Hoy vi ese brillo en tus ojos nuevamente, y aunque no esté tan cerca como antes, hasta diez metros de donde estás tú, logró ver esa chispa que sale a la luz cada vez que la miras a ella.

Y quisiera decir que no la veo en Kim Min-Ju, quisiera decir que cuando sus ojos se conectan con los tuyos no veo ese destello de amor, quiero decir que ella no es la chica que mereces, incluso quisiera convencerme de que cada una de sus promesas y palabras enamoradas son mentiras. Pero sería mentirme a mí mismo.

Porque se le nota lo mucho que ella te ama y lo mucho que tú la amas, lo mucho que darías por ella, y lo mucho que ella daría por ti, y bueno... Yo también te amo, también daría bastante por ti — de hecho, dediqué inconscientemente años de mi vida a tu persona —, pero solo estoy sentado bajo un árbol mirándote.

Parezco un acosador, pero no es mi culpa que aparezcas en todos los lugares a donde estoy yo. Es frustrante tener que estar mirando todos los días cómo es que la amas con todo tu ser.

¿Por qué ella y no yo?

Por otro lado, BangChan y yo quedamos como amigos, de esos que se besan, pero no pasan más allá. A nosotros nos gusta, y aunque sea extraño, por lo menos puedo tener a alguien con quien conversar de problemas amorosos. Porque sí, él también ama a alguien que ya no está aquí, una persona que se fue por sus errores y que nunca volverá porque ya tiene a otro.

— Por lo menos nos tenemos a nosotros — Susurró recostando su cabeza sobre mis muslos, mientras yo le acariciaba el cabello en el campus de la universidad.

— Nos tenemos a nosotros — Repetí con una sonrisa.

Minho, prometo olvidarte, prometo que... Pronto, muy pronto, no seré una de esas personas que están enamoradas de ti.