𝟏𝟖 | from the past and back to the future

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CAPÍTULO DIECIOCHO
DESDE EL PASADO Y REGRESO AL FUTURO




SIETE AÑOS ANTES

Lola era una niña de 10 años con la que habían estado experimentando toda su vida. Lola Drake era solo eso, un experimento. Una niña, huérfana, superdotada y solitaria encerrada en un Laboratorio. ¿Pero que era de ella si los experimentos en los que se veía involucrada no daban el resultado previsto? No era nada.

—Brenner, no puedes simplemente echarla de aquí—se queja Estela—

—No da resultado—señala el jefe de los Laboratorios—Os di dos años más de tiempo, y no han servido de nada.

—Ella es especial—le asegura Matt defendiendo a la pequeña—

Unos jóvenes Marc y Keira de 15 años les escuchaban atentamente desde un lado de la sala. No les estaba permitido opinar, estaba aprendiendo, solo podían observar.

—Nadie creerá sus palabras. Nadie creerla lo que ella les cuente de este lugar. Mandarla lejos es la solución. A menos que queráis una más permanente—informa Brenner a sus dos científicos, los cuales estaban a cargo de la joven—Hay niños aquí con mayores probabilidades de éxito. Niños jóvenes. Ella es inútil.

—¿Y si hay otra forma?—pregunta Keira llamando la atención de los adultos—¿Y si le regalamos una vida normal? Una donde no recuerde nada de esto.

—¿Y como quieres hacer eso?—le pregunta Brenner—

—Con Marc—señala a su amigo—Él puede borrar su memoria, darle nuevos recuerdos.

Matt y Estela comparten una mirada viendo una solución en las palabras de la joven. Marc se tensa ante la idea de usar sus poderes en contra de Lola.

—Ella ya cree que somos sus padres—señala Estela—Ella ya considera a Marc su propio hermano mayor. Solo hay que escribir esos recuerdos, adaptarlos a algo normal a algo que no le haga dudar.

—Irá recordando—les asegura Brenner—

—Si, ¿pero quien la creerá entonces?—señala Keira usando las mismas palabras que él—La mantenemos aquí, en Hawkins, y cuando empiece a recordar... solo necesitara un pequeño susto para permanecer callada. Y si algo se te da bien, Brenner, es silenciar a la gente.

PRESENTE

A Dustin se le había ocurrido la brillante idea de ir a buscar a Erica para preguntarle si tenía pillas, como si eso fuera algo que todo el mundo llevará encima. Pero Lola había comenzado a marearse, tal vez a causa de la falta de alimento en muchas horas, así que, tras asegurarle que estaría bien, decidió salir del cine para ir a los baños a refrescarse.

Allí, en la puerta del cine, se encontró a Steve y a Robin bebiendo de una fuente de agua. Ellos no la vieron, y a ella no le dio tiempo a acercarse a ellos, pues una gran jaqueca y unas grandes arcadas la obligaron a ir corriendo al baño para poder vomitar.

—Es increíble—comenta Steve tras beber un sorbo de agua—

—A ver, no estaba del todo concentrada ahí dentro, pero... me ha parecido que la madre quería morrearse con su hijo—comenta Robin sobre la película que estaban viendo—

—¿Qué? Espera, ¿El pibón era la madre del prota?—inquiere confuso—

—Si, estoy segura.

—Pero tenían la misma edad—señala—

—No, pero él viajó al pasado—le explica Robin—

—¿Y por qué se llama Regreso al Futuro?—inquiere él—

—Él tiene que volver al futuro, porque está en el pasado. Así que el futuro en realidad es el presente, que es su época.

—Ah... ¿Qué?—la confusión había aumentado en Steve tras aquella explicación por parte de la rubia—

—Me toca a mi—habla ella sujetándole de los hombros para empujarle lejos de la fuente—Ya has bebido suficiente.

Se agacha apretando el botón de la fuente para poder beber, mientras que Steve, aún drogado, observa el techo del centro comercial, sintiéndose rápidamente mareado por las luces. Todo para él se veía con más intensidad.

—Eh, Robin—la llama sin dejar de mirar el techo—Tienes que ver esto.

La chica bebe un último trago de agua y se acerca a él para mirar lo que él miraba.

—¿Ves el techo?—le pregunta Steve—Es precioso.

—Ala—murmura comenzando a dar vueltas para verlo desde distintos ángulos—

Fue entonces cuando ambos sintieron como comenzaban a marearse y las arcadas llegaron a sus cuerpos. Y así, como Lola había hecho segundos antes, ambos corrieron a los baños para poder vomitar. Lo que dejaba a los tres adolescentes agachados frente a un váter cada uno, vomitando su última comida.

En el supermercado, con su herida limpia y su pierna ya vendada, Eleven buscaba a sus amigos. Pues en su conversación con Dustin através del walkie-talkie, ni Mike ni ella habían entendido bien donde se encontraban.

—No hagas ruido—Max regaña a Lucas cuando esté abre una lata de coca-cola a su lado—

—Lo siento—se disculpa antes de darle un trago al refresco—

—¿Como puedes beberte eso?—inquiere Dylan con una mueca—

—Porque está deliciosa—le asegura él—

—¿Qué?—todos le miran confusos—

—Es como la La Cosa de Carpenter—les explica—La original es un clásico, de eso no cabe duda. Pero el remake...—vuelve a llevarse la lata de refresco a sus labios, tomando ahora un trago más grande—Más dulce, más intensa. Mejor.

—Estas loco—declara Mike—

—¿Entonces prefieres La Cosa original?—le pregunta el moreno—

—¿Qué? No, no me refiero a La Cosa—niega rápidamente—Me refiero a la nueva Coca-Cola.

—Es el mismo concepto, tío—le asegura él—

—De hecho no es el mismo concepto—niega Dylan con seguridad—

—Si, es el mismo concepto.

—Claro que no.

—¡Claro que si!

—¡Eh!—exclama Eleven llamando su atención mientras se deshace de la tela sobre sus ojos—

—Lo siento—se disculpa Dylan con rapidez—

—Lo siento—repite Lucas—

—¿Los has encontrado?—inquiere Mike mirando a la que era su novia—

Eleven suspira antes de asentir.

—He encontrado a Dustin—responde poniéndose en pie—

Nancy se acerca a ella para ayudarla, pues su pierna aún dolía.

—En el cine.

—¡¿El cine?!—exclama Dylan sorprendida—¿Dustin está tan asustado por el portal que se va a ver una peli? Si, tiene mucho sentido.

—¿Seguro que ha dicho "portal" y no "brutal"?—inquiere Max mientras todos se dirigen a la salida del supermercado—

—Si, como "Está peli es brutal"—Will concuerda con ella—

—Ha dicho "portal"—les asegura Eleven—

—Explicaría que el Azotamentes siga vivo—señala Mike—

—Tenemos que volver a cerrarlo—declara Nancy—Así el monstruo morirá.

—Pero si no, siempre nos quedan los petardos de Lucas y Dylan—comenta Max con burla—

—Tú ríete de nuestro plan, Max. Búrlate, quiero oírte, porque tú siempre dudas. ¡Siempre dudas!—señala Lucas en respuesta—

—Es un plan ridículo—le asegura ella—

—Te demostraremos que te equivocas—le asegura Dylan—


—El techo ya no me da vueltas—comenta Robin, quien se encontraba tumbada en el suelo del baño—¿A ti aún te da vueltas?

Steve dirige su mirada hacia arriba.

—Hostia, pues no—admite—¿Crees que ya lo hemos vomitado todo?

—A lo mejor—se encoge de hombros—Pregúntame algo, interrógame.

—Ah, vale, que te interrogue—murmura algo confuso—¿Cuando fue la última vez que te measte encima?

—Hoy—le contesta—

—¿Qué?

—Cuando el médico ruso a sacado la sierra para huesos—le explica—

—Que fuerte—se ríe Steve—

—Solo un poquito—se ríe Robin—

—Seguís drogados—declara Lola asomándose por la puerta del cubículo donde Steve se encontraba—

—¡Lola!—exclama al verla—¿Qué haces aquí?

—Vomitar, igual que vosotros—le responde—

Su tono de voz parecía enfadado y frío. Steve la observa preocupado.

—Y al parecer, como vosotros, deshacedme de un alucinógeno que me limpio el cerebro—comenta entrando en el cubículo donde se encontraba Robin para poder sentarse a su lado—

—Me toca preguntar—señala Robin sin entender muy bien sus palabras, la droga aún no le dejaba prestar atención por completo—¿Estáis... enamorados?

Lola y Steve abren los ojos como platos, sorprendidos por su pregunta.

—Si—responden a la vez—

—Joder, ¿y no os parece una mierda?—inquiere interesada—

—No—niegan—

—¿Por qué no? El amor es... una mentira—les asegura—

—Eso pensaba yo antes—admite Steve—Nancy me rompió el corazón y me pregunté... ¿por qué nos molestamos con el amor, si nunca dura? Pero conocí a alguien que es mejor para mi. Fui un idiota, porque no hablaba con ella en el instituto. No sé, quizás porque Tommy H se habría burlado de mi, o... no me habrían hecho rey del baile.—Lola juega con sus anillos de forma nerviosa. Sus mejillas estaban sonrojadas por las palabras de su novio. Era curioso como Steve era tierno y atento, pero aún así nunca hablaba de esa forma sobre ella.—Es estupido. Dustin tiene razón, todo es una gilipollez. Porque, si lo pienso, debería haber pasado más tiempo con esa chica. Y debería ser mejor con ella, porque no quiero perderla. Es muy divertida. Creo que este último año me he reído más de lo que me he reído en mucho tiempo. Y no solo por ella, si no porque tiene unos amigos fantásticos. Una en concreto. Tiene un gran gusto para la música y el cine. Y es lista, mucho más lista que yo. Más lista que cualquiera. No sé, pudo traducir medio código ruso en menos de un día. Es distinta a toda la gente que conozco. Y... supongo que eso es de lo que se trata el amor, de encontrar a alguien que te haga mejor.

Lola cierra los ojos al escuchar sus palabras. Robin dirige su mirada a ella con preocupación, sobretodo al notar como una lagrima se deslizaba por su mejilla.

—¿Lola?—Steve la llama golpeando la pared que dividía los cubículos—¿Te has desmayado?

—No—suspira limpiándose las lágrimas de su rostro—Sigo con vida.

Steve suspira y se agacha para deslizarse por el suelo y así reunirse con ellas en el cubículo donde se encontraban.

—El suelo esta asqueroso—se queja Robin al verle hacer eso—

—Ya, pero llevo una camisa manchada de sangre y vomitó, así que...—señala Steve antes de posar su mirada en Lola—Hey, ¿qué es lo que pasa?

—Qué es todo una gilipollez y una mentira—le responde ella con frustración. Steve la observa confuso, por un segundo pensó que estaba teniendo un deja vu—Yo soy una mentira.

—¿De qué hablas?

—Me lavaron el cerebro, Steve, los del laboratorio—le responde—Borraron mis recuerdos y metieron otros nuevos. Y no solo eso, si no que lo hizo mi propio hermano. Aunque bueno, en realidad no lo es.

—¿Qué dices? ¿Por qué piensas eso?

—Porque ahora me acuerdo de todo—le explica—No tengo familia, Lola no es ni mi verdadero nombre. Quien creía que era mi familia no lo era, solo... encubrían a uno de sus experimentos. Me destrozaron la vida.

—Es una mierda, es cierto, pero... si lo que dices es cierto, todo por lo que has pasado te ha traído hasta aquí ¿no?—señala Robin haciendo que Lola pose su mirada en ella—Puede que ellos solo quisieran que tuvieses una vida normal.

—Si, o qué no intentará investigar nada en su contra—señala frustrada—

—Lola—susurra Steve inclinándose hacia ella para sujetarla de las mejillas—Sea como sea, esa persona de la que acabó de hablar, la chica de la que me enamoré, esa eres tú. No un experimento con la memoria borrada. Tú.

Los ojos llorosos de la chica le miran dudosa, pero la seguridad en las palabras de su novio la obligaron a asentir. Steve y Robin tenían razón, pero eso no quitaba que ahora se sentía más perdida que nunca.

—¿Crees que tu vida es una mierda?—Robin rompe el silencio que se había instalado en el baño, llamando la atención de ambos—Mírame a mi.

—¿De que hablas?—Lola frunce el ceño confusa—

—Sé que antes éramos amigas, pero... no me conoces. Ninguno lo hacéis. Y si lo hicierais no creo que quisierais ser mis amigos—admite nerviosa—

—No, eso no es verdad—niega ella—Estoy segura.

—Escuchadme—les pide—Yo no soy como vuestros otros amigos. Y no soy como Nancy Wheeler o Jonathan Byers.

—¿Y eso que importa?—inquiere Steve confuso—

—¿Te acuerdas de lo que te conté antes, sobre la clase de la la señora Click?—Robin posa su mirada en él de forma dudosa y nerviosa—¿Que tenía celos y estaba obsesionada?

—Si—asiente él—

—No es porque estuviera colada por ti. Si no porque... ella no paraba de mirarte—le explica—

—¿La señora Click?—Steve frunce el ceño confuso—

—Lola—le aclara bajando la mirada al suelo—Quería que me mirará a mi. Pero ella no podía dejar de mirarte ti y a tu estupido pedazo. Y yo no lo entendía porque... bueno ella siempre se quejó de lo estupido que eras. Y... dejabas todo el suelo lleno de migas. Y hacías preguntas estupidas y eras un súper capullo. Y tú no la veías. Y yo volvía a casa a pegar gritos contra la almohada.

—Pero... Lola es una chica—señala Steve confuso—

La aludida cierra los ojos entendiendo las palabras de la rubia.

—Steve...

—¿Si?—la mira confuso. Robin le devuelve la mirada esperando que se de cuenta—Oh.

—Oh—repite en un susurro—

—No me jodas—murmura—

—Si, si que jodo—le asegura—Y no era la única. Mi crush por Lola desapareció y... Tammy Thomson entro en escena y ella también estaba obsesionada contigo. Era... frustrante.

—¿Tammy Thomson?—inquiere Lola mirándola con confusión y sorpresa—¿En serio?

—Bueno, Tammy Thomson es mona y eso, pero... es una inútil—comenta Steve. Lola sonríe de acuerdo con él—

—No es cierto—niega Robin—

—Claro que si—le asegura Lola—Quiere ser cantante, quiere mudarse a Nashville o no sé que.

—Tiene sueños—la defiende—

—No da ni una nota—señala Steve—Siempre desafina. ¿La has oído cantar? Parece un teleñeco.

Lola ríe y se pone a imitar a Tammy Thomson cantando Total Eclipse Of The Heart.

—No, ella no canta así—se ríe Robin—

—Oh, si que lo hace. Es como si se hubiera fumado un porro—le asegura antes de seguir con la canción—

Steve y Robin comienzan a cantar con ella haciendo también una imitación de la voz de la chica.

—Es cierto—admite Robin soltando una carcajada—

En ese momento la puerta del baño se abre revelando a un muy preocupado y enfadado Dustin, acompañado de Erica.

—Vale, ¿qué cojones hacéis?—inquiere Henderson—

Los tres le miran seriamente antes de soltar otra carcajada.

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