Margaret se mostraba muy nerviosa, Bennett la observó lo suficiente para olvidar que toda la fuerza que solía ver en ella simplemente era algo a parte. Por supuesto, sabía que ella era diferente a la mujer que todos conocían públicamente y hasta en su círculo cercano de trabajo. Desde que la conocia, sabía que gran parte de ella era tímida, como solía ser la gran parte del tiempo, aunque a veces se portara autoritaria, firme y dominante.

En ese instante, el menor podía verla siendo simplemente ella, y era sorprendente verla de ese modo, confesando algo así.

—D-Dices... ¿que tú...?

—Sí... —. Sin dejarlo acabarla la pregunta, ella respondió afirmando aquella sospecha. Avergonzada, apretaba los labios, juntando sus propias manos y entrelazándolas entre si.

Bennett por su parte, la conocía, aunque no podría decirse que eran buenos o mejores amigos, pero si que ambos se hablaban bastante al encontrarse en algunas escenas y teniendo que repasar cosas juntos. Fuera de todo eso, no eran amigos cercanos a pesar de que salían confiarze cosas y mantenerse cerca debido a que ambos estaban en su mayoría cerca de Ben.

Entonces, ahora mismo Bennett no estaba entendiendo, siempre que veía a la pareja, estaban juntos, tenían detalles y se mostraban felices.

—Oh, cielos... —El oji-rojo se mordió el labio inferior, mirando a otro lado.

—Yo... sólo dejé de amarlo, tenemos buena química, lo quiero. Pero... de pronto miré a alguien más y no puedo sacarlo de mi cabeza. —susurró la chica, pues Ben seguía en la cocina aunque no podían verlo bien, eso se daba a entender fácilmente por todo el ruido que hacía al rebuscar algo en la nevera, maldiciendo y comentando estupideces para si mismo—. Fue algo... que no supe controlar. No sé que hacer. Quiero romper con él, he querido decirle, ya no puedo seguir fingiendo que todo esta bien... pero no sé cómo decirle.

Bennett estaba incrédulo, no se imaginaba una respuesta de ese tipo, y más tratándose de Margaret; una chica tan correcta y de buenos sentimientos, tan sincera y firme. Esa respuesta sonaba como si en realidad llevase bastante queriendo romper su relación, y él no esperaba algo así de ella.

De algún modo, sonaba mal viniendo de él, pero de quien podría esperar un carácter parecido, era de Ben; aunque conociéndole, sabía que él no era de ese tipo de hombre a quien no le importaba del todo alguien ajeno. Bennett mismo sabía que a pesar de lo muy altanero y reacio que era el mayor, este era un hombre fiel y sincero, él lo sabía, siempre estuvo allí para corroborar que el moreno no dejaba de pensar en su novia.

—N-No te preocupes, él... ahm esto... él lo entenderá. —la voz de Bennett salió un poco más baja, se esforzó por sonreír, llevando su mano y posicionando esta en el hombro de Margaret, ella le brindó una cálida mirada ante el gesto, relajándose— Esto... ¿puedo saber... si conozco a esa persona? Mm si no quieres responder está bien, yo...

La curiosidad le invadía por completo, él quería saber quien era la persona por la que Margaret estaría dispuesta a dejar a su novio luego de una larga relación. Aunque no es como si pudiese del todo ponerse en su lugar, después de todo, había cosas no se planeaban, sólo sucedían, y Bennett lo sabía con bastante certeza.

•[▪]•

Tras el paso del día, esa mañana nueva se alistaban para volver a escena, donde las arduas horas de trabajo hacían del día algo bastante pesado, pero igual de productivo que los anteriores.

─▪「Las nubes tomaban ese tono grisáceo y parecía que en cualquier momento comenzaría una llovizna intensa por las pocas gotas de agua clara que caían, dejando un punto húmedo en el suelo que rápidamente y de una forma casi instantánea desaparecía siendo otra vez reemplazado por una segunda gota, que tomaba su lugar continuando el ciclo con lentitud.

—¡Hey, Bonnie! —llamó Bon, quien estaba a pasos— ¿cómo has estado?

—Bon... no molestes. —reclamó Bonnie, abriendo la puerta para entrar al aula catorce, en donde se aproximaba a tomar las cosas que había dejado. Al entrar, Bon le sujetó del brazo sin ejercer demasiada fuerza, pero logrando detenerlo al instante— No estoy... de humor para lidiar contigo.

—Quería hablar contigo, o al menos acompañarte. —Bon suspiró encogiéndose de hombros, sin apartarse, pero aún manteniendo una apenada sonrisa que contrarrestaba la mirada fija y segura— Pensé que necesitarías compañía. Te he extrañado.

—¿P-Por qué siempre sacas provecho de todo lo que me pasa? Déjame... en verdad no tengos ánimos para lidiar con gente como tú, idiota. —Bonnie se soltó del agarre del más alto de forma brusca, y suspiró empuñando las manos.

—Hey, no me aprovecho... —Bon llevó su mano derecha hasta detrás de su nuca— Entiendo que tú debes estar algo... dolido por terminar con Mai. Escucha, sonará mal, sobre todo viniendo de mi... —suspiró, llevando sus manos con rapidez hasta los hombros del pelimora, consiguiendo una fea mueca de desagrado del contrario— Pero ella no era para ti, todos sabíamos que te dejaría en algún momento, Bonnie. T-Tenías que abrir los ojos.

—¡T-Tú...! —Bonnie desvío la vista molesto, no tenía ganas de hablar con nadie, y mucho menos discutir con Bon por cosas tan absurdas— No necesito... q-que tú también me lo repitas. —mordió su labio molesto, dispuesto a entrar al aula otra— Déjame en paz ¿quieres?

—Está bien, discúlpame. —le calmó Bon, con un tono relajado de voz, apartándose— No quiero que te enojes conmigo. En realidad... venía precisamente a pedirte que disculpas, otra vez. Incluso si no quieres oírlas, al menos te agradecería que no olvides a ese Bonnie de antes, extraño... al chico que solías ser. Aún si no podemos ser amigos.

—¿Heh? —Bonnie soltó una carcajada muda oprimiendo sus labios con una media sonrisa. Miró al contrario detenidamente, mostrándose reacio a sus palabras— Bon... yo sigo siendo el mismo de antes, no he cambiado tanto ¿sabes? —se cruzó de brazos, entrando al aula— sólo que contigo es diferente... no puedo... ser él mismo.

—¿Por qué no?

—¿Aún preguntas por qué? Hubiera preferido... nunca enterarme de nada, arruinaste nuestra amistad, Bon. Y de tan sólo acordarme de lo que pasó entre nosotros... yo... —se detuvo, mirando a un lado— no quiero siquiera tener que hablar contigo. No puedo sentir nada más que asco. Todo esto... es una mierda.

—Incluso con el tiempo... no dejas de repetir lo mismo. —Bon lo miró por unos instante y entonces sonrió, era una mueca dolida llena de pena, pero se mostraba firme— No hay tanta diferencia... —aclaró, estirando la mano que tenia hace un rato detrás de la espalda— yo tampoco dejaré de repetir que lo que siento sigue igual.

—Ahg basta, no si- ¿ah, qué? —Bonnie fue interrumpido por un rápido movimiemto, Bon había tomado una de sus manos, para seguido enseñarle lo que tenía en la otra, extendiendo una larga y brillante rosa— ¿Es... en serio? ¿Estás jugando conmigo? —Bonnie miró la misma y luego la tomó con extrañeza, observándola detenidamente. Una sensación de inquietud se instalaba en su pecho, reflejando su desconcierto en su rostro.

—Recuerdo que solían gustarte mucho, tú decías «Ya, no necesito el ramo, estoy bien con una sola» y no te importaba que te vieran amar las flores. A ti nunca te importó nada de lo que dijeran... —recordaba Bon, apartando la vista mientras se encogía de hombros levemente, con un leve rubor en el rostro」▪─

—Perfecto, corten.

Ese ambiente tenso, silencioso y repleto de distintas emociones fue cortado junto al llamado del director. Ambos frente a las cámaras soltaron un suspiro al instante, relajando la vista y caminando fuera del alcance de las cámaras. Incluso con todas las emociones absorbidas por cada escena, ninguno de los dos, solía mostrarse inquieto no importaba que tuviesen que mostrar o como tuviesen que actuar.

El pelimorado suspiraba luego de haber atado su cabello en una cola de caballo. A pesar de sentirse distraído, se mantenía tranquilo bebiendo un poco de agua de su botella. Tratando de que ese tema discutido no hace mucho dejase de darle vuelta en la cabeza.

Cuando volvieron a escena a los minutos después, suspiró, no era alguien que antepusiera sus propias ocupaciones en el trabajo, y sintió como si todo aquello en lo que pensaba se hubiera esfumado al momento en que se encontró nuevamente en escena.

─▪「En escena, Bonnie sonrió irónico con aquella rosa aún en sus manos. Todo era tan raro, nunca sabía como reaccionar cuando era Bon quien estaba involucrado en ello.

—Mh, te acuerdas de eso, gracias... supongo. —habló Bonnie en un tono bajo de voz, sin borrar esa extraña sonrisa de su rostro, observando como la mueca del otro cambiaba.

—¿En serio? Yo creí que...

—Oh, vamos, qué... estúpido. —Bonnie se acercó más y entonces se rió con burla frente al otro— Hah por supuesto que no, es... desagrasable ¿por qué me haces recordar esa basura? —espetaba con cierto tono despectivo, apretando el tallo espinoso de la rosa entre sus manos, hasta mancharse con unas pequeñas gotas de sangre debido a las espinas— Es ridículo, p-por favor, Bon ¿qué te hizo pensar... que esto iba a cambiar algo?

Rió dejando caer la rosa roja al suelo y la pisó, destrozando por completo los pétalos de ésta con su zapato. Brindó una mirada fría al contrario y luego cerró la puerta del aula a sus espaldas, no sin antes mostrarse molesto y empujarlo volviendo a repetir que no quería verlo otra vez.

Bon no pudo evitar sonreír algo dolido, lo veía venir, pero no sabía que tanto podía aguantar, creía que esto estaba escapándose del alcance de sus manos y eso... no le gustaba. No sabía que podría hacer, era doloroso.

—Sabía que no tenía sentido... fue estúpido. —se dijo a su mismo, luego dando la media vuelta para marcharse de allí, deslizando con pereza sus pies por el suelo」▪─

Como si fuera un cambio drástico y totalmente diferente, en el momento en que hubo corte de escena, se escuchó enseguida la voz de Bennett lloriqueando mientras movía su mano de arriba a abajo: la rosa había dejado en su palma una pequeña y punzante herida, provocando que fuesen a atenderlo de inmediato.

—Cielos, sólo fue un pequeño corte. Qué dramático eres. —se quejó Ben a un lado suyo, de forma indiferente— Pero mira, ese sólo le daría más realismo hah.

—Estaba filosa, en serio duele... no debimos usar una real. —Bennett a un lado, seguía quejándose un poco, mientras le ayudaban a limpiar al sangre.

—No morirás por un simple corte ¿sabes?

Tras volver en escena, Bennett inspiró hondo sacudiendo con cuidado su mano, listo para volver a encarnar al mismo chico reacio y esquivo, que sinceramente, solía ser un catalizador aliviante, con aquella interpretación solía relajarse bastante. Allí mismo se mostraba una escena de discusión donde el personaje de Bon le sostenía y acaparaba, besándole.

Algunos sonreían mirando como al pelimorado se le tintaban la cara con distintos tonos rojos y rosas después del que el director anunciara un corte de escena. Era una imagen adorable en un punto de vista.

Bennett se había quedado con el sabor impregnado en sus labios, sintiendo que todo lo que tuvo que reprimir en su momento se juntaba tras haberse apartado de escena para poder respirar. Un beso, un roce... quizá Ben no lo había notado en su momento, pero podía diferenciar el tacto falso de uno real, y no podía estar más inquieto por las sensaciones que solían confirmar que su atracción por su colega no era algo simple.

Él se quedó presenciando una entrada en escena que involucraba a su compañero rubio como Joy, charlando animadamente con Bon al final del día, quien le entregaba ánimos, consejos, soporte y confianza. Entonces sintió tranquilidad pues aquellas escenas llenas de ambientalidad fraternal le resultaban lindas, en una historia confusa en donde las emociones intensas decían más de lo que podían mostrar.

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Un cambio importante aquí:

Las partes 7 y 8 quedaron como "capítulo 7". Lo mismo pasará más adelante con la parte 1 y 2 del capítulo 18, quedando como capítulos separados para reorganizar la historia.

No es un cambio tan notorio más que en el orden mismo, así que no afectará a ninguno de los capítulos próximos.

Nos seguimos leyendo!
Bye!

                  「NiakuTan」