—— REMEMBER ME ——

Sin decir nada de lo ocurrido, Bloom y Aisha conducieron a Rosalind por los pasillos de la escuela hasta llegar a la puerta de entrada, donde aún se encontraba el coche con el que habían ido hasta Blackbeach. En el interior del vehículo se encontraba Fallon, la cual parecía estar plácidamente dormida, pero en cuanto la directora intentó acceder a su mente algo la echo, no había nadie dentro, eso lo sabía porque lo había sentido, sino que era la propia Fallon quien la había echado como un mecanismo de autodefensa. Al ver que de esa forma no había podido hacer nada, Rosalind se acercó a ella, rozando su piel lo suficiente como para apartar rápidamente su mano.

—¿Qué es lo que ha pasado?— Preguntó dándose la vuelta y mirando a las dos, esperando por parte de ambas una explicación.

—Sebastian usa el poder de las hadas, tenía el poder de todas aquellas a las que se le había robado.— La reveló haciendo que la expresión de la directora cambiará al escucharla, ya que eso dificultaba las cosas. —Y básicamente nos estaba distrayendo para que llegarán los Raspadores, Fallon me obligó a marcharme, jamás la había visto aquellos ojos, aquellas venas naranjas en su rostro... Realmente me dio miedo.— Describió la hada de fuego recordando la manera en la que su mejor amiga la había mirado, y menos aún como las venas se marcaban cada vez más, como cuando algo se iba agrietando progresivamente hasta que finalmente se rompía en cientos de miles de fragmentos.

—Cuando Bloom y yo regresamos a la tienda de Sebastian, encontramos a Fallon en el suelo, él se había marchado. No tenía ninguna herida, ninguna marca, por lo que creemos que fue cosa de la magia.— Intervino en esta ocasión Aisha, sabiendo que si los Raspadores hubieran atacado a Fallon tendrían muchos más problemas de los que ya tenían. —El caso es que su temperatura corporal comenzó a subir, fue difícil traerla hasta aquí.— Añadió sabiendo que aquel detalle debía de ser importante, algo debía de significar, ya que nunca antes había visto algo como aquello.

—¿Se pondrá bien?— Preguntó Bloom preocupada sabiendo que lo sucedido era su responsabilidad, principalmente por no decirles lo que le había sucedido a Beatrix.

—No lo se, la llevaré a la enfermería y allí podremos saber como evoluciona.— Se limitó a decir la directora mientras le hacia un gesto a uno de los especialistas que estaban en la puerta, el cual se acercó a ella y cogió en brazos a Fallon, la cual dejó caer hacia atrás su cabeza y sus brazos, mostrando que era un verdadero peso muerto.

—Bloom.— La voz de Terra hizo que la aludida alzará la cabeza.

—Aisha.— Otra voz atrajo la atención de la hada de agua, permitiendo que ambas vieran a Stella, Terra y Flora, las cuales se habían acercado a la parte central de la escuela para saber si todo había salido bien.

—¿Musa esta bien?— Preguntó Aisha al ver que faltaba la hada de la mente.

—La atacaron también.— Respondió Flora haciendo que las dos hadas se mirasen preocupadas al saber lo que eso podía significar.

—Esto es culpa mía, debía de haberos dicho la verdad desde un principio.— Murmuró Bloom mientras se quitaba el pelo de la cara, sabiendo que debía de haberlo dicho, debía de haber confiado en todas las personas de su entorno, pero en vez de hacerlo se había quedado en silencio y les había ocultado la verdad.

—¿Y Fallon?— Preguntó Stella al ver que no había rastro de la fénix, en especial porque con su ayuda podrían curar más rápidamente las heridas de Musa, ya que sabían que con ella sí tendrían efecto.

—Sebastian la atacó.— Las reveló Aisha al ver que Bloom era incapaz de decirlo, ya que se sentía culpable porque dos de sus amigas habían resultado heridas por su culpa.

—Es lo que creemos, me obligó a irme. Cuando fuimos a buscarla...— Empezó a decir sin poder llegar a decir que habían encontrado a Fallon muerta, aunque esperaban que eso no fuera así.

—Creemos que tenía pulso.— Admitió Aisha con duda y preocupación.

—¡¿No tenía pulso?!— Exclamaron a la vez Stella, Flora y Terra sin creerse lo que habían escuchado.

—¿Quien no tenía pulso?— Intervino en ese momento Stefan percatandose, por la mirada de su hermana y por el rostro de todas las demás que había sucedido algo, algo terrible.

—Vamos Terra, tal vez podamos hacer algo.— La indicó Flora a su prima mientras la agarraba del brazo para poder dirigirla hacia la enfermería, sabiendo que ellas eran las únicas que podrían visitar a Fallon en aquel momento y saber como se encontraba.

—Mantengamos la esperanza de que ambas estén bien, ambas son fuertes.— Suspiró Stella esperando que todo aquello no terminará en una desgracia.

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—Amber, ¿que haces aquí?— Preguntó Sky al ver aparecer a su hermana.

—Supongo que necesitaba hablar contigo sobre lo que ha pasado.— Murmuró la menor mientras entraba en la habitación de su hermano y se dirigía directamente hacia su cama, para a continuación sentarse en ella sin saber muy bien como comenzar aquella conversación, pero lo que tenía claro era que no le iba a recriminar nada a su hermano, él había cumplido con su trabajo, aunque eso significará matar a su padre.

—Lamento mucho lo que hice, no podía... Él...— Empezó a decir el rubio sin saber que palabras utilizar para excusar el acto que había llevado acabo.

—Sky.— Le llamó Amber con tranquilidad interrumpiendo su tartamudeo al no saber que palabra elegir. —Jamás te culpare por hacer lo que nos han enseñado desde que éramos críos. Andreas estaba siendo controlado por Sebastian, e iba a motarnos, lo se. Le haría cualquier daño a Andreas con tal de hacerle sufrir, y es irónico pensar que nosotros fuimos ese punto débil, los tres. Aunque no nos guste admitirlo Beatrix es una hermana, adoptiva pero lo es. Ella tuvo la suerte de crecer con él, y de eso me alegro, de que aunque tuviera que estar escondido pudiera ser padre aunque no el nuestro.— Admitió la menor de los hermanos, sorprendiendo a su hermano mayor con aquellas palabras, principalmente porque Amber no solía ser la racional, de hecho solía ser al contrario, pero aquello le hizo sentir orgulloso, por supuesto su hermana no debía de cambiar, él la quería tal y como era, pero sí estaba orgulloso de que estuviera afrontando aquello con una gran madurez. —Y me gusta pensar que a su manera, una muy extraña, nos quería.— Añadió mientras se levantaba para a continuación sacar algo del bolsillo de su pantalón. —Tenía esta foto guardada.— Le informó a su hermano mientras se la mostraba, permitiéndole ver que era una foto en la que aparecían los dos, en brazos de Andreas, cuando eran dos bebés.

—Es la que había en mi habitación...— Murmuró sorprendido de que su padre se la hubiera llevado, ya que aquello confirmaba que les quería.

—Tal vez no fuera tan malo como creíamos, pero no eres responsable de lo que ocurrió, ¿si?— Le recordó mientras le daba un abrazo, gesto que su hermano mayor agradeció ya que aquello estaba siendo demasiado duro para él, y de algún modo se alegraba de que los problemas hubieran finalizado. —¿Esperas a alguien?— Preguntó justamente después de que alguien llamará a la puerta.

—No, tal vez sea Riven pero no llamaría.— Comentó el rubio confundido. —Y Fallon tampoco, Bloom me dijo que había terminado cansada con lo sucedido con Sebastian.— Añadió sin saber de quien podía tratarse.

—No me puedo creer que ocultara todo, de no haberlo hecho tal vez nadie hubiera resultado perjudicado.— Se quejó la rubia mientras su hermano abría la puerta, mostrando que tras ella se encontraba Saul, el cual no parecía mostrar una buena cara, aunque ellos desconocían que eso se debía a lo que acababa de enterarse.

—No es un buen momento, Silva.— Dijo Sky mostrando que de entre todas las personas que había en Alfea, él era la última a la que quería ver en aquellos momentos.

—No existe otro momento, Sky.— Respondió el especialista, haciendo que los dos hermanos se mirasen confundidos al no entender de lo que estaba hablando. —Rosalind acaba de informarme de lo que ha pasado con Sebastian.— Empezó a decir confundiendo aun más a ambos.

—¿Qué ha pasado con Sebastian? ¿Acaso Bloom y Fallon no le impidieron que siguiera controlando a nuestro padre?— Intervino en esta ocasión Amber, la cual se puso al lado de su hermano sin entender lo que estaba pasando, pero sabiendo que había más problemas.

—Sí, lo hicieron.— Les tranquilizó sin saber que palabras usar para decirles lo que le había ocurrido a Fallon. —Pero ocurrió algo más, Fallon se quedó a solas con él, obligó a Bloom a irse. Cuando ella y Aisha regresaron, Sebastian había huido al primer mundo y Fallon estaba inconsciente en el suelo, o eso es lo que creemos.— Explicó haciendo que la expresión de Sky cambiará al escucharle, ¿porque no le habían dicho nada?

—¿Qué?— Dijo Sky preocupado por lo que la podía haber pasado a su novia. —¿Cómo que creéis? ¿No sabéis lo que la ha pasado?— Preguntó sin entender porque estaba considerando todo como una hipótesis.

—No responde ante nada, es muy diferente a cuando reacciono al veneno del quemado que había atacado a Stefan. Su temperatura corporal aumenta por segundos, y... no encontramos ningún pulso.— Añadió haciendo que Sky diera un empujón con el hombro a Silva para después dirigirse al pasillo con la intención de ir a la enfermería, había perdido aquel día a su padre, no tenía la intención de perder también a su novia.

—Genial, más problemas.— Murmuró Amber mientras cerraba la puerta de la habitación de su hermano, y salía corriendo detrás de él. —Qué manía tiene Bloom de ocultar la verdad.— Se quejó justamente cuando se ponía al lado de Sky, observando su expresión, la cual era muy diferente a la que tuvo meses atrás, cuando Fallon había sobrevivido al veneno de los quemados.

Mientras los dos hermanos se dirigían a la enfermería, Flora se acercó a su prima, la cual estaba en su habitación mirando fijamente a Musa, a la cual habían trasladado allí por precaución, ya que no sabían cómo podía reaccionar el cuerpo de Fallon a lo que fuera que hubiera ocurrido entre ella y Sebastian.

—¿Cómo está Musa?— Preguntó Flora mientras se acercaba a Terra y la ofrecía una taza de té caliente, la cual acepto mientras la dedicaba una sonrisa de agradecimiento.

—Mejor aunque... el Raspador la ha drenado por completo. Por su seguridad está en nuestra habitación, ya sabes por Fallon, ya que puede perder el control en cualquier momento.— La explicó Terra sabiendo que todo quedaba en manos de las dos hadas, aunque lo que ninguno de ellos sabia es que Fallon, a su manera, estaba ayudando a Musa a curarse.

—Fallon a fundido el termómetro, aunque es más extraño, la temperatura es corporal, solo abrasa lo que entra en contacto con su cuerpo. Así que tal vez no sea tan... grave como creemos.— Añadió Flora sabiendo que a su manera aquella era una noticia positiva, lo único que podían hacer era esperar. —Ambas se pondrán bien, Terra.— Insistió su prima sabiendo que todo aquello terminaría siendo una terrible pesadilla que, de alguna forma, terminaría en un final feliz o un intento de ello.

—No debía de haber estado enfadada con Musa, es mi amiga y no debía de haberme comportado así con ella. Solo quería ayudar, a su manera. Supongo que la debo una disculpa.— Murmuró la hada de tierra aceptando que en parte era responsable de lo que había sucedido, y eso la dolía por dentro.

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Con paso firme pero sin hacer crujir las tablas de madera que había en el suelo, él hombre se acercó hasta el grupo de mantas que envolvian a la niña, la cual se movía luchando por liberarse de aquella manta que la envolvía por completo protegiendola del frío.

—Mi dulce y pequeña niña, muchos serán los que te digan lo peligrosa que eres pero habrá quienes sepan lo valiosa que puedes llegar a ser.— Empezó a decir mientras sonreía con orgullo, mientras la acariciaba la cabeza sabiendo que aquella seria la última vez que la vería. —Nunca quise que este momento llegara, menos aun que tuviera que verme forzado a actuar como lo hice, pero las circunstancias han sido y son diferentes.— Prosiguió con su explicación como si el bebé pudiera ser consciente de todas y cada una de las palabras que estaba diciendo.

—No tenemos tiempo.— Intervino una voz femenina, haciendo que el hombre se diera la vuelta para poder mirarla con desaprobación.

—Es mi hija, puede que no la vuelva a ver nunca más, necesito despedirme de ella. Que tenga el recuerdo de, por lo menos, uno de sus padres.— La advirtió, dando a entender que para aquella despedida tendría todo el tiempo del mundo. —Fuera.— La ordenó.

—Sí, señor.— Murmuró la mujer dándose la vuelta y marchándose, sabiendo que no la convenía hacerle enfadar.

—Fallon.— La llamó con una sonrisa en la cara, mientras la cogía en brazos y la acunaba. —La primera Ignis en siglos, un verdadero rayo de luz en todo este caos que hay entre hadas y brujas, tal vez tu puedas hacer de esto un mundo mejor. Pero espero que lo hagas en base a tus criterios, y tus decisiones.— El hombre suspiro mientras mantenia su mirada en la niña, la cual le había cogido con fuerza de uno de sus dedos. —Tu madre tenía la esperanza de que pudieras crecer al margen de lo que supone ser un fénix, y es por ello por lo que me duele tanto separarme de ti.— Murmuró mientras empezaba a preparar todo para el viaje que la niña tendría. —Mereces vivir lejos de este mundo, mereces una vida feliz y lejos de los problemas, donde tengas unos padres que te quieran y te protejan a toda costa, algo que sin duda nosotros hubiéramos hecho, pero las cosas no son tan idílicas como planee hace diez meses.— Rió recordando que la fantasía que había imaginado jamás llegaría a hacerse realidad, o por lo menos él no la vería cumplida. —Tu madre y yo estaremos orgullosos de ti, despiertes o no tu fuego interior, aunque yo se lo que lo harás. Eres puro fuego.— Garantizó con certeza sabiendo que debía de escoger las palabras adecuadas, pues llegaria el momento en el que ella reviviera, de forma indirecta, aquel recuerdo. —Si alguna vez regresas al Otro Mundo y si alguna vez ves este recuerdo, buscame, recuerdame. Recuerda en todo momento, cuando te hagan dudar de quién eres, que tu, hija mía, eres un Ignis, descendiente de las primeras criaturas que habitaron este mundo, tan peligrosa y poderosa como la llama del dragón, pero tan digna de apoyo y admiración como un fénix. No eres destrucción, Fallon, tampoco eres oscuridad. Eres especial y todo aquel que te conozca lo sabrá.— Garantizó mientras depositaba entre los pliegues de la manta el collar que Fallon, siempre, había llevado consigo. —Buen viaje, pequeña.— Se despidió mientras la daba un pequeño beso en la frente sabiendo que tal vez, nunca más, volvería a ver a su hija.

★★★

Se que me odias un poco, pero creo que es un capítulo muy importante.

Principalmente por el recuerdo. Se que os estaréis preguntando, ¿quien es ese hombre?

Bueno, puedo deciros que lo sabréis, más adelante. O si me Seguís en Tumblr podréis ver ahí adelantos de los gifs, donde está claramente el de la revelación del padre de Fallon.

Hacer esa escena porque mi fue importante, quería avanzar con la historia familiar de Fallon, pero no sabía cómo introducirlo, así que pensé que el tema de introducir otro recuerdo podría ser muy interesante. Y espero que así haya sido.

Con respecto a la escena de Sky y Amber. Una parte de mi, una muy grande, necesitaba hacer esa escena. Una entre los dos, y creo que quedo muy bonita. Su relación a pesar de que no la exploto creo que es muy bonita, y espero que a vosotros también os guste.

Aunque creo que lo que más os ha gustado es el momento en el que Silva les da la noticia sobre Fallon. También pensé quien debería de ser, y ahí la respuesta estaba claro. A pesar de todo lo que ha pasado con Silva, él ha sido la única familia de Sky y Fallon y pensé que sería la opción más correcta.

Con respecto la escena del resto, bueno no es muy relevante. Salvo las teorías que hacen, ¿que creéis vosotros sobre lo que la pasa a Fallon? Evidentemente la respuesta está clara, y por supuesto no la voy a matar.

Pero a pesar de que se que queréis saber muchas cosas, y yo quiero decirlas.

Solo me daré el lujo de deciros, que esto hará a Fallon más fuerte y poderosa. No es como una metamorfosis, pero con respecto a sus poderes creo que es la mejor manera para explicarlo sin hacer muchos adelantos.

¿Qué os parece el capítulo?

Os leo ♥️