ʙʟᴜᴇ ᴛɪɢᴇʀ.

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Cuando por fin los Tigres despertaron, ya era pasado el mediodía. Habían dormido mucho y cuando cobraron sentido, se dieron cuenta que estaban aferrados el uno al otro, en una mezcla de extremidades en un extraño abrazo.

SeokJin estaba sonrojado pero a la vez se sentía muy a gusto, más al pasar la nariz por las clavículas del alfa, disfrutando del suave aroma a limón y canela.

Buen día, Jinnie. –Saludó el rubio mayor acariciando la espalda del omega.

Ya es tarde, Tae. –Dijo en tono burlón.

No importa, ¿dormiste bien? –El alfa dejó un dulce beso en su frente antes de soltarlo.

Jin por su parte, se mordió el labio inferior con ansiedad, ¿qué si durmió bien? Maldición, habían pasado meses desde la última vez que durmió como bebé, y fue después de una noche intensa con el Dragón. ¿La razón? El saberse acechado, por eso ya no habían dormido juntos desde hacía tiempo, ni cuando se quedaron en la casa de los abuelos Jeon; Jin no pudo dormir bien.

Él sólo conciliaba un sueño reparador cuando dormía con Kook o en su defecto, con su mamá, pues sus aromas lo calmaban. Cosa que no había pasado hasta ese momento, que se hallaba arrullado en los brazos de su nuevo amigo.

Dormí de maravilla, Tae. ¿Y tú? –Preguntó saliendo de la cama.

No dormía así  de bien desde los siete. –Contestó tranquilo, imitando al omega.

Jin decidió no preguntar sobre el tema.

¿Cómo está esa marca? –Cuestionó interesado observando el parche que la cubría.

Ya no duele. –Informó retirando la venda.

Ambos observaron la marca maravillados, esta no era de color negro como el de la mayoría, no. La marca del alfa era de un azul marino muy brillante.

Wow, Tae. –El omega rozó con sus delicados dedos la parte de la cara del Tigre en su pecho. —El color dice mucho de ti. Cada miembro de sangre pura tiene un color diferente, la mayoría tiene un color oscuro pero en diferentes tonalidades, unas más fuertes que otras, en cambio; papá lo tiene rojo, mamá verde y yo... -Se tocó el pecho inconscientemente. —El mío es púrpura.

¿Sabes? Mi color favorito es el púrpura. –Comentó el alfa mirándolo con intensidad.

Jin tragó duro perdiéndose en esos ojos azules que tenían el mismo color que su marca.

«¿Ese hecho tendrá algún significado?» Se cuestionó al ser el receptor de una bonita sonrisa.

Mi color favorito es el rosa. –Dijo correspondiendo la sonrisa para después salir de aquella habitación con prisa hacia la suya.

































Minutos después de haberse duchado y arreglado, se encontraron en el comedor, donde el alfa y omega de la manada ya esperaban por ellos.

Y bien, ¿de qué color es tu marca, TaeHyung? –Cuestionó el alfa mayor con notorio interés.

Azul marino, señor. –Contestó.

¿Azul? –Cuestionó la pareja para luego mirarse.

Los dos rubios compartieron una mirada ante el semblante asombrado que la pareja tenía.

Existe una leyenda. –Empezó la omega al momento de iniciar con sus alimentos, pues los jóvenes la miraban expectantes. —Dice que el alfa pura sangre que ha de llevar al renacimiento a nuestra manada, lo protegerá un Tigre azul, el color representa lo que la manada necesita o practica muy poco: la esperanza, nobleza, calma, integridad, libertad y armonía. Siendo el portador de aquel Tigre, el que tomará el control de la manada y dejará herederos, para así cumplir con las necesidades que el clan, aparentemente, debe solventar. Aquel Tigre luchará contra una fuerza poderosa, una fuerza opresora que fue la que originalmente llevó a la ruina a nuestra manada. Nunca se especificó en qué momento aparecería, pero en el tiempo en que mi esposo y yo llevamos formando parte de la manada y por comentario de nuestros padres y abuelos, nunca supimos de un alfa que tuviera un Tigre azul. Tampoco sabemos a qué se refiere exactamente con esa fuerza poderosa que es nuestro enemigo. Pero en la actualidad, podrían ser los cazadores. Lo cual, ahora cobraría sentido, pues sólo somos once, contigo, los pura sangre sobrevivientes de las masacres a nuestra gente y por ende, ya no hay muchos de nosotros, sólo mezclados.

Los dos jóvenes estaban igualmente boquiabiertos ante aquella "leyenda", era muy intrigante.

Eso no quiere decir que tú te harás cargo de la manada, TaeHyung. –Habló el alfa. —Pero claro, en su momento, tú, al igual que los demás alfas jóvenes, deberán enfrentarse entre sí para encontrar al nuevo líder del clan, ya que lógicamente no voy a ser eterno.

Tae entendía perfectamente, lo mismo hicieron en su manada cuando aún estaban vivos. Eso no lo asustaba pero si lo ponía un poco nervioso, el hecho de ser el que porte al Tigre azul.

De todas maneras... Si la leyenda es real... ¿Significa que deberé aparearme con cualquier omega, o este ya está escogido para el portador del Tigre azul? –Preguntó curioso.

Ciertamente no escatimaba en detalles, por lo que suponemos que bien podrías elegir a quien será tu pareja. –Contestó pensativa la omega.

TaeHyung automáticamente miró de reojo a SeokJin que comía tranquilamente. Eso no pasó desapercibido para la pareja.

Siguieron charlando hasta que unos retumbos los hicieron brincar en su puesto.

Jin se asustó por lo que abrazó el brazo del alfa a su lado, el rubio correspondió pero este ya se encontraba alerta a lo que pudiera suceder, pero los mayores que ya sabían la razón, no pudieron sentirse más incómodos.

Tranquilos. –Dijo el alfa con su semblante serio. —Ya ha dado inicio.

¿Inicio? –Cuestionó el rubio omega, confundido. — ¿Qué sucede, papá?

Alfa y omega compartieron una mirada.

Ha dado inicio el ritual de acoplamiento de los Dragones, hijo. –Respondió con pesar el mayor.

La boda de JungKook. –Aclaró la omega.

Y SeokJin sintió que su mundo se venía abajo.

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