❝𝓒𝐚𝐩𝐢𝖙𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟖❞

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₊ ፧ ੈ♡ Clan Nagareboshi ☄ ϟ〰



❛; todos piensan que son perfectos, por favor, no dejes que miren a través de las cortinas. ੭ೃ

este capítulo contiene pocos diálogos,  la narración es bastante extensa.
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Los Nagareboshi, una familia conocida por su elegancia –desde la arquitectura de su mansión hasta la forma y las telas en la que sus ropas estaban hechas– y riqueza. Eran uno de los cuatro grandes clanes que habitaban en Japón, pero detrás de ese distinguido porte y grandeza que sostenían a diario, los integrantes ya sean hombres o mujeres, desde edades muy tempranas, se dedicaban al exorcismo al igual que los Minamoto. 

Teniendo siempre con la familia Minamoto una fuerte rivalidad por quién era mejor. Está rivalidad era tan vieja como la mismísima existencia de ambos clanes. Ninguno admitiría una derrota y mucho menos darían su brazo a torcer.

El actual líder del clan contaba con cinco hijos, cada uno siendo preparado para ser lo mejor de lo mejor, para destacar en el área que se le hubiera sido asignada, desde llevar la administración de los bienes entrantes y salientes hasta ser un exorcista del más alto nivel. Los vagos, débiles, acomodados y conformistas no tenían lugar en este clan, siempre se buscaba dejar a los demás llenos  de envía o imponentes por no poder igualarlos, sonaba bastante feo pero era la realidad, mientras fueran los mejores daba igual si tenían que pisotear a otros para alcanzar el éxito.

Para bien o para mal, siempre hay un alma pura enmedio de tanta crueldad, el hijo menor, Nagareboshi  Issey era un joven bastante sencible y comprensivo con su entorno, hasta al personal de la mansión los saluba y les sonreía por lo que era bastante querido, tan diferente a la mayoría de su familia que miraban a las personas de clase como cucarachas insignificantes que podían ser pisadas con sus poderosos zapatos cuando se les diera la gana, por supuesto que era reprendido muchas veces por su pasivo compartimiento y no compartía las mismas ideologías que ellos, pero lo compensaba desempeñandose de la mejor manera en el exorcismo, era el mejor de sus hermanos en dicha tarea, llegando a ser de los mejores exorcistas de su generación, atrayendo admiración de unos y por supuesto, envidia de otros.

Un día conoció a una hermosa joven novota que estaba comenzando en el mundo del exorcismo, provenía de una familia humilde y a la vez servía en la mansión Nagareboshi, debía practicar y trabajar de sirvienta al mismo tiempo. A Issey la joven le caía bastante bien, la veía en las noches platicar arduamente con armas espirituales y no dudaba en ayudarle a mejorar, al punto de que hasta iban a misiones juntos, la joven tenía mucho potencial, era capaz de seguirle el paso y eso le gustaba, bueno, todo sobre la joven le gustaba.

Fue cuestión de tiempo para que ambos cayeran profundamente enamorados del otro.

Cuando quiso la bendición de sus padres para concebirse en matrimonio, tanto su padre como los sub-lideres del clan entraron en un  gran, la joven cuyo nombre era Fujii Kazumi tenia buen futuro como exorcista, lastima que no tenía mucho que aportarle al clan en economía y estatus social, obviamente siempre buscaban la conveniencia antes que lo sentimental. Issey tenía que casarse con alguien de su mismo nivel, expandir y elevar el nombre del clan, si se casaba con Kazumi no podría hacer eso.

Él tenía dos opciones:

Dejar a su amor y seguir en su estatus actual, con tanto prestigios y lujos para vivir cómodamente  durante cien años si era posible, siguiendo con el legado de la familia
o tener que olvidarse de los bienes y poder  que tenía actualmente, ser expulsado del clan, y ser una burla.

Ya se imaginan que decisión tomó.

Algunos dicen que el peor error que pudo cometer Nagareboshi Issey fue enamorarse, si ese fue un error, él lo cometería mil veces más porqué jamás se arrepentiría de haberse casado con la mujer que amaba y haber tenido dos preciosos hijos que amaba con toda su existencia.

Poco después de abandonar el clan, Issey y su amada esposa consiguieron trabajo, él como administrador de la entrada de mercancía de una tienda de víveres y su esposa como secretaria de una imprenta de periódicos. A los dos años de haber comenzando su nueva vida, fueron bendecidos con su primer hijo, al cual le pusieron el nombre de Tadashi.

A pesar de ser expulsado del clan, Issey conservaba su apellido y las habilidades que había aprendido, así que también le enseñó a su hijo las técnicas de exorcismo, teniendo a una edad muy corta un gran talento nato como su padre.

Las noticias se corrieron rápido y llegaron a odios de los líderes del clan, Issey seguía siendo una deshonra, pero como se dijo anteriormente, el clan estaba dispuesto a cualquier cosa y cualquier método de moral dudosa pasa ser los mejores.

Y como si nunca lo hubieran echado y dejado a su suerte, investigaron el paradero de la familia de la actual familia de Issey, mandandole una carta diciendo que todas sus ofensas serían olvidadas y que podría conseguir un puesto digno en el clan a cambió que le llevaran a su hijo para ser entrenado, perfeccionando sus habilidades para convertirse en un joven modelo.

Issey le contó a Kazumi al instante, ellos no tenían secretos, ambos llegaron a la conclusión que su hijo tendría la libertad de elegir lo que quería ser. Tadashi con diez años tomó la decisión que sintió que más iba a beneficiar a sus padres. Para Tadashi el bienestar de sus padres ers el bienestar propio, los quería tanto y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por ellos. Además que había uns razón más para aceptar, venía en camino un nuevo miembro a su querida familia.

Kazumi estaba embarazada.

Pasó el tiempo, Tadashi se convirtió en el centro de atención del clan Nagareboshi y como se estimó, su gran talento fue levantando enviadas en otros clanes. Lo que dejaba muy satisfechos a los Nagareboshi, pues amaban el ser superiores a otros.

Y entonces nació el segundo hijo de Issey, siendo una niña. Los únicos que sentían una felicidad genuina por la llegada de este nuevo ser fue por supuesto sus padres y su hermano mayor, con ellos iba a bastar y sobrar, daba igual si los demás miembros del clan eran unos hipócritas doble cara.

Lo que engendró gran impacto fue cuando la pequeña abrió sus ojitos, reflejándose un color azulado tan profundo que quedarías hipnotizado durante horas si los mirabas mucho tiempo, pequeños destellos como las tintilantes estrellas se podían reflejar en sus mirar, tan hermosos, tan singulares, tan mágicos, que ni el mejor pintor de la época sería capaz de inmortalizar tal belleza en su lienzo, ni mucho menos una fotografía podría capturar esa esencia.

Pero no fue solo la belleza de estos asombrosos ojos lo que llamó la atención, sino lo que significaba tenerlos. Ella había sido elegida por el cielo, era la heredera de Ao no junsui-sa*, dicho poder solo ocurre en los Nagareboshi, fueron la familia bendecida con dicho don, pero solo las personas que nacían con ese tipo de ojos eran capaces de heredarlo. El portador de Ao no junsui-sa es capaz de exorcizar a los espectros con tan solo tocarlos, purificando todo rastro de energía negativa o resentida que estos tuvieran. Teniendo un uso ilimitado, pudiendo purificar decenas de estos al mismo tiempo, además que ningún espectro podría dañarlo ya que si intentaba tocarlo se quemaría como leña en el fuego, por lo que el nivel de daño a su persona sería poco o nulo, pero como todo gran poder este tenía dos grandes desventajas.

La primera es que el portador debía poner una barrera dónde estarían todos los espectros que iba a purificar, por lo que si una persona en el exterior por accidente tocaba está barrera, crearía un gran desequilibrio en el portador ya que la energía negativa se apoderaría de su cuerpo y dependiendo de que tan fuerte fuese su voluntad podría controlarlo, sino sería consumido por la maldad al punto de ser poseído. La segunda y más importante, tres fuertes impactos emocionales que hagan sentir que te están arrancando el corazón y partiendolo en pedacitos con el cuchillo más afilado o que la situación es tan grave que ya no deseas seguir viviendo, ten por seguro que acabará con la vida del portador de maneras misteriosas.

Este gran oportunidad el clan no la dejaría pasar, tanto ellos como los santuarios con los que trabajaban estaban encantados con el hecho de un nuevo Ao no junsui-sa, ya que la última vez que hubo uno fue hace mucho tiempo. Y con falsa amabilidad les dieron un trato decente a la familia de Issey, posicionandolos en un gran puesto, intentando ganarse la confianza de los cuatro.

Todos esos acontecimientos hicieron que el odio, el desprecio y la impotencia aumentará conforme pasaba el tiempo. Nagareboshi Maru, tercera hija, siendo la hermana de enmedio de Issey, teniendo un fallido matrimonio por conveniencia dónde su esposo era un infiel  desinteresado por la vida de ella y la hija que tenían, importandole solo las mujeres y crear fuentes de dinero para ser bien reconocido en el clan, pues era otro que solo le importaba el bienestar propio.

Con tantos tragos amargos era de esperarse que Maru no soportará el hecho de que su nueva sobrina superará por creces a su hija de apenas un año, Maru tenía muchas expectativas en su hija, creyendo que todas las cosas frustradas que no pudo hacer las vería manifestando en Leiko, nuevamente sus planes no salieron como quería. Maru deseaba con todas sus fuerzas que la familia de su hermano cayera en la desgracia, que su estúpida creación bendecida fuera un fracaso total para que así su hija pudiera tomar su lugar, logrando convertiste en la persona más importante del clan.

Manipulando a varías personas para que estén de su lado.

Los primeros cinco años de vida de (T/N) fueron bastantes tranquilos, siendo bien inculcada por las reglas y creencias que habían en su clan, siendo una pequeña bastante educada y sobre todo con un buen corazón como el que tenían sus padres y hermano mayor, tal vez a causa de la inocencia infantil es que no era capaz de ver toda la hipocresía que había en esa mansión, sus ojitos aún no habían visto nada de lo crueles que pueden llegar a ser los seres humanos, de los ruines corazones que estos podían tener, era muy pequeña para saber lo despiadada que podía llegar a ser la vida.

No se daba cuenta que en esa mansión la miraban como una pequeña presa que usarían a su antojo.

Hasta que un día inesperado, su padre murió por un ataque al corazón. Issey desde muy joven había tenido problemas cardíacos, pero gracias a la energía pura que recibía por medio de sus entrenamientos pudo soportarlo los últimos años, lastima que no fue suficiente y su corazón no resistió más, fue allí cuando Kazumi, Tadashi y (T/N) sintieron como parte de su mundo se vino para abajo, fue un dolor muy grande que con la ausencia que dejó Issey se sentían ajenos al clan, sin él allí ya no querían estar un día más en ese lugar.

Por lo que después de los actos funerarios, la madre en compañía de sus hijos dejaron el clan Nagareboshi para comenzar una nueva vida en otro lugar, alejado del exorcismo e intentando ser normales. Pero cuando se nace con tanto talento es casi imposible no ponerlos en uso, lo sobrenatural los perseguía a dónde sea que vayan, por lo que en secreto seguían haciendo su trabajo.

Antes de morir Issey había recuperado parte de sus bienes ya que era una forma en el clan intento convencerlos que eran bienvenidos. Issey que conocía muy bien a esa famila, no dudó en hacer un pequeño testamento dónde todo lo que tenía le pertenecía a su esposa e hijos, dónde ponía específicamente que nadie podría quitarles los que les dejaba. Con la pequeña herencia dejada por su esposo, Kazumi pudo empezar desde cero con sus hijos, en un nuevo trabajo, en una nueva escuela, en un nuevo barrio, en una nueva casa. Todo era nuevo, pero mientras estuvieran juntos no habría obstáculo que no pudieran superar.

Más de una vez el clan quiso traerlos de nuevo, usando hasta la fuerza en dos ocasiones. Kazumi era una mujer que no rendía fácil, así que no cedió ante ellos. Al clan no les quedó más opción que esperar, estaban seguros que volverían como perros con la cola entre las patas y allí aprovecharán al máximo las habilidades de Tadashi y (T/N), era cuestión de esperar.

Solo que cuando volvieran, debían afrontar las consecuencias de haber abandonado su deber.

Gracias a su madre, hermano y los pequeños recuerdos llenos de bondad que tenía de su padre, (T/N) se había convertido en una niña bastante dulce y amistosa, sin contar que soñadora. Había encontrado una inmensa pasión hacia la astronomía, comprando libros relacionados con las maravillas del espacio exterior.

Olvidando por un momento el destino que ya tenía escrito, no podía cambiar el hecho de que no tendría una vida normal, así que intentaría disfrutar lo que pudiera de ella. Sí, (T/N) ya sabía que al tener esos ojos especiales era diferente al resto, que no podía tener las mismas aficiones que los demás, pero aún así ella se estaba permitiendo soñar.

A los ocho años fue cuando Nagareboshi (T/N) conoció a los gemelos Yugi.

Fue allí que descubrió que el gemelo mayor, Yugi Amane, también compartía su pasión por la luna y las estrellas, teniendo al instante una conexión tan bonita que se dijo así misma que quería estar con él por lo que le quedaba de vida.

──(T/N), dime ¿quieres ser exorcista por el resto de tu vida o prefieres tener un trabajo normal? ──preguntó Tadashi de la nada, la pequeña familia de tres se encontraba cenando de manera tranquila.

(T/N) casi se atraganta ante la repentina pregunta, no esperó en ningún momento eso.

──Hija, sabemos que últimamente hablas mucho con ese niño Amane sobre ser maestros de ciencias ¿es algo que realmente quieres? ──el tono dulce de su madre le daba la confianza de poder confesarle la verdad, asintiendo lentamente.

──Sé que soy heredera de ao no junsui-sa, pero, he descubierto que amaría enseñar sobre astronomía, hacer experimentos y... también me gusta estar con Amane-kun. Perdón si los estoy decepcionado.

Kazumi y Tadashi se miraron entre sí, ambos se levantaron y fueron a darle un fuerte abrazo a la más pequeña de los tres.

──Sí quieres ser maestra ¡Hazlo! así como yo seré un gran doctor tú puedes estudiar lo que quieras, tú vivirás tu vida a tu manera.

──Mi pequeña, tú felicidad es primero, tú padre y yo estaremos orgullosos de tí siempre.

Fue en ese momento en que (T/N), su madre y hermano perdieron contacto con el clan durante dos años, no del todo ya que Leiko se había inscrito en la misma escuela de (T/N) como una forma de mantener informada a Maru. Leiko terminó olvidandose de su misión de informar a su madre, ya que pasaba más ocupada intentando ser mejor que su prima, si no la superaba en poder, por lo menos quería superarla en la escuela, ya sea en popularidad o en notas, terminó siempre en segundo lugar.

Todo parecía estar yendo de maravilla, (T/N) no podría quejarse, tenía a su mamá y hermano que la amaban tanto y sobre todo tenía buenos amigos, en especial tenía a cierto castaño oscuro que le alegraba el día con tan solo verlo.

No supo en qué momento todo se arruinó.

Su madre había muerto, el accidente que tuvo la había dejado en estado de como y por ende su cuerpo no pudo soportar más, el impactó fue tan fuerte que se desmayó por tres días enteros, parte de su mundo se destruyó en ese momento, fue un golpe demasiado duro para ella y Tadashi.

Ahora Tadashi tenía que trabajar el doble para poder mantenerse a sí mismo y a su hermana, no era fácil pero debía hacerlo.

Pasaron días hasta que (T/N) volvió a la escuela, no portaba el mismo brillo de siempre, se notaba más decaída y todos sabían que era por la perdida de su madre, muchas personas se acercaron a darle el pésame, cuando lo que realmente (T/N) quería era estar sola, sin nadie al rededor que la molestará, pero había prometido a su madre que seguiría adelante, sabía que ella preferiría que siguiera con su vida en vez de llorar por su partida.

(T/N) observó a la distancia a Amane, desde el día del funeral no lo había visto, quizá pasar tiempo con él le daría un poco más de fuerzas. Cuando estaba a punto de saludarlo, él salió casi corriendo de su vista, algo confundida se dirigió a su salón de clases, convenciendose que seguramente no la vió o tenía algo importante que hacer.

Realmente la estaba evitando, realmente fingía no conocerla, ni siquiera le dirigía la mirada, más de una vez intentó hablar con él pero siempre terminaba huyendo, omitiendo todo contacto con ella, viendo al castaño cada vez más con más vendas a su alrededor, seguía siendo herido y ella no podia hacer nada para ayudarlo.

(T/N) tomó una decisión, decidió volver al clan, abandonado la escuela y toda oportunidad de vivir una vida normal, si debía ser una purificadora de espíritus, eso iba a ser. Sabía que Tadashi se estaba sobreexplotando así mismo, él no merecía tal carga, él no tenía porqué estarla cuidando. Dejándole una carta donde se despedía de él, diciéndole lo que iba a hacer, que no se preocupara, que lo seguiría visitando, eran hermanos y ese hecho nadie lo iba a cambiar.

Ahora ya no era una niña inocente, desde que puso un pie dentro de esa mansión pudo sentir las horribles vibras que habitaban allí. El señor que era su abuelo le asignó una habitación propia, y le explicó que al haber abandonado su responsabilidad durante tanto tiempo que no esperara tratos especiales, empezaría desde cero, si quería tener una posición de más valor debía esforzarse por conseguirla.

(T/N) era constantemente enviada a purificar lugares malditos, llegando bastante agotada. Sus entrenamientos eran más intensos que el que le daban a los demás, sobre todo las burlas y humillaciones por parte de Maru no faltaba, esa mujer estaba empeñada en hacerle su estadía agraviante, no podía quejarse con nadie, la mayoría de miembros y discípulos estaban del lado de Maru, (T/N) había perdido prestigio hace mucho, si no fuera por su habilidad ni si quiera le hubieran dado un techo para dormir.  Si Maru fue capaz de sabotearea sus propios hermanos para llegar a ser la única capacitada para ser líder, acabar con su sobrina sería como lavarse las manos después de haber tocado un poco de lodo.

──Mira maldita mocosa, recuerda que no eres más que tierra manchando mis zapatos ──jaló con fuerza del pelo de una bastante cansada (T/N)──, sé que te estás
debilitando, será cuestión de tiempo para que no seas más que una enclenque que no servirá ni para recoger basura ──la arrojó con fuerza al suelo──. Todo lo que tengo hasta ahora me ha costado, no permitiré que una escoria como tú me arrebate todo lo que he construido. ──dió una última mirada llena de desprecio para irse enmedio de la oscuridad.

Debía soportarlo, debía ser fuerte y soportarlo todo.

Con mucho esfuerzo se fue arrastrando hasta llegar a su futón, acostándose en posición fetal mientras las lágrimas caían lentamente por sus mejillas.

──Papá, mamá, Tadashi... quiero un abrazo...











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❰𝐝𝐚𝐧𝐢'𝐬 𝐧𝐨𝐭𝐞❱

holaa, nomás quería decirles que este capítulo era esencial para entenderle más a la trama
y para todo lo que se viene, espero haber aclarado confusiones.

está solo es una parte de todo lo que tuvo que pasar tsuki antes de morir (no sé que se fumo mi yo de 2021 para inventarse todo esto) así que más cosas las iré agregando adelante.

muchas gracias por leer.

sayōnara 🌾🦋

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