El día del intercambio había llegado y con ello también la confesión de Jungkook.

La mañana fue un poco ruidosa, muchas parejas andaban de arriba para abajo por toda la universidad. Por parte de Jungkook, se encontraba sentado en la biblioteca, terminando de leer un libro que llevaba más de una semana que lo empezó a leer.

Aunque, a decir verdad, no está muy concentrado que digamos en su mente solo estaba Taehyung y que todavía no se lo cruzaba por los pasillos como otras veces.

Salió de sus pensamientos cuando alguien tocó su hombro y se quedó quieto, pero a los segundos reaccionó y volteó a ver a la persona que tocó su hombro.

"Hola, uh... alguien te está esperando allá fuera, me pidió de favor que si podía decirte que si podías salir un momento". Era un compañero con el que compartían unas tres clases.

El alfa suspiro de alivio. 

Alivio porque no era su mejor amigo quien vino a preguntar en persona si ya se había confesado y saber que no era Taehyung.

Todavía no estaba listo para confesar sus sentimientos y ser rechazado.

Aunque, sabía que no tenía que ser tan negativo, pero con la huida de Taehyung de hace dos días para Jeon eso era ya el rechazo.

"Claro, gracias por avisarme". Dicho eso, se apresuró a guardar todas sus pertenencias y salir de la biblioteca.

Mientras se dirigía hacia la salida, se planteó la necesidad de confesar sus sentimientos sin tener nervios y, de esta manera, confundir las palabras que él siempre deseaba expresarle al pequeño omega.

Una vez estuvo afuera, se topó con Jimin, el mejor amigo de Taehyung.

Este se acercó a él y le regaló una pequeña sonrisa, la cual le ha correspondido. 

"Hola, perdón por sacarte de la biblioteca de la nada". Se disculpó. "Pero en serio tengo que darte esto, o si no, mi pequeño amigo se me infarta".  Le extendió una pequeña bolsa de celofán y adentro de la bolsa traía unas galletas.

Las cuales Jungkook aceptó con una sonrisa.

"Uh... Gracias por dármelas". Su sonrisa era un poco de tristeza y de felicidad.

"No te pongas triste, él quería dártelas, pero lastimosamente se enfermó ayer en la noche". Empezó a hablar Jimin. "Sé que te preocupa sobre aquel pequeño beso que le diste en la mejilla. Ese niño lo define los nervios. Siempre que lo ponen algo tímido o nervioso sale huyendo, es algo que él no sabe controlar". Explicó.

"Lo entiendo, gracias por decirme". Jimin asintió.

"Si quieres ir a su casa, hablar con él, puedes hacerlo, sé que te aceptará con gusto". Jimin sacó un papelito de su mochila y se lo tendió al alfa. "Solo que ocupa cubrebocas cuando entres a su habitación, o te sacará a patadas". Le informó.

Jungkook le dio una mirada al papel que el omega le dio y vio que era una dirección, por lo cual es supuso que era la dirección de la casa de Kim.

"Y suerte con tu primer amor". Le deseo suerte para después irse hacia otra dirección y dejando solo a Jungkook. 

El alfa, una vez se quedó solo, se puso a pensar qué pasaría si va a la casa del menor y habla con él sobre sus sentimientos.

Tal vez se sentiría menos nervioso, ya que solo estarían ellos dos solos y no estarían terceros escuchando su conversación.

Sacó su teléfono y se dispuso a llamar a su mejor amigo para que le diga qué hacer en esos momentos.

Tal vez esa era su única oportunidad para confesar sus sentimientos.