•°~°Capítulo 1°~°•

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❝Algunas veces nos enorgullecemos de quienes somos y cómo actuamos ante los demás. Incluso si en realidad no es acorde a como nos sentimos o en cómo queremos expresarnos❞.

Es lo primero que solían decirle. Aunque no fue sólo eso lo que hizo a Bennett querer aprender actuación. Más que para saber de qué forma se siente ser otra persona y actuar sin miedo al qué dirán, en realidad fue aquella idea de encarnar a un personaje y poder interpretarlo con esmero, pasión y fidelidad la que le llevó a querer conocer el mundo de la actuación. Una forma de poder enseñar mediante distintos colores todo lo que al público su yo real no quiería mostrar totalmente.

Sintiendo que por fin tras una máscara delgada podía ser lo que quería y lo que sentía.

Bennett Thompson, alias, Bonnie; cuyo popular nombre nació de un personificado personaje guitarrista y con el cuál debutó en el mundo de la actuación y en el espectáculo musical.

Un chico sencillo que con 17 años había alcanzado la fama y el reconocimiento actuando y tocando en lugares modestos. Era un joven alegre y energético a la vista de todos, con una personalidad espontánea y un don para transmitir más allá de lo que podía decir y de lo que podía sentir. Sociable y amigo de todos, alguien admirable que ha logrado lo suficiente en poco tiempo, pero...

Su realidad era que, fuera de las cámaras y de esa gran vida, el intento de joven responsable y feliz era simplemente una persona normal, que era aún más opacada por su ingenuidad y su falta de madurez. Creía poder con el destello de rapidez en que pronto se halló frente a miles de personas y adoptando un escalón más en su carrera.

Lanzarse al escenario y poder demostrar esa pasión oculta bajo su corriente vida siempre fueron sus grandes metas, las cuales alimentaba con trabajo y esfuerzo.

En la actualidad y con 20 años ya era un actor reconocido, y un guitarrista famoso. Uno de sus principales sueños era poder trabajar codo a codo con uno de los actores que había admirado desde hace mucho, en los inicios de su carrera: Ben, por quien quiso demostrar que tenía el talento para hallarse a donde estaba el día de hoy.

Mas lo que incitó a Benjamín a tomar el rumbo hacia la actuación y el mundo del espectáculo, fue inicialmente un empuje influenciado por la imagen y la pasión. Era el tipo de persona que adoraba saltar a la fama y vivir con sus pros y sus contras incluso si no pasaba por los grandes momentos que su carrera solía ofrecer.

Benjamín Fitzgerald cuando tenía 20 años, ya había dado su mayor debut en películas y series famosas e igualmente obras teatrales de alto costo dándole un papel principal y casi protagonista en numerosas ocasiones, por su peculiar apariencia y su encanto innato. Una forma de contrarrestar su personalidad engreída, egocéntrica y orgullosa, misma que no se esforzaba por ocultar de su imagen tanto personal como pública.

Adoptando ocasionalmente el seudónimo de Bon J. Smith, ya con 23 años busca una manera de equilibrar sus debilidades junto a sus emociones y utilizarlas de modo que la lucha contra si mismo y su pasado, no termine convirtiéndose en un dolor de cabeza y en un obstáculo que no le gustaría tener que enfrentar.

A pesar de ser una persona no muy amistosa a quien sólo le interesa la imagen, se había logrado ganar el cariño y la tan aclamada admiración que creía merecerse. Incluso si era necesario cruzar fronteras de su propia tolerancia para mantenerse estable, no le preocuparía hacerlo.

Es así como Ben y Bennett sin darse cuenta se fueron adentrando en un sinfín de emociones nuevas, las cuales les estaban entregando nuevos sabores a su vida, llenándola de color y haciéndolos notar lo atrapados que estaban en esa espiral de monotonía que se habían creado al tratar de llevar una vida normal bajo todo ese reconocimiento exagerado.

Para poder vivir lo que nunca pudieron vivir, de a poco habían comprendido en medio de su carrera, que aferrarse a una falsa imagen no siempre traía buenas consecuencias, pero ya que estaban aquí ¿qué más podrían hacer?

•[▪]•

Los protagonistas se disponían a alistarse, cambiando vestuarios constantemente ante las entradas de nuevas y rápidas escenas. Adentrándose al ambiente impuesto y a aquel aire nuevo en sus miradas, estaban por comenzar. Algunos otros repasaban los guiones y, cuando el director Mike Smith había anunciado el comienzo del último rodaje del día para todos los protagonistas, se pusieron en orden y otros tomaron espacio para ir a terminar asuntos suyos.

A veces parecía que ambos jóvenes nombrados actuaban rápido ante el llamado como si todo fuese tan mecánico para ellos, pero la verdad es que todo aquello les salía tan natural que no les hacía falta esperar la mencionar nada una vez tuvieron concepto de su lugar y de las emociones que debían adoptar.

Tomando acentos, rebistiéndose en su personaje, las cámaras habían empezado a grabar, creando otra vez, la misma historia que ellos esperaban poder interpretar correctamente.

▪「Así es como Bon no podía evitar recordarlo cada que podía. Miraba en dirección a su mejor amiga ojiazul quien corría a los brazos del castaño que la esperaba en la entrada. Pensando en como le gustaría haber corrido la misma suerte al acabar la secundaria: y poder tener al chico que más amaba en sus brazos.

Pero no era así, se mostraba deprimido ante la idea. Aquel peliceleste se lamentaba haberlo soltado, haber cometido el error de dejarlo alejarse y parar a pasos lejanos cada vez, viéndolo como se convertía en un frío y antisocial joven que a penas le dirigía la palabra.

Cerró los ojos cuando sintió el viento chocar contra su cara, este se sentía cálido al rozar sus mejillas, pues incluso mostrando firmeza al verlo de lejos, esa sonrisa le estremecía mandando su seguridad a la mismísima mierda. Esos ojos rojos a lo lejos eran capaces de hipnotizarlo por completo. Su cara de bobo en ese momento lo demostraba.

Pero sólo chasqueó la lengua para luego meter las manos a sus bolsillos, caminando a paso firme hasta cruzar la reja de entrada de la universidad. Pensando en lo mucho que le irritaba ver esa escena; Bonnie siendo falsamente feliz con su extraña novia.

Para el peliceleste, Bonnie era perfecto, era lindo, a veces era lo suficientemente masculino cuando quería, otras era una mezcla extraña de un raro tipo fiestero y agresivo. Ese era su problema, que quien le rechazaba constantemente no dejaba de restregarle en la cara, la belleza y su personalidad magnética que poseía. Bon lo extrañaba tanto.

Con disimulo movió su mano al pasar, de modo que rozar la espalda y cintura del otro no fue difícil sin que notase quien había sido por el exceso de gente, lo había hecho como una especie de saludo. Después de todo, no era la primera vez, accidentalmente o con intención, no importaba si podía tener aunque sea un mínimo contacto.

Bon se fue como si nada palpando su cabeza en busqueda de firmeza para el período estudiantil, su día comenzaba y era siempre igual. Mientras Bonnie tenía una mueca de... 」▪─

—¡Hey! —gritó el hombre de cabello azabache, haciendo un ademán con sus manos para parar todo el equipo de producción al notar el despiste de uno de los actores— ¡Bien, corten! Bonnie, mi niño ¿qué fue eso? Te quedaste en blanco. —alegó el director caminando hacia el mencionado, que parecía estar en las nubes aún.

—¿Bonnie? ¿Bennett? —Nombraron haciéndole gestos de cerca— ¿Thompson? ¡Hey, escucha! —le llamaron, pero el mencionado parecía estar en otras apretando los labios mientras apartaba la mirada— Uhhf hombre ya.

El pelimorado reaccionó de pronto tras un empujón, molestando a la chica que estaba a su lado arreglando su cabello desde el corte de escena.

—¡Ah! Sí, sí, yo ahm.. cielos. Lo siento, lo siento. Olvidé mi linea. —Bonnie se cubrió la cara avergonzado y se sentó en una silla al salir de escena. De un segundo a otro se había quedado en blanco.

—Eh, tranquilo, tranquilo, hemos trabajo todo el día casi sin descanso. —el mayor tocó su frente, es que el hombre se preocupaba por su equipo, en especial por una de sus más grandes estrellas— Además llevas así desde está mañana ¿te parece si saltamos esta parte y te vas a descansar, Bennett? De verdad deberías tomar un descanso está vez, muchacho.

—¡No...! No, digo, puedo seguir grabando sin problemas... sólo que... —se encogió de hombros mirando hacia otro lado, aún podía sentir su cara ardiendo de la nada, recordando que, aunque fuera simple actuación, las muecas del hombre moreno con quien compartía escena, lo alteraban; eran todo lo contrario en escena a lo que él veía cotidianamente—... a veces hace que me ponga nervioso... —susurro para mismo, avergonzado.

—Si te sientes mal, dímelo. Porque si que te ves cansado... no seas terco y toma un descanso.

—No es eso, mejor sigamos con la toma. Talvez sólo estoy emocionado por irme a casa ya heh —Bennett se levantó y acomodó aquella melena púrpura para sonreír a los demás, confiado— ¡Estoy bien!

Habían retomado la escena, y en ella, el pelimorado despedía a su novia, donde hablaban de las clases debido a que no se verían en la misma facultad, y tras separarse, unieron sus labios.

Bennett intentaba no cortar el beso ni parar la toma, besar a distintas chicas era algo de lo que ya estaba acostumbrado debido al trabajo, fingir besos le salía bastante bien luego de adquirir experiencia, pero hacerlo frente al oji-verde le incomodaba bastante desde que su atracción por este creció considerablemente. Se sentía un tanto raro pensar en esas tonterías llevando ya casi más de tres años en el mundo de la actuación.

«Vamos ¿cuánto dura esto? Siento que me estoy pasando ¿me estaré pasando? Es una eternidad». Se decía Bennett luego de que su compañera acabase por fin con aquel beso, que si bien era actuación, muchas veces solían ocurrir roces que escapaban de la falsedad. Ella se encogió de hombros acomodando su cabello blanquecino para atrás.

—¡Genial! Está mejor. —exclamó el azabache— Bien. Bonnie, Mariana, hemos terminado esta escena con ustedes. Otro par de progresos más y acabamos esta parte ¡Muy bien, chicos! Prepárense para grabar ¿bien? Benjamín, ven aquí. Quiero que me adelantes un par de cosas antes. —llamó el azabache.

—No creo tener tiempo, Margaret me acaba de enviar un mensaje diciendo que saldremos en media hora para arregar unos asuntos. Una pena, estoy sin tiempo. —Ben suspiró achicándose de hombros, aunque restando importancia— Para la próxima será y lo programamos, puedo enviarte mi horario. Hasta luego.

—De acuerdo, después de todo hemos trabajado por horas. Los que restan pueden irse a casa si desean, aún debo trabajar con los extras y el resto de la producción. —Mike cogió los papeles de la mesa para guardarlos a un lado en una carpeta— Les agradezco por estar aquí un día de descanso, chicos. ¡Sigamos con los extras!

Mientras el adulto encargaba a otros haciendo señas. Cierto pelivioleta se confundía algo intrigado buscando acomodarse la melena a modo más simple, cambiándose antes salir del camerino.

Bennett quería debatir para quedarse, siempre le parecía mejor hacer todo el trabajo de inmediato, y más si disfrutaba el hacerlo. Pero cuando vio que el de cabello celeste ya se iba, se quedó en silencio, olvidando todo lo demás y cambiando de inmediato el rumbo de sus pasos.

Tomó sus cosas y salió con rapidez, esperando alcanzarlo; una de sus metas diarias siempre era conseguir aunque sea algo de interacción fuera del trabajo.

Cosa que no siempre lograba hacer, por lo que debía esforzarse.

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Hola!☆

Por fin, tras varios retoques, volvemos a tener está historia juntita y estructurada en un solo libro ¡está vez, si que es definitivo y no habrá más retoques qvq!

Ya que no hay suma necesidad de editar los capítulos por completo, sólo eliminaré notas al pie innecesarias y acomodaré algunas acciones, del resto, todo tal cual ;)

En fin, no olviden votar y comentar que tal y saben que ya nos estaremos leyendo en próximas actualizaciones está semana!

Bye★

                 「NiakuTan」

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