Perspectiva Marcy

Suspiré pesadamente al mirar aquellos chocolates.

Son dos chocolates ¿Por qué no probar uno? Digo, puede que tenga veneno, y debería comprobar que no lo tuviera.

Abrí el empaque con sigilo, como si no debería de hacerlo o como si me estuvieran mirando.

Cosa que no pasa, pues vivo sola.

Vivía en la casa de Boscha, somos mejores amigas desde hace demasiado, pero al pasar mi adolescencia tuve que mudarme a San Diego para buscar un trabajo.

Llevó tiempo sin verla.

Quité uno de los chocolates de la caja de cartón que viene dentro de la bolsa y lo llevé mi boca para saborearlo. Dejé que se derritiera lentamente sobre mi húmeda lengua, tenía un sabor tan delicioso y a la vez amargo. Deben ser caros, pues el sabor y el empaque lo dice todo.

Talvez debería seguir tomando esos consejos pues la vez que hice el "Desayuno ideal" De Anne, quedó tan satisfecha que se puso a llorar, razón de su llanto, A saber. Preocupada le pregunté que le pasaba, pero fue corriendo al supermercado. Eso fue algo raro.

Pero la pregunta es ¿Quién es esa persona? Conozco a Terri, Ally y Maddie, pero ellas me dirían directamente consejos.

No conozco a alguien aparte de ellas.

Bueno, Boscha fué amiga de Anne y otra rubia por un gran tiempo, sólo hablé con ellas un par de veces porque en esos tiempos nunca me llamó la atención Anne y hablamos de nuevo cuando la encontré eufórica en un bar.

Tomé el otro chocolate y lo guarde en el refrigerador, talvez, sólo talvez deba tomar esos consejos.

[14 de febrero del 2020]

Eran las 11:00 pm, luego de la cena que planeé para Anne me dispuse a darle aquel chocolate. –Mmmh... Anne–Murmuré sobre sus labios

–Dime –Se alejó y se acomodó mejor.

–T-Te quiero dar algo –Murmuré y al mirar su sonrisa sentí como mi corazón empezó a golpear con rapidez –Es un chocolate –Asintió y sonreí –Dame un momento–

Me levanté y dirigí a la cocina encontrándome con el chocolate japonés, lo tomé entre mis manos y caminé hasta el sillón, donde estábamos sentadas anteriormente. Me senté a su lado y di un casto beso sobre sus labios antes de darle el empaquetado.

Su sonrisa cambió a una expresión extraña, frunció lentamente los labios y seguido suspiro –Gracias Marcy–Habló con una sonrisa de lado.

Podía sentir su voz apagada y me alarme –¿Annne Banana, estás bien? –Hablé y asintió repentinamente con el chocolate entre sus manos.

Lo abrió y en cuanto dejó a ese dulce pasar por su boca pequeñas lágrimas empezaron a salir de sus ojos. –¿¡Annne Banana?! –Me exalte–¿Estás bien preciosa?

–Es igual de delicioso que siempre –Limpió las lágrimas que se salieron con la caratula de su suéter –No sabes cuánto significa para mí... –Murmuró con un puchero mientras seguía comiendo.

–Ay linda –La abracé con fuerza –¿Qué tienes?

–Sólo abrázame –Suspiró y llevó a su boca otro de esos chocolates con forma de ostia de padre. –Abrázame y ayúdame a olvidarla por completo –Comentó sobre mi oído.