pov's kim dahyun

Al abrir mis ojos, la realidad que se mostraba frente a estos era diferente a la que recordaba; sorprendida lleve ambas manos a mi cabeza, ni una gota de sangre, solo cabello bien cuidado, largo y lacio. ¡Mierda! No comprendo que ha estado pasando por mi mente en la siesta, escenas borrosas pasan, recuerdos que juegan bruscamente me hacen imaginar cosas peores. Es como si hubiera perdido la conciencia toda la mañana por estar viendo ese maldito show de investigación policial americano.

— ¡Carajo, te dije que vinieras hace dos horas, ¿Cuál es la excusa ahora?! — al escuchar ese grito, la emoción llegó a mi interior. Observé la sala, igual que siempre, solo que el sol entra por la ventana e ilumina todo, dándole vida. Me encontraba en el mueble, donde desde hace tiempo me gusta ver series acostada. Creó que dormí más de lo pensando — ¡Eres un irresponsable!

NaYeon colgó furiosa, caminó hacia a mi lado en el sofá y se dejo caer, sin decir palabra hasta que giré a verla.

— ¿Qué sucedió? —pregunté, viéndola.

Su dulce mirada pidiendo perdón por algo que no tiene la culpa me hizo querer llorar ahí mismo. La madre que mi mente creó es diferente a la que esta frente a mi cuidándome con espada incluida. Es buena.

— Tiene papeleo en la oficina.

— No importa, mamá.

—Claro que importa, DaHyun. — gruñó, apretando el teléfono en su mano — ¿Pero sabes que? No nos quedaremos aquí sentadas un día tan hermoso, vamos a salir.

— ¿A dónde? — pregunté, la seguía con la mirada mientras se levantaba decidida.

— A cualquier lado, vamos a almorzar luego vayamos de compras.

Emocionada la adulta corrió hacia su habitación, quedé en mi lugar hasta que volvió con un saco y bolso. Contenta sonreí, levantándome pasé mi brazo por el suyo. Es acogedor estar aquí.

— Eres la mejor.

— Sabes que todo lo hago por... — cuando abrio la puerta para salir, sus palabras quedaron el aire — ti. — frente a nosotras habia una mujer alta que estaba a punto de tocar el timbre, al notarnos retrocedió rápidamente.

Entonces, entendí.

—Hola, disculpen mi atrevimiento, soy la nueva vecina del 101, me acabo de mudar hoy y como verán el plomero no pasara hasta la noche, así que... me preguntaba si, no sé, no quiero sonar mal pero... ¿Podrían dejarme usar su baño? Es que tengo una reunión en unas horas.

Esto ya lo había vivido. Una y otra vez.

Esta historia ha llegado a su fin.

Muchas gracias a todas las personas que leyeron esta adaptación.

Espero que hayan tenido una montaña rusa de emociones, igual que yo, cuando leí el fanfic por primera vez.

Si quieren pueden pasarse por mi perfil para encontrar más historias, algunas originales y otras adaptaciones.