✨🥀𝟔𝟓.

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No basto de mucho tiempo, cuando el alfa llegó sonriendo con sarna al lugar donde mantenía al Omega, y cuando visualizo la puerta de la carroza abierta con uno de sus hombres tirado en el suelo, aquella sonrisa se borró, para formar en su rostro en irá total, gruñendo con desesperación al no ver señales de aquel pequeño cerca de la zona, grito en furia, y de forma brusca alzó el cuerpo de Minho, gritando en su cara hasta lograr despertarlo.

— ¡Tu pedazo de imbécil! — Bramo. — ¡¿Dónde putas está mi Omega?!, ¡¿Dónde mierdas se metió Seunghoo?!.

Su ser estaba siendo totalmente controlado por la furia de su alfa, y de manera grotesca sacudía el cuerpo de su sirviente, hasta nuevamente dejarlo caer al suelo.

— ¡Responde de una puta vez o te muelo a golpes!. — Amenazó listo para tirarse le encima.

— ¡Yo!. — Grito con temor, haciendo que su cuerpo retrocediera un poco. — Seunghoo se fue con ellos... Seunghoo los dejo ir.... — Dicho y hecho, con su dedo índice apunto a la dirección en la cual seguramente se abrían ido, sin estar realmente en lo seguro, pero estando en lo correcto.

TaeYang simplemente sonrió de una forma tan siniestra, tomo su espada y partió a aquella dirección.

— Hoy se pagará una traición. — Fue lo que dijo antes de partir, y dejando en el suelo a un anonado Minho.

— Por favor... Seunghoo, espero y hayan partido rápido.

Murmuró con temor a la vida de su amigo.

[...]

-— Ya no... Ya no puedo más. — Espeto Jimin, tragando bucanadas de aire, y quedando de pie recargando su peso en un árbol. -— Siento que... Hemos corrido demasiado.

— Y no es así... — Respondió Seunghoo. -— Llevamos muy poco recorrido, y si no seguimos avanzando en cualquier momento TaeYang podría aparecer.

Comento estando en razón. La madre del Omega asintió una vez, acercando se a su primogenito para tomarle la mano y hacerle caminar un poco más. — Tenemos que avanzar más cariño... No es para nada sano que estemos en estas condiciones ahora mismo, y mucho menos para... Tu cachorro.

Explicó, haciendo que JiMin asintiera en respuesta igual y diera unos cuantos pasos más.

— No puedo... Estoy cansado, necesito beber algo de agua .... -— Murmuró regulando de su respiración.

— Cerca de aquí hay un lago limpio, podemos dar una parada rápido ahí, tomes algo de agua y sigamos en camino, no es bueno parar aquí.

Con aquel comentario, JiMin accedió con facilidad, tomo fuertemente la mano de su madre y ambos comenzaron con la marcha camino al lugar seguro donde les llevaría Seunghoo. Así partieron camino una vez más.

—- Y... JiMin. -— Llamo Seunghoo una vez más. -— Felicidades por lo de tu cachorro...

-— Gracias... Supongo.

Respondió en una ligera sonrisa. Ya hacía el sentir la paz y el alivio en su corazón al ya estar en huida de Taeyang, su lado humano ya brincaba en celebración, imaginando escenarios ficticios dónde el se encontraba resguardado junto a su cachorrito y a un lado de.... Su alfa.
Por otra parte su Omega aún se encontraba coinvidan, estando aún tembloroso y estando alerta, sabiendo que las cosas en estos momentos no estarían fáciles para su humano, sobretodo por lo que pasó con su destinado, la sensación de tristeza estaba en recorrida por todo su cuerpo, emanando un aroma de triste, lastimando así sus corazoncitos.

— Nosotros estaremos bien... -— Trato de animar
-—  Claro que lo estaremos, mi señor entenderá del por qué le hable tan mal, el... El lo entenderá, claro que sí. -— Se dijo a si mismo el pequeño Omega, en unos pequeños susurros, y avanzando con dificultad tras el beta.

Sus pasos cada vez se sentían más pesados, sus piernitas ya hacían el temblar a cada nueva pisada que daba, sus pies ya se sentían doler, y no era el único que se sentía tan cansado, su madre quien venía pisando le los talones, venía igual o incluso peor que él, pero aún así, ella continuaba tratando de omitir toda queja que su cuerpo proporcionaba.

-— Mamá, no te vez bien... -— Murmuró JiMin, llamando la atención de Seunghoo, que inmediatamente giro a ver a aquella mujer, observando su silueta que estaba a más no poder.

-— Estoy... Estoy bien cariño, no es nada. -— Respondió entre aire cortado, tragando de su propia saliva.

-— Ya estamos a unos cuantos pasos de llegar al lago, JiMin podrías continuar adelante, yo puedo encargarme de llevar el peso de tu madre... -— Sugirió, a lo que JiMin trato de negar pronto.

-— Si.. -— Respondió la mujer. -— Es lo mejor cariño, tu adelanta el paso, estaré bien con Seunghoo. —. Comento tratándose de ver segura en sus palabras.

Su joven progenitor asintió no muy convencido, pero si Seunghoo ya les había ayudado una vez, podría hacerlo bien dos veces, confío en su pequeño instinto, y apresuró su cansado paso para llegar al lago.

[....]

Era una buena tropa, quien les viera cruzar pensarían que una fuerte guerra se vendría en amenaza para el pueblo, pero realmente todo aquel iba en busca del Omega ya reclamado por el rey, aquel quien venía dirigiendo a su tropa en mando con uno de sus mejores guardias, buscando en los alrededores del bosque y en dirección donde se le vio por última vez a su Omega.

El estrés y el temor calcomian el alma de su alfa, pensar por lo que su pequeño Omega estaría pasando ahora con su pequeño cachorro en vientre, le tenía en preocupación, temiendo claramente por su bienestar.

-— ¡¿Dónde mierdas están?! -— Gruño con molestia Yoongi, demostrando cuan desesperado se encontraba.

-— Tranquilícese rey Min... -— Bramo Hoseok, parando el andar de su caballo junto al del resto que venía en caballerisa. -— Estamos cerca de la zona donde JiMin me comunicó y de donde le ví partir con temor... Estoy seguro que estará ahí y lo encontraremos.

Yoongi solo pudo tragar cuántas groserías más pudiera, maldiciendo totalmente aquel vil sujeto que puso en peligro a su amado.

-— Si ese puto infeliz daño en cualquier sentido a mi Omega, créanme que su muerte será lenta y torturosa....

Aseguro antes de gritar un : "¡Yah!", a su caballo y hacerle avanzar con más velocidad.

[....]

-— ¿Por qué.... Por qué está haciendo esto, Seunghoo?. -— Pregunto la omega, frunciendo su entrecejo al hacer el intento por seguir manteniendo su camino con ayuda de aquel beta.

-— ¿El que?, ¿Ayudar les?... -— Murmuró sosteniendo su cuerpo. -— ¿No quedó claro?, Estoy realmente cansado y harto de todo lo que a provocado el señor TaeYang... Estuve años trabajando para él, y no e recibido nada más que miserias de su parte, dejando de lado el mal trato que nos tiene a Minho y a mi, y el haber prometido el saber de nuestras familias, ¿Sabe?, Tenemos casi prácticamente nulo el regresar a casa con ellos, por qué debemos mantenernos a su lado, pero realmente me cansé de todo esto y lo único que quiero es ir, regresar a casa con mi mujer... Si es que ella aún lo sigue siendo, quiero saber de mis padres y hermanos, ya no quiero seguir aquí en lo mismo. -— Confesó con sinceridad, mencionando con odio el nombre de quién fue su amo.

No mentia en lo que decía, su palabra era sincera y si la omega creía o no en su palabra, era cuestión de ella y no suya, el ya había cumplido con el contarle y solo esperaba aunque sea un poco de la aprobación de aquella mujer, y recibir el perdón por tan mal que había cometido por servirle a un miserable hombre.

Pero la Omega no emitió ninguna palabra, solo pequeños quejidos al avanzar su paso. -— Yo.... — Murmuró una vez más. —- Quiero pedirle perdón, por todo lo que hice en nombre de TaeYang, se que estuvo en mis manos muchas veces el ayudarle, desde hace mucho tiempo.... Pero el miedo que yo engendraba por el podía más conmigo, se que será difícil el disculparme, pero quiero tratar de remediar lo mal que fui... Y si aún su hijo y usted no confían en mi, está bien, pero solo quiero hacer una buena acción antes de regresar en busca de mi familia y-.....

Una horrible y pesada risa cruel, hizo que callara sus palabras, y tanto él como la mujer, giraron confundidos hasta aquel espantoso sonido, y pronto las expresiones de su rostro se transformaron totalmente, ambos temblaron al verle armado y seguramente con toda la intención de atacarlos.

-— Vaya... Que no saben lo agotado que me encontraba, pero el encontrarles aquí y a un traicionero decir todo eso, me pone en energía... — Expresaba con tanta sarna.

No demoro en apuntar a ambos con la punta de su espada, amenazando ya sus vidas. El beta escondió tras su espalda a la mujer, tratando de protegerla.

En paso lento y amenazante el alfa fue cortando la cercanía, manteniendo el filo de su espada en alto.

— Cómo me gustaría quedarme a jugar contigo Seunghoo. — Gruño con burla. — Pero tengo un Omega el cual espera por mi... —  Demandó en tono burlante, logrando que el beta y la Omega retrocedieran.

— No. Eso no es cierto estúpido idiota. Ese Omega no es tuyo ni nunca lo será, por más cosas que le puedas hacer el nunca será tuyo como quisieras, su cuerpo y alma serán por y para siempre de su único y verdadero alfa, no de la miseria y copia barata de alfa que eres tú, entiéndelo. Jamás será tu omeg- —.

Sus palabras quedaron cortas, su boca se entre abrió emitiendo quejidos y de ella brotaron tiras y más tiras de sangre.
Taeyang había atravesado su estómago con la espada.
Fue rápido, fue veloz, no le había dado ni tiempo de defenderse. Ni la mujer ni el beta lo habían esperado tan pronto.
Seunghoo cayó al suelo, retrocediendo de forma débil, empujando a la mujer que hacía tras de el, pidiendo que huyera del lugar.

— Ah.... Esto fue rápido. — Murmuro, observando a una corta distancia, cómo la Omega corría entre los árboles, emprendiendo la huida y seguridad para su hijo. — Perra loca.

Maldijo con diversión, siguiendo su paso tras el de la mujer, no perdiendole el rastro ni el ritmo.

[.....]

El Omega hacía recostado en una gran roca, con su cabello y parte de sus prendas mojadas, respirando con agitación.

— Mamá y Seunghoo... — Susurró. — Están tardando.

" No están bien... ".

Gimoteo entre chillidos y con ma cola entre las patas su pequeño Omega, sintiéndo cómo se coividia a su interior, su corazón se sintió denso.
Cuan menos lo espero unas ramas crujieron siendo rotas, y cuando sus ojos cayeron hacía aquella dirección, entre los árboles vio llegar a su madre.
Por un momento sintió el alivio colarse sobre su pecho, pero de forma drástica y cuando escucho a su madre murmurarle en quejido un: "Jimin", sabía que algo estaba mal.
Su sospecha se confirmo al visualizar la silueta mayor de Taeyang, apresando con fuerza el cabello de su madre, y pinchando (sin enterrar) su espada contra su cuello.

Todo se sentía perdido de nuevo.

— Jimin... — Llamo el alfa. — Me es grato el haberte encontrado, no me veía sin mi pequeño.

Odio, odio.
Tanto odio y desprecio que sentía JiMin el correr por todo su cuerpo en aquel momento, quería tener la fuerza de un alfa, para abalanzarse contra el, partiendo en mil pedazos su cara y huir a salvó con su madre.

" Alfa...."
"— ¿Qué?."

Ahora escucha, Jimin. — Bramo, afilando más la espada cerca del cuello de la mujer. — Vuelve conmigo ahora, todo será por las buenas. Pero.... Si llegas a oponerte una vez más, tu madre pagará las consecuencias y tú.... De todas formas irás conmigo, ¿Lo entiendes?.

El pequeño Omega se encontró lloroso, sus ojos hacían cristalinos por el agua que escurrían y sus piernas temblaban, se iba a desbordar.
No quería perder a su madre de nuevo y esta vez no quería que fuese para siempre.

— Huye... —. Llamo entre quejidos la mujer. — No te preocupes más por mi, cariño. Huye....

— ¡No!. ¡No te quiero perder de nuevo!, ¡No quiero perderte!, ¡Eres mi madre, te amo!, ¡Y quiero que sigas conmigo!.... — Su voz se torno desgarrante, rasposa, su garganta dolía y gritaba en desespero, angustia. Esto tenía que ser una pesadilla.

— Vamos, Jimin. — Demandó el alfa. — Si no quieres perderla una vez más, obedece.

El Omega realmente lo pensó unos momentos, pero al final del día sabía lo que haría.
Retrocedió un momento, antes de reincorporar su postura y avanzar hacía la silueta mayor. El cual no demoro en arrojar a la mujer al suelo y abrir sus brazos para recibir al Omega en ellos.

— Ven, tesoro. Ven con tu alfa.

" Alfa... "

Nuevamente, su Omega golpeo duro con esas palabras. Estando nuevamente confuso para preguntar, sus sentidos se derrumbaron en seguridad.

¡Su estúpido y jodido alfa soy y seré siempre yo, miserable escoria!.

Cuando meno se lo espero y de forma desprevenida y abrupta, la enorme silueta del alfa en reino se transformó, lanzándose cuál fiera protegiendo a su manada sobre el alfa en contra. Derribando al suelo ambas masas corporales.

— Pedazo de idiota. — Quejico Taeyang, consiguiendo de forma inmediata una apariencia similar a la de su contrario, pero en este caso, siendo su lobo un tanto más pequeño.

La mujer se levantó de los suelos, con tanta pereza y dolores corriendo por su cuerpo, eso no fue un impedimento para que corriera a resguardar entre sus brazos a su pequeño hijo.
Hizo por hacerle caminar, alejándose de aquella pelea tan violenta que ejercían los alfas, resguardando se ambos tras algunos árboles.

— ¡No!. — Jimin chillo. — ¡Es mi alfa, mamá!, ¡Debo estar ahí con el!.

Estaba listo para emprender un regreso y presentarse frente al rey, pero antes de que eso se pudiera hacer, la mujer me apreso con fuerza.

— ¡No, JiMin!, ¡No puedes!. — Tomo un tono demandante frente a el. — ¡Se estás haciendo añicos ahí, tu puedes salir perdiendo si sales ahora, incluso podrías distraer a tu alfa y ocasionarle la derrota!.

JiMin solo pudo ahogarse entre un par de lloriqueos más, escuchando con dolor cada chillido emitido por su alfa, observando con inquietud aquellas gotas de sangre que se derramaban al suelo.

" Alfa... Ten cuidado, por favor. "

El paso firme y el sonido pesado de armaduras, comenzaban a invadir el lugar. JiMin logro visualizar la silueta en monte a caballo de Hoseok, y tras de el un par de guardias más, quienes emprendian un camino cerca de la lucha que ahora mismo se ejercía.

El alfa de Taeyang no tardó en darse cuenta de la situación, y por su mente no dudo en que lo apalearian.

Serás un cobarde.... — Gruñó. — Acaso el rey no es tan grande ni poderoso que no puede derrotarme por su propia cuenta, por su propia mano. ¿Que necesitas ayuda para hacerlo?.

Por otro lado YoonGi rio mofado en burla: — Está lucha es mía. De aquí saldré igual de victorioso que en todas mis guerras... Tu no seras la excepción, repugnante escoria.

Hoseok dió una señal, dirigiendo parte de la armada hacía el Omega y su madre, que resguardarán con mayor seguridad en aquella zona.
Mientras que, el resto de tropas, se armaron alrededores de los alfas, creando un circunferencia con ellos en medio, haciendo así su zona de combate.

Yo... Ya toque a ese Omega. — Mintió, Taeyang mintió, tanto en un tono burlante, provocando más la ira de su rival.

El gran lobo de Min se lanzó una vez más al cuerpo rival, enterrando sus colmillos con fuerza sobre su lomo. Dejando gotas de sangre escurrir por más.
Taeyang no era el único que hacía lastimado en el lugar, sus colmillos lograban enterrarse bajo una fuerza similar a sus costados. Todo era doloroso.

— Te haré entender solo de esta forma que no importa que logres decir o imponer me contra mi Omega. Jamás lo voy a abandonar.

YoonGi lanzo con firmeza sus palabras.
Rasguñando y encajando sus garras al estómago del adversario.

Está era una pelea ganada.

Sacando fuerzas del recuerdo vivo de su Omega, presiono desgarrantemente sus colmillos al cuello de su contrario. Escuchando un pequeño "crackt" proviniente de el, dejando a un lobo débil y sangrante por los suelos.

JiMin observaba a lo poco y con dificultad la escena, viendo cómo Yoongi cambiaba de nuevo a su forma humana, y el cuerpo inerte de Taeyang hacía lo mismo, pero sangrante y inmóvil sobre unas rocas.
¿Que había hecho YoonGi?....

El Omega observo con temor, Yoongi tomaba del suelo una espada, con toda intención de enterrar aquella sobre el pecho de su contrincante.
JiMin observo con terror.

— ¡Yoongi!. — Le grito por primera vez, escabullendose entre los cuerpos de los guardias, entrando en la zona de aquel combante y abalanzandose a los brazos de su alfa, ocasionando que esté tirase al suelo la espada, para sujetar con fuerza el delgado cuerpo de su Omega.

Sus brazos se enredaron sobre los hombros del mayor, mientras que esté, cruzaba sus brazos sobre las pequeñas caderas de su Omega. Apresurando se en cargarlo entre los aires y presionando con tanta desesperación sus labios.

Lo había estado esperando por mucho tiempo.

— ¡Por dios!, ¡Por dios!, ¿Estás bien?, ¿Alfa estás bien?. — Se apresuró a preguntar, JiMin dejo que el mayor le dejase sobre el suelo, así teniendo oportunidad de posar sus manitas un poco cerca de sus heridas. — Alfa, ¿Alfa estás bien?, Esto... ¿Duele, duele mucho?.

Min se encontraba neutro desde su lugar, observando con angustia la delgada figura de Omega.... Lucia tan tierno.
Una sonrisa bajo nostalgia tomo lugar en su rostro, y un par de gotas deslizaron bajo sus ojos.

Jimin quedó estupefacto. — ¿A-Alfa?.....

— Jimin... — Le llamo ronco. — Yo... Yo, ¡Agh!.

JiMin bajo la mirada, observando un cacho de sangre ensamblada en la punta filosa de la espada que hacía encajado tras de su alfa. Mientras un Taeyang a más no poder, hacía con el arma en mano, retirando la de la piel ajena.
Cuando JiMin menos espero una reacción, una flecha atravesó el pecho del sujeto. Haciendo que este cayera una vez más del suelo, pero está vez, inmóvil totalmente.

— ¡Alfa!.

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