—Entonces están saliendo

—Siento no habértelo dicho antes Kook

—Está bien —Rio.— Me hizo feliz saberlo

Pude escuchar suspirar a Jungkook mientras mirábamos a las chicas pagando la entrada del spa a unos cuantos pasos de nosotros

—Finalmente haz encontrado alguien a quien amar —Dijo a punto de llorar.— Me siento muy feliz por ti

—¿Enserio vas a llorar por esto?

Jungkook se giró para encararme con los ojos cristalinos y las mejillas rosadas intentando de alguna forma contener su llanto

—Has pasado por tanto —Sollozo débilmente.— La señorita Kim es la indicada para ti hyung

—Ven aquí

Extendí mis brazos para él, Jungkook era unos centímetros más alto que yo por lo que reposo su barbilla sobre mi hombro mientras yo me dedicaba a golpear suavemente su espalda.

Algunas personas nos regalaban miradas curiosas pero eso me dió lo mismo, ni siquiera yo sabía porque razón había hecho esto, además de mi mejor amigo Jungkook había sido como un hermano menor para mi que debía proteger y aconsejar de la misma forma que él lo hizo conmigo cuando estaba pasando un mal momento

—¿Ya estás bien?

—Lo siento —Dijo limpiando su nariz.— Hyung, quiero que sepas algo

—Dime

—Te amo, siempre voy a estar contigo 

—Y yo voy a estar con mi torpe compañero —Sonreí.— También te amo Kook

[...]

—Tienes que estar bromeando

—No es una broma —Dijo Haerin con diversión.— Lisa hizo de todo para conseguir una habitación privada pero el sujeto se negó una y otra vez

—Entonces debería hablar con el dueño

—Deja de hacer tanto drama

—Es que tú no lo entiendes Jeon —Gruñí.— Soy Park Jimin, no voy desnudarme frente a un montón de hombres desconocidos

—No es como si tuvieran algo que tú no —Miré a Jungkook con molestia.— Sólo serán unos minutos

Haerin se acercó a mí para besar mi mejilla y decirme que nos veríamos más tarde. Jungkook me llevó hasta la sala para hombres donde se suponía que debía guardar mis pertenencias y ropa en uno de los casilleros que se nos eran prestados. A regañadientes me quité la ropa quedando completamente desnudo, seguí a Jungkook a las duchas donde había hombres completamente desnudos caminando sin vergüenza alguna, antes de meterse en el agua había que darse un especie de ducha por higiene.

Si bien el agua te relajaba de toda la tensión del cuerpo era imposible para mí sentirme cómodo rodeado de cuerpos desnudos, no tenía ningún problema con Jungkook porque habíamos crecido juntos por lo que lo había visto en algo más que calzoncillos, para fortuna mía después de recibir un mensaje nos encontramos con las chicas en una especie de sala donde podíamos comer algo

—¿Y como estuvo?

—Fue realmente increíble —Dijo Jungkook.— Hacía tiempo que no me sentía extremadamente relajado con mi cuerpo

—¿Que hay de usted señor Park?

Puse los ojos en blanco ante la pregunta de Lisa, odiaba que estuvieran divirtiéndose por mi sufrimiento

—No fue nada agradable para mi vista ver a esos hombres con sus cuerpos desnudos —El sólo recordarlo me hizo estremecer.— ¿Qué hay de ustedes?

—Fue relajante, ¿verdad Haerin?

—Las manos de ese tipo eran realmente increíbles —La miré con sorpresa.— Quiero decir, con el masaje y eso

—No te pongas celoso Jimin, se puede ver que la señorita Kim sólo tienes ojos para ti

[...]

—Nos vemos en lunes —Dijo Jungkook abrazando por los hombros a Lisa.— Una vez más felicidades

—Muchas gracias Vicepresidente Jeon

—No más formalidades, somos ahora cuñados hermosa

—¿Hermosa?

—Vamos antes de que el señor Park quiera golpearte

Lisa beso la mejilla de Haerin y se marchó junto a mi estúpido mejor amigo

—¿Nos vamos a casa?

—Que te parece si caminamos un poco —Murmuré entrelazando nuestros dedos.— No quiero separarme aún de ti

—Eres realmente dulce cuando te lo propones

Mientras caminábamos por la calles de Seúl hablábamos sobre el increíble día que habíamos tenido hoy, desde la charla incómoda con mis padres y el terrorífico momento en el spa hasta la petición que madre le había hecho a mi secretaria

—¿Cuándo hablarás con tu padre?

—Lo haré llegando a casa y le hablaré de la cena y de nosotros

—Muy bien

—¿No tienes miedo?

—¿Yo? Por supuesto que no —Rio.— ¿Porque podría tener miedo de tu padre ex militar y tú hermano mayor? No es como si pudieran hacerme desaparecer

—Ellos nunca se atreverían a hacer eso —Dijo entre risas.— Estoy segura de que te amaran y se pondrán muy felices

—Dudo mucho que eso pase, después de todo aún siguen buscando a tu ex para hacerle pagar por haberte hecho sufrir

—Pero tu nunca me harías sufrir ¿verdad?

—Nunca podría hacerte daño

Detuve nuestra caminata para poder mirarla, había algo que seguía molestandome desde que salimos de la casa de mis padres y que me resultaba muy difícil decírselo. Justo en este momento estaba dudando sobre preguntarlo, me estaba poniendo muy nervioso algo que no era muy común en mi

—¿Qué sucede?

—Estabas hablando enserio cuando dijiste que no querías casarte

—Lo estaba haciendo —Sonrió.— ¿Por qué?

—Bueno... Si yo... —Y ahora tartamudeaba como un adolescente.— Si yo te dijera... Si lo hiciera

—Dios, no te estoy entendiendo nada

—Lo que difícilmente trato de decir es que si yo... Te pidiera, ya sabes eso... Conmigo.

Cubrí mi rostro con vergüenza mientras podía escucharla decir por el ridículo que estaba haciendo frente a ella pero era muy difícil hablar sobre esto, como dije antes nunca me había puesto así frente a una chica, ni siquiera con Hye Sun me había pasado.

—Está bien, tomate tu tiempo —Sujetó mi mano una vez más dispuesta a seguir caminando pero yo no me moví.— ¿Jimin?

—Si yo te dijera que quiero casarme contigo —Vamos, sólo es una pregunta.— ¿Tu respuesta seguiría siendo un no?

Haerin se sonrojó ante mi pregunta desviando su mirada hacia cualquier otro lado que no fuera mi rostro completamente serio.

—¿Quieres casarte conmigo?

—Quiero hacerlo —Afirme.— No ahora pero si me gustaría hacerlo en un futuro ¿y tú?

—¿Y-yo?

—¿Quieres casarte conmigo?

Podía escuchar el frenético latido de nuestros corazones mientras esperaba ansioso por su respuesta, Haerin respiro profundamente, sujetó mi rostro entre en sus manos para acercarme a ella y con una sonrisa decir:

«Tambien me gustaría casarme contigo, Jimin.»