⇝02. Stay.

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Taehyung regresó a su departamento esa tarde, envuelto en un torbellino de emociones que arrasaba su interior sin piedad, incapaz de contenerlo. Se dirigió directamente a su habitación y se dejó caer sobre la cama. A pesar de las muchas cuestiones que necesitaba abordar para darles solución, en ese instante, todo lo que deseaba era soltar el llanto que había estado reprimiendo. Así que lo hizo, dejando que las lágrimas fluyeran con la misma fuerza con la que el tormento llenaba su ser.

Desde el momento en que se hizo consciente de que su relación había cambiado, todo comenzó a desmoronarse. El dolor de encontrarse en esta situación con Wooshik era intenso, pero aún más desgarrador era aceptar que el amor que sentía por él ya no era suficiente.

Nunca habría imaginado que su relación llegaría a este punto. Cuando conoció a Wooshik, anhelaba sinceramente pasar el resto de su vida a su lado. Ahora, al reflexionar sobre ello, se da cuenta de que ese deseo, cargado de un profundo amor, se había convertido solamente en una idea con la que se conformó.

Las ilusiones se desvanecieron junto con las expectativas. Tal vez había sido demasiado ingenuo, pero no podía afirmar que el amor funcionara de esta manera, sabiendo que se encontraban en este punto por culpa de ambos. ¿Cuánto tiempo habrían estado en esta situación sin darse cuenta? Prefería no pensar en eso. El solo hecho de haber caído en esta realidad ya era suficientemente doloroso.

Pasó la tarde entera llorando hasta que la noche lo envolvió por completo. Wooshik no había enviado ningún mensaje ni realizado ninguna llamada, pero en ese momento, eso ya no le importaba. Más bien, estaba agradecido por el silencio, porque realmente necesitaba ese espacio para reflexionar. ¿Qué debía hacer? En ese instante, las palabras de Jungkook resonaron en su mente, recordándole cómo debía priorizarse a sí mismo y pensar en su propio bienestar.

En realidad, no es como si tuviera que reflexionar demasiado. Tal vez, durante todo este tiempo, una parte de él sabía lo que realmente quería, pero optó por ignorar ese deseo y enterrarlo en lo más profundo de su ser por miedo a descartar tantos años de vivencias compartidas.

Taehyung quería a Wooshik, eso sin duda; todos esos años juntos le habían otorgado un lugar muy especial en su corazón. Sin embargo, ahora tenía la lucidez para reconocer que lo que sentía ya no era lo que solía ser, y aunque resultaba triste, también lo encontraba liberador.

El resto de la noche se dedicó a analizar cada aspecto de su relación y cómo todo había ido cambiando con el tiempo. En algún momento, también cruzaron por su mente pensamientos sobre Jungkook y cómo, sin darse cuenta, había ido ocupando un lugar en su vida. No podía creer lo ciego que había sido al no darse cuenta de que lo que existía entre ellos no era solo una simple amistad.

Quizás las circunstancias se desarrollaron de manera diferente, lo que le impidió darse cuenta de ello. Con Wooshik, Taehyung estaba seguro de que desde el primer momento en que lo vio, supo que era la persona con la que quería estar. Sin embargo, ahora se daba cuenta de que tal vez había idealizado demasiado la idea de enamorarse, creyendo que Wooshik era la elección perfecta solo por la forma en que su corazón había latido al verlo por primera vez.

Con Jungkook, las cosas habían sido diferentes, quizás debido a las circunstancias en las que se encontraban. Prácticamente, se fue enamorando poco a poco: de su sonrisa, de su compañía, de sus gustos y de la forma en que se sentía estando con él. Todo había sucedido de manera tan sutil que, ahora que era capaz de analizar sus sentimientos, se sorprendió por la intensidad de los mismos. Pero lo que más le sorprendía era el hecho de que no podía hacer nada para frenarlos.

Aceptar que estaba enamorado de Jungkook fue algo que le hizo sonreír entre su llanto; al fin y al cabo, él había tenido razón al decir que esta era una batalla perdida. Era curioso cómo incluso esa parte arrogante suya podía hacerlo sentir tan feliz.

En algún punto de sus reflexiones, Taehyung finalmente se quedó dormido. El llanto lo había agotado, pero también lo había ayudado a liberar un enorme peso. Ahora estaba seguro de lo que debía hacer, aunque el cambio que se avecinaba le abrumara, se encontró muy seguro de su decisión.

Al día siguiente, Taehyung decidió no ir a clases. No tenía energía para asistir, y sabía que no podría concentrarse de todas formas, así que optó por quedarse en casa. Siempre fue un estudiante dedicado con buenas calificaciones, sabía que faltar un día no le perjudicaría.

Hasta ese momento, Taehyung no había recibido noticias de Wooshik desde que se marchó de la casa de Hoseok, lo cual lo había dejado muy intrigado. Sin embargo, por la tarde, finalmente recibió un mensaje suyo, lo que le hizo pensar que tal vez Jungkook tuviera algo que ver con su ausencia.

Amor❤️:

Necesito hablar contigo, ¿puedo ir a tu apartamento?

Wooshik nunca había pedido permiso para visitarlo, y Taehyung conocía demasiado bien su estilo de escritura como para no notar algo extraño. Entonces supo que era hora de aclarar las cosas, especialmente después de haber aceptado finalmente la monotonía en su relación. Sabía que no podían seguir adelante de esa manera.

Tú:

Aquí te espero.

El nerviosismo lo invadió de inmediato. Uno podría pensar que después de haber aclarado sus sentimientos, lo siguiente sería más sencillo. Sin embargo, Taehyung se sentía inquieto al darse cuenta de que pronto abandonaría por completo esa zona segura en la que había permanecido durante mucho tiempo. Los cambios podían resultar sumamente aterradores.

No pasó mucho tiempo antes de que Wooshik llegara. Taehyung estaba sentado en la sala cuando escuchó la puerta abrirse. En cuanto su novio apareció en la entrada, sus miradas se encontraron, y de alguna manera, con solo observarlo, supo que no había sido el único que había tenido una noche difícil pensando.

—Hola —saludó el moreno con una débil sonrisa, acercándose a Taehyung para sentarse a su lado. Lo observó por un momento y con suavidad, acarició uno de sus ojos—. Estuviste llorando.

El castaño sintió un nudo en la garganta y asintió, mientras sus ojos se llenaban nuevamente de lágrimas. La mirada de su novio lo decía todo; ambos sabían lo que estaba a punto de suceder.

—Tu tampoco pareces haber dormido bien —señaló Taehyung, elevando apenas las comisuras de sus labios con tristeza—. Yo también quería hablar contigo.

Wooshik retiró su mano del rostro de Taehyung, y ambos se observaron por un momento en el que el silencio reinó. La tensión en el ambiente era tan palpable, mientras que ambos tenían una lucha interna respecto a cómo dar el primer paso.

—Lo siento —Fue Wooshik quien habló primero, con un pesar evidente en su mirada—. Lamento no haberme percatado de que nuestra relación se estaba enfriando, y lamento el siquiera haber permitido que sucediera. Dejé de esforzarme por ti, por nosotros, a pesar de todas las promesas que te hice en algún momento.

Taehyung negó inmediatamente con la cabeza, tomando las manos del otro con suavidad.

—No es solo tu culpa, esta relación es responsabilidad de ambos. Fuimos los dos los que dejamos de fortalecer nuestro vínculo. Y yo, al igual que tú, no había sido capaz de verlo hasta ahora. Estaba tan acostumbrado a lo que teníamos que, creo que en algún punto, simplemente dejé de tener expectativas sobre nosotros, y me conformé con lo poco que te daba y recibía de tu parte.

—Nunca fue mi intención llegar a este punto. Cada promesa que te hice fue con el sincero deseo de cumplirla. Por eso, cuando Jungkook dijo que lo que sentíamos el uno por el otro no era amor, me sorprendió profundamente.

—¿Jungkook?

—Sí, después de que te fueras ayer, confesó que estaba enamorado de ti.

—¿Q-qué? —Taehyung abrió los ojos con sorpresa. Aunque había sospechado que el cambio en la percepción de Wooshik sobre la monotonía en su relación tenía algo que ver con Jungkook, no esperaba que se lo hubiera hecho saber confesando sus sentimientos de esa manera.

—No creo que fuera algo que tenía planeado decir. Prácticamente lo presionamos para que lo hiciera con las bromas que estábamos haciendo —explicó, encogiéndose de hombros—. Fue entonces cuando me dijo que simplemente estábamos acostumbrados a estar juntos. Se supone que debería haberme sentido molesto al escuchar eso, pero estaba mucho más sorprendido, y sobre todo, me sentía avergonzado por darme cuenta hasta ese momento de que realmente estaba siendo un idiota contigo.

»Además, escuchar la forma en la que se expresó sobre ti, me hizo darme cuenta que yo ya no albergaba la misma pasión y amor que él. Y honestamente, en ese momento me llegué a sentir jodidamente aterrado.

—¿Por qué? —preguntó Taehyung, inclinando la cabeza con curiosidad.

—Porque eres mi novio, y el simple hecho de pensar que ya no te amaba, estando contigo, me asustó.

Una leve sonrisa se dibujó en los labios de Taehyung y su mirada se llenó de profunda comprensión. Ni siquiera podía sorprenderse por el hecho de que, Wooshik se sintiera de la misma forma que él. Porque darse cuenta de que lo que sientes por la persona a la que le prometiste amor eterno ya no es lo mismo es abrumador.

—Estuve reflexionando toda la noche sobre nosotros, y lo primero que me vino a la mente fue que las cosas necesitaban cambiar, que debíamos hablar y esforzarnos en nuestra relación para recuperar lo que éramos, pero...

—Ya no querías hacerlo —concluyó Taehyung, observando con comprensión a Wooshik cuando lo vio asentir abochornado—. Sí, yo también pensé en eso, pero me di cuenta que no me emocionaba la idea de intentarlo de nuevo.

—Tae, quiero que entiendas que realmente te amé de verdad. El espacio que ocupas en mi corazón es uno que te pertenecerá siempre. Eres muy importante para mí, e independientemente de que las cosas hayan cambiado, eso no resta que te tengo un enorme cariño.

—Lo sé —asintió Taehyung con firmeza, apretando más el agarre de sus manos—. Para mí también es igual. Siempre estaré agradecido por todo el amor y todas las cosas que hiciste por mí. Lo llevaré grabado en mi corazón siempre —le regaló una sonrisa llena de ternura, mientras un par de lágrimas recorrían suavemente sus mejillas.

Los ojos de Wooshik también se humedecieron, y tras contemplar a Taehyung durante un instante, se acercó y lo abrazó con fuerza. Permanecieron así por un tiempo, dejando que las lágrimas fluyeran ligeramente, sintiendo el peso de todos los años y vivencias compartidas en sus corazones.

—Supongo que es momento de dejarnos ir —susurró Taehyung, apartándose un poco para encontrarse con la mirada del otro.

Wooshik asintió.

—Sí, mereces estar con alguien que te demuestre todos los días lo mucho que te ama —afirmó con pesar.

Lo que menos deseaba Taehyung era que Wooshik se sintiera culpable, cuando era evidente que ambos compartían la responsabilidad en la situación.

—No pongas esa cara —pidió con suavidad, acariciando la mejilla del contrario con ternura—. Hubo un tiempo en que ambos deseábamos lo mismo, es normal que las personas cambien. Está bien si ahora solo quieres disfrutar de la vida, salir con tus amigos y divertirte. No hay nada de malo en buscar tu felicidad, al menos no fuiste tú quien se enamoró de otra persona —sonrió con tristeza, dejando caer su mano en su regazo.

Wooshik negó de inmediato.

—No te sientas mal por eso, pudo incluso pasarme a mí. Dejé de brindarte la atención y el amor que merecías, así que es comprensible que terminaras entregando tu corazón a quien sí lo hacía. Siempre te encantó la idea del amor, y por eso me duele haber contribuido a que te conformaras. Además, te conozco, Tae. Probablemente ni siquiera eras consciente de tus propios sentimientos, así que no tengo derecho a reprocharte nada si lo que deseas es estar con Jungkook.

El corazón de Taehyung experimentó un inmenso alivio. No es que necesitara la aprobación de Wooshik, pero de alguna manera le reconfortó saber que no se sentía herido por haberse enamorado de alguien más mientras estaban juntos.

—Gracias —murmuró con una amplia sonrisa, que fue correspondida de igual forma por el contrario—. ¿Amigos?

—Amigos —aceptó Wooshik.

—¿Quieres aprovechar para llevarte tus cosas? —preguntó Taehyung, recibiendo un asentimiento del moreno.

De este modo, lograron finalmente romper las ataduras que le unían al otro. A pesar de que en algún punto cayeron en el conformismo, ambos reconocían que hubo momentos en su relación en los que se amaron profundamente y encontraron la felicidad. Por ello, siempre estarían agradecidos por todo lo que compartieron y recibieron el uno del otro.

Pasaron el resto de la tarde juntando las pertenencias que Wooshik tenía en casa de Taehyung, mientras rememoraban el pasado con una sonrisa. Aunque poner fin a su relación se sintió extraño, no fue doloroso. Este hecho les llevó a ambos a darse cuenta de que estaban simplemente acostumbrados a la presencia mutua. Quizás el cambio parecía abrumador en ese momento, pero sabían que con el tiempo serían capaces de adaptarse y estar bien.

Una vez que terminaron de empacar todo y colocarlo en una caja, Taehyung acompañó a Wooshik hasta la entrada. Allí, el moreno dejó la caja en el suelo por un momento y sacó las llaves de su bolsillo. De entre ellas, seleccionó la que correspondía al departamento del castaño y se la entregó.

—Gracias por todo, por haberme amado. Espero que seas feliz, lo mereces.

Una cálida sonrisa iluminó el rostro de Taehyung mientras asentía.

—Tú también, sé feliz. Sabes que siempre podrás contar conmigo, eres especial y eso no cambiará.

—Lo sé.

—Entonces... nos vemos luego.

—Sí, cuidate, Taehyung.

Wooshik se inclinó, depositó un beso en su frente antes de volver a tomar la caja con sus pertenencias. Observó a Taehyung por un breve instante, dedicándole una sonrisa antes de dar la vuelta y marcharse.

Taehyung volvió a su habitación y se dejó caer en la cama. Se quedó observando fijamente el techo por un momento, mientras sentía que su corazón martilleaba con fuerza en su pecho y su respiración se volvía irregular. Un torbellino de emociones amenazaba con dominarlo por completo, así que tomó su celular y marcó a la única persona que sabía podía contenerlo en ese momento.

No tardó nada en que su llamada fuera atendida y un rubio apareciera en la pantalla de su celular.

—¡Maldita sea, Taehyung! Llevo todo el día intentando comunicarme contigo, ¿por qué mierda no respondías el celular? Estaba a punto de ir a tu casa a patearte el trasero. Tu hermano lleva preguntándome por ti todo el día sin parar, y ya me estoy quedando sin excusas. Espero que tengas una buena razón para haberme estado ignorando, porque te juro que... —Sus palabras quedaron suspendidas en el aire cuando escuchó el primer sollozo escapar de los labios de su mejor amigo, por lo cual sus ojos se abrieron con sorpresa y preocupación—. ¿Qué pasa? ¿Por qué estás llorando? ¿Estás bien?

En ese instante, Taehyung negó con la cabeza, sus lágrimas empezaron a empapar sus mejillas.

—Wooshik y yo terminamos.

Al escuchar eso, el rubio mostró una expresión de sorpresa y genuina incredulidad. Le costaba creer lo que acababa de oír, tanto que incluso llegó a cuestionarse si había entendido correctamente. Sin embargo, en el fondo, una parte de él esperaba que su mejor amigo finalmente pusiera fin a esa relación que claramente ya no le hacía feliz desde hacía mucho tiempo. Sabía que Taehyung era terco y reacio a admitir errores, por lo que había asumido que tomaría más tiempo para que llegara a esa conclusión por sí mismo.

Hace unos días, cuando se enteró de que finalmente estaba tomando conciencia de la situación en la que se encontraba su relación, sintió un gran alivio. Era solo el principio, y aunque sabía que el camino sería difícil, Jimin estaba decidido a ejercer presión sobre su amigo para que abriera los ojos y empezara a priorizar su propia felicidad.

La noticia de que Taehyung finalmente había terminado con Wooshik fue algo que no esperaba tan pronto, lo que le impidió sentirse aliviado. Además, le preocupaba un poco el estado emocional en el que se encontraba en ese momento.

—Vaya... no me lo esperaba. Pero, ¿por qué estás llorando? ¿Te arrepientes acaso? —preguntó con nerviosismo, que desapareció al ver a Taehyung negar con la cabeza.

—No, es solo que... es extraño. Estaba tan acostumbrado a estar con él que ahora, la idea de pertenecerme a mí mismo me abruma demasiado.

Los ojos de Jimin se inundaron de comprensión y una sonrisa llena de profundo cariño iluminó su rostro.

—Es normal, bebé. Estabas tan acostumbrado a vivir de cierta manera que ahora el cambio puede resultarte aterrador. Pero si lo piensas bien, lo que sientes no es por arrepentimiento o por el dolor de la separación. Es el miedo a la nueva vida que te espera.

—¿Qué se supone que haga ahora?

—Ser feliz. Ya es tiempo que te pongas como número uno en tu lista de prioridades y pienses en que es lo que realmente quieres hacer.

Al escuchar eso, recordó las palabras de Jungkook, quien le había comentado algo similar. Cuando la imagen del azabache se materializó en su mente, una inmensa sensación de calma invadió su pecho.

—¿Realmente tengo permitido ser feliz?

—¡Claro que sí! La vida no se acaba después del primer amor, Taehyungie. Siempre te ha encantado la idea del amor, y estoy seguro de que en algún momento llegará alguien que te haga sentir nuevamente ese deseo de entregar el corazón. Aunque tengo la ligera sospecha de que esa persona ya ha llegado a tu vida, ¿o me equivoco? —insinuó con picardía, arqueando una ceja mientras las mejillas del castaño se coloreaban de rojo—. Sí, eso pensé.

—Estoy aterrado, Mimi. ¿Y si la situación se vuelve a repetir?

—Es comprensible, pero no puedes cerrarte al amor por el temor constante a que se repita la misma situación. Todo sucede por una razón, y lo importante es aprender de esas experiencias. Así que depende de ti poner en práctica lo que has aprendido y evitar que en tu próxima relación ocurra lo mismo.

Jimin tenía razón, Taehyung lo sabía. Sin embargo, eso no impedía que todavía sintiera miedo de avanzar. Porque estaba completamente seguro de que si llegara el momento en el que tuviera que perder a Jungkook también, no sería capaz de recuperarse jamás.

—Estoy completamente enamorado de Jungkook, Mimi. Mis sentimientos por él son tan intensos que resultan abrumadores. Casi puedo imaginarlo con esa típica expresión arrogante en su rostro, orgulloso de tenerme tan enamorado. ¡Dios, su ego no tiene límites! —exclamó con ironía, sacudiendo la cabeza y soltando una leve risa que se desvaneció gradualmente al darse cuenta de la expresión de su mejor amigo. Frunció el ceño confundido—. ¿Por qué me miras así?

—Porque ese chico tiene la capacidad de sacarte una sonrisa sin siquiera intentarlo. Bebé, entiendo que te preocupa volver a cometer los mismos errores, pero créeme que el error más grande que podrías cometer es negarte la oportunidad de estar a su lado. Eso es algo de lo que realmente te arrepentirás toda la vida.

Taehyung frunció los labios, sintiendo que las lágrimas amenazaban con desbordarse de sus ojos.

—Quiero estar con él —dijo, sintiendo un nudo en la garganta al imaginar a Jungkook viviendo una vida sin él.

—Entonces esa es tu respuesta.

—¿Y cómo puedo estar seguro de que no estoy cometiendo un error?

—Porque tus sentimientos por él son más fuertes que el miedo que sientes en este momento. Estoy seguro que podrás hacer las cosas correctamente esta vez, así que bebé, por favor, sé feliz.

—Quiero ser feliz —confirmó Taehyung con determinación, asintiendo con firmeza—. Esta vez me esforzaré por no repetir los mismos errores.

—Así se habla —respondió Jimin con orgullo, sonriéndole a su mejor amigo—. Ya no te atormentes, ¿de acuerdo? Deberías ir a descansar, tus ojos están hinchados y tienes grandes ojeras. Le pediré a Yoonie que me lleve mañana a tu casa.

—Está bien, Mimi. Gracias por escucharme y salvarme siempre.

—Eso hacen los mejores amigos —dijo el rubio con mucho cariño—. Anda, ve a descansar. ¡Ah! Pero escríbele a Seokjin antes y dile que estás bien. Sabes que tu hermano es capaz de venir desde Daegu solo para corroborar que no te ha pasado nada.

Taehyung no pudo evitar reír, su hermano podía ser bastante exagerado a veces. No sería la primera ni la última vez que viajara desde Daegu solo porque no le respondía los mensajes. Lo último que quería era tenerlo en casa y enfrentarse a un interrogatorio sobre su estado emocional.

—Está bien, le enviaré un mensaje antes de dormir.

—Bien, descansa. Yo tengo ganas de ir a la cama a gritarle a Yoongi cuanto lo amo.

—¿Por qué tendrías que...? Ah, ya entendí. Eres un tonto —dijo Taehyung, poniendo los ojos en blanco.

—Ay, cielito...

Jimin soltó una fuerte carcajada y Taehyung no pudo evitar unirse a él. Sabía que sin importar lo que el futuro le deparara, nunca estaría solo. Y tener la certeza de que su mejor amigo estaría siempre para apoyarlo y sacarle una sonrisa, le hacía sentir más valiente que nunca.

Al despertar al día siguiente, Taehyung sintió una extraña sensación en el pecho, pero renovó su determinación de seguir adelante con su vida. Por un momento, estuvo a punto de enviar el mensaje habitual de buenos días a Wooshik, pero al darse cuenta, no pudo evitar reírse con fuerza. Honestamente, se sintió aliviado al darse cuenta de que ya no tenía que hacer ciertas cosas solo para cumplir con su papel de "novio". En ese momento, se cuestionó cómo había pasado por alto el hecho de que realizaba esas acciones de manera mecánica.

Se alistó para ir a la escuela, y antes de marcharse se hizo un licuado de fresa que disfrutó con gusto. Sabiendo que Wooshik ya no pasaría por él para llevarlo a la universidad, Taehyung se vio obligado a salir más temprano para llegar a tiempo.

El trayecto transcurrió tranquilo a pesar del bullicio externo que lo rodeaba. Durante toda su relación, Wooshik siempre se había encargado de recogerlo para ir juntos a la universidad. Eran pocas las veces que Taehyung tenía que ir solo, y había pasado bastante tiempo desde la última vez. Esta situación resultaba un poco extraña para él. Sin embargo, debía admitir que hacer las cosas por sí mismo le generaba una sensación de satisfacción en el pecho.

Le preocupaba que después de terminar su relación, adaptarse a un nuevo ritmo de vida le resultara difícil de manejar. Sin embargo, fuera de que había aspectos que casi realizaba sin percatarse de forma mecánica, se sentía sorprendentemente tranquilo.

Al parecer, incluso su aura había cambiado, ya que sus compañeros no tardaron en notar algo diferente en él. "Solías tener siempre una expresión de aburrimiento. Ahora pareces mucho más feliz", le comentaron, lo cual le llenó el corazón de alegría porque realmente se sentía así.

El resto del día, sus clases transcurrieron de forma tranquila, y cuando finalmente concluyeron, Taehyung recogió sus cosas rápidamente y se colgó su bolso al hombro antes de salir del aula.

Desde que le dijo a Jungkook que necesitaba analizar las cosas por su cuenta, el azabache no se había comunicado con él en absoluto. Se sentía profundamente agradecido de que hubiera respetado el espacio que necesitaba para tomar una decisión. Sin embargo, ahora que sabía perfectamente lo que quería, ya no quería pasar más tiempo lejos de él de esta manera.

Le sorprendía lo mucho que podía llegar a extrañarlo en tan poco tiempo sin saber de él, y ahora que podía aceptar que ese anhelo era porque estaba enamorado, se sentía plenamente feliz. Recorrió el camino al que estaba acostumbrado, y después de un par de minutos, llegó a la facultad de Arquitectura. Caminó hacia el lugar donde sabía que solía reunirse sus amigos, y al llegar, se llevó la sorpresa de no encontrarlo allí.

—Tae, ¿qué haces aquí? —preguntó Wooshik, frunciendo el ceño en confusión—. ¿Necesitas algo?

—Sí, estaba buscando a Kook. Pensaba que estaría con ustedes.

Los ojos del contrario se ablandaron con comprensión y su expresión se suavizó. Al voltearse hacia sus amigos, que los observaban con curiosidad, Taehyung intuyó que, por su actitud, era probable que ya estuvieran al tanto de la situación.

—¿Saben dónde está Jungkook? —Les consultó Wooshik—. Me dijo que tenía algo que hacer y no pude preguntarle qué era.

—Creo que lo vi dirigirse hacia la colina; probablemente lo encuentres allí —Le indicó Hoseok a Taehyung, quien asintió y le dedicó una sonrisa en agradecimiento.

—Gracias. Iré a buscarlo. Nos vemos, chicos —Se despidió de ellos, quienes al notar su actitud tranquila hizo que pudieran relajarse.

—Espero que vengas al próximo partido con Jungkook, no sé que haría sin tu pay de limón —bromeó Namjoon con diversión antes de que se marchara, esbozando una amplia sonrisa que dejó al descubierto sus hoyuelos.

El castaño sonrió ampliamente, negando ligeramente con la cabeza.

—Lo siento, pero no creo que sea posible. Ya que a ninguno de los dos nos gusta el fútbol.

La declaración sorprendió a todos, especialmente a Wooshik, quien nunca habría imaginado que Taehyung, que siempre lo acompañaba a ver los partidos, en realidad no estuviera interesado. En ese instante, sus miradas se cruzaron brevemente, y Taehyung le dedicó una sonrisa apenada mientras encogía los hombros. Wooshik negó ligeramente con la cabeza, mostrando una sonrisa tierna en un intento por transmitirle que no se preocupara.

—Pero podría prepararte un pay cuando quieras, no es necesario que haya una reunión.

La expresión de Namjoon se iluminó de inmediato, y se dirigió hacia Taehyung para tomarlo de la cintura y levantarlo en el aire, girándolo como acostumbraba a hacer.

—¡Eres un ángel! —exclamó con alegría mientras lo depositaba nuevamente en el suelo.

Taehyung soltó una risa ligera mientras negaba con diversión.

—Bueno, me tengo que ir. Nos vemos.

Los chicos se despidieron de él, y sin dudarlo, Taehyung se volteó y se encaminó hacia la colina que estaba detrás de la universidad. Hacía mucho que no visitaba ese lugar; solía frecuentarlo demasiado antes de empezar su relación con Wooshik. Sin embargo, desde que se hicieron novios, debido a que pasaba todo el tiempo con él, dejó de ir.

A medida que se acercaba, su corazón latía con más fuerza. Ansiaba tanto ver a Jungkook que podía sentir la emoción palpable en el aire. Cuando llegó, vio al azabache de espaldas y, sin ser consciente, una amplia sonrisa iluminó su rostro.

Se aproximó sigilosamente hacia él, procurando no llamar la atención, y con cautela se colocó detrás de él. Alzándose de puntillas, cubrió sus ojos, preparado para preguntarle si podía adivinar quién era. Sin embargo, antes de que pudiera decir una palabra, Jungkook habló primero.

—Hola, Taecito.

El castaño frunció el ceño, descubrió los ojos del contrario y caminó hasta quedar frente a él.

—¿Cómo supiste que era yo? —cuestionó curioso, observando a Jungkook con seriedad.

—Soy Jeon Jungkook, lo sé todo —declaró con arrogancia, sonriendo ampliamente al ver a Taehyung poner los ojos en blanco.

—Deja tu ego a un lado, ¿quieres?

—Imposible, es parte de mi encanto —respondió con diversión—. Podría reconocerte sin ni siquiera intentarlo, Tae, tu olor te delata.

—¿Eres un perro acaso? —cuestionó enarcando una ceja.

—Podría ser todo lo que quieras.

A pesar del tono burlón con el que Jungkook lo pronunció, Taehyung pudo percibir en sus ojos esa seriedad que indicaba que realmente estaría dispuesto a hacer cualquier cosa. Suavizando su mirada, ambos se observaron en silencio por un momento. Era como si el tiempo se detuviera y solo existieran ellos dos, mientras un sinfín de emociones tácitas se expresaban a través de sus miradas.

Si Taehyung tenía alguna duda aún respecto a sus sentimientos, en ese momento, todo se disipó. Porque mientras miraba a los ojos de Jungkook, quizás no experimentó una explosión de fuegos artificiales a su alrededor, pero sí percibió las miles de estrellas que se reflejaban en sus ojos, y cómo brillaban únicamente para él.

Una sensación de calma inundó su pecho, y una felicidad tan abrumadora lo invadió que sintió que podría ponerse a llorar de alegría.

—Te extrañé —murmuró Taehyung con suavidad, como si se tratara de un secreto que solo deseaba que Jungkook fuera capaz de escuchar.

El otro sonrió de inmediato y dio un paso hacia adelante, acercándose al castaño. Tomó su rostro entre sus manos con ternura y se inclinó para depositar un beso en su frente, susurrando con los labios apenas separados.

—También yo —declaró con un profundo amor, que Taehyung fue capaz de percibirlo en el tono de su voz—. ¿Ya vienes a confesarme tu amor?

Escuchar eso tomó por sorpresa al castaño, quien se apartó ligeramente para poder observar al contrario con el ceño fruncido, mostrando una mezcla de desconcierto y diversión en su expresión.

—Vaya, ¿no conoces lo que es la humildad?

—No, así como tu no conoces lo que es la fealdad. Hay cosas para las que simplemente no estamos destinados a conocer.

—¿Por qué estás tan seguro de que vengo a confesar mi amor? —preguntó Taehyung, riendo ligeramente, mientras intentaba ocultar el nerviosismo en su tono de voz.

—Terminaste con Wooshik.

—Ya, ¿pero no fuiste tu quien me dijo que esto no se trataba de escoger entre ambos? —cuestionó con una ceja arriba, observando fijamente al contrario con interés.

—Así es, pero sé lo que sientes por mí —declaró con total confianza y picardía.

Taehyung rodó los ojos y negó con la cabeza antes de dirigirse hacia el árbol más cercano, seguido de cerca por el azabache. Jungkook llegó a su lado, posando su mano sobre el tronco y acariciándolo con suavidad, una leve sonrisa curvando sus labios.

—Sabes, fue en este lugar en el que te conocí —declaró de repente, captando la atención de Taehyung, quien lo miró con genuina incredulidad, lo que hizo que una sonrisa aún más grande se formara en el rostro del azabache—. Seguramente no lo recuerdas, pero para mí, fue el inicio de todo. Fue cuando descubrí que la definición de "hermoso" se trataba de ti.

—¿Me conociste aquí? —preguntó Taehyung con interés, recibiendo un asentimiento de parte de Jungkook.

—Sí, fue cuando recién ingresamos a la universidad. Descubrí este sitio de pura casualidad mientras buscaba un lugar para fumar. Recuerdo haber pensado que era el sitio perfecto cuando vi un encendedor tirado en el suelo. En ese momento, pensé que había tenido suerte al encontrarlo, ya que siempre olvidaba llevar el mío. Pero no fue hasta que apareció un chico de cabello castaño buscándolo cuando realmente me di cuenta de lo afortunado que había sido.

»Siempre me he considerado una persona increíble —declaró con convicción, recibiendo una de esas miradas que Taehyung le daba cada que dejaba salir su lado arrogante—. Pero cuando te conocí, me sentí como un tonto, que no tuvo siquiera que pensarlo para dejarse caer en picada.

"Disculpa, ¿de casualidad habrás visto un encendedor por aquí? Creo haberlo perdido ayer", recordó las palabras del castaño cuando se le acercó a preguntar.

—Ni siquiera era capaz de sentirme ofendido por el hecho de que me miraras como si no fuera la gran cosa. Por lo general, la gente no duda en coquetear conmigo o intentar conseguir mi número, pero tú me observaste como si fuera solo un chico cualquiera —negó, soltando una risa irónica—. Pero era la primera vez que yo veía a un ángel, por lo cual comprendí que comparado con él, yo realmente no era nada. Fue entonces cuando aprendí lo que es la humildad.

—No creo que funcione de esa manera, Kook —negó Taehyung, mostrando una mezcla de diversión y ligera vergüenza ante la confesión de Jungkook.

—Por supuesto que sí, porque antes de ti, no pensaba que existiera alguien que pudiera superar mi atractivo.

—Eres todo un arrogante.

Jungkook soltó una leve risa y dedicó una mirada al castaño por un instante, antes de que su sonrisa se desvaneciera gradualmente.

—Poco después supe que estaba pasando algo entre Wooshik y tú, y en ese momento sentí cómo mi ego era lastimado profundamente. Estabas tan emocionado con él que ni siquiera te molestaste en mirarme. Fue entonces cuando decidí poner una barrera entre nosotros desde el principio, porque sabía que si no lo hacía, esos sentimientos que estaba experimentando podrían intensificarse con el tiempo.

—Pensé que no te agradaba.

—Todo lo contrario, yo quería besarte cada vez que te veía —hizo una pausa, con una sonrisa coqueta en los labios—. En realidad, todavía me pasa —confesó, levantando ambas cejas antes de soltar una risa ligera y suavizar su expresión—. Fui capaz de soportarlo, porque eras tan feliz con Wooshik, que sabía que no era necesario que yo me involucrara. Todo el tiempo trataba de convencerme que lo que sentía por ti estaba bajo control, y que había evitado que se intensificara al poner límites.

—¿Y no fue así?

—Claro que no. Me fui enamorando de ti sin siquiera darme cuenta. Me bastó con escucharte reír, con ver la forma en la que tu sonrisa parecía una cajita, con notar cómo humedecías tus labios cuando estabas nervioso y cómo tus ojos se iluminaban cuando algo te hacía feliz.

Taehyung se sintió abrumado; nunca imaginó que los sentimientos de Jungkook por él fueran así de intensos. Sin embargo, lo que más le sorprendió es el hecho de cuánto tiempo llevaba enamorado de él, y que a pesar de las circunstancias, su amor solo podía ir en aumento. La intensidad de sus emociones lo invadió, provocándole unas inmensas ganas de llorar.

—Cuando noté que las cosas entre tú y Wooshik no iban bien, no pude resistirme a cruzar esa línea que yo mismo había impuesto. Me resultaba insoportable verte ser dejado de lado, y que tú lo aceptaras como si no fuera importante. Y partir de ese momento, simplemente continué enamorándome de ti como el tonto que soy cada vez que estoy a tu lado.

—Kook...

—En muchas ocasiones quise detenerme, pero entonces me di cuenta que las cosas entre nosotros estaban cambiando, y no pude detenerme al ver como te enamorabas de mí. ¡Joder, yo era el hombre más feliz! —exclamó el azabache con emoción, sonriendo ampliamente—. Llevaba mucho tiempo conteniendome, pero ese día que volvimos de la fiesta, no pude seguir haciéndolo. La forma en que me mirabas era como si me estuvieras suplicando a gritos que te besara, al igual que ahora.

Taehyung parpadeó un par de veces y solo entonces se dio cuenta de que había estado absorto mientras escuchaba a Jungkook con atención. En ese instante, sintió un cosquilleo en el estómago y sus mejillas se sonrojaron involuntariamente.

—He esperado mucho tiempo por este momento. Ahora solo falta que expreses con palabras todo lo que tus hermosos ojos están expresando.

Un fuerte suspiro brotó de los labios de Taehyung, incapaz de comprender cómo Jungkook podía ser tan arrogante y encantador al mismo tiempo. Aunque le costara admitirlo, esa era precisamente una parte de su encanto que a él le fascinaba. De todas formas, había llegado con la firme intención de confesar sus sentimientos, y el solo pensar en cómo eso podría hacer feliz a Jungkook lo llenó de una emoción aún más intensa.

—Es verdad, estoy enamorado de ti.

—Lo sé —concedió el azabache, sonriendo con suficiencia.

—También es verdad que quiero que me beses —dijo con una risita, empujándolo por el pecho cuando se acercó a él con la intención de besarlo—. Alto ahí, hay cosas que necesito decir.

—Está bien, puedo esperar un poco más.

—Como decía, es verdad que estoy enamorado de ti. Realmente no tengo idea de cuando sucedió exactamente. Por un momento, me invadió el miedo de que mis sentimientos fueran solo el resultado de haber buscado refugio en la primera persona que me ofreció el amor y la atención que en ese momento requería. Pero después de reflexionar, me di cuenta de que no podía ser así, ya que, lo que más me encantaba de estar contigo, no era cómo eras tú conmigo, sino la persona en la que yo me convertía estando a tu lado.

»Tal vez en ese momento no fui capaz de verlo claramente, pero siempre estuve seguro de que estar contigo me hacía sentir feliz —declaró con firmeza, sonriendo suavemente mientras se acercaba a Jungkook y acariciaba con suavidad su mejilla—. Sin darme cuenta, me encontré teniendo expectativas. Deseaba verte más, anhelaba pasar más tiempo a tu lado, e incluso me encontraba ansioso por escuchar todas esas cosas lindas que tenías que decir sobre mí.

—Soy un encanto.

—Uno muy arrogante —aceptó Taehyung con una sonrisa cálida—. No diría que hubiera deseado poder conocerte antes que a Wooshik, porque no me arrepiento de mi historia con él. Además, tengo la creencia de que todo sucede en el momento exacto, y lo agradezco. Porque justo ahora, me siento muchísimo más capaz de amarte correctamente, gracias a todas las experiencias que me han enseñado a ser mucho mejor

—¿Entonces tenía razón, cierto?

—¿En serio me harás decirlo?

—Por supuesto, necesito alimentar mi ego.

Taehyung dejó escapar una ligera sonrisa al mismo tiempo que negaba con la cabeza, deslizando su mano desde la mejilla del contrario hasta sus labios.

—Tenías razón, Kook. Ahora lo sé perfectamente, estoy mejor contigo.

El azabache esbozó una amplia sonrisa y, sin dudarlo, redujo el espacio entre ambos. En ese momento, Taehyung experimentó algo mucho más profundo que fuegos artificiales y un zoológico en su estómago. Sintió paz en su corazón, una sensación que le indicaba, que todo estaba correcto.

Se besaron con vehemencia, transmitiendo en la danza de sus labios todos los sentimientos que habían estado conteniendo. Taehyung pasó sus brazos alrededor del cuello de Jungkook, mientras este rodeaba su cintura para acercarlo aún más hacia él. En ese instante, todo a su alrededor se desvaneció; no existía nadie más que la persona entre sus brazos.

El latido de sus corazones era intenso, y ambos parecían sincronizados a la perfección. Taehyung se sintió realmente agradecido por todas las experiencias que lo habían llevado hasta ese momento. No cambiaría nada de lo que había vivido, sabiendo que al final, estaría entre estos brazos y sería este chico quien lo besaría con tanto amor.

Porque aunque las cosas puedan estar bien en ciertas ocasiones, también son capaces de estar aún mejor.

Sin importar lo que el destino les depare, ambos se esforzarían para que si su amor llegara a cambiar, fuera únicamente porque iba en aumento. Y aunque son conscientes de que a veces las cosas no saldrán como desean, mientras se recuerden cuanto se aman, serán capaces de sobrellevar cualquier situación juntos.

—Te amo, Jungkook — murmuró Taehyung, apartándose ligeramente para poder mirarlo a los ojos—. Te prometo que voy a esforzarme para que todos los días sientas mi amor por ti y para que nuestro amor perdure por siempre.

El azabache esbozó una amplia sonrisa, de esas que provocaban unas pequeñas arruguitas en las esquinas de sus ojos. Se inclinó para besar la frente del castaño antes de volver a encontrarse con su mirada.

—Yo también te amo, Taehyung, y me aseguraré de demostrártelo cada día. Porque definitivamente, estás mejor conmigo.

AAAAAAH lloro brillitos c':🥹 estoy feliz de que BWY finalmente salga a la luz.💖 Yo les comenté que la historia estaba inspirada en una canción, pero debo admitir que también hay un poco de mi propia experiencia en ella. Lamentablemente, a diferencia de Taehyung, yo estuve muchísimo tiempo en negación y mucho tiempo más evitando aceptarlo. Un completo caos de nueve años fghfdgjkfdg :c

En fin, ¿Ustedes alguna vez han caído en una situación de monotonía? 

Espero que les haya gustado la historia, cuentenme que les pareció. Saben que me encanta leer sus comentarios.💖

Volveré con más historias, así que, hasta que volvamos a encontrarnos, manténganse sanos.🌷


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