A la salida de la escuela le conté lo que paso con aquel chico al profesor, el tomo aire llenando sus pulmones y soltando lento, me abrazo desde mi hombro caminando conmigo a la salida, diciéndome que no olvidara lo que Fernanda me dijo, que no todos los hombres tenían buenas intenciones, él dijo debes enamorarte algún dia, solo asegúrate que él sea como yo, reí ante su respuesta, sin darnos cuenta ya estábamos afuera de la escuela y el chico me esperaba ahí, le pedí que me dejara en la locomoción no quería estar cerca de él, le susurre que él fue el responsable de mi accidente y su rostro cambio notablemente, mirándolo hacia atrás girando la mitad de su cuerpo, camino conmigo, y apenas paso la locomoción, me hizo subir, al igual que siempre me dijo que le avisara cuando salga del trabajo y asentí, el taxi anduvo y cuadras más abajo me baje del camino a la oficina del abogado que también se convertiría en mi familia.

Con los papeles en manos me dirigí al restaurant, llegué tarde por casi 2 horas dirigiéndome directamente a la oficina de Camilo, mostrándoles los papeles, levantándose de su asiento y abrazándome dijo que los invitara a comer, quería ver sus rostros, asentí emocionada y los llame. Pidiéndoles que llegaran 1 hora antes de mi salida. Camilo me dio también unos papeles, con un contrato, al ser part time y menor de edad, no podía hacerlo porque necesitaba el consentimiento de mis padres para trabajar, pero ahora sí. Me mostro los horarios, sumándole los horarios de los fines de semana una mejor remuneración e incluyo vacaciones pagadas. Las que me daría en semanas, eso quería decir que en mis vacaciones de inviernos tendría una semana libre. Lo firme sin pensarlo, el mundo estaba a mi favor. todo paso de gris y negro a colores cálidos y brillantes, una familia hermosa me acogió, me daba la oportunidad de surgir. Tenía su apoyo y ahora ellos serían mis padres adoptivos. ¿Qué más podía pedir? ...... comencé a trabajar, el Chef me pregunto qué quería que preparara para la cena de celebración, la mayoría de ellos eran cercanos a mí, y me trataban como de la familia, le mostré una receta coreana, tteokbokki, tenía todos los ingredientes, miro el video un par de veces y comenzó hacerlo.

Prepare una de las mesas del lugar, para 4 personas, cubiertos copas, y velas, ellos llegaron al restaurant, mientras yo probaba el delicioso plato del chef diciéndole que debería sumarlo a la carta, pensó que no era mala idea después de probarlo. Jaz una de las camareras me aviso que ellos llegaron, me desearon suerte y fui por ellos, haciéndolos sentarse en la mesa hermosa que preparé, ellos me preguntaron si tenía buenas noticias solo sonreí y los hice sentarse. Fui por Camilo, y lo hice sentarse frente a Fernanda, Jaz me ayudo a traer la comida, les conté lo que era y como estaba preparado, comenzamos a comer, hablando de nuestros días como estuvieron, después de terminar todo, y que ellos lo encontraron delicioso, me levante retirando los platos, y al volver lleve la carpeta con los documentos. Tomé una pluma y la escondí en mi bolsillo, me senté en mi lugar y comencé un discurso improvisado que no tenía pensado. Agradeciéndoles por todo lo que han hecho por mí, que cambiaron mi vida y forma de pensar, recordándole que desde mi cumpleaños comencé a decirles mamá y papá, ellos sonrieron, pero que solo faltaba una cosa para que eso, valiera más de lo que ya valía para nosotros, les entregue los monumentos, ella abrió la carpeta y derramo lágrimas al veré el título, Pablo llevo su manos a la boca intentando esconder su emoción, tome el lápiz y se los mostré diciéndoles que si no querían lo entendería, y que no era necesario esa firma para sentirlos como mis padres. El me quito el lápiz y firmo cada sección marcada con su nombre, ella hizo lo mismo todos lloramos y desde la cocina se escuchó un grito de aquellos que nos estimaban celebrando la ocasión. Ahora sí, legal y emocionalmente era su hija.

Ese fin de semana después de mi trabajo papá me enseñó a conducir, y dijo que Camilo me regalaría las clases para tener mi permiso, que ese era su regalo de cumpleaños, el me enseño toda la práctica, después solo debía aprender lo teórico y sería más fácil. Solo en ese fin de semana aprendí, él estaba orgulloso, me levantaba en brazos y después se quejaba de que le dolía la espalda. Mamá lo regañaba diciéndole que ya no estaba en edad, él dijo "solo tengo 28" cerrándome el ojo y ella carcajeo burlándose de él. El lunes pidió permiso de faltar, y yo no fui a la escuela, en su lugar fuimos al registro a cambiar mi apellido para mi cedula de identidad, presentando los papeles de adopción. Ahora mi nombre era Ana Paula Saavedra Cortes. Entregaron mi ID nuevo, y fuimos a matricularme para mis clases de conducir, tome un intensivo de dos y media horas, así tendría mi licencia lo antes posible. Papá me pregunto si estaba segura, diciendo que sería mucha carga para mi cerebro, reí y dije que estaba bien. me matriculo, y comenzaba ese mismo dia, por la tarde. Fuimos a comer, visitamos a mi psicóloga quien después de varias sesiones al fin me dio el alta, pasamos a ver a mamá, dándoles las noticias, ella se tomó un descanso y salimos afuera a sentarnos, yo en el medio de ellos.

Fernanda – linda, ya pensaste que estudiar.

Any – aun no, sé que me quiero ir a corea, pero aún no sé qué carrera tomar.

Prof. – que es lo que te gusta más.

Any – leer, escribir, soy feliz cuando les enseño a mis compañeros, me gusta estudiar, -ellos rieron-

Fernanda – y que tal docente.

Any - ¿docente?, -sonreí y miré a papá-

Prof. – seguirías con el legado –subió sus cejas-

Any – puede ser, no lo sé, aún tengo tiempo de pensarlo, los extrañare cuando me vaya .... y si se van conmigo, ellos se miraron.

Fernanda – tenemos nuestros trabajos aquí.

Any – pero tu carrera también está allá, y la tuya –mire a papa, hice puchero- no los pondré en esta situación, olvídense, sus vidas y trabajos están aquí, además aún no sé si me ira bien en la prueba y si me aceptaran con la beca –mire la hora- debo irme, tengo mi clase de conducir –bese sus rostros- lo amo, nos vemos por la noche –corrí mirando hacia atrás de vez en cuando agitando mi mano despidiéndome de ellos. Suspire. Amo mi nueva vida.