Era mi primer día en la secundaria, ese chico de betas rojas con cara de abuchador se convirtió en el chico más deseado por todas y todos, rechazaba muy cruel y yo era el juguete, pues de vez en cuando me hablaba o se burlaba de mi.

María y yo nos hicimos grandes amigos los mejores aunque ella no lo quería admitir, sentía una fuerte atracción hacia shadow que una vez me rechazó. Me sentía muy mal pero María estaba siempre para darme ánimos, de vez en cuando a escondidas le dejaba cartas a Shadow y chocolates en su casillero como muestra de que no me rendiría. Pero el sólo las tiraba o me las regresaba en mi casillero con una nota :

"sigue participando ;)"

La secundaria fue una etapa difícil, una etapa de la cual nunca olvidaré. Por qué ahí me di cuenta que el amor que tenía por Shadow era inmenso que realmente no me importaba ser golpeado o abucheado por el y sus amigos.

Aunque el nunca lo hizo.

Y vaya que a pesar de que el no lo hacía me daba la seguridad de que algún día el vendría a golpearme. Cómo en esas películas románticas y clichés que el abucheador se enamora de la víctima, realmente esperaba eso.

Supongo que dejaré de ver esas películas.

Shadow en su etapa adolescente era como ver un demonio, pero malditamente guapo y sin imperfecciones. Shadow hacía que cada día me enamorará más de el inconscientemente con cada mirada que me dedicaba.

Sabía que no eran para mí, si no para la chica que desafortunadamente aparecía en mi campo de visión.