Min Yoongi abrió los ojos luego de haber sido noqueado en el interior de la camioneta. Pero lo único que miró fue oscuridad, asustado se puso de pie para averiguar en dónde estaba. Sin embargo un par de manitas apretaron el traje de Loki haciéndole saber que los mellizos estaban con él.

—Tio Yoongi, tengo miedo. —Era Chunhee, su voz temblorosa amenazaba con comenzar a llorar.

—Tra... Tranquilo Hee. —Lo abrazó.

—¡Chunmae! —gritó Yoongi, pero Mae no estaba.

—No está, se lo llevaron —murmuró Hee.

—¿Quién se lo llevó? —Yoongi ya estaba entrando en un cuadro de desesperación infinita.

—El tío Kim. Papá Jimin nos lo presentó en su casa.

—Mierda... —Yoongi suspiró. En ese momento las luces de la habitación se prendieron, estaban en una cabaña—. Chunhee, voy a decir cosas que un niño no puede decir ni escuchar. ¿De acuerdo? Así que por favor tápate los oídos.

El niño obedeció tapándose los oídos y Yoongi se comenzó a gritar:

—¡Maldito hijo de puta, devuélveme a Chunmae! ¡Reconcha la perra zorra marihuana hija de tu puta madre! ¡Si tienes muchos huevos ven y pelea como hombre, maricón de mierda, bastardo! ... —Yoongi dejó de gritar sintiendo un nudo en la garganta—. Devuélveme a mi niño, no le hagas nada. —En ese instante las lágrimas cayeron por las mejillas de Min—. A mí hazme lo que quieras, ¡Mátame si quieres! Pero a los niños... A ellos déjalos tranquilos.

No hubo respuesta.

Solamente un silencio ensordecedor acompañado por el llanto de Chunhee, quien había escuchado todo porque en cuanto Yoongi comenzó a gritar se quitó las manitas de los oídos.

Afuera ya era de noche, lo único que podían ver era el cielo estrellado por la ventana, Yoongi miró a su alrededor para buscar algo que pudiera romper el cristal de la ventana, pero al ver que no había nada se miró las manos. Tan blancas y delicadas, pero en ese momento se estaban transformando ante sus ojos en su arma de escape.

—Hazte para atrás, Hee.

El niño obedeció.

Yoongi comenzó a golpear el cristal. No fue hasta el cuarto golpe que el vidrio se cuarteó y después de un par de golpes más la ventana se cayó en pedazos.

Asomó la cabeza para verificar que no hubiera nadie en el exterior, ignorando por completo el ardor de los vidrios incrustados en su piel. Al notar que estaba rodeado de bosque y de más cabañas iguales metió la cabeza de nuevo al interior de la cabaña.

—Vamos, saldremos por la ventana —le dijo al niño y este asintió nervioso—. No tengas miedo, yo te ayudo.

Tomó al niño entre sus brazos, ayudándolo a sacar los pies primero y después el resto del cuerpo. Hee se deslizó con cuidado hasta caer en el suelo de rodillas, él puso de pie en un brinco mirando hacia todas partes en silencio y sintiendo la adrenalina y el miedo por ser descubiertos.

—Vamos tío, no hay nadie afuera.

Yoongi salió rápido, su cuerpo ligero y manos ensangrentadas llamaron la atención del pequeño, quien pensó «El tío Yoongi necesita curitas en la piel»

Una vez estando afuera el mayor visualizó el lugar de nuevo. Encontrándose ante sus ojos, a unos veinte metros de distancia con la única cabaña que tenía luz además de en la que estaban.

—¿Sabes a dónde llevaron a Mae?

Chunhee negó con la cabeza, las posibilidades de Yoongi por recuperar a Mae y mantener a Hee a salvo al mismo tiempo eran pocas. ¿Qué debía hacer? ¿Arriesgar a Hee para salvar a Mae? ¿Y si todo salía mal? ¿Y los volvían a capturar a los tres?

—Tío. ¿Qué vamos a hacer?

Yoongi tragó saliva acariciando la cabeza de su sobrio para tratar de invadirlo de calma.

—Vamos, huyamos de aquí. Cuando estés a salvo regresaré por Mae.

La noche envolvía el bosque en un manto de misterio mientras los dos avanzaban con cautela entre los árboles. Sus pasos eran silenciosos, pero sus corazones latían fuerte, resonando con cada hoja que crujía bajo sus pies. La luna, apenas visible entre las copas de los árboles, era su única guía a través de la oscuridad que los rodeaba.

Después de lo que pareció una eternidad, el bosque comenzó a abrirse, revelando un lago sereno que reflejaba las estrellas del cielo nocturno. Allí, amarrado a un pequeño muelle, yacía un bote de madera, como si estuviera esperando su llegada.

A un lado del lago, una cabaña roja se erguía orgullosa, su color contrastando con la paleta de azules y grises de la noche. El letrero que colgaba en la puerta prometía la apertura al amanecer, "Abrimos mañana a las 9:00 AM", pero para ellos, el tiempo de espera era demasiado largo.

El más joven de los dos, desorientado y confundido, no podía creer que hubieran llegado a un lugar tan pacífico en medio de su huida. "¿Será este el destino que buscábamos?", se preguntó en voz baja. Pero en su interior, una voz le decía que este sería su refugio, su lugar de escape solo por esa noche.

—Okay. —Yoongi suspiró—. Quiero que te metas a ese bote, no harás ruido, no hablarás con nadie hasta el amanecer cuando llegue el pescador y los trabajadores de este lugar.

—¿Tio a dónde vas? —preguntó asustado.

—Voy a ir por Mae, pero quiero que te quedes escondido en el bote. ¿Entiendes? Tal vez regrese antes del amanecer, si eso sucede remaremos el bote para cruzar al otro lado del lago y seguir caminando hasta llegar a Busan.

Chunhee miraba a Yoongi con ojos grandes y temerosos.

—Me voy a quedar solito? —preguntó, su voz apenas un susurro contra el sonido de las olas.

Yoongi se arrodilló frente al niño, tomando sus pequeñas manos entre las suyas.

—Chunhee, eres un niño valiente. ¿Verdad? No le temes a la oscuridad desde los cinco años. —Le recordó con una sonrisa triste.

Los ojos de Chunhee se llenaron de lágrimas, pero asintió, tratando de ser tan fuerte como Yoongi siempre le decía que era.

—Promete que vas a volver —sollozó.

—Lo prometo —respondió Yoongi con firmeza, su corazón apretado por la promesa que acababa de hacer. Empujó al niño suavemente para que avanzara hacia el bote. Una vez allí, lo ayudó a subir y lo cubrió con una lona de plástico gris, protegiéndolo del frío de la noche—. Eres Thor, imagina que es una misión de superhéroes —añadió, intentando infundir un poco de aventura en la situación para aliviar el miedo de Chunhee.

Chunhee sonrió a través de sus lágrimas.

—Bueno Loki, trae a Iron Man con vida —respondió, entrando en el juego a sabiendas de la situación difícil en la que estaban metidos.

Yoongi se mordió el labio para evitar llorar y asintió con la cabeza,

—¿Cuándo te he fallado, Hee? —preguntó, buscando en los ojos de Chunhee una chispa de confianza.

—Nunca —murmuró Chunhee, su voz pequeña pero llena de fe.

—Sigue el plan —dijo Yoongi, dándole a Chunhee una última mirada antes de alejarse.

Se paró en el muelle por un momento, observando cómo el bote se balanceaba suavemente con el movimiento del agua. Luego, con un suspiro, se volvió y desapareció en la oscuridad de la noche, dejando atrás el sonido de las olas y el brillo de la luna, llevando consigo la promesa de un regreso seguro. Envuelto en la oscuridad del bosque las lágrimas en sus mejillas resbalaban cada vez más fluidas. Yoongi sabía que pudo haber caminado toda la noche hasta llegar a Busan o a algún pueblo cercano con gente y pedir ayuda, pero no podía hacerlo porque ChunMae estaba en manos de Seokjin. Así que tuvo que regresar luego de poner a Chunhee a salvo, no podía elegir en bienestar de un niño acosta del otro porque los amaba a los dos por igual.

Agotado llegó al lugar en donde estaban todas las cabañas. Caminando con paso seguro a la que estaba iluminada, asomándose por la ventana se dio cuenta de que ahí estaba ChunMae, su llanto era demasiado ruidoso, nunca había escuchado al niño llorar de esa manera. En silencio e invadido de impotencia quiso entrar al lugar, sin embargo se detuvo cuando miró a Kim Taehyung sostener un arma en la cabeza de Park Jimin... Amordazado.

—Park... —Yoongi estaba más desesperado que nunca.

¿Por qué tenía que estar metido en eso? Era más sencillo irse, de todos modos no tenía ningún parentesco con ellos, de todos modos no son eran hijos, de todos modos Jimin lo rechazó muchos años atrás y a Jungkook no le importó estar con el hombre del que se enamoró fugazmente. ¿Por qué hacer tanto por una familia que no lo quería tanto? ¿Quizás lo quisieron alguna vez?

Cientos de preguntas invadían la cabeza de Min, sin embargo su corazón le decía otra cosa. Se trataba de Park Jimin, el padre de sus niños, el gran amor de su mejor amigo. Se trataba de su mejor amigo, de Jungkook. Él había sido amable con él todo el tiempo y había sufrido mucho, Yoongi le prometió que no permitiría que volviera a sufrir, le prometió que le ayudaría a cuidar a los niños. Y lo hizo, Yoongi cuidó de los mellizos con amor, como si fueran suyos y los amaba. Los amaba más que a su propia vida.

Jungkook agarró firmemente el brazo de Jimin, su mirada era decidida. "No irás solo", dijo con voz firme. Juntos, se dirigieron a la casa de Park, donde sabían que encontrarían lo necesario para enfrentar lo que venía. En el sótano, en el interior de una caja fuerte, tenía un par de armas bien conservadas. Las cargaron con cuidado, sintiendo el peso de la responsabilidad en sus manos.

Salieron de la casa y se montaron en el vehículo, el motor rugió como un león al arrancar. El destino era el kilómetro 145, un lugar remoto donde cada minuto contaba. Mientras Jimin conducía, Jungkook marcaba el número de la policía en su teléfono. La llamada era crucial, pero sabían que no podían depender solo de las autoridades para resolver la situación.

El encargado de la seguridad, el señor Lee Hyuk era el encargado de la seguridad y tras su deceso se quedaron sin contacto alguno. Así que estaban solos; sin refuerzos.

Cada segundo de demora era un segundo más que los niños estaban en peligro, y eso era algo que ni Jungkook ni Jimin podían soportar. Así que, con el corazón palpitante y la determinación de mil guerreros, aceleraron a través de la carretera, dispuestos a hacer lo que fuera necesario para proteger a los más inocentes. La noche caía, y con ella, la incertidumbre de lo que encontrarían al llegar. Pero una cosa era segura: no se detendrían ante nada hasta que los niños estuvieran a salvo.

Cuando llegaron al destino la luna adornaba la noche al igual que las estrellas pero un ambiente hostil los rodeaba al igual que distintas cabañas del mismo tamaño. ¿Dónde estaban? Parecía un lugar turístico, un lugar para pasar un fin de semana agradable, un fin de semana en el campo.

—Jungkook. ¿No crees que está demasiado silencioso? —preguntó Jimin.

—¡Jiminshi! —gritó Jungkook cuando un automóvil se estrelló contra ellos provocando que chocaran en contra de una de las cabañas.

Un sonido espantoso resonó en sus oídos a causa del impacto. Los dos llevaban el cinturón de seguridad y el sistema del automóvil era tan bueno que no se lastimaron. No fue más que el susto, rasguños leves y el aturdimiento. Pronto unos hombres rodearon el automóvil abriendo la puerta del lado de Jimin y lanzándoles un humo, después cerraron las puertas provocando que ese humo los dejara dormidos de poco en poco.

—Jungkook... —Jimin estiró la mano tomando la de Jungkook.

—Jim...

Los dos se quedaron dormidos tomados de las manos. Después de eso, los hombres enmascarados los sacaron del vehículo, casi arrastrándolos por el suelo. A Jungkook lo llevaron a una cabaña mientras que a Jimin a otra.

Los dos abrieron los ojos al mismo tiempo, encontrándose con espectáculos distintos frente a sus ojos. Jungkook estaba amarrado de las muñecas, de brazos estirados al aire con unas cadenas grandes, gruesas y largas. Mientras que Jimin se encontraba sentado en una silla de maderera amordazado y amarrado y frente a él estaba ChunMae llorando.

—¡Ya cállate niño! —gritó Leia/Sandra—. Jimin dile a tu hijo que su llanto me irrita.

—No puede, está amordazado —dijo Kim Namjoon sentado encima de un taburete y Jimin amplió los ojos sorprendido.

—Yo lo hago, ChunMae. Si no te callas voy a matar a tu papi —dijo Taehyung poniéndose de pie y colocando la punta de su revólver en la cien de Jimin.

—¡Bueno, dejaré de llorar! —El niño se quedó en silencio.

—¡Ay que alivio! —Leia respiró aliviada.

—Ya quítale la mordaza —ordenó Kim Ruyu y Taehyung obedeció.

—¡¿Estás bien Mae?! ¿Te, te hicieron algo? —fue lo primero que dijo Jimin.

—No me hicieron nada, papi —contestó en medio de lágrimas.

Jimin miró hacia la ventana, dándose cuenta de la presencia de Yoongi. Este le hizo una señal con la mano para que no revelara que ahí estaba.

—¡Oh! ¿Esa es el arma que dejé en mi automóvil? Ese que estrellaron en contra de la cabaña allá afuera. —gritó para que Yoongi escuchara.

—¿Tenías un arma? —preguntó Taehyung.

—Bueno, supongo que no es la misma.

Yoongi comprendió y corrió a buscar el automóvil en búsqueda del arma. Eso le daría una ventaja.

—Y a todo esto. ¿Qué mierda quieren? ¿Dónde está Chunhee y Jungkook? —preguntó tratando de mantener la calma.

—Jungkook está con Seokjin, resulta que ambos tienen una historia juntos que hoy será culminada... —dijo Kim Ruyu sonriendo.

—¿Historia juntos?

—Y Chunhee está en una cabaña oculto, con Min Yoongi. Si no haces lo que te ordeno voy a matarlos —dijo Leia.

—Oye Leia, que gusto volver a verte. Luces más vieja y acabada.

—Mi nombre es Sandra.

—¿Crees que me importa tu puñetero nombre? ¿Qué mierda quieren?

—Que Kim Namjoon te cuente, cariño —dijo Kim Ruyu.

—Te quiero a ti. Para mí, por siempre.

—¿De verdad? ¿Cuánto ha pasado desde la última vez que estuvimos juntos? ¿Más de diez años? Namjoon por favor, ya supérame.

—¡Dije que te quiero a ti y si no te tengo voy a matar a tus dos hijos y después le arrancaré la cabeza al cabron de Jungkook! —gritó furioso y Taehyung se carcajeó.

—El bastardo no sabe controlar sus emociones.

—¿Y tú qué quieres?

—Yo voy a embarazar a Jeon, después le quitaré los bebés y me iré lejos. A Suecia tal vez.

—¡Taehyung, cállate vas a asustar a ChunMae! —se quejó Kim Ruyu—. Tranquilo, nadie va a matarte.

—Bueno los dejo, quiero ver el drama de Jeon cuando vea a Seokjin —dijo Taehyung saliendo de la cabaña con una sonrisa en los labios.

Jimin estaba moviendo las manos con delicadeza para zafarse del amarre, quería estar listo para cuando Yoongi regresara. Quería poder ayudar, poder patearle el rostro a Namjoon, decirle que se jodiera, tomar a sus niños e irse lejos. A Canadá, a Estados Unidos, a cualquier lugar alejado de Corea.

—¿Fui tan mal jefe? —le preguntó a Leia.

—Oh no, yo siempre trabajé para la señora Ruyu. Tenía que mantenerte vigilado porque a Seokjin le gustaba viajar.

—Ya veo... ¿Y tú me adoptaste para esto? —le preguntó a Kim Ruyu.

—Si no encontraba a un doncel Jeon serias la pareja perfecta para Jin y me darías nietos hermosos. Pero me dijo Jinny que eres estéril porque depositó sus semilla en ti y nunca fecundaste.

Jimin cerró los ojos y sus mejillas enrojecieron. ¿Kim Ruyu sabía de la relación sexista que tuvo con Jin? ¿Ellos lo planearon? Eso significaba que había vivido engañado toda su vida.

—¿Y tú Namjoon?

—Al parecer soy el único en la cabaña que está interesado en ti. Yo voy a cuidarte, solo tienes que venir conmigo y olvidarte de tu familia, del pasado, de Jeon.

—Señora Kim... —susurró Leia cayendo de rodillas.

De pronto comenzó a brotar un líquido carmesí de su pecho manchándole la camisa blanca que llevaba puesta. Namjoon y Ruyu se alarmaron poniéndose de pie y Jimin aprovechó el momento para soltar la cuerda con la que lo habían amarrado y abalanzarse encima de Namjoon ahorcandolo. Chunmae comenzó a llorar y gritar de nuevo y Min Yoongi abrió la puerta en un solo golpe apareciendo con el arma homicida entre sus manos.

Bueno, ya se murió uno. Faltan menos.

¿¿¿MI JUNGKOOK DÓNDE ESTÁ????
¿ALGUIEN PUEDE PENSAR EN MI BIAS POR FAVOR?

Ya estamos en la recta final de la historia. No la quise hacer muy larga porque la verdad iba a ser todo parte del mismo libro pero me gustó la idea de Sweet Lies y Sweet Thruths🙈

Por cierto por votación unánime el nombre de la biología será: Sweet lies, thruths and sweet love.🥰 Gracias por ayudarme

Aprovecho para invitarlas al grupo de WhatsApp para quienes siguen de cerca esta historia. Les estaré mandando ahí el link cuando haya actualizado para que no se lo pierdan. ¿Y por qué no? Platicar, conocernos y chismear acerca de los chicos.🥰

Ese es el Qr del grupo:

Y este es el link: https://chat.whatsapp.com/DLMKFQHhxRw6vO9QnxC8qY