las cuatro mujeres que regresaron a verlos, Bella se acerca a Jacob para darle un pequeño beso en los labios a manera de saludo, pero esto los hizo sonreír encantados.

Alice y Rosalie ayudan a Mackenzie para que pudiera ponerse de todo, pero ninguna de las dos vampiresas se encontraba convencidas por los nombres para el bebé.

—¿Está bien? —pregunta la embarazada hacia sus amigos mientras acariciaba su vientre.

—Sí, no somos los que cargan a un demonio, gruñona —responde Jacob con diversión y toma la cintura de Bella con delicadeza.

—Esto es importante, Mack, dile a los chicos lo que decidiste —anima Rosalie al regresar su mirada a los morenos que fruncieron el ceño confundidos.

—¿Y ahora qué? —pregunta Embry extrañado y algo asustado.

—Rose quiere que Mackenzie cambie su elección de nombres —explica Edward con diversión luego de leer los pensamientos de su hermana.

—Los odia —asegura la castaña con una sonrisa en su rostro.

—Pues nosotros aceptaremos el nombre que tú le quieras poner, gruñona —responde Jacob para intentar tranquilizar a su amiga.

—No están tan mal —le dice Mackenzie a su cuñada—. Quise combinar los nombres de nuestros padres, entonces, si es niño, será Anthony Carlie Cullen Swan.

Bella sonríe al escuchar el nombre elegido por su melliza, ya que las dos lo pensaron demasiado.

—Okay, ese no es horrible —acepta Rosalie al poner los ojos en blanco—. Ahora diles el de niñas.

—Igual tiene una combinación del hombre de nuestros padres, pero tengo dos opciones —confiesa la embarazada—. La primera es Atenea Carlie Cullen Swan y la segunda es Elizabeth Carlie Cullen Swan.

Edward sonríe encantado al escuchar los dos posibles nombres que su esposa había elegido.

—¿Atenea? —pregunta Jacob incrédulo.

—¿Es muy raro? —pregunta Mackenzie preocupada.

—No, no es raro —niega Edward rápidamente sin perder su sonrisa—. Es hermoso y es único.

La embarazada regresa su mirada hacia su esposo y sonríe ilusionada por sus palabras.

—Le va bien a la situación, me gustan los hombros —asegura el vampiro.

Mackenzie sonríe emocionada y regresa su mirada hacia Rosalie, luciendo orgullosa.

—Le gusta —confirma la embarazada.

La vampiresa pone los ojos en blanco, pero le extiende su vaso desechable con sangre.

Mackenzie intenta tomar el vaso, pero este se resbala de sus manos accidentalmente, ella intenta recogerlo sin éxito, ya que sintió un brusco movimiento en su vientre que hizo que su columna vertebral se quebrara.

La castaña suelta un sollozo de solo y sus rodillas tocan el suelo con brusquedad, antes de que la cabeza de Mackenzie pudiera golpearse, Edward se acercó a ella con velocidad para protegerla.

—Mack —hablan todos los presentes con preocupación.

Las dos vampiresas, Alice y Rosalie, junto con Embry, Jacob y Bella, se reúnen alrededor de la embarazada que comenzaba a llorar.

Mackenzie suelta un fuerte grito de dolor al sentir bruscos movimientos en su vientre por parte de su bebé.

—Edward... —solloza la castaña con varias lágrimas en sus mejillas.

—Mack, no cierres los ojos —pide Bella aterrada.

La mencionada regresa su mirada hacia su melliza, pero siente sus ojos pesados.

—¡Mackenzie! ¡Amor! —grita Edward para intentar mantener despierta a su esposa, pero esta terminó por caer inconsciente en sus brazos—. Rosalie, Alice, preparen todo.

Las dos vampiresas asienten y desaparecen del lugar con velocidad para dirigirse a la biblioteca de la casa.

Edward toma en brazos a su esposa y utiliza su velocidad para seguir a sus hermanas.

Al parecer, el nacimiento del bebé se había adelantado.

Sonaré muy mala pero... nos vemos hasta el Lunes en una próxima actualización ;)

Voy a pensar seriamente si subir el siguiente capítulo pero es poco probable porque tengo que actualizar las otras novelas de este perfil, también la historia de Beautiful_Jeon y tengo que empezar con una nueva historia que podrán leer próximamente.

Nos vemos hermosas personitas❤️

🌷𝐌𝐎𝐀𝐍𝐀🌷

Esta es una historia original de Wattpad, actualmente igual se encuentra disponible en Inkitt y en Booknet, si la lees en otra plataforma se debe a un virus y una copia sin mi permiso.