—— TATTOO ——

Cuatro meses, ese era el tiempo que había pasado desde que se terminó el problema de los cazadores y del Kanima, cuatro meses en los que todos habían vuelto a la normalidad o la gran mayoría, ya que Serena no había huido, de cierta forma, de lo sobrenatural.

—Chico, menos mal que traes un bofeto.— Comentó el tatuador al ver el papel que Scott le había dado, en el cual habían dibujadas, a rotulador, dos franjas.

—Eh, Scott. ¿No quieres uno así?— Preguntó Stiles mostrando el dibujo de un Kanima, al verle los mellizos le miraron con obviedad. —¿Muy pronto? Si...— Murmuró Stiles cerrando el cuaderno. —No se, tío. ¿Lo has pensado bien? Estás cosas son permanentes.— Puntualizó el pecoso.

—Estoy muy convencido.— Garantizó Scott con firmeza.

—Bien, pero... ¿tu primer tatuaje no debería de significar algo?— Alegó con obviedad Stiles.

—Los tatuajes tienen más de mil años, la palabra haitiana tatua significa dejar una marca. Es un rito de iniciación.— Explicó el tatuador mientras preparaba todo.

—Eso, lo ves. Él si que sabe.— Afirmó Scott con seguridad.

—Esta cubierto de tatuajes, Scott.— Alegó Stiles justamente cuando el tatuador comenzaba a hacer el tatuaje en el chico, haciendo que Stiles no tardará mucho en desmayarse, para después, Serena, tomarle una foto.

—Va a matarte.— Aseguró Scott riéndose.

—Y lo divertido que es tener esto.— Sonrió la chica mientras se sentaba en una silla, observando atentamente lo que el tatuador estaba haciendo.

Tras hacerse el tatuaje, los tres chicos salieron fuera de la tienda. Scott con el brazo vendado, Serena como sino hubiera ocurrido nada y Stiles con una bolsa de hielo en la cabeza, debido al golpe que se había dado.

—Borra esa foto.— Dijo Stiles tras ves la foto que Serena había hecho.

—Oh, dios no. La voy a guardar, para reírme.— Sonrió llevándose una mala mirada por parte del pecoso.

—Te obligaría... pero me das miedo.— Murmuró mientras él y Serena se subían en el Jeep.

—¿Estas bien?— Preguntó Serena a su hermano al ver su expresión.

—Me arde un poco.— Se quejó Scott.

—Es que te han pinchado la piel unas cien mil veces.— Alegó Stiles con obviedad, justamente antes de que Scott sentiera una fuerte punzada en el brazo, haciendo que se quitara la venda.

—Definitivamente no debería de sentirse así.— Afirmó quitándose la venda y observando como el tatuaje desaparecía.

—Ochenta dólares tirados a la basura, no vuelvo a invertir en ti, hermanito.— Garantizo Serena.

—Menos mal. Era horrible.— Dijo Stiles como si nada, para que los mellizos le mirasen de mala forma. —Perdón.— Se disculpó, justamente antes de encender el motor.

—A veces me sorprende la forma que tienes de meter la pata, Stiles.— Observó Serena divertida.

—Es una habilidad familiar.— Explicó el pecoso mientras conducía.

—Bueno, al margen de ello. Habéis hecho que pierda a lo tonto mi última noche de vacaciones.— Alegó Serena cruzándose de brazos.

—Ni que tuvieras planes mejores.— Alegó Stiles con obviedad. —Por favor no me digas que les tenías porque terminaré vomitando.— Afirmó al recordar la relación que Serena tenía con Derek.

—Sí, se llama no hacer nada.— Respondió la chica con obviedad.

—Bueno, no importa. Mañana es el primer día de clase...— Comentó Scott justamente cuando Stiles detenía el coche al lado del de Lydia.

—Stiles ni se te ocurra o jamás llegarás a ser padre.— Puntualizó Serena al reconocer el coche.

—¿No habéis hablado con ellas?— Preguntó Stiles confundido.

—Allison y yo decidimos cortar toda relación, nada de mensajes ni de llamadas. Y Serena ha evitado a Lydia y a casi todo el mundo desde que Jordan ha llegado...— Explicó Scott mirando a su hermana tras el retrovisor.

—No he evitado a todo el mundo, solo he estado aprendiendo a cómo controlarlo...— Empezó a decir la chica, pero aún así no había aprendido. —Se que a nadie le cae bien Jordan, pero solo quiere ayudarme.— Añadió mientras el semáforo se ponía en marcha y Lydia arrancaba su coche tras haber reconocido el Jeep de Stiles.

—¿Ayudarte? Desde que ha llegado actúas de forma rara. Y has perdido varias veces el control.— Afirmó Scott haciendo que su hermana le mirará sorprendida.

—¿Es una opinión individual o conjunta? Como el hecho de que los Argent, al completo, supieran que soy adoptada.— Puntualizó Serena mientras Stiles esperaba al siguiente semaforo.

—Lo opinamos todos. Pero es solo él... tu misma dijiste que no confiabas en Jordan. Incluso la voz que escuchas a veces te advierte de él, tal vez debas de hacer caso a las señales.— Alegó Scott llevándose una mala mirada por parte de Serena para que instantes después, Stiles arrancará el coche y el de Lydia se detuviera al mismo tiempo que ella y Allison soltaban un grito de horror. Los tres se bajaron del coche y se reunieron con ellas, observando el venado que había atravesado la luna del coche.

Serena ignoró la situación, y se acercó al animal, percibiendo el olor de su sangre fresca, haciendo que sus ojos cambiaran rápidamente.

—Controlate.— Pidió Scott, mientras la agarraba de la mano y ambos volvían a centrarse en el animal. Serena le examinó, percibiendo al igual que Scott su miedo, pero mientras que Scott lo asoció a algo fortuito, Serena lo asoció con la manada de Alfas que rondaban la zona.

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—Vaya, has hecho el desayuno.— Comentó Serena al observar como Scott ponía delante de ella un plato con comida.

—Como dije, curso nuevo, nuevo yo.— Sonrió el Beta. —Oye, S, lo de ayer... Se que no te gustan los secretos y más lo que dije... pero es una observación. Tal vez no sea por Jordan.— Aclaró haciendo que Serena sonriera.

—Siempre he hecho caso a mi instinto y lo voy a seguir haciendo; al igual que a algunas de tus advertencias, pero... no puedes juzgarme por querer saber sobre lo que soy. Tu por lo menos tienes a más, yo... El primer encuentro que tuve con alguien de mi especie me intentó matar por poder, así que... debo de aprender hasta donde puedo llegar.— Explicó Serena mientras comenzaba a comer.

—Vaya, los dos levantados, listos y con el desayuno hecho. He de decir que esto es un milagro.— Comentó Melissa mientras entraba en la cocina.

—Bueno, prometimos ayudar.— Sonrió Scott, mientras la daba un plato a su madre al mismo tiempo que Serena recibía un mensaje, y su madre y su hermano la miraban con curiosidad.

—Es Jordan, quiere que cene esta noche con él.— Explicó guardando el teléfono. —Se que a ninguno de los dos os cae bien, menos aún que pase tiempo con él...— Empezó a decir Serena, mirando, en especial, a su madre.

—Aunque no quiera aceptarlo, él también es tu familia. Y tienes derecho a saber que y quien eres, y él tiene parte de esas respuestas.— La tranquilizó Melissa haciendo sonreír a Serena.

—Gracias, mamá.— Sonrió la chica. —Oye, Scotty. ¿Puedes llevarme? El primer día no me apetece correr hasta clase.— Comentó haciendo sonreír a su hermano.

—Claro, vamos.— Dijo Scott mientras subía a su habitación a por dos cascos.

—Tened cuidado.— Les pidió Melissa justamente cuando ambos salían de casa.

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Al llegar al instituto, Scott detuvo su moto en el aparcamiento reservado para estas, al lado se encontraban dos motos, exactamente iguales y de mucha mejor calidad que la de Scott, pero eso al Beta no le importaba, lo que le importaba era que la había conseguido con su esfuerzo.

—Te veo luego.— Se despidió Serena dirigiéndose al interior del instituto mientras cargaba el casco que su hermano la había dejado. La chica sorteó a personas, para llegar hasta su taquilla y dejar en ella el casco junto a varios libros.

—Vaya, parece que tienes prisa.— Comentó Willa apoyándose en la taquilla que estaba al lado.

—Demasiada gente para ser el primer día.— Comentó percibiendo el olor de todos ellos.

—Ya... Han llegado nuevos alumnos. Pero aún así, Boyd, Erica y Isaac están desaparecidos.— Alegó la Beta mientras se cruzaba de brazos.

—A lo mejor se transforman en Spiderman y se ponen a luchar contra Jackson.— Bromeó Serena llevándose una mala mirada por parte de su mejor amiga.

—O contra ti. ¿Jordan te ha enseñado algo más?— Preguntó sabiendo, como todos, que ese hombre no la estaba ayudando.

—He aprendido ha conectar mis sentidos con los de las serpientes. Y qué mi sangre cura, como los vampiros.— Explicó sorprendiendo a Willa.

—¿Enserio eres una mujer serpiente o un vampiro? Por qué tienes muchas similitudes con uno.— Bromeó Willa al mismo tiempo que Serena percibía un extraño olor, la chica desvío su mirada de la mujer lobo para centrarla en la puerta, por la que entraron dos hermanos, gemelos, que pronto llamaron su atención. —¿Qué pasa?— Preguntó Willa desviando su vista y mirando a los dos chicos nuevos.

—El olor de su sangre... le conozco.— Murmuró mientras agitaba su cabeza, intentando olvidarse del olor. —Te veo en la cafetería después.— Se despidió para después cerrar su taquilla y dirigirse a la primera clase del día.

Al llegar a ella, Serena se sentó detrás de Scott, el cual a su vez tenía a Stiles a su izquierda. Minutos después Allison y Lydia entraron, sentándose la primera delante de Scott y la segunda al lado de Stiles, junto a la ventana.

—El mar estaba cubierto por una densa faja de nubes negras y la tranquila corriente que llevaba a los últimos confines de la tierra fluía sombriamente bajo el cielo cubierto, parece conducir directamente al corazón de las inmensas tinieblas.— Leyó una voz femenina justamente después de que los teléfonos de todos los alumnos sonarán. —Esta es la última frase del primer libro que vamos a leer este curso, y también el último mensaje que recibiréis en mi clase. Móviles apagados.— Dijo la mujer haciendo que todos obedecieran su orden, por supuesto no todos, como Serena, apagaron los teléfonos, únicamente les silenciaron y apagaron; otros como Scott, sí hicieron caso a la petición u orden de la mujer, pero aún así en ella había algo extraño, Serena podía percibirlo. Por supuesto el olor corporal podía camuflarse y cambiarse, pero eso era un hecho que no sucedía con la sangre y ella sabía que había algo extraño en aquella mujer. —McCall.— Los mellizos alzaron la cabeza y miraron a la profesora Blake, la cual les hizo un gesto con la mano para que se acercarán. Rápidamente los dos recogieron sus cosas y se acercaron a ella para salir de la clase. —Estoy segura de que es una emergencia si su madre necesita que se vayan. Pero le voy a advertir de la mejor manera posible, señor McCall, soy muy consciente de su récord de asistencias. No quiero verlo caer en viejos hábitos.— Explicó haciendo que Serena rodará los ojos, aquella mujer ya la caía mal y había estado en su clase menos de una hora.

—No lo haré. Este año va a ser diferente.— La intento tranquilizar Scott.

—Las soluciones solo son buenas si te mantienes fiel a ellas.— Aconsejo la profesora haciendo que Scott asintiera tranquilo.

—Lo hare, le prometo que no será efímero.— Garantizo Scott marchándose, siendo seguido por su hermana.

—¿Qué crees que habrá pasado?— Preguntó Serena con curiosidad.

—No lo se, pero espero que no sea nada grave.— Comentó su hermano con la esperanza de que fuera solo una falsa alarma.

★★★

Si, lo sé. Todos odiamos a Jennifer.

Pero esta arpía no engaña a Serena, jamás lo hará.

Vale, al margen de ello, es un capítulo muy centrado en la serie, lo sé. Pero ¿que iba a hacer? Era necesario, aunque si es cierto que hay varios detalles.

Serena tiene una nueva habilidad que será muy importante; a parte, de que esta teniendo descontroles, y sí es por culpa de Jordan, pero os lo explicare más tarde.

Pero también lo que se que os encanta es el gif. Es uno de mis favoritos.

Pero aparte de ello, y como introducción al próximo capítulo... se viene tiempos difíciles para Derena.

Pero os garantizo que será pasajero, y para calmados una vez más, NO VA A HABER NADA ENTRE JENNIFER Y DEREK. Se que eso os preocupa, pero... Jennifer no solo tiene un pasado común con Kali y los Alfas, estuvo relacionada con otros personajes importantes para la trama.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤