v. THE CALL OF OBI - WAN KENOBI

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LA MUSICA VOLVIO A SONAR CUANDO NOS SENTAMOS EN UNA MESA. Maz me cayó bien al instante y nos ofrecieron bebidas y comida. Empecé a tomar un poco de la bebida pero tenía un sabor amargo y puse una mueca de disgusto. Rey soltó una risita y me sonrió. 

— Tenemos que llevar a este droide a la Resistencia — dijo Han — Este droide contiene un mapa que nos llevará a Luke Skywalker y quería saber si tu lo puedes llevar

— No, no puedo — dijo duramente Maz — Tienes que llevarlo tu, Han creo que es hora de que dejes de huir y vayas a ver a tu esposa ¿no lo crees? 

— ¿Tienes esposa? — pregunte sorprendida 

— Si, pero desde hace años que no la veo — dijo Han 

— Han creo que es hora de que dejes de huir de esa lucha que tanto te atormenta — dijo Maz

— ¿Qué lucha? — pregunto Rey confundida 

— La lucha con el Lado Oscuro — explicó Maz — Esa lucha a estado desde que se creó el Imperio Galáctico, desde que se crearon los Sith, ahora es con la Primera Orden 

— Nadie le puede ganar a la Primera Orden — dijo Finn de repente 

Lo fulmine con la mirada. Cada vez más me estaba dando cuenta que Finn no procedía de la Resistencia.  Nos ocultaba algo no había duda. Yo había sido sincera con él y él simplemente no era sincero con nosotros. Maz lo miró y empezó a aumentar el tamaño de sus ojos. Sus ojos eran oscuros y muy grandes. Entonces Maz se levantó de su asiento y atravesó la mesa, tirando todo lo que había a su paso, todo lo que le estorbaba, un vaso cayó encima de BB-8 y este hizo un ruido de molestia.

— ¿Qué está haciendo? — pregunto Finn 

— No lo se, pero lo más seguro es que no te gustará — dijo Han cruzando sus brazos 

— Tienes miedo — dijo Maz — No ers capaz de confiar en estas personas para contarles la verdad 

— Mire — dijo Finn bajando la voz — Usted no sabe como es la Primera Orden, las cosas que nos obligan a hacer, usted no sabe nada

— ¿Quieres huir? — pregunto Maz y Finn asintió con la cabeza — Ahí están unos chicos que te pueden llevar al Borde Exterior donde podrás desaparecer sin dejar rastro 

Finn no dijo nada y se levantó. Rey fue detrás de él y yo también lo último que alcance a escuchar fue:

— Las mujeres siempre se terminan enterrando de la verdad — dijo Han negando con la cabeza

Tome a Finn de la muñeca y el me volteo a ver. Si se podía notar su miedo si lo mirabas fijamente a los ojos. Rey se paro a mi lado y trago saliva. No toleraba las mentiras y Rey sabía que yo nunca rompía una promesa, obviamente dependiendo de la promesa.

— Esta bien, Chase y Rey — dijo Finn — Realmente soy un Stormtrooper que se dio a la fuga y no tienen ni idea las cosas que Ren me obligaba a hacer. Yo estuve en ese pueblo que atacaron, Ren quería que ni un alma estuviera viva y nos ordenó matar a los aldeanos después de haber matado a quien buscaba, no pude hacerlo, simplemente no pude. 

— Hiciste algo correcto, Finn — dije tratando de que no se fuera — Por favor no te vayas 

— Soy un peligro para ustedes — dijo Finn — La Primera Orden nos busca a los tres, a mi por traidor y a ustedes no se para que las quieren pero están mejor sin mi, así que fue un gusto conocerlas, adiós Chase y Rey.

— ¡No Finn por favor no te vayas! — exclamó Rey llorando 

Tenía ganas de llorar, pero ninguna lágrima me salía. Mire a Rey y la tomé del hombro y se lo acaricie. Entonces empecé a oír lo que parecían gritos de suplica. Rey me miro y me di cuenta que ella también los escuchaba. Eran los gritos de una niña pequeña 

— ¡No papi, no te vayas! — decía la voz — ¡Papi, regresa por favor!

Ambas nos miramos y empezamos a caminar hacia la voz. Cada vez la oía más fuerte y Rey iba detrás de mi. BB-8 nos seguía también, ambas bajamos al sótano del castillo y la voz era más fuerte. Quería ayudar a quien fuera que estuviera gritando. Entonces de repente la voz se detuvo y Rey y yo nos sentamos en el suelo y Rey abrió una caja. Dentro habían lo que a mí parecer eran sables de luz las armas legendarias de los Jedi. Tomé una de las espadas y ya no veía a Rey. Tampoco estaba en el castillo. El pánico se apoderó de mi y frente a mi vi lo que me pareció un hombre muy quemado, sin piernas y sin brazos, el hombre miraba a alguien y yo también lo miré. Era un chico joven, su cabello también era rubio cobrizo y tenía bigote. Era guapo en mi opinión. De repente me encontré en un bosque y oí el ruido que hace un sable al prenderse y vi a a Kylo Ren. Empecé a correr asustada y de repente ya no estaba ahí y estaba en Jakku. Veía a la niña que gritaba y me llevé la mano a la boca al ver que era yo.

— ¡No, papi! — grito mi pequeña yo — ¡No te vayas! 

Volte a mirar hacia donde mi pequeña yo miraba y vi que miraba una nave que se alejaba. Empecé a llorar y la visión se acabó. Una voz me habló y me dijo:

— Estos son tus primeros pasos, Chase 

Caí de bruces contra el suelo y gemi. Rey había caído de espalada, ella también había visto algo. La mire con los ojos llorosos y ella también los tenía así, no sabía si había visto lo mismo que yo y trage saliva con dificultad. 

— ¿Qué viste, Rey? — pregunte 

— Peimero vi a un droide y una mano negra lo tomaba, luego vi a Ren y luego me vi a mi misma cuando me abandonaron en Jakku — dijo Rey 

— Yo vi otra cosa — dije 

De repente oimos pasos y nos pusimos se pie. Era Maz, ella se acerco a los sables y los tomo sin tener una visión. Maz nos miró y nos sonrió. Yo la miré todavía asustada.

— Ese sable de luz era de Luke Skywalker y de su padre antes de el y el otro sable era de Obi-Wan Kenobi. Las esta llamando a ustedes Rey y Chase. — nos dijo Maz 

— No, no puede ser — dije confundida — Yo no tengo nada que ver con la Fuerza

Entonces recordé las palabras de Anakin. El tenía razón, tenía la Fuerza corriendo por mis venas, la tenía por naturaleza. Anakin me había dicho que mi padre era un Jedi y mi madre una Sith y que yo era el "equilibrio" de la Fuerza pero seguía si entender a lo que se refería. Maz nos ofreció los sables pero Rey y yo negamos con la cabeza. No podíamos aceptarlos, no podíamos.

— No podemos aceptarlos, Maz — dijo Rey — Tenemos que regresar a Jakku

— ¿Están seguras que quien estén esperando en Jakku regresara por ustedes? — pregunto Maz

— No — dije automáticamente y con un suspiro 

Rey me miro y se dio cuenta que si nos habían abandonado a nuestra suerte y soltó unas lágrimas. Nuestras familias nunca iban a regresar por nosotras y gemi. Ambas nos levantamos y sin decir nada salimos corriendo de ahí. No nos importaba nada, ni nadie. Entonces me percate que BB-8 iba detrás de nosotras y cuando nos adentramos en el bosque dejamos de correr. Ambas tomamos varias bocanadas de aire y miramos al cielo. Ahí estaban unos Destructores de la Primera Orden y miles de Cazas Imperiales bajaban de picada, alguien que estaba en el castillo le había avisado a la Primera Orden y de repente sentí una punsada. No supe que era esa punsada y solo miré al cielo.



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