❪𝟰𝗢❫ ; 𝗹𝗶𝗸𝗲 𝗼𝗹𝗱 𝘁𝗶𝗺𝗲𝘀.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

ARC THREE; EVERYTHING FOR THE ANGEL
*╔═══❖•ೋ°🥀°ೋ•❖═══╗*

CAPÍTULO CUARENTA;
COMO EN LOS VIEJOS TIEMPOS
❛con un poco de helado❜



┍━━━━╝✹╚━━━━┑
©Shanxlabyx
━━━━━━━━━━━

«—¡KIYOKO-CHAN, TE ESTÁN BUSCANDO OTRA VEZ! —ESCUCHÓ LA VOZ DE sus compañeras mientras se encargaba de limpiar una mesa.

Se enderezó de su lugar con un poco de confusión, mirando un poco apenada a las demas meseras cuando le lanzaron una mirada algo despectiva de que nuevamente fueran a interrumpir en su trabajo. Hizo una pequeña reverencia en forma de disculpa y se giró, dejando salir un pequeño suspiro a la par que caminaba, sólo esperando que esas actitudes se desvanecieran con el tiempo.

No era culpa de ella tener amigos tan presentes en su vida.

Alzando su mirada, distinguió en una de las butacas de los asientos una cabellera semi larga y oscuras, haciendo que mostrara una sonrisa al distinguir de quien se trataba.

—¡Kei-kun!

El chico giró a observarla y mostró una sonrisa en dónde sacó a relucir aquellos caninos en medio de su dentadura, se levantó y no dudó se aceptar el abrazo cariñoso que la más bajita le brindaba, apretujándola con fuerza entre sus brazos al saber que era algo que de verdad le agradaba. Le pareció gracioso como ella casi lo agitó de un lado a otro tomando en cuenta que era pequeña al lado de él, pero simplemente se dejó hacer.

—¿Qué tal, mamá Tenshi? Me recibes como si no me vieras desde hace años. —rio un poco Keisuke al sentirla aún aferrada a su pecho, teniendo un dramático puchero en sus labios.

—¡Pues se siente así! Llevaba días sin verte, me sentí abandonada. —dramatizó la chica mientras se separaba—. Eres un irresponsable afectivo. Ni siquiera escribes.

—¿Qué dices? Si tienes a Mikey todo el tiempo. Lo último que estarás es abandonada. Además, he estado fijándome en la escuela. Mejor felicítame. —bromeó, aunque sea algo bastante cierto, cosa en dónde la chica le dió la razón. En fin, vinimos a visitarte. A Matsuno ya lo conoces. —le dió una palmada en el hombro a este mismo quien lo miró con un poco de reproche por lo poco delicado que fue.

—Hola, Tenshi-san. —saludó el rubio un tanto tímido en dónde ella le sonrió.

—Hola, nuevo vicecapitán. —repitió con un poco de diversión y a su vez amabilidad en dónde inevitablemente lo ruborizó por su sonrisa, aunque su mirada se desvió a la figura de pequeña estatura a un lado, quien casi quería esconderse—. Oh, a ella no la he visto antes...

—Se llama Hayami Miyūki. —señaló a la muchacha de cabellera albina y unos potentes ojos azules, que inevitablemente la colocaron nerviosa—. Sé lo que piensas, y no. Ella es inofensiva y no te está mirando feo.

Masumi le lanzó una pequeña mirada de reproche de que lo haya dicho así como así, mirando hacia la menor enfrente de ella quien se encogió un poco avergonzada, casi ocultando su rostro con los largos mechones blancos de su cabello. No pudo evitar admirarla y darse de cuenta que hasta sus pestañas eran del mismo color. Le recordaba a una muñeca de porcelana.

—Eres muy linda... —murmuró sin muchas dudas, provocando que la ojiazul mirara con cierta sorpresa la manera en la que le sonreía—. Lo siento. No quise demostrar que me incómodas, ni Kei-kun quiso decir eso. —le dió una pequeña mirada de reproche a este mismo—. Es un gusto saber que está haciendo amigos nuevos finalmente.

—¿Cómo debería tomarme eso? —replicó él.

La muchacha albina apretó sus labios con timidez mientras agachaba la mirada y jugaba con sus dedos y a su vez las pulseras que llevaba en sus manos, algo intimidada por la atenta mirada de Kiyoko, aunque notar su gentileza de cierta manera logró relajarla un poco. Sus orbes rosados expresaban una especie de ternura que buscaba casi calmarla, poco a poco demostrándose menos reacia y tímida por estar bajo su mirada.

Mi nombre es Kiyoko Masumi, puedes llamarme por mi nombre o Tenshi, como gustes. —se presentó brevemente con una dulce sonrisa en sus labios, inclinando un poco su cabeza—. Espero que nos llevemos bien, Yūki-chan.

La aludida se quedó mirándola por unos segundos aún un poco sorprendida por sus palabras y lo tan dispuesta que estaba al presentarse y ser su amiga. Sus hombros se relajaron mientras continuaba mirándola fijamente, en dónde pudo relajar su rostro y mostrar una pequeña y algo tímida sonrisa, agachando y casi cubriendo su rostro, pero mirándola los suficientes segundos para poder hablarle directamente.

—Yo... Yo también espero lo mismo.»

Un pequeño bostezo salió de entre sus labios mientras seguía enfocándose en aquella tarea que hacía diariamente, aunque sólo era los residuos del sueño que cargaba encima. Ya tenía su uniforme puesto, usando el uniforme para la época de invierno al ya comenzar a entrar a esa época, en dónde usaba la camisa de mangas largas de su uniforme, aunque aún así se iba a colocar aquel suéter que usualmente utilizaba.

Aún era bastante temprano, bueno, al menos lo suficiente como para no estar apurada para la escuela. Apenas había levantado a sus hermanas y ya estaban en su rutina mañanera mientras ella se encargaba del desayuno para todas, aún teniendo algunas cosas por pensar luego de aquella noche, dónde pasó más de lo que llegó a imaginarse. Frunció un poco el ceño.

❛Necesito hablar con Kei-kun personalmente, incluso con... Yūki-chan.❜ pensó con un poco de pesar, cerrando con ligereza sus ojos mientras recordaba como Baji Keisuke llegó un día a su trabajo y la presentó como una amiga, recordando su expresión nerviosa y la manera en la que se quedaba completamente tiesa cuando le hablaba. Había muchos cabos sueltos para ella y no quería dejar las cosas así como así, ya había intentado buscar al de colmillos, pero a la chica... No tenía ni idea de donde vivía.

Pensar que ella había sido la persona que la atacó el Tres de Agosto la dejaba con mucho que pensar, recordar alguna discordia entre ellas o algo que haya provocado alguna negatividad para atentar contra su persona. Incluso para Draken, Mikey y los capitanes se les hacía algo extraño esa situación referente a aquella chica distinguida por su cabello blanco. Una vez más Emma había querido tomar cartas en el asunto e ir a hablar con ella, pero no se lo permitió; lo que sea que haya sucedido era entre ellas, y aparentemente, con Keisuke también.

❛Y aún así no he logrado hablar con ella tampoco❜ lloriqueó un poco al pensar en ese hecho, haciendo un pequeño puchero por no encontrar algún momento para buscarla. Había pensado en ir a la escuela de Keisuke ya que hasta donde sabe ella estudia ahí, pero su propia vida se lo estaba evitando de alguna manera al no dejarle tiempo, sobre todo cuando ya se acercaba lo que sería la mitad del año, recordándose constantemente que ya pronto debía entrar a una preparatoria. Y ahora no había tenido ni tiempo de pensarlo.

¿Por qué todo se había tenido que complicar de repente?

Pin. —repentinamente siente como desde atrás apretaron su cintura casi en un pellizco, sobresaltándola de sobremanera y echando un pequeño grito por el mismo susto.

—¡Manjirō-kun! —chilló escandalizada mientras se giraba hacia atrás para ver hacia el aludido quien sonreía con bastante naturalidad—. ¡Te he dicho que dejes de hacer eso! Y sobre todo tan temprano.

—Esta fue mi venganza por despertarme tan temprano, así que, te aguantas. —replicó el más alto mientras se cruzaba de brazos, como si fuera la peor cosa del mundo, sobre todo para él.

—Tienes que ir a clases quieras o no. —la chica negó con un poco de resignación mientras se giraba para poder terminar la crepa de huevos revueltos que hacía como parte del desayuno—. Ya vamos casi a mitad de año y andas todo de flojo. ¿Has pensado a qué preparatoria ir...?

—Shhh. Tranquila. Yo siempre resuelvo de alguna manera, deja de preocuparte. Te saldrán arrugas. —apoya su mentón sobre su hombro, mirando curioso el desayuno que estaba cocinando—. ¿Qué haces de desayuno?

—Crepa de huevos, pan tostado... —murmuró la muchacha de ojos cansados notando casi de inmediato la sonrisa interesada en su rostro—. ¿No desayunaste en tú casa?

—Si me hablas desde muy temprano, vas a tener que disfrutarme desde muy temprano. —alegó sorprendiéndola un poco de que no haya comido, sobre todo con su estómago—. Además, Emma también se estaba levantando apenas. Me gusta despertarme y comer.

Eso tenía más sentido.

—Tú abuelo va a terminar pensando que no quieres pasar tiempo con él. Pobrecito. —regañó con un poco de diversión, suspirando al imaginarse a Emma—. Y también Emma-chan. Es tú hermanita.

Mientras decía aquellas palabras, casi ni se inmutó cuando el más alto tomó su mandíbula y la hizo girar la cabeza hacia atrás, en dónde tuvo oportunidad de unir sus labios con los suyos en un largo beso que realmente la tomó desprevenida, sintiendo su nariz rozar la suya, en dónde él mantenía sus ojos entreabiertos para poder ver su rostro ruborizarse. Poco a poco fue relajándose y simplemente le siguió el beso al darse de cuenta que era bastante tranquilo y hasta tierno.

Pudo sentir como el rubio se abrazó y apegó más a su espalda mientras continuaba aquel que podría llamar el primer beso del día que, para su sorpresa, estaba siendo bastante tranquilo. Lo tomó por el lado de que probablemente era muy temprano y, a pesar de todo, él aún estaba recién levantado, así que sólo le siguió el beso hasta que fue suficiente, observando su sonrisa al momento que se separó.

—Buenos días, Masu-chan. —sonrió el más alto con cierta diversión y al mismo tiempo sinceridad, observando el sonrojo en sus mejillas.

—Buenos días... —murmuró la chica un poco tímida, mostrando una sonrisa. Mikey se estiró nuevamente a alcanzar sus labios, capturándolos por unos segundos hasta que ella se separó —. T-Tengo que terminar el desayuno... —preguntó la más baja con una mueca un poco penosa, en dónde sólo le sonrió.

—Bueno, entonces termina. —volvió a abrazarse a su espalda mientras apoyaba su mentón en su hombro, sin dejar de sonreír—. Tengo mucha hambre.

Masumi sólo pudo suspirar con ligereza y cierta resignación ante sus palabras, escuchándolo canturrear con bastante normalidad y sólo colocándola algo nerviosa. Sus mejillas continuaban ruborizadas y no hacía más que buscar una manera de tranquilizar todo lo que Sano Manjirō podría provocar en ella, teniendo sus ojos atentos a cada movimiento que hacía al momento de servir el desayuno en cinco platos, guardando lo suficiente para un sexto plato más. Eso lo hizo preguntarse sobre que su padre estaría en casa, frunciendo un poco el ceño.

—¿Vas a hacer algo hoy? —preguntó ahora siendo él el que buscará disipar sus pensamientos, acariciando suavemente su abdomen plano y dándole unas pequeñas palmaditas con sus dedos.

—Pues, no tengo nada nuevo o fuera de lo común. —musitó la chica mientras tomaba la tetera del café y se servía un poco luego de que el más alto se soltara para no terminar quemándolo—. Ir a clases, ir a trabajar, ir a buscar a mis hermanas... Nada nuevo.

Mikey asintió brevemente mientras se apoyaba un poco en el mesón, observando con atención su figura de espaldas en dónde estaba vestida mayormente de negro ante el color de su uniforme, en dónde había arremangado las mangas hasta los codos y se había puesto un mandil para no ensuciarse. Inclinó un poco su cabeza mientras bajaba por la extensión de su espalda hasta llegar a su falda y sus piernas en dónde usaba unas medias blancas, observando con atención estas para continuar mirándola bastante curioso.

No tardó en escuchar como un pequeño sonido metálico resonaba en toda la cocina, en dónde Masumi se volteó a mirarlo un poco ruborizada.

—¿Podrías dejar de mirarme tanto? Me vuelvo torpe. —se quejó cuando se le cayó una cuchara por la mirada atenta del rubio, quien rió un poco.

—¿Te pongo nerviosa cuando te miró mucho? —bromeó mientras sonreía de manera gatuna, observando la pequeña mirada reprochante de ella antes de voltearse.

—Con la forma en la que lo estás haciendo ahora sí. Pervertido.

Mikey alzó una de sus cejas y formó una pequeña sonrisa de lado, metiendo sus manos en sus bolsillos y enderezándose nuevamente, caminó hacia Tenshi a espaldas que parecía ahora bastante ocupada terminando de servir. Claro, hasta el momento que él terminó acorralando su cuerpo al colocar sus manos a cada lado de este en el borde de la alacena, en dónde ella se encrispó al sentirlo.

—¿Te pongo nerviosa?~ —canturreó el rubio contra su nuca, provocándole un pequeño escalofrío por su cuerpo—. Masu-chan se pone nerviosa conmigo...

—N-No empieces... —susurró cohibida por su cercanía, sintiendo como frotaba su nariz contra su nuca, retirando su cabello para tener más espacio y que este no le estorbe.

—¿Mm? Pero si tú dijiste que te colocaba nerviosa. Sólo estoy preguntando. —se acomodó lo más posible de su cuerpo, apegando su pecho contra su espalda y apoyando su mentón en su hombro—. De todas maneras, sólo soy yo.

Masumi hizo un pequeño puchero avergonzado al sentirlo tan cerca de ella, casi como si la estuviera abrazando contra él, pero sin colocarle una mano encima. Observó estas mismas apoyadas a cada lado de su cuerpo sobre la alacena, con su cuerpo completamente apegado al de ella. Por un momento olvidó que tenía que llamar ya a sus hermanas para el desayuno y poder comer ella igualmente, subiendo un poco sus hombros al momento que él comenzó a besar su cuello brevemente, provocándole pequeños escalofríos por todo su cuerpo.

Una pequeña sonrisa algo divertida se asomó en sus labios cuando lo escuchó tararear cada que dejaba un beso, besando su hombro y subiendo poco a poco hasta su cuello en breves besos en donde imitaba el sonido, no evitando que riera un poco por su melosidad, sintiendo aquel usual cosquilleo en su estómago como su pulso acelerado por aquella actitud y acciones de su parte.

—¿Por qué te pones así desde tan temprano? —rie con un poco de nervios hasta chillar cuando la jaló lejos de la alacena.

Mikey observó con una sonrisa a la entrada de la cocina, procurando que no viniera nadie, escuchando las pequeñas risas de el ángel de la TōMan cuando se apegó hacia ella apenas se ocultaron detrás de la nevera y él comenzó a picotear sus labios y luego su cuello, causándole pequeñas cosquillas por lo rápido y breve que era, no profundizando y sólo creando un pequeño ambiente divertido y casi tierno, en dónde casi la llenaba de puros besos, escuchándose las pequeñas risitas de Masumi.

Sentir como le llenaba el rostro de pequeños besitos le provocaba cosquillas y al mismo tiempo una sensación linda en su pecho, no evitando ruborizarse y al mismo tiempo reír con ligereza. Sentía como Mikey tomó su rostro y repartía pequeños besos por este mismo. Hasta apretar su mejilla contra la de ella cuando se cansó, teniendo una sonrisa en sus labios.

—Me gusta más cuando sonríes, sobre todo cuando es gracias a mi. —alardeó bastante sonriente mientras frotaba su mejilla contra la de ella, provocando que nuevamente riera—. Ahora ven, dame un beso.

—Y ya vas a empezar... —dijo entre risas cuando comenzó a perseguir sus labios para poder atraparlos entre los suyos, cosa que sucedió, en dónde ella aferró sus manos a sus antebrazos mientras le correspondía el beso.

El beso se fue profundizando poco a poco en dónde sólo ellos dos sabían lo que estaban haciendo, Mikey deslizando sus manos para sostener de detrás de sus orejas y luego apretarse contra ella, escuchando su dulce suspiro sólo por ese contacto. Sonrió por un momento y sólo se concentró en adueñarse de su boca y deleitarse por cada pequeña reacción de su novia al momento que se besaban y apegaban entre si. Una sensación de la cual nunca se iba a cansar.

—¿¡Qué le haces a nuestra Nee-chan!?

Claramente tuvieron que separarse cuando escucharon la queja de una de las hermanitas de Tenshi, en dónde Mikey no tardó en lanzarle una mala mirada sin separarse del todo, aunque si había tenido que alejarse de sus labios. Masumi estaba bastante y algo paralizada por notar como Aki se había aparecido primero en la escena, siendo seguida pronto por Sumi y Yume.

—¡Nooo, se la está comiendo!

Masumi se atoró con su propia saliva al escuchar esas palabras en particular y ver la inmediata sonrisa en los labios de Mikey por esas palabras en particular.

—¡L-Las estaba esperando! —rápidamente, y antes de que a Manjirō se le ocurriera responder a esa acusación, lo empujó del rostro y se separó de él—. Ya las iba a llamar.

—Ajá... —murmuró Sumi con una mueca un poco divertida, sólo ruborizando aún más a su hermana mayor mientras Mikey se sobaba un poco la nariz por el empujón.

—Si no hubieran interrumpido, de verdad me estaría comiendo a-

—¡Manjirō-kun!

—ESTÁ HACIENDO MÁS FRÍO ÚLTIMAMENTE. ¿TE has dado de cuenta?

—Ay, si. Me encanta el frío. Es refrescante.

Masumi miraba por la ventana de su secundaria, escuchando a sus compañeras de clase hablar entre si de manera amena, ella no prestando realmente atención. Obvio, estaba en una hora libre y podría simplemente perderse en sus pensamientos, no teniendo realmente mucha ganas de hacer algo. De por sí tenía bastantes cosas en su cabeza por lo sucedido con Baji y Yūki, teniendo mucho porque pensar.

Dejó salir un pequeño suspiro y se reclinó un poco en su silla para poder correrla un poco más hacia atrás y levantarse, diciéndole a sus compañeras que iría al baño cosa que hizo, haciendo sus necesidades y terminando por lavar sus manos en el lavamanos. Tarareaba una melodía algo imaginaria y al azar mientras lo hacía, siendo interrumpida cuando abrieron la puerta del baño de chicas, distinguiendo de inmediato una cabellera rubio-castaña asomarse y observar un poco su alrededor, hasta detener su mirada en ella, adentrándose por completo al lugar.

—Si estabas aquí. —dijo la castaña con una pequeña sonrisa, provocando que la más baja ladeara su cabeza.

—Si... Habia dicho que iría al baño. ¿No estabas ahí? —se preguntó mientras frunció el ceño, pero sólo se encogió de hombros—. Bueno, ¿qué sucede?

—Hay un chico que te está buscando. Es la primera vez que lo veo por acá. —dijo la más alta con cierta desconfianza y dureza, cruzándose de brazos—. Ni idea de quién es, pero te conoce.

—¿Me conoce? —repitió la de mechas blanquecinas con un poco de confusión. Lo primero que se le vino a la cabeza es que era alguien de la TōMan, pero... Ella decía que nunca antes lo había visto.

—Y dijo específicamente que buscaba a «Masu», y hasta donde sé, sólo tus amigos te dicen así, ¿no?

—Si... —respondió aún con cierta duda por ese detalle, ladeando un poco la cabeza pensando en quien podría ser. La primera persona que se le vino a la cabeza fue Takemichi, preguntándose qué lo traería por ahí.

Ahora fue ella la que se cruzó de brazos un poco pensativa e interrogante de quién podría tratarse, sobre todo con el detalle sobre que era alguien que ella no había visto, tomando en cuenta que las personas que usualmente rondaban su escuela eran Mikey, Draken, Cherry, entre otro que eran cercanos a ella. Además, ese detalle de que buscara específicamente a Masu, manera que sólo sus amigos cercanos la llamaban, era algo que la dejaba pensando.

Por un momento quiso pensar que se trataba de Miyūki, pero lamentablemente había dicho que era un chico, así que descartó la idea en un suspiro. No tenía más opción de sólo ver a aquella persona con sus propios ojos y averiguar de quien se trataba, en vez de hacerlo esperar por sólo tratar de imaginarselo.

—¿Quieres que te acompañe? —cuestionó la más alta con curiosidad, acaparando su atención—. Sé que puedes patearle el trasero en todo caso de que sea un idiota, pero no estaría demás que te acompañe y le pateamos el trasero juntas.

Masumi no pudo evitar reír un poco por su pequeña ocurrencia, algo que no sería mucho una broma ya que sabía que ella era bastante capaz de unirse a alguna pequeña disputa sólo para protegerla. No era la primera vez que sucedía, sobre todo con otras y peculiares compañeras con quiénes ha tenido problema antes. Negó un poco con la cabeza, algo divertida.

—No es necesario, Yu-chan. Gracias por tú oferta. —sonrió en grande hacia la más alta quien le dió una sonrisa de lado—. Además, necesito que me avises cuando empiece la siguiente clase si es que tardo.

—Cierto. —asintió la de cabello castaño-rubio, suspirando un poco—. Bueno, si se llega a convertir en un problema grande, sólo llamaré a Hakkai o a Mitsuya para que vengan. Y sé que vendrá por lo menos media TōMan sólo para ayudarte.

Tenshi soltó una ligera risa por ese hecho, que al mismo tiempo era cierto. Demasiado para su gusto.

—En fin, me dices cualquier cosa y si tengo que patearle el trasero. —la castaña le dió un par de palmaditas en su hombro, viéndola asentir con una sonrisa.

Ambas no tardaron de salir del baño ante esa breve charla, en dónde se separaron cuando la castaña cruzó para su aula y ella hacia el lugar donde le había dicho que estaba esperando aquella misteriosa visita. Los pasillos estaban solos por el hecho de que la mayoría estaba en clases, sintiéndose un poco inquieta a pesar de que ella misma había dicho que iba a estar bien solita.

Simplemente puede ser Takemicchi y ya. Sabía que desde el nombramiento de Kisaki como capitán estaba inquieto, así que probablemente era eso. Al menos, eso se imaginó. Incluso pensó en que podría ser el mismo Kisaki que la fue a buscar. Se había dado de cuenta que era bastante atento y presente y dispuesto a qué se conocieran mejor. Ese pensamiento termino haciéndola sonreír un poco.

❛Aunque sigue siendo horario de clases. Pensé que era estudioso...❜ fue lo que pensó la muchacha de mechas teñidas mientras bajaba al piso superior de los de segundo año, llegando a una de las zonas abiertas donde habían bancas y máquinas expendedoras, en dónde precisamente había alguien sacando unas papitas picantes.

Masumi se quedó mirando por varios segundos a ese chico de espaldas, casi teniendo un pequeño traspié al no hacérsele para nada conocido hasta ahora, sobre todo ver aquel corte de cabello y el color oscuro y al mismo tiempo tenido de rubio que tenía, agregando que usaba otro uniforme. Alzó sus cejas un poco confundida, confirmando el hecho de que no lo conocía.

O más bien, no lo reconocía, hasta el momento donde se dió de cuenta de su presencia.

—¿Mm? —el más alto se giró por sobre su hombro dejando ver su rostro, Masumi agrandó sus ojos ligeramente al ver este mismo y la enorme sonrisa que se extendía por sus labios al hacer contacto visual—. ¡Masumi!

Definitivamente eso no lo esperó para nada.

—¿K... Ka... —apenas pudo balbucear su nombre cuando el de mechas rubias fue hacia ella y la abrazó fuertemente, casi haciéndola tropezar y caer si no fuera por el mismo agarre que tenía.

—¡Al fin te veo! Estoy tan feliz de al fin verte en persona y poder abrazarte como quiero. ¡Llevaba meses sin que me visitaras! —decía el más alto de manera amena y energética—. ¡Casi no has cambiado! La última vez que me visitaste no tenías el cabello teñido. Pero te queda bien. —con bastante entusiasmo se separa de ella y toma su cabello entre sus manos, observando las mechas blancas—. Y te creció bastante el cabello. Ahora sí eres una preciosura.

Kiyoko casi sentía su cabeza dar vueltas por aquella escena tan repentina, teniendo sus ojos agrandados al ver a la persona que no se le pasó ni por la cabeza que la estaría visitando. Estaba casi boquiabierta observándolo por unos segundos de arriba hacia abajo, fijándose más que nada en su rostro que era algo que no se le iba olvidar ya que físicamente había crecido. Aquellos ojos dorados nunca se le olvidarán jamás aunque quisiera, así como su tatuaje de tigre.

—¿Ka... Kazutora...? —señaló casi incrédula al ver al chico del tatuaje de tigre enfrente de ella, se veía muy diferente a la última vez que lo vio. Tenía el pelo mas largo y mechas rubias en este; él asintió sonriente—. ¿Tora-kun?

—Si, soy yo. —el de orbes dorados suelta un par de risas al verla tan incrédula—. ¿O no me reconoces de la última vez que me visitaste? Parece que el trabajo te afectó. —bromeó mientras alzaba los cabellos que llegaba a cubrir su rostro, echando su flequillo hacia atrás—. Mírame bien, Masu. ¿En serio no reconoces mi guapo rostro?

Masumi se quedó por varios segundos sin decir ni una palabra, sólo entreabriendo sus labios por ver a su viejo amigo parado enfrente de ella luego de que este haya sido mandado a un reformatorio luego de aquel... incidente, en dónde Baji de igual manera estuvo involucrado. Claro, ella había hecho lo posible para visitarlo en persona y cuando no lo hacía escribía cartas contándole de su vida y las novedades. Por su propio trabajo no pudo ir más, pero si trató de estar en contacto.

Había tantas cosas en su cabeza últimamente que se le había olvidado el hecho que ya había cumplido aquellos dos años en el reformatorio, estando él allí. Inevitablemente un nudo se fue formando en su garganta por recordar la situación por la que Kazutora se alejó, en donde sus ojos se aguaron por recordar a Shin'ichirō, pero a su vez hubo un choque de felicidad por verlo finalmente en persona y saber que ya podría estar en las calles nuevamente.

Las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas mientras sus ojos brillaban de manera inexplicable, sollozando con ligereza dió un par de pasitos hasta llegar lo antes posible hacia el del tatuaje quien se carcajeó cuando ella chocó contra él para abrazarlo con fuerza. Kazutora entre pequeñas carcajadas correspondió su abrazo, llegando a alzarla ligeramente y que sus pies se despegarán del suelo por unos segundos, disfrutando aquel cálido abrazo del ángel de la TōMan.

—¡E-Estás aquí! ¡Ya estás aquí! —no evita lloriquear bastante feliz por tenerlo finalmente frente a ella, Kazutora sólo sonreía al verla tan feliz—. P-Pero, pero... ¿¡Cuando saliste!? —la chica aún sorprendida se separa de él en dónde le tomó sus manos sonriente—. ¡Me alegra muchísimo verte fuera del reformatorio! ¿Cómo has estado? ¡Te teñiste el cabello! —lo observaba casi sin palabras, no evitando comenzar a revolotear a su alrededor—. ¿En serio ya se cumplió la fecha? ¡No me digas que llevas desde hace meses por ahí y no lo recordé!

Kazutora no evitó carcajearse nuevamente ante las preguntas casi histéricas de la más baja que casi parecía incluso revisar que no tuviera ninguna herida, aunque él supiera perfectamente como defenderse en cualquier situación. Era esperable aquella dulce preocupación, algo que realmente anhelaba ver por sus propios ojos luego de aquella visita sorpresa.

—No hace poco. Tranquila, yo mismo planee buscarte después de que saliera del reformatorio, así te haces una idea de cuánto tiempo llevo desde que salí. —rio un poco al sentir como lo inspeccionaba con atención, fijándose en la chaqueta de su uniforme que se le veía más pequeña de lo que debería—. Pero cálmate, no tengo ningún hueso roto. Aunque no me molesta tu atención.

—Lo siento. —Masumi rápidamente se alejó un poco avergonzada por invadir su espacio, aunque el del tatuaje de tigre no parecía nada incómodo.

—Cuéntame. No me habías dicho que estabas más preciosa que antes, ¿eh? —las mejillas de la más baja se ruborizaron inevitablemente por el halago y su mirada atenta—. Fácilmente podrías enamorar a cualquiera, incluyéndome.

Haha, si... —rie un poco nerviosa por sus palabras tan directas, suspirando un poco—. Sigues buscando una manera de avergonzarme, ¿no?

—Mmm... Podría ser, aunque no es mentira.

Masumi se quedó en silencio unos segundos y suspiró un poquito avergonzada de aquel comentario tan directo. Se sentía un poco extraño y al mismo tiempo similar a hace dos años donde siempre le decía esa clase de cosas, trataba de tener aquel sentimiento de familiaridad como si nada hubiera cambiado.

Cómo si las cosas siguieran como antes.

—P-Pues... Gracias. —recibió el cumplido un poco avergonzada, pero aún rebosante de felicidad—. Tu también has cambiado bastante desde la última vez que te vi. Si no hubiera sido por tu cara y el tatuaje, no te hubiera reconocido. —rio un poco.

—Ya sé que estoy más guapo. No tienes porque decirlo. —alardeó con soberbia, riendo un poco—. Iba a venir más temprano, pero me surgió algo primero. —Kazutora sonríe sin importancia, haciendo un gesto de reconocimiento—. ¡Oh, ahora que lo recuerdo! Hoy voy a conocer a ese chico Takemicchi, de quien me hablaste.

—¿En serio? —Masumi sonrió un poco entusiasmada de que estuviera interesado.

—Oh, si. Resulta que estudiamos en la misma escuela. —asintió mientras la comisura de sus labios se alzaban un poco más—. Quiero conocerlo personalmente.

—¡Me alegra saber eso! Sé que se van a llevar bien. —Tenshi casi dio pequeños saltitos en su lugar mientras apretaba sus puños con entusiasmo—. Oh, espera... ¡Tú deberías estar en clases! ¿Qué haces por aquí a esta hora?

—Visitarte. ¿Qué más voy a hacer? Me parece más importante visitarte. —Kazutora se encoge de hombros, sin darle importancia.

—La escuela también es importante. Hubieras venido después de clases.

—Mmm... Nah. —Masumi frunce un poco la nariz por su negación. Kazutora sonrió y la tomó de la mano, jalándola—. Ven, vamos.

—¿Qué? Pero si tengo clases...

—Vamos, recién salgo del reformatorio. Clases tienes todos los días, a Tora no.

Tenshi se quedó mirándolo por varios segundos, frunció su ceño y quiso negar nuevamente, sobre todo por el hecho de que estaba en medio del horario de clases, independientemente de que tuviera una hora libre, aún tenía una clase más después de esa. No le agradaba faltar a clases para nada, a menos que sea algo realmente necesario, cosa que a sus amigos, incluyendo a Mikey, les había dejado en claro, sobre todo a este segundo. Y a pesar de eso, varias veces la ha robado de clases, ganándose regaños por parte de ella.

—Pero si no quieres pasar tiempo conmigo... —habló el más alto con un poco de pesar, encrispándola al ver su expresión triste.

—¡No, no! No digas eso, no es que no quiera. —casi de inmediato, dejándose llevar por su corazón de pollo, negó varias veces—. Yo si quiero estar contigo, pero...

—¡Entonces vamos! —casi en un segundo su expresión triste se convirtió en una sonriente—. Yo tengo que hacer algo dentro de un rato, así que quiero aprovechar un poco tu compañía. ¡Será divertido!

Tuvo que suspirar un poco por su cambio de humor, algo a lo que no le dió mucha importancia. Será algo rápido, ¿verdad? A ella sólo le quedaba una clase y él tenía que hacer algo después, por lo que eso no se iba a alargar. No era la primera vez que salía de clases por situaciones bastante parecidas a esta, así que no sería muy diferente. Tenía que trabajar después de clases y no tendría tiempo de pasarla con él, así que estaba bien.

Dejó largar un pequeño suspiro mientras cerraba sus ojos, con la mirada expectante y entusiasmada del chico del tatuaje.

—Tengo que trabajar a las cinco... —comenzó a decir, observando como sonreía un poco más—. ¡Pero sólo esta vez! No puedo estar faltando todo el tiempo a clases. —Kazutora asintió varias veces, entusiasmado, observando como ella se devolvía por dónde vino—. ¡Iré a buscar mis cosas, ya vuelvo!

—¡Aquí espero!

Kazutora observó con una sonrisa como la más baja se iba del lugar para volver después, sólo suspirando profundamente mientras abría la dichosa bolsa de papitas picantes que había comprado antes de que ella apareciera, comenzando a comerlas con cierta satisfacción. Así mismo, pudo sentirse satisfecho al momento que pudo convencerla en escaparse con un rato, mostrando ahora una sonrisa algo ansiosa.

Finalmente la tenía enfrente.

UN FUERTE CHILLIDO SALIÓ DE ENTRE SUS LABIOS APENAS SINTIÓ aquel frío y cremoso contacto en su mejillas. Miró escandalizada a Kazutora carcajearse sin pena alguna luego de embarrarle el helado en la cara, tomándola más que desprevenida y sobre todo cuando ya estaban pasando por la epoca del frío.

—¡Tora-kun! —se quejó la más baja mientras buscaba una manera de limpiarse, tomando en cuenta que hace unos momentos se embarró con su propio helado las manos y por eso estaba distraída.

—¡Debiste ver tu cara! —continuó burlándose de su expresión de espanto, teniendo que limpiarse sus lágrimas al ver la expresión molesta que le mostró mientras muy a su pesar con las mangas de su suéter se limpiaba.

—Ni siquiera sé porque accedí a comer helado con este frío... —murmuraba Tenshi entre pequeñas quejas mientras se limpiaba, viendo con un puchero como la tela ahora tenía una mancha violácea en su suéter, BLANCO, por el helado de arándano.

Casi quiso cubrirse el rostro al escuchar como el más alto continuaba riéndose con bastante fuerza y ganas por su pobre situación, bufando y desviando la mirada, caminando y simulando que no lo conocía a pesar de que a vista de cualquiera se veían cercanos. Sobre todo cuando Kazutora inmediatamente la siguió al ver cómo quiso alejarse.

—¡Espera! Pero no te molestes. —dijo entre risas el de mechas rubias, colocándose enfrente de ella—. Oh, vamos. Déjame disfrutar molestarte. Llevaba literal años sin poder hacerlo.

—Estuviste dos años. —reprochó con un puchero algo avergonzado por el pequeño escándalo que formó—. Y no es la gran cosa. Hubiera sido mejor que olvidaras como siempre me molestaban y me avergonzada. ¡Todos siguen haciendo lo mismo!

Hanemiya volvió a reírse ante su queja que a sus ojos era más que adorable; ver cómo se frustraba por las burlas y bromas a su persona nunca lo iba a cansar, y podía darse de cuenta con el hecho del tiempo que llevaban sin estar así, saliendo sin preocupación y poder disfrutar su compañía. Simplemente suspiró con profundidad con una sonrisa, escuchándola refunfuñar mientras caminaban un poco más y terminaban por sentarse en una banca cualquiera. Fue casi sorprendente como antes ellos estaban en medio de quejas y risas y ahora en un largo silencio.

—Extrañaba esto. —dijo luego de suspirar, mirando hacia la nada con una leve y casi cálida sonrisa. Masumi lo miró con cierta curiosidad—. Poder comer helado libremente, al aire libre con tranquilidad, a tu lado. Cómo en los viejos tiempos.

La de mechas blanquecinas se quedó en silencio por sus palabras, sintiendo un pequeño nudo en su garganta por recordar la razón por la que se había alejado. Sintió la cadena en su cuello picar al recordar precisamente la persona que se lo regaló, absteniéndose a no sacarla y jugar con ella sabiendo que de alguna manera podría afectarle. Porque Shin'ichirō había sido alguien que impactó la vida de varias personas, sobre todo cuando él perdió la suya y cambió la de las demás.

Porque Masumi recordaba perfectamente que la persona a su lado fue quien lo mató.

Kazutora se veía tan común y tranquilo que nadie pensaría que hubiera hecho eso, incluso a ella, si lo viera, nunca se le pasaría por la cabeza. Una parte de ella casi estaba en negación de lo que él estuvo involucrado junto con Baji, quien ahora parecía ser uno de sus principales problemas. Juntó sus rodillas tanto por el frío como la leve inquietud por recordar a Shin'ichirō, quien precisamente era el hermano mayor de aquel chico que había robado su corazón y estaba incondicionalmente a su lado. Incluso se pregunto si estaba bien hablar con Kazutora por el simple hecho de ser la novia de Mikey y saber que él le arrebató (aunque no haya sido la intención) a una de las personas más importantes de su vida.

❛¿Será correcto hablar con él por eso? Quizás por respeto a Manjirō-kun❜ no tardó en preguntarse con cierta incertidumbre, terminándose poco a poco su helado y viendo sus manos. El anillo que estaba en su dedo anular la hizo sentir ahora un nudo en su garganta, apretando sus labios de manera disimulada. ❛Pero sólo estamos hablando...❜

Suspiró. A veces su ansiedad le jugaba en contra al colocarse a pensar en todas las posibilidades, pros y contras al mismo tiempo, provocándose propia incertidumbre. Después de todo, sólo estaba hablando con un viejo viejo amigo luego de que estuviera lejos, hablando con tranquilidad y colocándose al día.

Nee, Masu. —llamó, sacándola de sus pensamientos. Este miraba hacia el cielo, pensativo—. Quiero preguntarte algo.

Kiyoko suavizó su expresión y le dió una pequeña sonrisa, curiosa por lo que fuera a preguntarle. —Claro, dime.

—¿Todavía eres parte de la TōMan?

Su pregunta la tomó más que desprevenida, alzando un poco sus cejas y sintiendo de alguna manera una amargura en su garganta mientras veía el perfil de Hanemiya, que de un momento a otro se había vuelto frío y casi vacío. Parpadeó un par de veces y rascó su mejilla, ladeando su cabeza y sonriendo con ciertos nervios y un poco de diversión, soltando una pequeña risa. Trató de no darle mucha importancia a su expresión, quizás se trataba de aquella cara que hacía siempre que comenzaba a disociar o algo por el estilo, aunque aún así estuvo atenta a como iba a reaccionar.

—Pues... Si. Pensé que lo sabías. —divagó la chica, recordando el hecho de que la mayoría de personas que rondaban su edad la reconocían por la TōMan—. Sigo en el mismo puesto de siempre.

Un largo silencio se hizo presente, pero a comparación de antes se sentía un poco más pesado, al menos para la femenina quien miró nuevamente hacia el perfil de Kazutora. Este no se movió ni cambió su expresión, dejando que el flequillo cubriera sutilmente sus ojos al agachar un poco su rostro y quedarse callado, casi analizando sus palabras. Masumi parecía un poco ajena a la sutil tensión que él ejerció en uno de sus puños, sobre todo cuando alzó su rostro nuevamente sonriente.

—Ya veo. —musitó en voz baja mientras iba formando una ligera sonrisa que se convirtió en una más notoria y casi dulce—. Había escuchado algo por ahí y quería confirmar. Te volviste bastante famosa en el mundo de las pandillas, ¿eh? No vayas a olvidarme cuando te vuelvas una delincuente o mafiosa famosa.

Masumi no evitó soltar una pequeña risita por sus palabras, en dónde de un momento a otro el ambiente tenso y pesado se había disipado en un segundo.

Haha... No, gracias. No quiero terminar siendo una delincuente o una mafiosa.

—Bueno, nadie sabe lo que depara el futuro. —canturreó de manera infantil, abrazándola de los hombros—. Y sea como sea, tendrás a tu fiel Kazutora allí. ¿Por qué quien más que yo para cuidar y molestar a la pequeña Tenshi? Guapo y fuerte, para defender a la pequeña Tenshi.

—Soy mayor que tú.

—Pero no niegas que si soy guapo.

Al fin pude actualizar, pero eso es pq no cumplen la meta, no aprovechan que tengo los caps son listos para publicar/dedito señalándolos

¿Saben lo ansiosa que estoy por subir el ff de Baji?

EN SU MOMENTO ESTUVO PUBLICADO, PERO NECESITABA EDITARLO

y aún está en proceso, incluso tiene un título diferente al que tuvo en un principio así como estética y cronología distinta

Que Las Cartas de Baji me sirvan para algo👻

EN FIN, pequeña introducción de Yūki, la misteriosa no tan misteriosa chica que atacó a mami Tenshi el tres de agosto 🐍

Yo la nombre a lo largo del libro e incluso varios me exigían saber quién xuxa era ella, pues aquí hay una breve escena de como se conoció con nuestra Masu

Recuerden que Still With You es parte de una saga completa hasta ahora de unos cuatro libros y todos están conectados entre si, y Yūki es parte de uno de ellos, específicamente del ff de Baji

Asi que si, el porque y como fue que Yuki terminó haciendo lo que hizo tiene su razón. Aquí se tocará brevemente pero en su respectivo libro se vera a profundidad (regañenme para que me siente a arreglarlo y subirlo)

Y AL FIN VOLVIÓ NUESTRO TORA BONITO 😭😭😭

Masumi le tiene bastante aprecio a pesar de todo, sniff. Es uno de sus retoños y obviamente se alegraría de verlo finalmente fuera del reformatorio.

Pero ya todos sabemos lo que se viene y lo que está detrás 😔

PERO KAZU NO FUE CON MALAS INTENCIONES, él si quería visitarla a buenas vibras y todo eso

A quien engaño, todos sabemos que Kazu está loquito y claramente tiene algo detrás 🤸🏻‍♀️

❪📚❫',·curiosity's zone

#Como se mencionó, Masumi solía visitar a Kazutora a la correccional usualmente, al menos una vez a la semana. Cuando empezó a trabajar, claramente esas visitas disminuyeron, pero aún así le mandaba cartas la mayoría del tiempo contándole diferentes cositas y de su vida.

#Masumi no sabe que Kazutora es parte de Valhalla. Si, sabe que esa pandilla se formó y todo, que Hanma es el líder interino, pero no sabe que Kazu también es parte de ella. Literal no ha sabido de él personalmente hasta su visita. Kazutora, por otro lado si sabe respecto a ella, bastantes cosas en realidad.

#Llegue a planear que Masumi fuera otro de los "testigos" que Kazutora llevara a la guarida de Valhalla, debido a que sería un testigo muy "valioso" por el simple hecho de ser la novia de Mikey y uno de los líderes. Canónicamente era el plan de Kazutora. Pero, aparte de que preferí decidí que no porque no quería que Masumi fuera tan metida en TODO el anime, estaba esa partecita de Kazu que le tiene aún cariño a nuestra mami Tenshi y sabe lo ocupada que está con su trabajo y todo, aparte, tiene su propio plan.

→S H A N X L A B Y X←

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro