El comedor de la escuela era el peor lugar, los alumnos eran todos unos ruidosos y las voces hacían bastante eco. Seokjin jamás había tenido problema con adaptarse a ello por que en su antigua escuela las cosas eran iguales o peores, pero con Jeon era diferente. Él no soportaba tanto alboroto y terminaban comiendo en cualquier otro lugar del instituto aunque a veces eso significara una reprimenda por parte de los directivos.

—Jungkook—reafirmó el agarre en la bandeja con comida que acababa de retirar—, ¿por qué no lo invitamos a almorzar con nosotros?

Jeon miró a Seokjin unos segundos sin entender, y se volteó, para sorpresivamente, ver a Taehyung; estaba solo, sentado solo, con su almuerzo en una mesa gigante, y luciendo entre asustado y aturdido. Le recordó a sí mismo por lo que asintió con la cabeza ante la pregunta de su amigo.

Pero lo empujó suave para que él fuera por Kim. Y así pasó.

—¡Hola Jungkookie!

Oh, Jeon quiso desaparecer en ese instante. Taehyung de cerca era el triple de bonito.

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