Camille miró su casa antes de adentrarse en el bosque en medio de la madrugada, por lo que salir a caminar en medio de la noche la relaja y le trae paz.

Al llegar a la orilla de una montaña se sentó en una roca gigante viendo la noche iluminada por el eclipse solar. Cerró sus ojos disfrutando de la brisa fresca y de la paz que sentía al estar sola.

Le gusta el silencio.

Abrió sus ojos de golpe y frunció el ceño al sentir una presencia cerca suyo, se bajó de la roca y miró por el bosque pero por la oscuridad no se reflejaba nada.

— ¿Solitaria?

— Mierda — se llevó una mano a su pecho y volteo bruscamente mirando al causante, era el — ¿Que haces aquí?

Jasper alzó sus hombros y caminó a la piedra sentándose en ella.

— Has venido a mi lugar, me pertenece a mi no a ti — el sonrió burlón mientras inclinaba una pierna dejando caer su mano.

Camille arqueó una ceja y se cruzó de brazos.

— No veo tu nombre en ella.

— No pensé que lo encontraran. Está a lo profundo del bosque y no se cómo sobreviviste a los leopardos o osos — habló "desinteresado" pero fue más como una indirecta.

— No te importa — siguió con la defensa en alto — Aún no has respondido a mi pregunta, ¿Que haces aquí?

— Ya te dije además no serás la única en disfrutar el eclipse cerca — Jasper dejo de mirarla y miró el acto hermoso que la luna y el sol puede brindar a la tierra para ser observada.

— Bueno...

— Tengo que hablar contigo — ella lo miró confundida — Así que no te vayas aún.

La voz de Jasper dió un giro, ya no era divertida si no gruesa y ronca a la vez. Camille dejo escapar un pequeño suspiro y subió a la roca quedando un poco más abajo que Jasper.

Su delgado y firme cuerpo cayó rendida en la dura roca y cerró los ojos, ya empezaba a caer en sueño y no duda que quedaría dormida en cualquier momento.

— Se que sonara muy improviso y loco pero se quien eres y lo supe desde la primera vez que te vi ingresar al curso, perteneces a la manada Khisfire, pero la verdad no importa, me atraes desde el primer momento, me llamaste mucho la atención, será porque eres mi compañera destinada, mi pareja de por vida, mi mate, no quiero decir que me gustas porque sería muy rápido y no me gusta ese tipo de relaciones, pero si me alejo de ti se que terminaré lastimado y me volvere loco, será porque al estar cerca tuyo soy capaz de calmarme y quitar mis ganas de probar sangre humana, recién estoy empezando y...solo quiero conocerte más y en algún día o futuro cercano seamos más que amigos y...— sus palabras fueron cortadas rápidamente y un tic en su ojos al ver s Camille dormida, significa que no escuchó nada de lo que dijo.

Soltó un suspiro y bajo de la roca quedando de pie, se acerco a la chica y la cargo en su brazos. La chica inconsciente se acomodo en sus brazos, se la notaba cansada, físicamente y mentalmente.

En unos segundos ya se encontraban en la casa de la muchacha, aguadizo su oído y solo pudo escuchar suspiro y ronquidos, significa que todos estaban durmiendo por lo que aprovecho y salto al balcon que se en dueña en la habitación de la muchacha, aprovecho la oscuridad y la dejo recostada, le quitó los zapatos y el abrigo y la acobijo.

De pronto escucho unos pasos y la cerradura moverse, miró por última vez a Camille y salió rápidamente sin dejar ningún rastro.

La puerta de la habitación se abrió dejando al paso a Milian, se levantó por escuchar pisadas en ese cuarto, miró a la pelinegra dormida plácidamente en su cómoda cama y luego miró a la alcoba, las puertas están abiertas por la que se acerco a cerrarlas y al asegurarse que nadie estuviera salió de la habitación.

(...)

Camille caminaba por los pasillos como si buscará a alguien y si, busca a su mejor amiga.

— ¡Bella! — gritó cuando la vió pero se detuvo al ver a un cobrizo a su lado — Oh, hola eh...

— Edward Cullen.

— ¿Eres el amigo de Jasper y el novio de Bella? — lo miró de arriba y abajo, no estaba mal para ser novio de su amiga.

— ¡Camille! — Bella reprendió entre dientes mirando fulminante a su amiga.

— Jasper es mi hernastro y no podría responder a lo último — este le sonrió amable.

— Está bien. Bueno, gusto en conocerte — ofreció su mano a lo que Edward no tardo en corresponder, la sonrisa de Camille se borró al instante y soltó la mano del cobrizo y miró a su amiga — Bella, necesito que me ayudes con algo, ¿Te molesta que te la robe por unos minutos?

— No, toda tuya.

Bella le dió una sonrisa de despedida al cobrizo y fue con su amiga donde ella la llevó de la manga de su abrigo.

Camille no sabía que decir, su amiga corría un peligro al estar con ese chico y no quería revelar su secreto, se lo mantuvo oculto por su bien.

— Ahora que estamos a solas, yo también tengo que hablar contigo — se dirigieron al estacionamiento. — Me enteré de tu secreto.

— ¿Secreto? ¿Cuál secreto? ¿Que es secreto? ¿Eso se come? — preguntó nerviosa.

— Por qué nunca me dijiste que eres una licántropo, no te juzgo.

— No había por qué.

— Claro que lo había, sabes que puedes confiar en mi y no me molesta que sea una mujer loba si no me molesta que no me hayas dicho. — agrego ella tranquila.

— ¿No te asusta?

— Enfrente una vez a mi mamá enojada, ¿Crees que eso me da miedo? — preguntó ella incrédula y Camille la miró como si estuviera loca.

— ¿Ah si? ¿Y tú por qué no me dijiste que estabas rodeada de vampiros?

— Segunda pregunta; ¿Por qué hablamos de ese tema en público? — preguntó Bella mirando a su alrededor.

— Nadie nos escucha, todos están hablando y tu no es que seas ruidosa y los únicos quienes nos escuchan son unos vampiros — señaló hacia el grupo de los Cullen donde no le sorprendió ver a Jasper

— Bueno al punto. Pasaron muchas cosas pero no sabía cómo decirte esto hasta que me enteré que tú eres como una sobrenatural. Sube a mi carro.

Camille soltó una carcajada y caminó hacia el asiento del piloto.

— ¿A eso le llamas carro?

(...)

— Edward fue quien me contó todo. Me enoje pero luego entendí tus razones, querías protegerme y proteger tu identidad, así que, calma, estoy tranquila.

— Tu novio es chismoso.

— ¡No es mi novio! ¡Ay! — Camille se incorporó en la cama — No me gusta hablar de ese tema porque el no me ha pedido ser su novia.

Camille rodó los ojos y asintió.

— Así que tú vida es estar rodeada de vampiros sabiendo que en cualquier momento pueden...ya sabes...grr...— simuló un gruñido de un mounstro y expresando con sus manos al mismo tiempo.

— Ellos beben sangre de animal.

— ¡Es aún peor! Odio que maten a los animales de la madre naturaleza, estoy en contra.

Bella rodó los ojos y se lanzo en su cama quedando al lado de su amiga.

— Milian tiene razón en algo. Yo no lastimo a la gente porque si — Bella la miró confundida — Ayer Victoria mencionó a mi madre, mi lobo despertó  y casi termino con su vida. Me conozco al igual que el animal que tengo en mi interior y se que jamás haría daño porque me da la gana.

— Entiendo. Sale de su interior para protegerte y creo que Victoria te dejará en paz, no creo que quiera perder la vida.

— Además no es que a Milian le interese, digo, no lo veo enamorado. — confesó de ojiverde.

— Yo creo que aún sigue enamorado de tu mamá y como ya va para la cuarta edad pensó que era tiempo de casarse y por eso se siente obligado con Kristen. — opino Bella.

— La verdad no lo sé. Nunca conocí a mi madre y solo se de ella por mi abuela porque él ni siquiera quiso contarme su vida o como era.

Bella no supo mas que decir y se quedaron en silencio nada incómodo, ambas disfrutaban del silencio y es algo en comun que tienen, por eso se hicieron amigas.

Ambas se conocieron en Washington y como Milian conocía al padrastro de Bella, se hicieron amigas, fue hace 3 años que vivieron en ese lugar porque luego aparecieron Victoria y Kristen.

Vaya vida de miseria que tiene.