𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟷𝟷

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Día 2

T/N

Ya es mi cuarto día de período. Lo que significa que ya estoy libre de los días de sangrado, y el dolor no me mató tanto como otras veces. No hubo necesidad de tomar pastillas y lo único que me aliviaba eran los chocolates calientes y ver películas en mi computadora.

De vez en cuando Sans dormía dos horas, luego se levantaba y se bañaba. Así pasó todo el día de ayer. Incluso antes de dormir se quitó la camiseta durmiendo únicamente en sus shorts. Pero se le veía enojado, muy molesto cuando cerraba los ojos.

Yo solo lo miraba cuando él me daba la espalda o tenía los ojos cerrados. Pero en la mañana de este día estaba actuando diferente.

El desayuno lo recibí yo cuando estaba ordenando mi ropa en mi armario, guardando y ordenando los gabinetes de la mesita y dejando conectado mi celular.

Había una nota en uno de las bandejas, ambos desayunamos estaban tapados por unas tapaderas de cristal.

Cómo solía ser camarera tenía un buen equilibrio en ambas bandejas, dejándolas las dos en una mesita que se encontraba en una esquina. Me senté en un sillón y tomé la nota, leyendo solo por encima.

"Esta bandeja pertenece a Sans"

Vaya, yo creí que iba a contener algo más importante.

La volví a colocar en su sitio y la aparté.

Abrí mi desayuno y mi apetito se dejó abrir paso cuando el aroma llegó directamente a mi nariz.

Dos omelette con queso derretido amarillo, pedazitos de tocino encima, un platillo con fruta fresca con Yogurt, que parece que es de sabor a manzana verde, y un vaso de jugo de naranja.

⸻Dios...sí que se han esmerado en el desayuno.

Sonreí agradecida mirando a una de las cámaras que se encontraba en una esquina de la habitación. Le hice una señal de corazón a Alphys y volví mi vista al desayuno.

Pero mi felicidad decayó cómo agua derramada sobre el suelo, en cuanto Sans salió de la habitación con la toalla alrededor de su cuello, secando su rostro.

⸻Algo huele muy bien. ⸻Dice mientras fija su mirada en mi.

⸻Que chistoso. ⸻Mencioné mientras comenzaba a partir pedazos del omelette. ⸻Aphys nos a entregado ya el desayuno.

Sans suelta una risa típica de él y se acerca a su bandeja, sentándose enfrente de mí.

Abre su bandeja dejando ver un desayuno menos elaborado que el mío.

Unos cereales con leche, un tazón de piña y un café negro.

⸻¿Y eso? ⸻Dije mientras señalaba el plato con el tenedor.

Pero él soltó un suspiro cargado de fastidio.

⸻Frisk lo ha de haber ordenado a Alphys que me diera esto. ⸻Pero se queda callado al ver la misma nota que yo, pero está vez, la abrió. Frunció su seño y la hizo bolita. ⸻Ella y Papyrus son los responsables.

Miré mi plató y luego el de él.

Pero al ver los trozos de piña entendí lo que pasaba y Frisk, ya tenía planeado cada cosa. Me enojé y le quité el plato de piña y lo cambié por mi plato de frutas.

⸻No necesitas eso. Come mejor la fruta, que se te nota que necesitas más vitaminas que yo.

Sans me miró extrañado.

⸻¿Por qué haces eso? ⸻Mi miró un tanto asombrado.

Lo miré enojada, elevando con mi ceja retando con la mirada.

⸻¿Realmente quieres piña? Porque créeme, no lo necesitas comer.

Elevó sus manos en son de paz y comenzó a comer.

Yo disfrutaba cada bocado que le daba al omelette, estaba muy rico y para mí mayor sorpresa, el omelette estaba relleno de hongos frescos bañados con un poco más de queso. ¡Esto era un manjar!

Al terminar continúe con la piña, con asco. Porque no me gustaba, pero no iba a permitir que Sans comiera esto. Era una humillación para ambos, no solo para él, que parece que no entiende porque la piña. Para ambos, y es un golpe demasiado bajo que le ha hecho Frisk. Uno increíblemente bajo.

⸻¿Puedo preguntar algo? ⸻Solo asentí con la cabeza mientras tomaba un trago del jugo, sin llegar a mirarlo. ⸻¿Por qué...eres tan mal hablada?

Bajé el vaso colocándolo enfadada, pasando mi lengua por mis labios y creando una línea recta para pensar en que contestar.

⸻¿Algún problema? ⸻Masculle mirándolo fijamente.

Él apartó su mirada de la mía a los cereales.

⸻No, ninguno. Solo quiero saber.

Dejé el plato en mis piernas, y con un poco de fastidio me crucé de brazos.

⸻Eso es algo que no debería de interesarte.

No dijo nada más y siguió comiendo.

Yo no podía comer más de la piña, así que la dejé. Y tome todo lo que me faltaba del jugo para quitarme el feo sabor a piña.

Me levanté, dejando los platos nuevamente como los encontré. Me limpié los labios con servilleta y luego los bote a la basura que se encontraba cerca de mi cama.

⸻Compermiso.

Sin mirarlo, tomé mi toalla de baño y mi celular. La ropa ya la había sacado del armario con anterioridad, así que también la tome, dejando mi celular encima de la ropa y mi toalla en mi hombro.

Me metí al baño y cerré con llave.

Ahora volvía a estar en la mesa en dónde habíamos desayunado, pero está vez para hacer tareas, estudios y demás. No podía estar tranquila solo por "pasar el semestre".

Aún así quería asegurarme de hacer todo lo que me pedían.

Y ahora tocaba matemática.

La maestra me hizo el favor de grabar la clase y me la había mandado. Agradecí enormemente aquel bondadoso gesto y con otra compañera más, comenzamos a resolver los ejercicios. Aunque fue un poco incómodo ya que al tener cámara encendida, podía ver a cada rato el esposo de ella dándole besos muy apasionados.

Llegó un punto dónde yo sola comenzaba hacer los ejercicios viendo YouTube y repitiendo la misma grabación de la maestra.

Obviamente tenía audífonos para evitar que Sans se molestara con mi llamada y evitar que se entrometieron. Pero a este punto creo que mi incomodidad fue más percibido por él, que la pareja que estaba del otro lado de la llamada.

No quería ser tan...descortés. Pero realmente me daban ganas de colgar y no pasarle la grabación, porque yo era la que compartía pantalla y a mí era la única que me la pasó.

Terminé diciéndole que me esperara unos minutos, que debía hacer algo, entonces apague la cámara y el micrófono y me levanté del sofá para caminar de un lado a otro pensando que hacer.

Agradece profundamente que el suelo era alfombra y podía andar descalza. Porque entonces más molesto estaría Sans por no dejarlo descansar.

Respiré hondo, llevando mi cabello suelto hacia atrás y mirando con dudas la computadora. Hasta que mi nombre fue mencionado por Sans.

⸻¿Qué pasó? ¿Perdiste el hueso de la felicidad? ⸻Soltó una risas por su chiste que había soltado.

Omití por completo lo que dijo y me crucé de brazos para mantener el calor corporal en mi pecho. Por qué sí, todo este tiempo he estado llevando un suéter de lana grande de color rosa pastel, debajo de esto una blusa blanca pegada a mi cuerpo, con unos pantalones holgados de pijama color negro.

⸻Y-Yo...⸻Miré unos segundos a Sans.

No sabía qué decir. Tampoco sabía que hacer y si estaba en lo correcto hacer lo que quería hacer desde hace ya un tiempo: Colgar la maldita llamada. Pero no podía dejarla tampoco sin nota.

Sans al ver mi conflicto interno se levantó de la cama y se acercó a mi tranquilo. Y sin exagerar ningún movimiento para evitar sobresaltarse.

⸻¿Qué sucede? ¿No entiendes las clases?

Lo miré unos segundos a los ojos.

Lo único que veía en él era preocupación hacía mí.

¿Desde cuándo se preocupa por mi? ¡¿Desde cuándo dudaba en dirigir la palabra hacia el saco de huesos?!

Aparte mi mirada a la de él e hice puños mis manos dándole la espalda.

⸻Nada, solo quería darme un respiro.

Sabía que lo que hacía confundió enormemente a Sans, pero no podía permitirme sentir inseguridad ante un loco desquiciado fanático de los chistes malos. Muy aparte quería evitar involucrar mi vida personal con la de él.

Solo estaba aquí para apoyar en el experimento. Y nada más.

Volví mi mirada a la computadora. Me acerqué con mucha cautela, cómo si los que estuvieran ahí podrían escucharme, aunque sabía que no era así. Y me senté despacio. Pero lo que me dejó perpleja y jodidamente asqueada fue lo que ví del otro lado.

⸻Oh Dios...⸻Sentía que mis ojos no creían lo que veía.

Ellos estaban teniendo relaciones.

No sabía qué hacer, no sabía si decir algo o colgar simplemente. Estaba...asustada.

Sans obviamente se dió cuenta de ello y ahora más curioso se acercó a mí y asomó la cabeza para ver lo que yo estaba viendo.

⸻Vaya. ⸻Podía ver cómo su cara se sonrojaba por la incómoda situación que ambos estábamos viendo. ⸻He. Ellos no pierden el tiempo.

No podía. Ahora la vergüenza me invadía y el asco llegó a mi estómago.

Con rapidez subí las mangas del suéter y me lleve las manos cubriendo la boca. Me levanté quitando bruscamente de Sans de mi camino y corrí al baño.

No quería saber nada de eso, no estaba lista, ni siquiera sabía porque seguía viéndolos.

Era una lastima que tenía que regresar el desayuno.

Con dificultad amarre mi cabello en una coleta alta y me lavo los dientes nuevamente, bajando la palanca de una vez.

No tenía ni la menor idea que hizo Sans, pero ya estaba en el marco de la puerta preguntando si estaba bien.

Claramente no lo estaba, había vomitado. ¿Qué le sucede? ¿Es una cabeza hueca? Porque siendo un esqueleto, tendría mucha lógica.

Escupí la espuma y enjuague la boca, luego me sequé con una toalla que estaba ahí y lo miré con una ceja alzada.

⸻Si, estoy bien. Ahora lárgate a dormir o qué sé yo. Pero déjame tranquila.

Se recostó en el marco, sacando detrás de él mi carpeta de matemáticas. Luego se puso a leer y su típica sonrisa se transformó en una más...suave.

⸻Este tema lo suelo dar a los de tercer año de ingeniería. ⸻Luego me mira. ⸻Podría darte clases por separado.

Pero luego solté una risa burlona.

⸻¿Tú? ¿Dando clases avanzadas? Ni siquiera te has levantado de la cama desde que desayunamos.

Sans cerró uno de sus ojos y ahora me miraba más tranquilo que de costumbre.

⸻¿Entonces quieres entregar un trabajo con un procedimiento malo y respuestas nada que ver? ⸻Vete saber dónde carajos sacó mi lápiz y comenzó a escribir en el papel. ⸻Porque tengo entendido que eres una alumna estrella.

⸻¡¿Por qué mierdas lees los papeles de inscripción?! ⸻Le tiré la toalla pero él fácilmente la esquivó. ⸻¡Deja de-

Fui interrumpida de inmediato cuando me colocó la carpeta en mi cara, para que viera el procedimiento que él hizo a la par de los que yo hice.

Impresionantemente era el procedimiento que pedía la maestra.

Tomé mi carpeta entre mis manos asombrada con la rapidez en que lo hizo. Mirando y comparando lo que yo había hecho algo malo, y parecía que todo lo mío era una mierda.

Levanté mi vista ahora más seria. Viendo cómo él, en pose de confianza miraba el suelo, ya que se había colocado de perfil. Jugando con el lápiz entre sus dedos con esa sonrisita que tanto odio le tengo.

⸻De acuerdo...¿A cambio de qué? ⸻Cerré la carpeta y lo miré con brazos cruzados.

Su pose no cambió, pero lo único que movió fue su ojo, dándome un escalofrío de nervios.

⸻De que me dejes descansar por un par de horas más. Un trato justo, ¿No crees?

Mordí mi labio inferior procesando lo que dijo.

Extrañamente sentía la misma sensación cuando Sans me pidió que viviera con él. Me sentía acorralada y muy incómoda. Aunque ambos lo estábamos.

⸻Bien, acepto.

Él extendió su mano para cerrar el trato. Pero solo lo miré con una ceja alzada, luego su rostro que sonreía más tranquilo y relajado. Pero al verme un tanto seria, su rostro cambió a uno más nervioso. Alejó inmediatamente su mano y me dejó paso libre para volver a la habitación.

Mi vista automáticamente se fue a la computadora, dónde estaba la pantalla de "Llamada finalizada" . No quería recordar aquello, así que cerré la computadora en cuanto llegamos a la mesa y la aparté dejándola cargarse. Al fin y al cabo, la tendría que seguir usando para hacer más tareas.

El almuerzo pasó. Los deberes ya los había terminado y Sans se encontraba durmiendo, de nuevo.

Pero yo, solamente miraba la pantalla, buscando nuevos departamentos económicos, que me ayudarán a dividir mis gastos de la Universidad, comida y cosas personales.

Habían buenos lugares, pero no estaba cerca de la Universidad, y podía darme el lujo de pagar transporte porque entonces me desequilibraron económicamente, y en estos momentos no podía permitirme eso.

Estaba comenzando a frustrarme porque había buenos departamentos, pero ese era el único problema que tenía.

¡Si tan solo Sans no hubiera llevado a Emily a mi departamento! ¡Nada de esto estuviera pasando yo!

Pero un pequeño mensaje cayó a mi celular, asustando un poco. Lo tomé de la mesa de noche (porque me encontraba en cama) y solo lo encendí, encontrándome con un mensaje de Undyne.

Undyne: ¡Qué estés encerrada no significa que mis entrenamientos hayan acabado! ¡No creas que te fuiste de mi vista fácilmente, niña mocosa!

Involuntariamente me divertí, porque me lo había imaginado con la voz de ella y soltando una risa de triunfo tan característica de ella.

Lo desbloqueé, y le escribí.

Para nada, sardina. ¿Te parece si iniciamos mañana? Para decirle a Alphys que me preste ropa deportiva y cosas que solemos usar.

Rápidamente comenzó a escribirme.

Undyne: ¡Ya está decidido! Prepárate que no tendré piedad solo porque estás con alguien más.

Ahora solo le deje un visto y volví a pagar el celular.

Los entrenamientos de Undyne me han ayudado increíblemente, tanto física como mental. Ya que, al pasar todo el tiempo encerrada en casa, ir de la Universidad, luego de casa, casa al trabajo con Muffet, se ha vuelto un estrés constante, y por lo tanto, me ha causado jaquecas y migrañas, sin descartar que me cansaba fácilmente.

Undyne, en ese momento, fue un ángel. Ella se ofreció para hacer ejercicio con ella, además quería una compañera para mostrarle a Papyrus cómo se hacían realmente los ejercicios.

Y jodidamente me ayudó de una manera descomunal.

Ahora tenía mayor resistencia en cuanto a cansancio se habla, mi dieta la había regulado (aunque a veces la rompía un poco) y lograba liberar tensión con los entrenamientos estrictos y divertidos. Al final, las dos terminamos ganando por igual.

Cerré la computadora y la coloque en la mesita de noche, tomando mi celular para revisar mis redes sociales.

Una foto de Frisk y yo, en la fiesta que habían hecho los reyes hace ya unas semanas.

Nos veíamos bien, pero la que más resaltaba era Frisk. Ella es muy hermosa, su figura y escultural figura le hacían verse más joven e intrépida.

La primera vez que nos conocimos fue de una manera rara y divertida.

Antes de hacernos excelentes amigas, habíamos quedado en un lugar para hacer una tarea, más tarde terminó siendo el lugar donde trabajo.

Pero lo divertido fue que yo fui quien terminó chocando con dos personas, un humano y un monstruo. De los cuales, uno de ellos terminó siendo novio de Frisk.

La primera persona que chocó conmigo fue un humano, que no quitaba la vista de Frisk, así que...podría decirse que choque con el propósito; Frisk se asustó y se disculpó rápidamente, pero le dije que no lo hiciera y que me hiciera caso.

Para ese entonces, mi vocabulario no estaba del todo desarrollado, así que insultaba cada dos por tres. Y ella se había dado cuenta que así era.

Lo que nos terminó por unir como mejores amigas, fue cuando se dio cuenta que yo trataba por igual a humanos y monstruos. Es decir, no tenía compasión por insultarlos. Pero nunca les faltaba el respeto ni los hacía de menos. Así que, fue cuando nos hicimos amigas.

En ese entonces, Frisk tenía 18 años, y yo 19, por lo que, suponemos ambas, que también la edad influye mucho.

Seis años después, me hice su asistente y consejera.

En el camino descubrí que Frisk que había tomado tanto cariño que fui la primera humana en ser presentada antes los reyes de los monstruos, la segunda humana en testificar que los monstruos son iguales y poseen los mismo derechos que nosotros los humanos, y la primera humana en trabajar con un monstruo.

Todos habían colocado su fe y esperanza en mí, por lo cual intentó regresar de la misma forma o de mayor magnitud.

Una de las tantas razones por las cuales estoy aquí, pero otras tantas evitaban que hiciera esto: la lealtad hacia mi amiga.

Desgraciadamente yo sufrí la deslealtad en carne propia, siendo mi media hermana como mi enemiga.

Emily fue amante de mi primer novio. La que me humilló enfrente de él y la que me quitó a mi padre, separándome de mi madre y alejándome de mi vida.

Duele de tan solo recordarlo.

No era que le tuviera confianza, yo dejaba que hiciera lo que quisiera mientras no me arrastrará a la miseria consigo. Así que la dejaba a su Royo. Pero no había notado que ella se metía a mi cuarto para robar algunas cosas mías; se robaba perfumes, prendas de vestir, algunas joyas y dinero.

No me importaba porque al final lo ponía con mejores cosas, y el dinero lo ganaba fácilmente trabajando como niñera, ayudando a madres solteras.

Pero ese día nunca lo perdoné; por la noticia mi padre falleció de un infarto. Su esposa, se largó con su hija dejándome sola y sin dinero. Y cuando quise contactar con mi madre, ella había desaparecido.

Me hice independiente al poco tiempo de cumplir 18. Costó mucho, trabajé, terminé mis estudios con sacrificios, saqué mi título en Especialidad Ginecología obstétrica y trabajé por un año en eso. Pero me quitaron al poco tiempo por el simple hecho que, la clínica donde trabajaba no producía clientela.

Con los ahorros de mi trabajo en la clínica y el dinero que produzco en Muffet, estoy metida en Veterinaria. Ya que me di cuenta que ese puesto si rentaba más.

Para cuándo saque ese título ya tendré 30 años, y estoy muy conciente de eso. Pero también tenía planeado sacar una maestría, que me vendría mejor.

Cosas que debo solucionar dentro de un tiempo.

Cuando volví a la universidad, Frisk seguía estudiando. Ella va más avanzada que yo, ya solo falta un año para que ella salga de veterinaria.

De esos cuatro años que lleva ahí metida, tres son de puro ajetreo con Sans y, uno de puras entrevistas, firmas de paz y restauración de derechos para los monstruos. También implementación de educación mixta con ayuda de los reyes y llamadas para reunión de firmas con ayuda mía y consejos.

Ambas estábamos muertas de cansancio con eso. Pero ella más que todo.

Sans y yo, intentamos no juntarnos cuando estamos cerca de Sans porque nuestras personalidades chocan, y para evitar más estrés ella evitó salir con los dos.

Hasta hace poco fue que tomé valor para ir a la fiesta con Frisk. Ya que ella ya me lo había pedido, y también porque iba hacer un día solo para todos los de la familia.

Sin yo quererlo, Frisk me dio una familia.

Miré a Sans, quien está roncando cuál camionero.

Yo sabía una de las principales razones por las que me negaba estar aquí. Al fin de cuentas, no quería repetir la misma historia de mi pasado, no quería que me tacharan por una ofrecida y mal agradecida.

A todos los quiero, los quiero como mi familia, incluso a ese saco de hueso.

Pero...yo no quería estar aquí, por eso y por muchas cosas más.

Editado: 06.04.2023

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