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Capítulo dedicado a: Pau_Kookv♥ solo para hacerte comentar asdfghjklñ gracias por el apoyo a mi historia c': aunque me reclames por hacerte llorar JAJAJA te mando un besito, preciosa♥

Estuvieron moviéndose sin rumbo por un tiempo, a la espera de que Hoseok, el cual era el nombre real de Hope, concluyera de desviar la señal del brazalete. El sonido constante de las teclas resonaba en el reducido espacio del vehículo, y Jungkook empezaba a impacientarse.

Un poco después, el hacker cerró su portátil y esbozó una sonrisa satisfecha. —Todo listo.

Jungkook se volvió hacia el conductor. —Seokjin —pronunció con firmeza, sin necesidad de agregar más. El contrario entendió perfectamente la orden implícita.

Estaban en camino a otro lugar, y la idea de dejar atrás la mansión lograba oprimir el corazón de Taehyung. En ella, se hallaban demasiados recuerdos de momentos significativos compartidos con Jungkook: las caminatas por el jardín, todas las comidas compartidas, los besos, los abrazos y cada ocasión en que se entregaron el uno al otro. Cada uno de esos recuerdos tenía un valor inmenso para él.

—¿Qué pasará con la mansión? —Taehyung cuestionó a Jungkook con curiosidad.

—Mandaré a reparar los daños, no te preocupes, apenas fueron mínimos —Jungkook llevó la mano hasta la mejilla del menor, acariciándola con suavidad—. Tendré que solucionar el desastre que tu hermano provocó. ¿Acaso no le enseñaron a tocar la puerta?

Jungkook intentaba aparentar calma, pero Taehyung podía discernir el enojo que emanaba de él. No se sentía capaz de recriminarle nada, ya que comprendía a la perfección que su hermano se había involucrado con algo de suma importancia para él: la casa donde vivió con su madre.

Dejó escapar un suspiro profundo antes de dirigir su mirada hacia la ventana. Taehyung no tenía la menor idea de hacia dónde se dirigían, por lo que desconocía cuánto tiempo tomaría llegar. Se sentía exhausto, tanto física como emocionalmente. Todo lo que había experimentado en el día le había agotado por completo la energía.

El cálido agarre de la mano de Jungkook sobre la suya y el suave movimiento del auto estaban empezando a adormecerlo. Sin darse cuenta, terminó sumiéndose en un sueño profundo.

Al abrir nuevamente los ojos, lo primero que percibió fue que se hallaba en una habitación desconocida, notando de inmediato que la noche ya había caído. El cuarto se sumía en la oscuridad, apenas iluminado por la tenue luz de la luna que se filtraba por la ventana.

Se enderezó, frotándose los ojos para disipar la somnolencia. Aunque intentó examinar el entorno, su atención se desvió hacia su novio. Jungkook estaba sentado cerca de la ventana, con la mirada perdida en la noche, sosteniendo en la mano una botella de alcohol.

Taehyung se levantó de la cama y se acercó a él, rodeando sus brazos alrededor de su cuello y abrazándolo desde atrás, dejando caer su cabeza sobre la suya. Jungkook tomó una de sus manos y la acarició suavemente, luego lo atrajo para que se sentara sobre sus piernas.

—¿Dormiste bien? —preguntó, acercándose para besarlo; Taehyung pudo percibir lo amargo de sus labios debido al licor que había tomado.

—No me di cuenta en qué momento me quedé dormido. Supongo que fue demasiado para mí, me quedé sin fuerzas —respondió, acomodando su rostro en el pecho de su novio.— ¿Estás bien? Te noto un poco serio.

Jungkook no emitió ninguna respuesta, desconcertando a Taehyung por completo. El ambiente en la habitación se cargó de un tenso silencio.

—¿Amor, qué pasa? —replicó con preocupación, enderezándose para encontrarse con su mirada.

El mafioso soltó un profundo suspiro antes de negar con la cabeza. —Recibí el informe de que tu hermanito destruyó toda mi casa —declaró con pesar, llevando la botella que sostenía hasta sus labios y tomando un largo trago.

Taehyung comprendía que el dolor de Jungkook era totalmente justificado. Aquella casa representaba el último vínculo tangible con su madre, y Namjoon la había reducido a escombros. La ira y el dolor emanados de la mirada de su novio eran palpables, y a Taehyung le resultaba angustiante no encontrar palabras reconfortantes. Su corazón sufría al no poder tomar un bando.

—Todo esto es mi culpa —murmuró Kim con tristeza, sus ojos llenándose de lágrimas de inmediato.

—¿De qué estás hablando, tonto? —cuestionó rápidamente, dejando la botella a un lado para acunar el rostro de su novio con ambas manos—. Nada de esto es culpa tuya, ¿me entiendes? Así funciona este negocio.

Que Jungkook hiciera el intento de consolarle cuando posiblemente se se encontraba en un estado emocional aún más desolador, llenó el corazón de Taehyung de profundo pesar.

—Si lo es —declaró con convicción, bajando la mirada—. Es mi culpa por enamorarme de quién no debía —sus lágrimas comenzaron a caer, ya no se sentía capaz de contenerlas por más tiempo.

Un breve silencio se apoderó de la habitación. Jungkook soltó el rostro de Taehyung, quien se sentía incapaz de mirarlo a los ojos.

—¿Te arrepientes? —preguntó después de un momento, su voz cargada de tristeza. La declaración de su novio lo había herido.

Taehyung finalmente levantó su rostro, encontrándose con la intensa mirada del mafioso en él. Jungkook aguardaba una respuesta, la tristeza en sus ojos reflejaba su inquietud. Kim esbozó una ligera sonrisa cargada de pesar, acortando el espacio entre ambos para depositar un beso en su nariz. Llevó su mano hasta la nuca de Jungkook, enterrando sus dedos en las hebras azabache y acariciándolas con ternura.

—Claro que no —negó con la cabeza con convicción.

El alivio que iluminó el rostro de Jungkook fue palpable. En ese momento, cerró el espacio entre los dos y capturó los labios de Taehyung en un beso desesperado. Sus manos viajaron desde sus piernas, hasta posarse con firmeza en las caderas del otro. Un gemido escapó de los labios de Taehyung cuando sintió la lengua de su novio adentrarse en su boca.

Entrelazó sus brazos alrededor del cuello de Jungkook y se acercó tanto como pudo a él, respondiendo al beso con la misma intensidad. El mafioso le rodeó los muslos con sus manos y lo condujo hacia la cama, donde se colocó entre sus piernas.

Las prendas comenzaron a deslizarse con desespero hasta que ambos quedaron completamente desnudos. Jungkook comenzó a acariciar toda la piel de su novio que tenía a su alcance, deleitándose por la manera en que Taehyung se estremecía ante su toque.

Llevó su mano hasta su entrada e ingresó dos dedos de golpe, Taehyung sintió el ardor recorrer su cuerpo, pero siendo opacado completamente por la inmensa excitación que sentía en ese momento. Su caderas se balanceaban con desenfreno mientras Jungkook le follaba con sus dedos.

—Oh, mierda. Entra y-ya... —Taehyung suplicó, y el azabache no tardó en acatar lo pedido.

Sacó sus dedos de él y tomó su miembro para alinearlo con la entrada de su novio. No le fue difícil ingresar, gracias a que Taehyung ya estaba completamente lubricado. Comenzó a moverse, aumentando el ritmo cuando su novio le pidió con desesperación hacerlo.

La habitación se llenó de gemidos y jadeos de parte de ambos. Estaban impregnados de una desesperación y anhelo mutuo, ávidos por demostrarse todo el amor que sentían el uno por el otro. Ansiaban, por un instante, apartar el mundo y concentrarse únicamente en ellos, como si nada más tuviera importancia.

Jungkook besó todo el cuerpo de Taehyung, y le repitió una y otra vez cuanto lo amaba.

Llegaron juntos al clímax, ambos jadeando mientras buscaban recuperar el aliento. El mafioso se inclinó para besar al otro, dejando sus frentes juntas por un momento.

—Te amo —murmuró con tanto amor, que no hubo forma que Taehyung no lo creyera.

Su corazón latió con fuerza, aún resonando con la sensibilidad del reciente orgasmo. Sus ojos se humedecieron mientras una inmensa felicidad se expandía por todo su cuerpo. Una sonrisa se dibujó en su rostro y respondió al beso de Jungkook.

—Yo también te amo, amor.

Los ojos de Jeon resplandecieron, y de nuevo unió sus labios a los de su novio. Ansiaba transmitir todo el amor que sentía por él.

Esa noche, reforzaron su promesa de permanecer siempre juntos, sellándola con cada caricia y beso compartido. Ambos eran plenamente conscientes de que aún quedaban más guerras que tendrían que enfrentar. Sin embargo, mientras estuvieran entre los brazos del otro, tenían la certeza de que serían capaces de superar cualquier obstáculo.

Jungkook contemplaba el rostro de Taehyung mientras dormía, dejando suaves caricias por todo el largo de su espalda. Encontraba cada detalle de él sumamente hermoso, reconociendo que el castaño lo tenía completamente cautivado.

Con extrema delicadeza, lo acomodó sobre la cama para no perturbar su sueño. Lo cubrió con la sábana y se inclinó para depositar un beso suave en su frente. Se levantó de la cama, recogió su ropa del suelo y se vistió de nuevo. Cuando estuvo listo, se encaminó hacia la puerta y justo antes de salir, se volvió para contemplar una vez más a su novio, una sonrisa iluminando su rostro de inmediato.

Salió de la habitación y descendió directamente a la planta baja hasta encontrar una puerta que conducía al sótano. La habitación estaba repleta de ordenadores y en el centro se hallaba una mesa alargada con varios asientos distribuidos alrededor. Al llegar, un par de ojos se posaron en él. Seokjin y Hoseok, le observaban con curiosidad.

—¿Ya terminaron? —Seokjin preguntó burlonamente, levantando las cejas varias veces. Jungkook bufó, rodando los ojos e ignorándolo por completo.

—Jamás creí que viviría para verte en una relación, Seagull —Hoseok comentó, negando ligeramente con la cabeza—. Aún recuerdo cuando éramos más jóvenes y rechazabas a todos los que se te declaraban —se rio divertidamente.

—Cierren la boca —Jungkook espetó con seriedad.

Ambos chicos intercambiaron una mirada antes de estallar en risas. Jeon decidió simplemente ignorarlos, así que se dirigió hacia la cabecera de la mesa y tomó asiento. Cuando las risas finalmente se apagaron, la habitación quedó sumida en un silencio cargado de tensión. No fue hasta un momento después que Seokjin suspiró con fuerza.

—¿Qué piensas hacer? —preguntó con seriedad. —¿Vas a dejar las cosas así?

Jungkook observó a su mejor amigo por un instante antes de negar levemente. —No pienso continuar usándolo como al principio; lo del territorio tendrá que esperar —hizo una pausa, su mirada oscureciéndose mientras una rabia genuina emanaba de ella—. Pero si Kim cree que puede venir a mi propia casa y humillarme frente a mi gente, está jodidamente equivocado —declaró con molestia.

—¿Y qué tienes en mente? Le dijiste a Taehyung que abordarías esto pacíficamente.

—Sí, bueno. También dije que no podía prometerle nada —respondió con desinterés—. No voy a quedar satisfecho hasta que ese desgraciado hijo de puta me las pague.

El tono de voz dejaba en claro el enojo de Jungkook. Seokjin fue capaz de percibir la rabia en sus ojos.

—Es probable que eso te cause problemas con él. Pero concuerdo contigo; vamos a enseñarle a ese bastardo con quién se metió —asintió, esbozando una sonrisa maliciosa.

—¿Ya tienes lo que te pedí, Hope? —Jungkook preguntó al hacker, quien se mantuvo al margen de la conversación, absorto en el ordenador frente a él.

—Le estoy configurando los últimos detalles... —dijo sin dejar de teclear, hasta que se detuvo un momento después—. Listo, aquí tienes —anunció, extendiéndole un celular que Jungkook tomó.

—¿Estás seguro de que la línea es segura? —cuestionó con seriedad, ganándose inmediatamente un ceño fruncido de disgusto por parte de Hoseok.

—Me ofende que dudes de mi, imbécil —exclamó el hacker con molestia, desviando la mirada.

Jungkook dejó escapar una leve risa burlona. —Ya, confío en ti. No llores.

Su mirada regresó al dispositivo en sus manos y marcó rápidamente un número. Colocó el celular en altavoz y lo dejó sobre la mesa. No pasó mucho tiempo antes de que su llamada fuera respondida.

—¿Eres tú, no es así, idiota? —La voz de Namjoon resonó con evidente enojo.

—Buenas noches, Kim. Vaya falta de modales que tienes. No solo no sabes tocar la puerta, sino que parece que solo sabes hablar pura mierda —Jungkook respondió con burla, riéndose levemente.

—¡Déjate de estupideces, Jeon! ¿¡Qué mierda le dijiste a mi hermano!? —reclamó furioso.

—¿Yo? —Jungkook cuestionó incrédulo, fingiendo inocencia con burla—. ¿No viste que fue él quien tomó su decisión? No he hecho nada.

—¿Realmente crees que te voy a creer esa mierda? No sé que le habrás dicho, pero escúchame bien, hijo de puta. Así sea por la fuerza, voy a traerlo de regreso, ¿entendiste?

La advertencia de Namjoon logró agotar la paciencia de Jungkook. Sentía cómo su sangre hervía solo al escuchar sus palabras. La destrucción de su casa le había causado una molestia considerable, pero nada comparado con la rabia que recorría su cuerpo al escuchar la amenaza de quitarle a Taehyung. No iba a permitirlo, bajo ninguna jodida circunstancia.

—No te llevarás a Taehyung a ningún lado, Kim. De eso me encargo yo —escupió entre dientes con furia—. Atrévete siquiera a ponerle un dedo encima, y te juro que te mato —amenazó con firmeza—. Solo te llamé para advertirte que esto no quedará así. Guerra quieres, guerra tendrás.

No le dio a Kim la oportunidad de responder, terminando la llamada de inmediato. La habitación quedó sumida en el silencio y en una tensión palpable, tanto que incluso los otros dos optaron por permanecer en silencio.

—Seokjin —llamó Jungkook a su amigo, aun con la mirada perdida en la mesa frente a él—. Vamos a devolverle la visita a Kim —declaró con molestia, empujando su mejilla con su lengua.

Jungkook estaba completamente cegado por la furia, su juicio nublado al punto de no poder ver que todo esto solo lo metería en problemas con Taehyung. No obstante, el mafioso nunca se caracterizó por ser una persona compasiva, razón por la cual, en ese momento, no podía pensar en otra cosa que no fuera vengarse.

No podían culparlo por ser así; al fin y al cabo, lo habían criado de esa manera. Aunque el menor de los Kim estaba logrando suavizar su corazón de poco en poco, no era suficiente. Porque Jungkook no iba a perdonar que lo humillaran como lo hicieron.

Incluso si eso desencadenaba un infierno incluso peor sobre ellos.

La llamada concluyó antes de que tuviera la oportunidad de decir algo más. Namjoon estaba completamente enfadado, así que agarró el celular y lo arrojó contra la pared con tanta fuerza que lo destrozó por completo.

Yoongi, quien estaba a su lado, lo observó con confusión. —¿Qué te dijo ese idiota? —preguntó con enojo.

—Acaba de declararme la guerra.

—¿Y Taehyung? —Yoongi preguntó inquieto, últimamente se le notaba más ansioso.

Era evidente que ambos mafiosos estaban perdiendo la cabeza, sumergiéndose gradualmente en la desesperación.

—No tengo idea de qué mierda está tramando ese bastardo, pero me advirtió que no me acerque a él o me matará —Namjoon soltó una risa irónica, antes de que su mirada se llenara de una mezcla de seriedad y enojo—. A mi nadie me dicen que no me acerque a mi hermano. Ese idiota no tiene ni puta idea en lo que se ha metido.

Yoongi parpadeó con confusión, procesando lo que su mejor amigo le decía. —¿No te parece extraña su actitud? —cuestionó con incertidumbre.

—¿A qué te refieres? —Namjoon preguntó sin comprender.

—¿Por qué te amenazaría por querer llevarte a Tae? Es extraño, ¿no te das cuenta?

—No lo sé, Yoon. Pero vamos a enseñarle a ese malnacido que no puede venir y tomar lo que le dé la puta gana. Jeon Jungkook marcó su sentencia de muerte el día que se llevó a Taehyung.

Yoongi esbozó una sonrisa, asintiendo en acuerdo con su mejor amigo. —Cuenta conmigo; como buen caballero que soy, tengo que ir por mi príncipe —declaró con una gran sonrisa, logrando que el contrario frunciera el ceño con molestia.

—Tampoco a ti te entregaré a mi hermanito, idiota —el disgusto sonaba evidente en su tono de voz.

Yoongi se soltó a reír con diversión. —Sabes que soy tu mejor opción —dijo alzando una ceja. —¿O piensas entregárselo a cualquier imbécil?

Namjoon optó por no responder, simplemente puso los ojos en blanco mientras desviaba la mirada. Sin embargo, Yoongi lo conocía demasiado bien, y era consciente de que su mejor amigo sabía que estaba en lo correcto. Simplemente era demasiado orgulloso para aceptarlo.

El azabache esbozó una sonrisa divertida y posó una mano en el hombro de Namjoon.

—¿Empiezo a llamarte cuñado?

—Solamente si quieres morir —respondió con seriedad—. Tenemos que prepararnos; en cualquier momento recibiremos visitas.

FSDJFHKHJFSD Las cosas se van a complicar😳 Hola, volví♥ con una capítulo cortito pero acá estoy c: ¿qué piensan que pasará? 

Pobrecito Yoongi, ¿cómo se lo decimos? XD JAJAJJA

En fin, procuraré volver pronto ya saben♥. Manténganse sanos~

𝐊𝐢𝐦𝐍𝐢𝐤𝐚𝐫𝐢.

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