𝟎𝟐| 𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐔𝐃𝐆𝐄

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𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐔𝐃𝐆𝐄, 𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨
𝙞𝙩 𝙩𝙖𝙠𝙚𝙨 𝙨𝙩𝙧𝙚𝙣𝙜𝙩𝙝 𝙩𝙤 𝙛𝙤𝙧𝙜𝙞𝙫𝙚, 𝙗𝙪𝙩 𝙄 𝙙𝙤𝙣'𝙩 𝙛𝙚𝙚𝙡 𝙨𝙩𝙧𝙤𝙣𝙜


Soldados del Capitolio escoltaban a todos los vencedores hacia la plataforma, frente a todas las personas del distrito dos. Algunos rostros derrochaban supremacía y otros estaban llenos de tristeza.

- Bienvenidos, bienvenidos - la misma presentadora del distrito dos anunciaba fingiendo alegría en su voz - como celebramos el septuagésimo quinto aniversario y tercer vasallaje de los veinticinco de los juegos del hambre - el público estaba en un profundo silencio, compadeciendo a los vencedores - como siempre, las damas primero - la presentadora miró con lástima a la fila de mujeres que no demostraban más que tristeza - la tributo femenina del distrito dos, Enobaria - con su voz un poco temblorosa

- me ofrezco como tributo - dijo Beatrix sin ninguna expresión en su rostro, lo suficientemente fuerte para que la escucharan

En el distrito cuatro, Finnick Odair miraba perplejo la reflexión.

- no - mustio sin poder creerlo

- y para el caballero - dijo repitiendo la misma acción que con las mujeres - el tributo masculino del distrito dos, Brutus - ambos tributos se miraron fugazmente, sabían que ellos iban a ser los elegidos pero, ahora era más real

- los tributos del distrito dos, Beatrix Kentwell y - una sola lágrima cayó por el frío rostro de Beatrix, sin mirar a ningún lado más que al frente












Katniss Everdeen.

- No es sobre la confianza, es sobre mantenerse con vida - corrigió Haymitch mientras se preparaba para presentar a los tributos de todos los distritos

- Beatrix y Brutus, distrito dos - presentó cambiando la imagen a los dos tributos - Beatrix. Ganó sus juegos a los quince años, es excelente con los cuchillos y tiene una puntería impecable, solo falla si eso es lo que quiere. Tiene el récord de más asesinatos en todos los juegos. Princesa del distrito dos y la favorita del Capitolio. A ustedes los odia profundamente y también al Capitolio. Tiene una sola debilidad y eso nos lleva al distrito cuatro. Es un amor - mencionó lo último con algo de sarcasmo

- ¿por qué nos odia? - preguntó Peeta confundido

- digamos que alguien muy querida para ella estaba en los mismos juegos que ustedes - respondió sin decir toda la verdad

Haymitch continuó presentando a los tributos hasta llegar al distrito cuatro.

- Finnick Odair, ¿cierto? - dijo Katniss reconociendo al hombre al instante

- Si, ganó sus juegos a los catorce, el más joven de todos, demasiado humilde - dijo con sarcasmo

- bromeas - dijo Katniss sin creerle

- Si, bromeo - respondió - pero es el cariño del Capitolio, lo aman, encantador, listo y muy ágil en combate, especialmente en el agua - explicó más serio

- ¿qué hay de debilidades? - preguntó Peeta interesado

- Dos. La primera, Mags. Fue su mentora y básicamente lo crió. La va a proteger de cualquier manera, lo expondrá - dijo Haymitch

- Alguien como el debe de saber que ella no lo logrará - dijo Katniss con un golpe de realidad - apuesto a que si sucede, no la protegerá - mencionó

- Bueno, Katniss, espero que cuando se vaya sea rápido, ella es una mujer asombrosa - dijo Haymitch con lástima, haciendo que Katniss se arrepintiera de sus palabras

- ¿cual es su segunda debilidad? - preguntó Peeta intentado romper la incomodidad

- Cierto - recordó el mayor - recuerdan a la señorita del distrito dos - mencionó sonriendo un poco

- Beatrix - respondió Katniss segura

- Antes que ustedes, ellos dos eran la pareja favorita del Capitolio, aunque nunca fue confirmado que eran una pareja, la actitud coqueta de Finnick hacia ella hacía que todos los del Capitolio se entretuvieran - explicó mostrando un par de imágenes de aquel dúo - todos sabemos que cuando comiencen los juegos se unirán. Ustedes dos de ninguna manera lograrán hacer equipo con Beatrix, pero si se ganan a Finnick, tienen al distrito dos de su lado - explicó mientras ambos tributos miraban a la pareja

Iban a ser unos juegos difíciles







Beatrix Kentwell.

- Te ves horrenda - Joanna apareció en la vista de la rubia, sacando de ella una sonrisa

- Es la cosa más linda que me has dicho - dijo Beatrix sonriendo

Con los años, Beatrix y Joanna se habían vuelto muy cercanas, incluso llegándose a llamar mejores amigas. Tenían una muy rara manera de demostrar que se amaban pero justo por eso, solo ellas se entendían.

- ¿qué se supone que eres, un árbol? - preguntó la rubia con burla

- y que hay de ti, ¿que a caso eres una diosa griega? - mencionó Joanna viendo el vestuario de Beatrix - en serio, yo vengo como tronco y tú toda brillosa con un hermoso vestido blanco. En serio, esto cada vez es más injusto - se quejó la mujer girando los ojos

- Supéralo, es el reflejo de mi personalidad - mencionó la rubia sacudiendo su vestido

- entonces te debieron de vestir como un puto demonio - sonrío empujándola un poco. Beatrix le guiñó un ojo y se fue hacia su carruaje

Peeta Mellark había aparecido en el campo de vista de Beatrix y con el, la rabia y odio en ella crecía. Lentamente, Beatrix se acercaba cautelosamente a él, tomando la empuñadura de su daga, la cual descansaba en sus caderas. Cosa que no pasó desapercibida por cierto tributo.

- Katniss, ya conociste a Bea - mencionó Finnick tomando la mano de la rubia, evitando así que se acercara a Peeta

Beatrix lo miró enojada aún sin soltar su daga.

- Aún no - respondió Katniss un poco seria - Soy Katniss Everdeen - se presentó extendiendo su mano

- Beatrix Kentwell - dijo ella sin tomar la mano de Katniss

- Es todo un amor, ¿no lo crees? - le preguntó sonriendo mientras desviaba su mirada hacia Beatrix, quien con la mirada le lanzaba dagas a Katniss

- Kentwell, tú eras...

- La hermana de Clove - respondió la rubia seca. Todo cobró sentido en la cabeza de Katniss, lo que Haymitch les había dicho, el odio de Beatrix hacia ella,  todo tenía sentido

- que lástima que no se conocieran antes, hubieran sido grandes amigas - Beatrix bufó y rió con sarcasmo

- Ya lo creo - dijo sin una pizca de honestidad en su voz - con permiso, Katniss, me llevaré a este niño pez - dijo mientras básicamente jalaba a Finnick a otro lado

- Te ves hermosa - sonrió Finnick en un susurro cuando estuvieron lo suficientemente lejos de todos

- y a ti te falta la mitad de tu ropa - respondió ignorando su comentario, haciéndolo sonreír - ¿por qué me acercaste a ella? - preguntó en voz baja, estaban lo suficientemente cerca que los susurros se escuchaban tan claros

- Debes de perdonarla, sabes que no tenían otra opción. Tú también estuviste en su lugar - Beatrix bajo la mirada, sabía que Finnick tenía razón, pero aún así le era muy difícil dejar ir el pasado

- Lo sé - respondió ella aún con la mirada baja - pero no puedo olvidar lo que pasó. No puedo - repitió con una mueca

Finnick colocó su mano en la barbilla de Beatrix y levantó su cabeza haciendo que se miraran directamente a los ojos. La diferencia de estatura era muy notoria, pues Beatrix tenía que mirar hacia arriba y el un poco hacia abajo. Estaban tan cerca que podían sentir la respiración de uno con el otro.

El se acercó a ella con la intención de unir sus labios, pero Beatrix giró un poco su cabeza y besó su mejilla, sonriendo victoriosa.

- sigue soñando - susurro en su oído dejándolo solo

Finnick sonrió mientras miraba como la rubia se iba hacia su carruaje. 

Así era su relación. Finnick una y otra vez acercándose a Beatrix, rogándole por tan solo un beso, ella negándose una y otra vez. Pero Finnick era muy persistente, pues hace años le había prometido a Beatrix que iba a hacer que se enamorara de él, sin importar el tiempo que tomara, Beatrix Kentwell sería suya.

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