HASTA EL FINAL
❛sin importar nada❜

ESA NECESIDAD DE QUERER CERRAR LOS ojos y no volver a despertar llegaba a ser inminente y constante en las personas, al menos en algunas.

E incluso, simplemente esperar el inminente final sin tener ninguna motivación para luchar un poco más por tú propia vida.

Algunas personas no les importa su final, otra sólo se resignan y otras luchan para que aquello nunca pase y haber más chance de poder vivir nuestra vida un poco más, poder tener una segunda oportunidad.

¿Pero qué se puede hacer cuando no existe esa segunda oportunidad?

A veces tener una segunda oportunidad es imposible, sólo no existe, no hay posibilidad alguna de tenerla por mucho que la queramos o anhelemos vivir hasta ser ancianos, vivir toda la vida que podemos merecer, incluso vivir hasta el final con aquella persona especial.

Llegar hasta ser unos ancianitos arrugados como pasas.

Pero, ese no es final del que estaba destinada, muy diferente que para llegar a ser anciana, si no hasta que sea ejecutada y evitar una posible catástrofe cuando la maldición que residía encima de ella explote, encadenando su corazón a algo mucho más grande que la seguía incluso después de la tumba.

Porque ella estaba enredada entre el hilo rojo, pero no el hilo rojo que la guiaría a quien sería el amor de su vida; era el hilo rojo teñido de sangre.

Su corazón ya tenía un dueño, el peor dueño que podría existir.

Kazumi estaba condenada por la bruja del hinganbana, y gracias a eso, iba a ser perseguía por el mismísimo diablo hasta el final.

Porque ella no tenía escapatoria.

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