Capítulo 54

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Quien teme al Señor aborrece lo malo; yo aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el lenguaje perverso.

Proverbios 8:13


Miracle

Hacia un clima agradable. Entrado la primavera podías sentir la esferas diminutas de polen volar por los aires, la suave brisa mecía las copas de los árboles en una sutil danza pacífica y el ambiente alrededor se sentía refrescante y sereno.

Pienso en ello mientras termino de regar la flor de amapola frente a mí. Admiro su belleza cautivante, allí pequeñita, en su jarrón hecho de arcilla. Era alucinante pensar que una simple flor podía enmarcar la más hermosa escena. La conexión que poseo con la naturaleza podía ser ventajosa en momentos como este, para mí era sencillo percibir el estado de alguna flor o planta con solo tocarla, desde su esencia conseguía enviar ondas invisibles las cuales yo podía interpretar fácilmente en mi cerebro, nos comunicábamos. Gracias a esa conexión pudimos neutralizar a varios demonios que osaron poner un pie cerca del templo, la naturaleza me advertía lo que estaba a punto de suceder y yo me encargaba de traspasárselo a Idol que hacia el resto del trabajo. La situación era tensa, tanto en el Reino Celestial como en el Inframundo.

Los pocos enemigos que habíamos capturado vivos nos proporcionaban información acerca de los planes macabros de Olivier. En definitiva se había adueñado del imperio de Belphegor y ahora el ejército de Druidas le obedecía a él, pero a pesar de eso estaban acorralados. Por lo que sabemos hasta ahora no podían abandonar su legión, si ponía un solo pie en el exterior lo esperaría un centenar de comandantes elite enviados directo del infierno, todos listos para despellejar su carne y hacerlo pasar por el peor de los castigos por ser un traidor a su propia especie.

Nuestra posición en esta batalla era incierta, debíamos seguir las órdenes dictadas por la ACC; custodiar al Filius y evitar cualquier enfrentamiento con los demonios si no era necesario. Al parecer la máxima corte del Reino Celestial comenzaba hartarse de no obtener resultados favorables, se les agotaba el tiempo. Por otra parte, había un pequeño detalle que ellos no tenían ni idea que existía: Light. Desde que éramos conscientes que el plan de Olivier no era solo capturar y matar a los Filius Tenebrae y así dominar el Inframundo, sino que también quería culminar lo que no pudo hacer pasados varios siglos atrás estábamos más alerta que nunca. Auri se había mudado de manera indefinida al templo y gracias al magnífico conocimiento del maestro Kawaguchi se había reforzado la barrera protectora que rodeaba todo el templo. Ni un solo mosquito maldito podía atravesarla.

Los días volvían a transcurrir con normalidad y lo que antes parecía ser un final inminente para nuestra especie ahora podíamos apreciar una luz de esperanza al final del túnel.

Dejo la regadera a un costado y le rezo un corto agradecimiento a la flor de amapola que ha nacido el día de hoy. Es una bendición tener el privilegio de apreciar como una vida nace en medio de este mundo cambiante. Su belleza tal vez dure solo lo que resta de la primavera y después posiblemente muera, pero su recuerdo será ameno y confortable. Aquella flor de amapola que alegro nuestros días con su simple hermosura.

Camino por los pasillos del templo sintiendo una paz infinita, aunque por dentro sé muy bien que en cualquier momento todo podría derrumbarse, especialmente en mi caso. Pero a pesar de ese asunto personal que nadie conocía me encantaba la calma que transmitía este lugar, su tradicional decoración y los peregrinos devotos que vienen a rezar o a pedir por su salud y familiares. Debo admitir que extraño el Reino Celestial, sobre todo, extraño hablar con el Amo. No sé cuánto tiempo más me quede antes que el árbol de la vida eche sus frutos en mí, pero me gustaría poder verlo una última vez y sentir su increíble esencia impregnar mi alma.

Mis pasos no tiene dirección alguna, solo camino dejándome llevar por mis largos pensamientos. En el trayecto, varios monjes se detiene a saludarme o simplemente inclinan sus cuerpos hacia delante en un gesto de respeto hacia lo que represento. A pesar que ya puedo distinguir sus rostros debido al tiempo que ha transcurrido desde mi llegada siendo una invitada en este templo los monjes me siguen mirando como si no pudiesen creer que un ser celestial se encuentre frente a ellos. No lo dicen en voz alta a causa de su inmenso respeto hacia mí, pero sé lo que piensan, se preguntan cuánto más estaremos habitando su sagrado hogar. El hecho de que aún continuemos aquí y no en el reino significa que aún persisten los problemas y eso a ellos parece preocuparles.

—Esta carta debe llegar cuanto antes a su destino. No quiero contratiempo ¿Oíste?

Me proponía seguir con mi pequeño paseo cuando la voz irritada de Star llega a mis oídos. Sin saber que sucedía me aproxime hasta la esquina contraria que da a la siguiente área del templo, procurando ser lo más silenciosa posible. A pocos metros puedo apreciar la figura delgada de Star hablando con un hombre cubierto de pies a cabeza con un traje de satín blanco, su rostro también lo esconde una máscara blanca con el diseño de una cruz en ella. ¿Un Ángel Mensajero? ¿Qué hace uno aquí sin antes haber anunciado su llegada? Esto es muy extraño.

—Sé cuál es mi trabajo, señorita. No necesita repartírmelo una y otra vez —le responde en un tono grueso el ángel de aspecto misterioso.

—Pues eso espero. De esa carta depende mi asenso en el Reino Celestial —le explica Star de espaldas a mi secreta posición. Agudizo mi audición para no perderme ni un solo detalle de su plática —Una vez el destinatario tenga esto en sus manos dile que estaré esperando sus instrucciones en la brevedad posible. Dile que si necesita más valiosa información de mi parte estaré encantada de facilitárselo.

El ángel mensajero toma la carta de Star de sus manos antes de dar un paso atrás y extender sus enormes alas en su totalidad.

—Entendido, señorita —asiente sutilmente —Ahora me retirare. Le deseo buena tarde.

Y de un fuerte impulso su cuerpo desaparece como un rayo en el cielo. Jadeo asombrada por la increíble velocidad que suele caracterizar a los Ángeles Mensajeros, tan rápidos que ni con la tecnología más avanzada serias capaz de captar alguna imagen de ellos. Bajo la mirada y me percato que Star tiene intenciones de retomar su camino como si nada hubiese sucedido. Lástima que deba interrumpir su ánimo.

Cuando estaba a punto de cruzar la misma esquina en la cual me encuentro escondida decido no hacerme de la vista gorda y la intercepto rápidamente causándole un susto de muerte.

—Dios mío, Miracle ¡Casi me da un infarto! —exclama sosteniéndose el pecho — ¿Qué haces ahí escondida? ¿Es que acaso no tienes nada mejor que hacer?

— ¿Qué hacías hablando con un ángel mensajero? —lanzo la pregunta de una vez sin miramientos. Ella me lanza una mirada fulminante de arriba abajo con una expresión de molestia en su semblante.

— ¿Estabas escuchando nuestra conversación a escondidas? Eso es muy descortés de tu parte, aunque viniendo de un ángel sin lealtad como tú no me sorprende.

—Responde la pregunta, Star —no permito que sus comentarios hirientes desenfoquen mi objetivo. Me cruzo de brazos dándole entender que no pienso ceder tan fácilmente a sus excusas, no después de lo que oí.

— ¿Y si no quiero? ¿Vas a obligarme con tu poder florar o esta vez iras más lejos e incendiaras todo mi cuerpo hasta que te diga lo que quieres saber? —sonríe con malicia al mismo tiempo que alza su abultado pecho luciendo más intimidante. Star es alta y claramente muy hermosa, pero su belleza física es algo que no le tengo cuidado, para mi ella está escondiendo algo y debo descubrir qué es.

—No necesito llegar a esos extremos para entender que algo tramas.

—Eres muy sabia —ríe con sonoridad —Si tanto te interesa saber que hacia un ángel mensajero aquí entonces te lo diré.

Eso me agarra desprevenida. Juraría que se haría la dura y no me diría absolutamente nada dejándome con la duda. Que Star haya decido cooperar es un aspecto de ella que me sorprende, y mucho.

—Soy toda oídos —digo animándole a continuar.

Se toma su debido tiempo antes de hablar con visible aburrimiento en su mirada.

—Lo llame para hacerle entrega de un reporte —responde a secas —Por si aún no lo has notado, Idol y yo desempañamos una misión de suma importancia aquí en la tierra dirigida por la exclusiva ACC. Cada cierto tiempo debemos enviar un reporte del estatus de nuestra misión al reino. A diferencia de ti, nosotros si tenemos un trabajo que cumplir.

De acuerdo. Eso tiene mucho sentido, pero mi sexto sentido me hizo pensar que algo malo traía entre manos. Tal vez me esté volviendo un poco paranoica con todo el asunto que adsorbe últimamente nuestras alocadas vidas. Quizás deba relajarme un poco y por una vez en la vida confiar en ella. Dejo caer mis brazos a los costados y asiento con mi cabeza creyendo en su palabra. Pero cuando me proponía aceptar su historia una señal de alerta me hace recordar que ella jamás da los reportes acerca de su misión, eso es tarea de Idol.

Vuelvo a mi posición firme dando un paso hacia delante.

—Qué raro que lo menciones porque que yo recuerde Idol siempre ha sido el encargado de enviar los reportes. Por obvias razones.

El motivo principal por la cual solo él tiene la potestad de reportar el estatus de nuestra estadía aquí en la tierra es única y solamente por Light. Nadie en el reino, a parte del capitán Visión, Bolton y la Superior Leenan, conoce con exactitud cuál es el papel que desempeña la pequeña como ángel guardián en la tierra. La ACC no lo sabe porque así mismo el Amo lo pidió. Si llegaran a descubrir que Light ha actuado a sus espaldas causaría una catástrofe que nadie podría evitar y la vida de la pequeña correría peligro.

—Esta vez quise ser yo quien diera el reporte —responde algo nerviosa. Eso no hace más que encender mi curiosidad.

— ¿Qué decía la carta, Star?

No responde enseguida, en cambio se encoje de hombros restándole importancia al asunto. Eso me hace molestar.

—No tengo porque decirte. Al fin y al cabo tú no eres a quien debo rendirle cuentas —dice retomando su andar con tranquilidad, me pasa por un lado chocando su hombro contra el mío al propósito —Yo te aconsejaría que no metas tus narices en donde no te han llamado. Ya todos sabemos cómo suele terminar eso.

Y sin agregar algo más desaparece de mi vista dejándome con un mar de preguntas sin respuestas en mi cabeza. ¿Qué trama esa rubia?

¨¨¨¨¨¨

— ¿Qué haces allí tan solita? —digo al encontrarla a tan altas horas de la noche sola y sin compañía.

—Solo quise tomar aire y pensar un poco, es todo.

— ¿Quieres que te acompañe?

— ¡Claro! —me invita a ir con ella —Ven.

Tomo asiento a su lado apreciando la luna llena que adorna el cielo estrellado. Es una asombrosa imagen, tan bella como el alba al despertar. Light suspira y enseguida puedo notar una expresión cabizbaja en sus facciones, algo le preocupa.

— ¿Estás bien, mi niña? —pregunto haciendo que su mirada se fije en la mía.

—Eso creo. Realmente no lo sé —endereza su espalda y sus hombros tensos parecieran cargar con todo el peso del mundo. También luce muy cansada. Su estado actual enciende todas las alarmas en mi interior.

—Sabes que puedes decirme todo lo que necesites desahogar de tu alma, mi niña. Estoy aquí para ti.

Me regala una sonrisa tierna que no llega a sus ojos. Eso me estruja el corazón.

—Lo sé y agradezco tenerme en mi vida. Eres lo más cercana a una mamá que tengo el placer de tener —la curva de mis labios se elevan al escuchar la linda forma en la que me ha llamado: Su mamá.

—Y yo me siento bendecía de que me veas de esa forma, es todo un honor.

Ambas nos sonreímos con sinceridad pero el gesto en sus labios se desdibuja al recordar la razón principal de su ánimo decaído.

—Cuando me encontraste en aquel cementerio ¿Cómo era la escena? ¿Era tan espantosa como me lo he imaginado o fui lo suficientemente cortes como para apilar sus cuerpos y quemarlos borrando todo rastro de aquella tribu?

Su pregunta me toma con la guardia baja, no esperaba que quisiera platicar de ese tema en específico. Busco en mis memorias y simplemente no puedo describir en palabras la horrible escena que fueron testigos mis ojos después de ver lo que un ángel consumido por el dolor es capaz de hacer. Fue terrible. Jamás quiero volver apreciar algo así en mi vida.

—No tortures tu cabeza con esos recuerdos, mi niña. No fue tu culpa.

—Sé lo que piensan Idol y tú, que no fue mi culpa y lo demás, pero en parte si lo fue —habla rápidamente —Yo me deje caer al borde del abismo por mis sentimientos, deje que la naturaleza actuara en mi contra y me convirtiera en un ángel vengador. Alguien que no soy —ríe sin gracia —Y lo peor es que no puedo recordar sus caras, sus últimas palabras. No puedo recordar nada.

—Tal vez eso sea lo mejor —intento mediar aligerando sus penas.

—Tal vez.

Nos sumergimos en un denso silencio que deja paso a la tristeza y al arrepentimiento. Pienso en algo que le haga subir el ánimo, pero nada se me viene a la cabeza. Este es un tema que será difícil superar.

— ¿Le contaste a Auri lo sucedido en Angkor? —dejo salir la pregunta a lo que ella asiente afirmativamente.

—Sí, la poca información que pude recolectar gracias a ustedes. Le dije que no podía recordar nada y eso me destruía por dentro —inesperadamente una sonrisa ladeada comienza a florecer en sus labios. Por el brillo en sus ojos puedo concluir que se debe algún bonito recuerdo que ha llegado a su mente —Él fue muy considerado conmigo. Me abrazo fuertemente y me dijo que lo dejara pasar. Que lo más sano para mí era no pensar en ello y seguir siendo la misma Light de siempre. Dijo: «Si no lo puedes recordar entonces simplemente no paso»

—Pues eso es un pensamiento muy maduro de su parte —digo sorprendida de la manera tan calmada en la que su protegido se tomó la noticia. Eso habla muy bien de él.

—Intente seguir su consejo, hacer como si nada hubiese sucedido. Pero esta mañana, cuando salí hacer mi ronda y buscar algunas pertenencias de Auri en su casa, al entrar me encontré con su mamá en la sala de estar, ella estaba viendo una noticia que me dejo paralizada —su cuerpo se estremece y el brillo que antes cubría su mirada se ha tornado opaco —Era un noticia de último momento donde narraban que algunos oficiales habían descubierto varios cadáveres brutalmente mutilados, destripados y quemados en una provincia de Camboya. Los periodistas lo titulaban «La masacre de Angkor». Supuestamente, algunos investigadores concluyeron que se trató de un ritual satánico de la secta Chandrama ka Punarjanm, donde los mismos lugareños ofrendan sus vidas al rey de la tinieblas a cambio de elevar sus almas a un nuevo imperio donde abunda la comida, riqueza e infinita estabilidad. Al oír semejante estupidez quise por un segundo destruir el televisor y a todos los que habían esparcido tan falso rumor. ¡¿Un ritual satánico?! ¡¿Una secta?! ¡¿De dónde concluyen tal idiotez?!

Guardo silencio asimilando todo la información. Ciertamente entiendo su enojo, es claro que los humanos prefirieron echarle la culpa a una tribu construida en el viejo imperio Jemer que simplemente hacer su trabajo de investigación y hallar al verdadero culpable. Aunque en estas circunstancias me alivia saber que dieron por terminado el caso y no siguieron indagando más en el asunto, eso los podría haber llevado a nosotros, a Light.

Miro en su dirección y puedo observar como todo su rostro se contrae en una mueca lastimosa. Sufre por dentro, sufre por no saber lo que realmente sucedió aquel día, sufre por creer que ella causo todas esas muertes pero no recuerda cómo. Sostengo su mano dándole un sutil apretón haciendo que sus pensamientos vuelvan al presente y no siga torturando más su cabeza.

—Lo que no recuerdas no puede hacerte daño ¿Lo entiendes? —asiente mirándome muy atentamente —El simple hecho que aún estés con nosotros ya es una bendición. Que hayas podido erradicar una amenaza del tal nivel como Morax es una victoria para nuestra especie. Concéntrate en las cosas buenas que pudiste lograr. ¡Tú sola! Gracias a ti Auri puede gozar de una vida plena y el alma de su amigo ya puede descansar en paz. Gracias a ti todos regresamos sanos y a salvo a casa. Todo gracias a ti.

Mis palabras comienzan hacer el efecto deseado en ella provocando que toda preocupación desaparezca de su semblante y vuelva a sonreír con gratitud.

—Tienes razón. Gracias Miracle, siempre sabes que decir —se avalancha contra mi envolviendo nuestros cuerpos en un abrazo consolador que no esperaba recibir a cambio. Salgo de mi asombro para devolverle el tierno gesto. Se separa solo un poco para luego dejar caer su cabeza en mis piernas al mismo tiempo que abraza mis rodillas, con cariño acaricio su cabello volviendo mi atención al cielo estrellado sobre nosotras. Qué lindo es estar así.

—Todo va estar bien, mi niña. Ya verás —susurro en su oído al sentir como su respiración se torna más pausada. Se ha dormido.


 ¨¨¨¨¨¨

Pasados los días todo retorna a la normalidad. La vida en el templo era monótona y podría decirse algo lenta, pero era claro que habitar en un lugar donde la paz y la calma eran los protagonistas día y noche no habrían cosas interesantes por hacer.

Excepto entrenar.

En las últimas dos semanas Auri ha estado entrenando bajo mi tutela con arduo y extenuante trabajo. Debo admitir que desde su comienzo hasta este momento he notado una evidente mejoría en su manejo del poder elemental que posee. Es más asertivo, más potente y eficaz. Se ha convertido en un excelente espadachín y cada movimiento que realiza con la katana es limpio y de sumo poder, estoy complacida con su evolución.

Lastimosamente es el único alumno que aún me queda. Después de la manera tan abrupta en la que la señora Mikoshiba nos corrió de su casa —Nos sacó a patadas mejor dicho—, tomo la decisión de retirar a sus dos hijos del programa de rehabilitación Nephilim que el templo ofrece a los jóvenes inexpertos para una clara mejoría y control de su esencia sobrenatural ante la sociedad. Su manera de actuar era válida, ella deseaba mantener lo más alejado posible a Takashi y a Henai de temas que tuvieran que ver con demonios, ángeles y demás especies. Era una madre que se preocupaba por la seguridad de sus hijos y eso era más que aceptable. Pero por una parte me ponía nerviosa pensar que no seguirían con el programa, dadas la circunstancias, no era muy buena idea que dos Nephilim inexpertos danzasen por las calles sin haber dominado su poder elemental a la perfección, tanto Takashi como Henai aún les faltaba mucho por alcanzar su ideal como seres híbridos que son. Era preocupante.

—No pierdas de vista tu objetivo —le ordeno con voz firme —Siente el poder correr por tus venas, aduéñate de la sensación que te proporciona la naturaleza a tu alrededor. Hazla tuya.

Observo como Auri afianza sus pies sobre la tierra adoptando una posición de ataque, desde las palmas de sus manos se comienzan a visualizar las ondas de energía brotar de ellas, son como pequeños rayos cargados con suma energía la cual puede detener tu corazón con un solo toque de sus dedos. Su vista se encuentra fija en el muñeco hecho de paja que usábamos para practicar en nuestras sesiones de entrenamiento. Está fijado a tres metros de distancia de él esperando ser el blanco del poder que en este momento Auri ha invocado.

—Cárgate de energía. Aumenta su magnitud en tus manos —le guio y el obedece sin decir nada. Gruñe y observo la energía del rayo aumentar su poder, ahora las ondas eléctricas son mucho más brillantes, tanto que debo dar dos pasos hacia atrás para evitar agobiarme con su esencia —Cuando te de la señal vas a descargar toda tu energía en dirección al muñeco frente a ti. Dirige tu poder en un solo carril, no pierdas el control en ningún momento o muchas personas inocentes podrían salir perjudicadas. ¿Entendiste?

Auri asiente sin aparta la vista de su objetivo, aprieta la mandíbula al momento que consume toda la energía del ambiente a través de las palmas de sus pies fijos en la grama. Noto como todos los vellos de su cuerpo se erizan debido al alto voltaje que genera en este instante desde su interior. Impresionante. Usualmente solemos entrenar a las afueras del jardín botánico a unos cuantos metros del bosque que rodea el templo, tome la decisión de hacerlo aquí y no en el dojo principal porque quiero evitar causar algún accidente o destrozos dentro del sagrado templo. En este lugar contamos con más espacio para entrenar y lo mejor es que muy pocos monjes transitan cerca de esta zona, los pocos que puedes encontrar caminado por aquí son jardineros o simplemente monjes que les gusta meditar al aire libre. Este el sitio perfecto para que Auri practique su puntería y control al momento de atacar a un oponente en específico con su poder.

—Espera. Espera... —aguardo el momento oportuno para dar la señal. Me cercioro que no haya nadie cerca y así empezar la función — ¡Ahora!

— ¡AHHHH!

Escucho el grito desgarrador que emite la garganta de Auri seguidamente por un rayo implacable cargado con electricidad elemental volar dirigido hacia el muñeco hecho de paja. El poder que brota es tan alucinante que todo mi cuerpo vibra al son de la energía pulsante de su ataque. Auri extiende sus brazos en su totalidad hacia delante enviando toda su energía al objetivo que queda hecho trazas al ser receptor de tal destructivo poder. Toda su estructura hecha de paja vuela por los aires dejando únicamente el tronco de madera que la mantenía fijo a la tierra. No ha quedado nada de él.

Auri detiene su extraordinario movimiento de ataque dejándose caer de rodillas al suelo. Respira con agitación y su frente brilla debido al sudor correr en él. Me acerco a su posición siendo cuidadosa de no tocarlo en este momento, la electricidad aún corre dentro de él, lo último que deseo es recibir un electrochoque por su parte. No gracias.

— ¿Te encuentras bien? —pregunto a pocos pasos de distancia.

Lo observo tomar aire y asentir en un leve movimiento de cabeza. Se coloca nuevamente de pie mirando en dirección hacia donde yacen los restos del muñeco que antes existía frente a nosotros, ahora todo se ha reducido a cenizas.

—Jamás había podido dominar tanta carga eléctrica en mis manos, fue... increíble —sonríe esta vez con un semblante entusiasmado en su rostro — ¿Qué tal lo hice?

—Pues teniendo en cuenta que volaste en pedazos el blanco y conseguiste controlar muy bien su magnitud puedo decir que realmente estoy impresionada. Tu poder ha evolucionado muy a tu favor. Felicidades, Auri.

—Gracias —agradece muy complacido por mis halagos.

—Tomemos un descanso de cinco minutos.

Asiente y ambos nos aproximamos a una banca de manera que se encuentra cerca de nosotros. Tomamos asiento dejándonos envolver por el hermoso paisaje alrededor, Auri toma agua hidratándose por todo el arduo entrenamiento de hoy. Aprecio el clima alrededor, jamás me voy a cansar de apreciar la belleza que expresa la naturaleza, es magnífica.

— ¿Cuánto tiempo más crees que me tomara dominar a la perfección mi poder? —su pregunta me devuelve al presente. Arrugo el ceño confundida por ese cambio de tema tan repentino.

—Si no te conociera creería que estas ansioso por deshacerte de mí —digo más como una broma que como otra cosa. Logro hacerlo sonreír pero el gesto dura muy poco para mi gusto.

—No es eso. Es solo que me siento inútil cada vez que un nuevo enemigo decide atacarnos y yo no puedo hacer más que aguardar escondido en algún lugar esperando que ustedes hagan todo el trabajo por mí —se sincera con la vista fija en el suelo —Quiero ayudar. Quiero pelear. Quiero ser quien esta vez salve a Light de algún problema y no al revés. Quiero sentirme útil.

Asimilo su más profundo deseo de querer aportar más al grupo. Definitivamente no dejo de sorprenderme cuando se trata de Nitori Auri, pensar que un chico de apenas dieciocho años prefiere dejar atrás su vida ordinario como estudiante y centrarse únicamente en hacerse fuerte y pelear contra demonios en vez de enfocar su atención en la futura carrera universitaria que debe elegir es muy contradictorio. Me abstengo de confesar mi verdadera opinión al respecto de su vida, lo mejor es no echar sal a la herida y seguir como si nada malo le fuese a suceder.

—Entiendo perfectamente que quieras pelear tus propias batallas, pero debido a como se ha desarrollado toda esta complicada situación con respecto a tu marca de maldición lo mejor es que no te entrometas y dejes que los expertos se encarguen. En todo caso lo hacemos por tu bien. Únicamente eso.

—Lo sé y estoy muy agradecido por todas las veces que me han salvado la vida. Tanto Light, como tú y los otros ángeles han sido de mucha ayuda, es solo que me gustaría poder hacer más —suspira y su aura se torna cabizbaja.

Al parecer me he convertido en un imán de personas deprimidas que buscan de mi sabio consejo. Es un extenuante trabajo tener que subirles el ánimo, pero amo ver el resultado final.

—Hagamos un trato —tomo la iniciativa sonriendo con entusiasmo por la genial idea que me acaba de llegar a la cabeza —Tu sigue entrenando todos los días y volviéndote más y más fuerte. Déjanos a nosotros los peces más débiles y pequeños y te prometo que cuando alcances todo tú potencial te dejáramos pelear contra el enemigo que tú quieras, no intervendremos. Será solo tuyo. ¿Qué opinas?

— ¿Es en serio? —un brillo de ilusión cruza por sus ojos devolviéndole el ánimo al instante — ¿Quién yo quiera?

—Quien tú quieras.

—Wow —sonríe de oreja a oreja como un gato feliz —Entonces elijo a Lady Abrahel, quiero matar a esa desgraciada con mis propias manos.

Guardo silencio al notar la fuerte decisión detrás de sus palabras. En definitiva no esperaba que la eligiera precisamente a ella, creí que querría enfrentarse a la chica que los traiciono en aquel bosque; San. Pelear contra alguien de tu misma especie puede ser ventajoso al momento de un enfrentamiento, se conocen a la perfección y gracias a ello podrías idear un plan de ataque efectivo para esquivar su habilidad de trasmitir dolor a sus oponente con solo fijar su mirada en ellos. En cambio, batallar contra un cambia formas es un lio del cual nadie quiere meter sus manos, son hábiles y engañosos, perfectos maestros del disfraz. Lady Abrahel es capaz de transformar los huesos de su anatomía a su antojo y gusto, volviéndola un enemigo bastante difícil de enfrentar. Ahora empiezo arrepentirme de hacer aquel trato, solo me queda cruzar mis dedos y rogar para que nunca se encuentre cara a cara con la chica demoniaca.

— ¡Al fin te encuentro!

Una voz conocida irrumpe nuestra plática dejándola en el pasado. Miro sobre mi hombro al cuerpo de Star que se acerca con rapidez hacia nuestra posición. Frunzo el ceño al notarla tan agitada, pero intenta disimular su estado con una sonrisa que no hace más que aumentar mis dudas. Es extraña.

— ¿Qué se te ofrece Star? —digo colocándome de pie frente a ella.

—En realidad vengo por Auri.

— ¿Yo? —Auri frunce el ceño también colocándose de pie a mi lado — ¿Me buscas a mí?

—Necesito mostrarte algo que te puede llegar a interesar. Algo sobre tus verdaderos padres —eso nos toma por sorpresa a ambos. Generalmente no es común que Star tome la iniciativa de hablar cordialmente con Auri, mucho menos querer pasar tiempo con él.

—Mis verdaderos padres... ¿En serio? —igual que yo, Auri tiene sus dudas al respecto si confiar o no en la extraña actitud que está teniendo el día de hoy Star, luce más amable de lo normal, aunque realmente ella nunca es amable.

—Sí, así que ven. Vamos rápido.

Auri se queda en su lugar sin saber que hacer ahora mismo, me lanza una mirada furtiva como pidiéndome permiso, la intercepto rápidamente. Le regalo una sonrisa calmada para que pueda estar más tranquilo.

—Ve, no hay problema. Igual iba a decirte que diéramos por terminado el entrenamiento de hoy, puedes estar tranquilo.

—Gracias, Miracle —se despiden de mí y ambos individuos se pierden en el interior de templo dejándome a solas.

Doy un rápido vistazo alrededor dejándome llenar una vez más por la espectacular esencia de la naturaleza. Hoy hace un día muy lindo, el sol brilla sin sentirse muy intenso y la brisa de primavera mece las copas de los árboles en un vals rítmico. Amo presenciar como las plantas han florecido en su totalidad decorando con vivas flores el ambiente alrededor. Es magnífico.

Comienzo a recoger todos los materiales de entrenamiento que solemos utilizar en nuestras horas de práctica mientras tarareo una canción. Estaba tan centrada en mi tarea que apenas soy consciente cuando la presencia de la persona más linda y maravillosa que conozco llega hasta mí.

—Hola, Miracle —sonrió al sentir su increíble esencia. Casi huele como a cerezas frescas. Giro sobe mi eje para darle la bienvenida a Light quien luce de muy buen humor el día de hoy, nada que ver con la chica angustiada de la otra noche.

—Hola, mi niña —le saludo de igual manera — ¿Qué tal estas?

Desde nuestra última conversación no he dejado de estar al tanto de su estado anímico, es difícil poder superar las repercusiones de sus actos cuando estuvo bajo el control de la naturaleza y mucho menos si los sucesos han salido a la luz pública en todas partes volviéndola una noticia de carácter mundial. Creí que nunca lo superaría y que se dejaría consumir por la agonía y arrepentimiento volviéndola un ser deprimente, pero verla así de contenta muy alivia un poco. Ha vuelto hacer la misma de antes

—Muy bien la verdad. Acabo de salir de una sesión de meditación con el sensei Kumimaro que ha elevado todas mis energías espirítales ¿No es genial esa técnica? Me siento tan libre y curada —gira como un hada en el bosque. No puedo evitar reír un poco, es una ternura.

—Me alegro mucho por ti, mi niña.

—Gracias —da un vistazo alrededor como si estuviese buscando algo, o mejor dicho, alguien — ¿Auri no estaba entrenando contigo?

Dejo los bastones de manera para practicar esgrima a un lado sacudiendo el polvo de mis manos para centrar toda mi atención en ella en este momento.

—Auri se ha ido con Star. Al parecer ella tenía algo importante que mostrarle, algo sobre sus verdaderos padres. No sé —digo haciendo memoria de los últimos minutos que han transcurridos.

Light arruga el entrecejo convirtiendo su cara en una mueca confusa.

— ¿Con Star? ¿Desde cuándo a Star le interesa saber sobre la vida de mi protegido? ¡Ella detesta hablar con cualquier humano!

—Eso mismo pensé yo. Últimamente no dejo de cuestionarme todas sus acciones.

— ¿Qué quieres decir? —da un paso a mi dirección con un brillo de interés iluminar sus pupilas. Suspiro sacudiendo mi cabeza sin poder creer lo que estoy a punto de confesarle.

—Hace algunos días descubrí a Star hablando con un ángel mensajero. Susurraban y el ángel parecía muy tenso. Me pareció muy sospechoso así que la enfrente, le pregunte que hacia él aquí y ella me dijo que estaba enviando su reporte de misión al Reino Celestial cosa de la cual se encarga Idol. Realmente nunca supe que decía esa carta ni a quién iba dirigida pero mi sexto sentido me hacía pensar que algo tramaba.

— ¿Algo malo? —ahora su expresión se ha torna nerviosa y preocupada. Caigo en cuenta que la he alterado con mis locas suposiciones sin validez alguna. Extiendo mi mano hacia ella para poder acariciar su hombro y alejar cualquier pensamiento negativo de su cabecita.

—No, mi niña —le ladeo una sonrisa maternal —No me agrada la manera de ver la vida de Star, pero estoy confiada que ella jamás actuaria de mala manera. Ama mucho su estatus en el Reino Celestial, nunca permitirá que algo así manchara su historial como ángel. Así que tranquila, solo son tontas ideas sin pruebas que se me vienen a la cabeza, es todo. Olvida que mencione algo al respecto.

Ella asiente no del todo convencida. Posiblemente ahora su estado elevado se ha visto interrumpido por mi pesimista manera de ver las acciones de Star, a pesar que no tengo ninguna prueba certera en mis manos no puedo evitar preocuparme de más.

Observo fijamente a Light frente a mí y un recuerdo agridulce retorna a mi cabeza. Me tomo mi momento para pensar si es buena idea mencionarlo o no, posiblemente ella ni recuerde lo sucedido.

— ¿Cómo va tu relación con Auri? —decido empezar a indagar esperando encontrar la pieza faltante que me ayude a comprender como piensa. Ella no parece tener idea de mis verdaderas intenciones y responde la pregunta con naturalidad.

—Sinceramente ambos nos encontramos en un punto estático. Nuestra relación se ha ido volviendo cada vez más lenta, ya casi no podemos pasar tiempo a solas, debido a que Auri se ha mudado al templo y yo debo hacer rondas para vigilar el perímetro cada dos horas, es extenuante. Realmente no sé hacia donde nos dirigimos con esta nueva dinámica que ha adoptado nuestras vidas.

La escucho atentamente comprendiendo cada una de sus preocupaciones. Puedo notar cuanto cariño le ha agarrado a su protegido en los últimos meses, tanto así que su mente lo confunde con algo más, algo más profundo pero erróneo.

— ¿Lo amas? —suelto la pregunta que tanto he querido obtener una respuesta. Ella me mira como si no entendiese a que viene la pregunta, pero confía plenamente en mí como para sincerarse completamente sin sentirse juzgada por mí parte.

—Si, por supuesto —dejo salir un largo suspiro al escuchar esa respuesta. A pesar que los ángeles no podemos mentir no quiere decir que confundamos a veces el panorama de las cosas, creyéndolas cierta.

— ¿Y qué hay de Idol? ¿Qué sientes por él? Creí que lo amabas.

—Espera. Espera. Espera. Me confundes ¿A qué viene todo este extraño interrogatorio acerca de mi vida sentimental? —da un paso atrás sintiendo acorralada.

—Es solo que no entiendo que sucede realmente en tu corazón, mi niña. Te convences a ti misma que amas a un semi humano pero después veo como tu pulso se acelera cada vez que Idol está cerca, y lo que vi aquella vez... Yo...

—Alto —me detiene levantando su mano frente a mí como señal de paro —Lo que viste aquella vez, eso dijiste... ¿Qué viste?

Trago saliva al caer en cuenta que he metido la pata hasta el fondo. La sutileza nunca fue algo que me haya caracterizado, siempre digo lo que pienso y lo que creo correcto, por esa razón no puedo seguir reteniendo este secreto que he albergado en mi desde aquel fatídico día.

—Te diré le verdad porque sabes que detesto los secretos. Creo que mereces saber lo que sucedió realmente después de que tu voluntad retornara a tu cuerpo —digo y ella guarda silencio moviendo sus dedos con inquietud —Cuando derrotaste a Morax, todo su ejército de Druidas desapareció con él dejándonos a todos en un acertijo. Travis volvió de su posición y junto a Star decidimos buscarte, en el estado en el que te encontrabas en ese momento era muy peligroso dejar que causaras más destrozos —eso ultimo logra mover una fibra sensible en ella que provoca el regreso de los pensamientos ahogados que sentía desde aquella masacre —Star sugirió que lo mejor sería dividirnos y así aplacar más terreno, ella sobrevolaría toda la zona y Travis y yo recorreríamos por tierra, él por el Norte y yo por el Sur. Con eso en mente todos tomamos acción y comenzamos la búsqueda.

...Me tomo casi una hora dar con ustedes, pero lo conseguí. Me encontraba a varios metros de distancia del lugar cuando vi la terrible escena alrededor, no tengo palabras para describir lo que vi —niego sintiendo el pesar tensar mis hombros. Tanta sangre, tantos cuerpos mutilados, fue espantoso. Pero eso es algo que no pienso mencionárselo a la pequeña ahora mismo —Idol estaba intentando hacerte entrar en razón pero tú no cedías. Desde mi lejana posición no podía oír que decía, pero si puede ser testigo de su muestra de amor por ti. Quede en shock.

Sorprendentemente pude presenciar como Idol desnudaba su alma ante ella. Jamás creí verlo así, tan vulnerable. Desde mi interior sabía que Idol no solo la protegía por una simple orden de su padre biológico, había algo más que lo había mantenido unido a ella, no solo el sentimiento del deber. Idol nunca fue una persona afectiva, mucho menos anda diciendo sus verdaderos sentimientos al aire como si nada. Siempre fue frio y duro como una roca, su corazón estaba refugiado en una bóveda sin llave. Siempre lo creí así hasta que Light apareció en su vida. Algo dentro de él cambio y ahora su razón de ser no solo era serle fiel al Amo y a su especie, sino que también viva por ella, por esa niña que alcanzo su corazón.

Frente a mi Light procesa la información con expresión pasmada, parpadea varias veces para lograr salir de su estado asombrado. Mi mira con la boca ligeramente abierta sin poder creer lo que estoy contándole ahora mismo.

— ¿De qué muestra de amor hablas, Miracle? ¿Qué fue lo que hicimos?

Me tomo unos segundos antes de dejar salir a la luz su más evidente realidad. Su amor por Idol aún no ha muerto, sigue allí y no puede evitar caer ante él.

—Se besaron.

Digo y todo su mundo se detiene. Suspira con visible shock en su semblante, en su vida esperaba que le revelara algo así de grande, acabo de decirle que su más grande adoración de pequeña le ha besado y ella ni siquiera es capaz de recordarlo. Toda una injusticia.

—No puede ser... —lleva ambos a su cabeza dejándose caer fuertemente a la banca en la que anteriormente Auri y yo nos encontrábamos sentados — ¿Cómo es posible?

— ¿Realmente no puedes recordarlo? —tomo asiento a su lado mirando muy de cerca sus reacciones.

— ¡Por supuesto que no! Jamás olvidaría algo así. Con razón actuaba de manera tan extraña antes de regresar a casa —dice perdiendo su mirada hacia la nada —Esto... Esto lo cambia todo, Miracle ¡Todo! —exclama muy alterada. Yo frunzo el ceño sin entender a qué se refiere.

— ¿Qué quieres decir?

Suspira acostando su parte superior al reposa espaldas del banco de madera.

—Digo que si Idol me beso fue porque en el fondo siente algo por mí.

— ¿Y eso cómo te hace sentir?

—Confundida —se sincera para luego orientar todo su cuerpo hacia mi dirección — ¿Qué debo hacer ahora? ¿Qué pensara Auri de esto? ¿Debo decirle o no? ¡Miracle ayúdame por favor!

Su suplica no hace más que hacerme gracia, incluso desesperada luce muy tierna.

—No puedes tapar el sol con un dedo, mi niña.

— ¿Eso qué significa? —pregunta con el ceño hundido.

—Digo que no puedes negar lo que sientes aún por Idol y seguir como si nada con Auri. Debes ser sincera y explicarle tu conflicto interno. Tomate tu espacio para pensar mejor las cosas, dile que necesitas tiempo para meditar y tomar una decisión definitiva. Se lo debes a él, pero sobre todo a ti misma.

Observo como asiente siendo consciente que no hay nada más que pueda hacer para salvar la relación. Debe ser sincera.

—Tienes razón, debo hablar con él ahora mismo —se coloca de pie con determinación. La imito feliz de que por fin haya abierto los ojos — ¿Sabes dónde pueda estar?

Niego sin tener la más mínima idea de hacia dónde se fueron Auri y Star.

—No lo sé, mi niña. Pero si quieres te ayudo a buscarlos.

Mi invitación es aceptada por ella y ambas comenzamos a caminar hacia el interior del templo donde varios monjes ya se encuentran haciendo sus labores del día a día. Buscamos por toda el área principal y nada, también fuimos a la habitación improvisada en la que Auri se está alojando en su estadía aquí y tampoco pudimos dar con ellos.

Le preguntamos a un peregrino que paso cerca de nosotras y el muy amable chico nos dijo que hace unos minutos vio a dos personas dirigirse hacia el puente rojo que da directo a la salida del templo. Light le pregunto si podía enseñarnos el camino y el accedió con gentileza, juntos nos encaminamos hacia la entrada principal del templo donde bajamos las empinadas escaleras y seguimos caminando hasta dar con el comienzo del accesible puente rojo.

— ¡Ahí! —señala Light a lo lejos —Puedo ver a Auri junto Star, y... ¿Alguien más?

Miro en esa misma dirección y efectivamente Auri y Star conversan con una persona misteriosa. No puedo pasar por alto el hecho de que ambos se encuentran fuera del perímetro de la barrera invisible protectora que rodea al templo. Mi conexión con la naturaleza me advierte que algo no está bien, algo grave esta por suceder.

—Quédate atrás junto al joven monje. Yo iré a ver qué sucede —le pido dando el primer paso sobre el puente. Light me mira confundida por mi radical cambio de semblante.

— ¿Qué...? ¿Por qué...?

Y luego de eso sucede lo que tanto temía.

El grito estremecedor que emite Star activa todas mis alarmas internas. Giro como un rayo al momento que soy testigo de cómo el hombre encapuchado frente a ellos ha sacado una espada corta de forma de puñal y ha intentado atacar a sangre fría a Auri, pero en un acto de reflejo, Star se interponen en su camino siendo ella la mayor receptora de la filosa cuchilla en un costado de sus costillas saliendo por su espalda. El ataque fue tan feroz que logra también apuñalar a Auri en el proceso. El culpable desentierra su espada y seguidamente ambos individuos caen al suelo en un charco de sangre.

— ¡Auri! —escucho gritar a Light que pasa a mi lado corriendo como alma que lleva el diablo a salvaguardar a su protegido.

Despierto de mi asombro y corro junto a ella dejando atrás todo lo que anteriormente había sospechado que sucedería ¡Lo sabía! Nada bueno podía salir de una repentina muestra de amistad de Star hacia Auri, algo tramaba y yo lo sabía.

Corro hacia ellos y a lo lejos puedo ver como el desconocido presiente nuestras futura aparición, en un abrir y cerrar de ojos el hombre desaparece en el aire convirtiendo su cuerpo en polvo negro. No hace falta ser un experto para saber que era un demonio.

Al llegar, Light cae de rodillas al lado del cuerpo inmóvil de su protegido y los peores pensamientos abruman su cabeza en este instante. Acuna el rostro de Auri entre sus brazos y su estómago, las lágrimas brotan de sus ojos en una torrencial cascada sin control. Su semblante se torna pálido y el ambiente se vuelve tenso y pesado a su alrededor. Las nubes grises acercándose rápidamente a nuestra posición arruinando el lindo día que hacia hace horas es un claro indicativo de que está a punto de sucumbir ante sus sentimientos más inestables.

—No. Otra vez no —solloza. Un trueno retumba muy cerca — ¡No me abandones otra vez!

Un relámpago azota el cielo sobre nuestras cabezas y una fuerte brisa nos hace temblar de pies a cabeza. Se avecina el desastre.

Un movimiento gélido a pocos metros de distancia me hace baja la mirada hacia Star que ha conseguido ponerse de pie. Con ambas manos sostiene la gran herida de su pecho haciendo presión para que los chorros de sangre no continúen saliendo fuera de ella. Mi instinto me hace querer socorrerla y ayudarla, pero apenas doy un paso en su dirección me frena negando pesadamente con su cabeza.

—No te me acerques —dice en voz entrecortada. Da pasos de forma temblorosa dejando un camino de sangre detrás.

—Star... —susurro mirándola irse y desangrarse — ¿Qué hacían ustedes dos aquí? ¿Quién era ese hombre? ¿Por qué los ataco? ¡Contéstame! —grito dejándome consumir por la desesperación del momento — ¿Qué has hecho Star?

Ella sigue arrastrando sus pies a la salida del templo sin inmutarse a responder ninguna de mis preguntas. Sorpresivamente detiene sus pasos dando lentamente una media vuelta que la deja frente a mí. La herida de su pecho es muy fea y por la falta de color en su rostro puedo advertir que está a punto de desmayarse. Necesita atención médica ¡Urgente!

—Este no era el plan. Yo... —escupe sangre y todo en mí se siente morir —Yo no quería esto...

Sin esperármelo, saca a la luz su Staline en un último aliento invoca un portal que se traga complemente su cuerpo perdiéndolo en el espacio. El portal se cierra en un chasquido de dedos dejando solamente un charco de sangre en el suelo donde se encontraba de pie anteriormente y un vacío interno que no hayo como llenar.

Un estridente trueno se hace presente anunciando la llegada de una fatalidad. ¡Debo detenerla! ¡Ya!

Corro hacia Light que no deja de hiperventilar mientras hace presión a la herida situada en el pectoral izquierdo de Auri. Mis intenciones eran calmar su agonía, pero la voz gruesa de Idol corta cualquier palabra de mi boca.

— ¡¿Qué sucede aquí?! ¡¿Por qué el cielo luce tan turbio?!

Llega a nosotros percatándose finalmente del espantoso panorama que ha ocurrió hace pocos minutos. Decido ir por él desesperada por algo de ayuda.

—No hay tiempo —le informo al estar frente a él —Si no hacemos algo para que Light no pierda la cordura muchas personas inocente podrían morir el día de hoy. Debemos actuar rápido.

— ¿Y qué propones? —noto como cierra sus manos en fuertes puños tan apretados que causa que sus nudillos se vuelvan blancos.

Pienso en un plan de reserva que consiga apaciguar la ira creciente en Light y evitar así que se transforme en una máquina de matar personas.

—Incapacítala. Neutraliza su poder hasta que sepamos con exactitud cómo lidiar con esta catástrofe —digo lo primero que se me ocurre.

— ¡¿Cómo?! ¡Está a punto de perder el control de su ser! —apunta hacia el cielo y efectivamente no es un panorama prometedor. Las nubes se han tornados más oscuras y los truenos y relámpagos rugir muy cerca de nosotros es una clara señal que la pequeña está a segundos de sucumbir ante la idea de perder a su protegió.

— ¡No lo sé Idol! —grito a través del fuerte viento que nos azota. Es como estar cerca del ojo de un enorme huracán.

Inesperadamente, una idea ilumina mis turbios pensamientos. Es una movida desesperada pero es la única solución que puedo hallar.

—Desmáyala —murmuro —Has que se duerma ¡Ahora!

Sin protestar, Idol me lanza una mirada desconfiada pero no objeta en mi contra. Seguidamente, con su Staline, traza en el aire una runa de somnolencia que dirige directamente hacia la nuca de Light. La luz que emite la runa se expande envolviendo el cuerpo de la pequeña en una esfera brillante que acaba por hacer caerla al suelo inconsciente.

Acto continuo, todo el cielo comienza a calmarse poco a poco hasta que las nubes negras se tornan grises y se van flotando lejos de aquí.

Doy el primer paso hasta los dos cuerpos tendidos en el suelo evaluando las pocas opciones que tenemos. Siento a Idol caminar cerca de mí y a un costado de él continua el chico que amablemente nos condujo el camino para encontrar a Auri. Miro alrededor y varios curiosos comienzan a formarse en tumultos de personas que desean saber que ha sucedido. Intento pensar pero los murmullos y cuchicheos de las demás personas me desconcentran. Giro hacia Idol para comenzar a dar instrucciones.

—Toma a Auri y llévalo adentro a su habitación. Debo curar sus heridas y no lo podré hacerlo en medio de la calle.

—Ok —dice y lo observo tomar el cuerpo inerte de Auri en sus fuertes brazos y conducirlo hacia la seguridad y privacidad del templo.

Señalo al joven monje que me sorprende que no haya corrido como niña asustadiza después de presenciar dicho acto de poder cuando un ángel se enfurece o pierde a un ser querido. Me impresiona su falta de asombro en el asunto.

—Tú —le llamo a lo que él me mira extrañado —Ayúdame a cargar el cuerpo de Light. Hay que llevarla adentro.

Juntos llevamos a una inconsciente Light por los pasillos del templo hasta detenernos frente a la habitación del único Nephilim que habita en este lugar. En el camino hacia acá varios monjes se nos han quedado observando boquiabiertos, claramente este lugar lleno de paz y espiritualidad no está acostumbrado a escenas con huracanes y adolescentes machando de sangre sus pulcros pisos, después me tendré que disculpar por eso.

El joven me ayuda a posicionar a Light en el suelo al fondo de la habitación. Al colocarme de pie noto que Idol ya ha acomodado a Auri sobre un colcha cómoda y me espera con los brazos cruzados. Miro hacia el joven que me ha ayudado para darle las gracias.

—Gracias por todo —inclino mi cabeza a modo de agradecimiento —Si no es tanta molestia me gustaría pedirte un último favor. Necesito que custodies la puerta de entrada de la habitación. No dejes pasar a nadie que no sea grato. ¿Puedes hacerlo?

El chico asiente y camina hasta la salida donde cierra la puerta y comienza a realizar su rol de guardia.

Dejo salir un largo suspiro antes de caminar hasta Auri y arrodillarme a su lado para evaluar el estado de su salud actual.

— ¿Qué sucedió? —oigo preguntar a Idol de pie a pocos metros de distancia. Sin apartar la vista de Auri continúo mi evaluación médica. Con sutileza, levanto el lado derecho de la camisa de su traje tradicional japonés que utiliza para entrenar. Al tener finalmente acceso a la piel de su pecho me llevo la amarga sorpresa que la herida que ha causado la Wakizashi —el nombre del arma con la cual lo apuñalaron— en él. La examino con determinación dándome cuenta que gracias al sacrificio hecho por Star la hoja solo logro penetrar pocos centímetros de su piel sin llegar a herir de gravedad algún órgano importante de su cuerpo. Es solo una herida superficial.

—Star, ella nos traiciono. Hizo que Auri saliera del perímetro que cubre la seguridad de la barrera protectora y de la nada un hombre desconocido consiguió herirlo de gravedad —le doy mi reporte de los hechos —No sé cómo, pero a último instante parece ser que se arrepintió y cuando presintió las intenciones del hombre se interpuso entre él y Auri causando que el mayor daño lo obtuviese ella misma.

— ¿Star hizo eso? No puedo creerlo... —eleva ambas manos a su pelo desordenando su melena dorada en el proceso — ¿Dónde está ella? ¡¿Por qué nos traiciono de esta manera?!

—No lo sé, pero ese es la menor de nuestras preocupaciones ahora —levanto la mirada para que sepa que estoy hablando en serio —Algo no está con Auri.

Frunce el ceño cortando los pasos que lo separan de nuestra posición. Se detiene a un metro evaluando el estado fatal en la cual se encuentra el Filius de Belfegor.

— ¿Qué dices? ¿La herida es muy grave? ¿Está infectada? —suelta las preguntas con expresión de preocupación en sus facciones. Niego fijando mi mirada en el rostro pálido del chico frente a mí.

—La herida es solo superficial, nada grave. Pero eso no es lo que quiero que entiendas. No consigo captar la esencia de su alma, es como sentir un cascaron vacío.

—No entiendo. Expli...

Iba a terminar cuando la entrada de Kumimaro-sensei al lugar interrumpe su oración a la mitad.

—Me acabo de enterar de lo sucedido ¿Están todos bien? —Dice acercándose a nosotros —Vi los charcos de sangre al venir aquí así que pensé que alguien había resultado herido y les trajes nuestro botiquín de primeros auxilios ¿Les sirve esto?

Me hace entrega del botiquín el cual acepto gustosa. A pesar que tengo conocimiento sobre runas sanadoras no tengo el mismo poder de sanación que lo tendría un ángel médico. Solo puedo ayudar a cerrar la herida y rezar para que no le queden marcas.

—Muchas gracias sensei —me pongo de pie para saludarlo como es debido —Estamos bien, lo situación no alcanzo a mayores pero Auri... él lamentablemente no luce muy bien que digamos.

— ¿Qué significa eso? —pregunta igual de confundido que Idol.

—No logro percibir su alma dentro de su cuerpo. Pude sentir su pulso latir muy lentamente, eso me indica que aún sigue vivo pero no capto la esencia de su alma. Se ha ido.

— ¿Es eso posible si quiera? ¿Vivir sin tener alma? —frunce el ceño.

—No lo sé, es la primera vez veo algo así —le doy un vistazo a Auri preguntándome como llego a ese estado. No recuerdo haber visto algún otro movimiento del encapuchado aparte de apuñalar a Star con su espada de corto alcance. ¿Cómo puede seguir respirando sin un alma dentro de su cuerpo? ¿Qué le sucedió realmente a Auri?

— ¿Hay probabilidades de que sobreviva? —la pregunta del sensei me retorna a la realidad. Los miro a ambos con una mueca desperanzadora en mi rostro.

—No es posible vivir sin un alma. Pronto su cuerpo decaerá y sus órganos comenzaran a fallar, solo podemos esperar lo inevitable.

— ¿Cuánto tiempo? —dice esta vez Idol.

—Yo lo doy mínimo 24 horas o menos. La herida en su pecho y la pérdida de sangre no ha hecho más que adelantar el proceso.

—Que desgracia —el sensei suspira con un brillo triste en su mirada —Iré a notificarle al maestro Kawaguchi el deceso de uno de sus alumnos. También debo llamar a sus padres, deben estar aquí para despedir a su único hijo. Debido a que su papá trabaja en Tokio deberá tomar un vuelo urgente a Osaka, llegara en la noche si no se demora. Los dejo continuar, chicos.

Se despide dejándome a solas con Idol quien no luce para nada feliz con la noticia.

—Idol, yo...

— ¿Dónde está Star? —me corta de raíz evitando que puede expresar mis más sinceras dolencias. Es claro que está furioso por la inminente falla de su misión como protector de un Filius.

—Ya te dije que no lo sé. Desapareció dentro de un portal cuando quise ayudarla —comento fastidiada de su cerrada actitud. ¿Acaso no siente pena al ver como la vida un chico está a nada de acabar? ¿Qué hay de su pequeña? ¿No siente culpa de que cuando la hagamos despertar se entere que su protegido a muerto? Definitivamente no quiero estar ahí cuando eso suceda —No debe estar muy lejos, está herida. En esa condición no puede mantener abierto un portal por mucho tiempo. Ha de estar en cualquier lugar cerca del templo.

—Iré a buscarla —anuncia dando largas zancadas en dirección a la puerta corrediza.

Al oír sus planes me interpongo como un rayo en su camino evitando que dé un paso más.

— ¿Acaso no escuchaste lo que acabo de decir hace un momento? Auri va a morir queramos o no, sin un alma con la cual completar su cuerpo es inevitable que suceda. Cuando Light despierte y sepa lo que sucedió va querer destruirlo todo ¡No pienso quedarme sola mientras tú vas y buscas a una desgraciada que solo piensa en ella misma sin medir las consecuencias de sus viles actos!

Deja salir un suspiro con visible cansancio en sus facciones.

—Escúchame atentamente, Miracle —con sus fuerte manos sostiene mis hombros mirándome muy fijamente, la presión que ejerce me hace daño, solo un poco —Me importa una mierda lo que suceda con Auri en este momento, lo único que deseo es hallar a Star y destriparla pedazo por pedazo. La haré pagar por esta traición que nos ha hecho, la haré suplicar mi perdón. No te entrometas en mi camino si no quieres ser tú quien pague este ardor que siento correr por mis venas ahora mismo. Con permiso.

Sin decir nada doy un paso hacia un costado dejando de ser un obstáculo en su camino. Lo veo cruzar la puerta y caminar en paso decidido a no sé qué lugar. Quedo sola en la habitación sintiendo la abrumadora ola de pesares que en este instante nubla mi cabeza.

¿Cómo llegamos a este punto?

Siendo consciente del nudo en mi garganta que retiene las lágrimas en mi interior comienzo a curar la herida del pecho de Auri evitando que pueda agarrar una infección. Limpio bien la herida con alcohol para luego comenzar a saturarla y cubrirla con gasas y vendas que eviten el sangrado excesivo. Tal vez sea inútil querer curar sus heridas sabiendo que dentro de muy pocas horas su cuerpo cederá y morirá en el acto. Creo que es la culpa la que está actuando por mí y quiere hacer algo por él antes que lo inevitable suceda.

Una vez sanada la herida en su pecho me pongo de pie pensando que otra cosa podría hacer para ayudar a Auri. Miro la vacía habitación y una idea repentina me hace pensar que él merece ser despedido en un lindo velorio que conmemore su memoria a sus más allegados familiares y amigos, la última imagen que deben ver de él no es tirado en una vacía estancia sin fotos ni muebles. Debe ser recordado como el dulce y amable chico que era.

Con esa idea en mente comienzo a crear con el poder otorgado por la naturaleza uno lindo ataúd hecho por plantas enredadoras y flores de primavera. Desde el suelo elevo el cuerpo de Auri envolviéndolo de hermosas petunias y vivas orquídeas. También decoro la habitación de flores y plantas que le hagan lucir menos triste y más colorida. ¿Quién dijo que un velorio debe ser gris y tenue? Si pudiera adivinar el último deseo de Auri, este seguro querría ser recordado de manera amena, digno de un determinado Nephilim.

Alrededor del improvisado ataúd decido colocar varias velas que iluminen la estancia. Junto con ellas también consigo invocar tiernas luciérnagas que irradien luces parpadeantes y conviertan el ambiente en un bosque de cuento de hadas. Miro de lejos mi obra de arte y sonriso complacida del resultado. Ahora si podemos despedir a Auri como realmente se lo merece.

Estoy por guardar las cosas utilizadas en el botiquín de primero auxilios que el sensei Kumimaro ha traído para mí cuando a lo lejos escucho murmullos de varias voces protestar y discutir con otra persona. Con mi entrecejo fruncido camino hasta la puerta corrediza donde se hacen más fuertes las voces.

—Ya les dije que no pueden entrar —dice la primera voz que logro identificar como la del joven monje que tanto me ha ayudado el día de hoy.

—Mira tú calvo prematuro, o nos dejas entrar en este preciso momento o te juro que será la primera vez que me arrepentiré de golpear a un pequeño monje. Tú decides.

Por más que intente darle vueltas al asunto no consigo entender que sucede tras la puerta de papel. Sin perder tiempo, deslizo de un solo movimiento la puerta frente a mí dejando al descubierto la escena de cuatro personas discutir como perros y gatos.

A pocos metros mis ojos puedo apreciar a Takashi y Henai aún en sus uniformes escolares, ambos discuten con el monje frente a ellos. A su lado se encuentra Travis quien sostiene una conversación enfurecida con alguien a través de su teléfono móvil. Molesta por su escándalo doy un paso al frente acabado con su show de raíz.

— ¿Alguien me puede decir por qué rayos están causando tanto escándalo en un lugar tan sagrado como este? —mi tono de voz es firme sin llegar a ser elevado. Tres pares de ojos fija su mirada hacia mí con clara vergüenza de que los haya regañado como una madre reprende a su hijo.

— ¡Miracle! —exclama Takashi dando un paso al frente.

—Shhh, baja la voz —le callo — ¿Qué hacen ustedes aquí?

—Nos escapamos del colegio —agrega respondiendo a mi pregunta anterior de por qué siguen en sus uniformes escolares ¿Su madre sabe que están aquí? Lo dudo —No preguntes cómo pero casi alcino toda una pared tratando de escapar, Travis nos trajo hasta aquí.

—Recibí un mensaje de un conocido que transitada por la zona cuando escucho que dos personas fueron apuñaladas en el puente de entrada —toma el permiso de palabra esta vez Travis —Enseguida llame a todos para cerciorarme que estuvieran bien, el único que me contesto fue Takashi y él tampoco tenía idea de lo sucedido. Me dijo que lo pasara recogiendo en su colegio y todos vinimos lo más rápido posible al templo. ¿Se encuentran todos bien?

Cierro la puerta tras de mi impidiendo que puedan ver a su más cercano amigo en el estado que se encuentra. Pienso detenidamente que palabras utilizar para explicarles todo lo sucedido.

—Sí, pero Auri y Star resultaron heridos —digo a lo que Henai jadea sorprendida.

— ¿Auri está bien? ¿Está herido? —pregunta con voz débil y entrecortada.

—No, él...

Sinceramente no tengo idea de cómo voy a ser capaz de decirles lo que estoy a punto de revelarles. Es muy duro para mí tener que ser partidora de tan malas noticias.

— ¿Qué? ¿Qué sucedió con mi amigo? —miro con pesar a Takashi porque sé que a él es a quien más le va afectar la noticia. Aún sigue sin superar la muerte de Yurii y ahora debo ser quien le diga que su otro mejor amigo también va a morir.

—De algún modo la herida no consigo penetrar ni dañar algún órgano interno pero... —me corto a la mitad. Tiemblo de lo nerviosa que me siento —Es mejor que ustedes mismo saquen sus conclusiones. Déjalos entrar.

Le doy permiso al monje para que los deje pasar y los tres chicos caminan detrás de mí adentrándose en la pequeña habitación. Las luciérnagas flotar alrededor le dan un aspecto bastante mágico al ambiente, lástima que solo sean una distracción para ahuyentar la vista de la verdadera tragedia.

El primero en percatarse del cuerpo de Auri es Henai, quien jadea con expresión de terror en su rostro, su hermano se detiene a su lado observando la imagen de su amigo acostado rodeado de enredaderas y flores que hacen el papel de ataúd. Travis sin decir nada se acerca a mi escaneando el panorama que nos envuelve ahora mismo.

— ¿Qué ocurrió? —pregunta mirando todas las luciérnagas alrededor.

—Sí, dinos por qué mi amigo luce como un cadáver a punto de ser envuelto y llevado a la morgue —agrega furioso Takashi.

Esa acotación no está muy lejos de la realidad.

—Fuimos traicionados por Star. Auri resulto herido en el proceso y ahora él se debate entre la vida y la muerte, aunque siéndoles sincera no hay muchas esperanzas para él.

Es la mejor manera para resumir lo sucedido. De pronto, el sonido del llanto de Henai nos rompe a todos el corazón. Ella cae de rodillas al suelo tapando con ambas manos su rostro mientras se desmorona en pedazos. Takashi corre a consolar a su hermana agachándose junto a ella y dándole pequeña caricias a su espalda para transmitirle paz a su cuerpo que no deja de hiperventilar.

Agregado a eso, el sonido tenue de un quejido seguido de un gruñido nos pone a todos en alerta. Miro en dirección a Light quien aún se encuentra situada en el suelo, sus piernas se mueven y su cabeza se mese de un lado a otro, es como si estuviese teniendo la peor de las pesadillas. Con premura, sus ojos se abren de par en par y su torso se despega del suelo como un resorte sentándola muy de golpe.

— ¿Dónde estoy? —pregunta siendo finalmente consciente de todo a su alrededor — ¿Y por qué me duele tanto la cabeza? ¡Auch! —se lamenta.

La observo boquiabierta sin poder creer que haya sido capaz de romper el hechizo de la runa puesta en ella. Debes tener una habilidad mágica bastante elevada o ser capaz de entrar a la mente para poder conseguir romper un sello de esa magnitud. Ser testigo de cómo Light pudo volver en si en tan sola pocas horas me hace pensar en cuán fuerte es su poder mental ahora, después de recuperar todos sus recuerdos posee el poder de salir de cualquier trance en la que su cerebro sea sometido. Su esencia como Arcángel va despertando poco a poco.

—Light, lo siento. Yo...

No consigo terminar la oración cuando sus ojos caen en el cuerpo de Auri y los recuerdos de lo acontecido afloran nuevamente en ella.

—Auri —solloza. Arrastra sus piernas por el suelo hasta quedar arrodillada a su lado y así poder sostener su gélida mano — ¿Él esta... esta...?

—Está vivo —me apresuro en contestar evitando que los sentimientos erráticos vuelvan a ella y nos consuma a todos —Pero se encuentra en un estado muy delicado.

— ¿Por qué? ¿Por qué a él? ¿Por qué no a mí? —se desploma en pedazos uniéndose al llanto de Henai que no para de llorar en los brazos de su hermano. Takashi intenta hacerse el fuerte por ella pero no puede evitar que varias lágrimas caigan en sus mejillas y machen su rostro.

Como si el ambiente no fuese lo suficientemente pesado, el golpear de varios pasos firmes y la puerta ser abierta de forma abrupta nos toma por sorpresa a todos los presentes. Idol hace acto de presencia nuevamente mirando toda la habitación con el ceño fruncido y expresión confusa.

— ¿Qué hace toda esta gente aquí? —pregunta en voz seca y mirada fría.

—Venimos a darle apoyo a nuestro amigo. ¿Qué no es obvio? —le responde sarcásticamente Takashi colocándose de pie y cruzando ambos brazos sobre su pecho —Lo siento, olvidaba que tu no conoces el concepto de tener amigos que se preocupen por ti.

—Olvidare que ese comentario ha salido de tu boca por la única razón que mi ira en este instante ya posee cara y nombre. Vuelve a dirigirte a mí de esa manera y te arranco la lengua ¿Escuchaste bien? —esa amenaza parece ser más que suficiente para que Takashi guarde silencio y vuelva con su hermana.

Noto la vena en la frente de Idol muy hinchada y sus hombros estar más tensos que una faja. Me acerco a él para descubrir que lo tiene tan abrumado a parte de lo obvio claro está.

— ¿Pudiste hallar a Star? —pregunto a lo que él contesta con un cansado suspiro.

—No —niega con molestia en su semblante —La busque por todos lados, a los alrededores del templo, en el bosque, la ciudad, pero nada. Pude hallar uno que otro rastro de sangre, pero ella desaparecía tan pronto sin llevarme a un lugar en concreto. Creo que abría y cerraba portales cada vez que su poca fuerza se lo permitía.

—Star... —el gruño sale de Light como una sinfonía. Miro en su dirección percatándome la ira en sus facciones, la mano que sostiene la de Auri aprieta tan fuerte a tal punto de que sus nudillos se tornan blanquecinos — ¡Voy a matar a esa desgraciada por causarle esto a Auri! ¡La matare!

—No si yo la encuentro primero —añade Idol con la mandíbula apretada.

—Suerte con eso.

La voz de un misterioso invitado arremete en la habitación haciendo eco por las delgadas paredes del lugar. Sigo la voz pero no consigo dar con el dueño. Me siento perdida hasta que en una silla al fondo de la habitación aparece sentado Eleazar vestido de pies a cabeza de traje. Se pone de pie y camina con fluidez hacia su amigo quien lo mira con expresión irritada.

—Hasta que por fin apareces. ¿Dónde rayos estabas y por qué vienes vestido así?

—Para tu información estaba en un evento para recolectar fondos para los niños sin hogar cuando recibí tu llamada. No podía irme sin despedirme la anfitriona, es descortés.

— ¿Cómo entraste a aquí? —le arremete Idol con el ceño fruncido —Este templo lo rodea una barrera protectora que mantiene alejado a individuos de tu clase.

Ahora que lo menciona, es muy extraño que tanto Travis como Eleazar tengan permitido la entrada a un sitio sagrado como este, la función de la gema de protección es evitar que personas de almas oscuras dañen y destruyan la paz y serenidad que aflora en sus instalaciones. Me hace preguntar si la gema realmente está cumpliendo con su trabajo o estos dos nos esconden más cosas de las que imaginamos.

—Tengo mis trucos —se encoge de hombros.

—He llamado a Eleazar porque hace unos días atrás tuvo una premonición, algo que le decía que si no actuábamos de forma inmediata algo terrible pasaría, y estaba en lo cierto.

Observo con desconfianza al Sorcerer sin estar del todo cómoda ante su presencia.

— ¿Qué haces aquí? —suelto la pregunta hacia él sin ocultar mi desagrado. Eleazar me sonríe con una mirada maliciosa y yo no puedo hacer más que dar un paso adelante dándole entender que sus juegos mentales no tienen efecto en mí.

—Cuando Travis me menciono lo que había sucedido mi parte moral, que por cierto aún poseo intacta, me torturaba por dentro diciendo una y una vez que debía venir a solucionar lo que yo mismo provoque, en cierto modo.

— ¿Qué quieres decir con que tú mismo provocaste esto? —la manera en la que Light se pone de pie y camina hasta él es preocupante. Si no detenemos esto podría salirse todo de control en un abrir y cerrar de ojos — ¡Contéstame! ¡¿Qué sabes?!

El Sorcerer retrocede con ambas manos elevadas al aire, sabe que si genera así sea una mínima chispa de ira en Light podría escalar millones de escalones de manera veloz.

—Déjenme contarles cómo sucedieron las cosas, después si aun así lo deseas te permitiré golpearme hasta desangrarme —dice sintiéndose acorralado. Light frena sus pasos sin dejar de mirarlo con fuego en sus ojos.

—Habla.

—De acuerdo —suspira aliviado —Hace unas noches atrás, Star vino a mi apartamento a pedirme un pequeño favor.

— ¿Star? ¿Qué querría ella de ti? —agrega Idol hundiendo más el ceño.

—Eso mismo me preguntaba yo cuando le abrí la puerta, pero aun así le deje pasar. La note intranquila pero con las decisiones muy claras en su cabeza. Le invite un té porque sé que eso es lo único que pueden tolerar los seres celestiales y así...

—Al grano Sorcerer —dice Light a punto de perder la poca paciencia que aún le queda.

—Ok. Después de que me negara el té me pregunto si era posible convertir a un humano en un radar andante. Algo sobre convertirlo en una antena satelital móvil. Le dije que esa idea era posible si establecía una conexión directa con el individuo, luego ella me comento que estaba buscando poder ponerse en contacto con alguien del Inframundo. Al parecer recordaba que yo tenía ciertos amigos ahí y quería que yo la ayudase a hablar con alguno de ellos y poder armar un plan.

—Eso no tiene sentido. ¿Por qué ella querría mezclarse con nuestros enemigos? No es propio de su naturaleza angelical.

—Tampoco era propio de ella lastimar a personas inocentes, pero mira como dejo a Auri —exclama a lo que Idol no puede hacer más nada que quedarse callado. La pequeña tiene razón, no podemos simplemente hacernos de vista gorda y negar lo innegable. Star nos traiciono y punto —Continua.

—Realmente no sabía con exactitud cuál era su plan, pero ella me ofreció una cantidad muy elevada por mis servicios. Así que sin medir las consecuencias la puse en contacto con un caza recompensas muy activo en el mundo de las tinieblas —explica y de pronto su mirada se entristece —Cuando supe lo de Auri todo encajo en mi cabeza, ella quería deshacerse de él e iniciar una guerra entre el bien y el mal y convertirse en héroe. Sería su momento de brillar y le demostraría a todos cuanto valor y poder ella valía.

Toda la habitación se sumerge en un silencio incomodo al percatarnos de las verdaderas intenciones de Star. Estoy sin palabras, en todos mis siglos siendo ángel nunca imagine que pudiese existir uno de nosotros que se dejara guiar y consumir por la avaricia tan rápidamente. Star llego muy lejos solo por querer tener su minuto de fama. Es lamentable que guerreros tan buenos como ella terminen cediendo ante la tentación y caigan en pecado.

—Tus lamentos no me sirven de nada —expresa Light —Gracias ella Auri sigue ahí tendido y no podemos hacer nada para regresar el tiempo atrás. Está todo hecho ya.

Ver caer las lágrimas en su rostro me hace sentir muy mal por ella, nadie esperaba que algo así sucediera. Traición en nuestro propio equipo, inaceptable ¿Y ahora que haremos? ¿Qué hará la ACC cuando se entere que hemos fallado en nuestra misión? No quiero ni imaginármelo.

—No crean que solo he venido para contarles una parte de la historia. No soy así de inútil —sonríe sacudiendo el polvo invisible de su costosísimo traje negro —También he venido a traerles una posible solución.

Eso último genera que todas las miradas caigan directo a él.

— ¿Solución? No existe ninguna solución, morirá tarde o temprano —contradice Idol con rapidez.

—Si la hay, o bueno, puede haberla.

—Déjate de vueltas y dinos de una vez cuál es esa solución que nos has traído —objeta Light con firmeza y la mandíbula apretada.

—Auri en definitiva sigue vivo. Aún puedes sentir ese lazo espiritual que te une a él ¿Cierto?

La pequeña guarda silencio al escuchar la afirmación que el Sorcerer ha sacado a luz. Oriento todo mi cuerpo hacia ella esperando oír una negación de su parte, pero me sorprendo al escuchar lo que revela a continuación. Su cabeza asiente de forma afirmativa generando más preguntas en mi interior.

—Sí. Es débil pero aún lo siento —dirige su mano izquierda hasta el centro de su pecho donde la sensación aún vive dentro de ella — ¿Qué significa?

—Significa que el alma de Auri aun late en algún lugar. Eso que ven ahí es el resultado de una persona en estado de Avichi, se produce cuando el sujeto rompe su vínculo con el Ego Superior, convirtiéndose básicamente en un ser sin alma. —Explica dirigiéndose a todos —Alguien debió transportar su alma fuera de su cuerpo antes de ser apuñalado. Y el único lugar donde un alma puede vagar libremente es en el 2do Reino, y yo puedo llevarlos hasta ahí.

—Aguarda un segundo —le detiene Idol — ¿Estas sugiriendo que puedes invocar un pasadizo que de directo al reino de las almas perdidas? ¿Escuche bien?

—Si —responde a secas —En el grimorio familiar que se me fue transferido por herencia explica como invocar un portal que los transportara a ese lugar. Puedo mantenerlo abierto durante un hora si es posible, pero deberán darse prisa y hallar el alma de Auri antes que se cierre por completo y queden atrapados ahí para siempre.

— ¿Es un riesgo que están dispuestos a correr? —Travis deja la pregunta en el aire dejando a todos muy pensativos y callados.

—Yo si —la única en dar un paso hacia al frente es Light que no teme en enfrentarse a nada con tan solo salvar la vida de su protegido —Yo iré.

Luce muy valiente pero Idol decide cortar sus alas inmediatamente.

—Creí que ya habíamos pasado por esta conversación, pequeña. No pienso dejar que arriesgues tu valiosa vida por nada. Iré yo —toma la decisión por ella.

—Si es así entonces tu vida también es valiosa —añade sorpresivamente Henai uniéndose a la conversación, su determinación nos toma por sorpresa a todos. Siempre se ha caracterizado por ser una chica fría, sin interés alguno, ver la pasión brillar en su ojo es admirable —Si te quedas atrapado en esa lugar ¿Quién peleara contra los demonios y protegerá la raza humana de su extinción? Sería mejor que fuese una persona que no lamenten perder, como yo.

—Imposible —niega su hermano —Tú te quedas, si alguien debe ir soy yo. Es el único amigo que aún me queda, no pienso dejarlo morir sin hacer nada.

La estancia se sumerge en una discusión de quien debería arriesgar su vida y quién no. Para mí todos tienen razones válidas de querer ir y salvar la vida de Auri, para ellos él se ha convertido en persona de la cual vale la pena regresar de la muerte.

El debate continúa y yo debo ser la persona madura que tome al torro por los cuernos y lo siente de uno solo movimiento.

— ¡Basta! —grito para callarlos a todos. Los murmullos cesan y ahora toda la atención se encuentra fija en mí —Si todos quieren ir pues que vayan, pero no pierdan el tiempo peleando aquí mientras que cada respiración que Auri emite es una cuenta regresiva para su final.

Acerco mi cuerpo hacia su improvisado ataúd y con el poder celestial de mi Staline trazo una runa de control de tiempo. La esfera de luz energética encierra a Auri en un capullo protector que evita que su cuerpo físico se deteriore progresivamente.

—Una persona en estado de Avichi solo puede durar alrededor de 24 horas en este plano sin su alma. Ha transcurrido una hora desde el incidente y dos horas más desde que Auri abandono el jardín botánico para irse con Star, eso suma un total de tres horas —doy media vuelta para convertirme en el foco de sus miradas —He trazado una runa que encierra el cuerpo de Auri en una capsula donde el tiempo corre de manera diferente a la nuestra. Ahí las horas se convierten en segundos y los días en horas. De esa forma mientras ustedes acceden al 2do Reino su cuerpo se mantendrá fresco y el proceso de descomposición será muchísimo más retardado. Solo cuentan con pocas horas, no la desperdicien discutiendo estupideces ¡Vayan ahora mismo!

Mi llamado de atención parece ser suficiente como para hacer entrar en razón a todos en la sala. Finalmente.

—Síganme —dice el Sorcerer y tanto Idol, como Takashi y Henai los siguen de cerca.

Light se disponía también a seguirlos cuando repentinamente orienta su cuerpo hacia mí tomándome con la guardia baja.

—Cuídalo, por favor. Te lo ruego

Es lo último que dice antes de desaparecer fuera de mi vista dejando a su paso un sentimiento de angustia y preocupación en mi pecho. Toca rezar por ellos.


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Hola mis amores, como están? Los extrañe mucho.

Quiero decirles que estoy sumamente agradecida de que me sigan apoyando en cada capítulo nuevo que subo. Son lo mejor!!

Y bueno.. Que les pareció el capítulo? Muchos ya presentían que Star no era una dulce palomita, aunque muchos la odien su historia tiene un contexto que te hace entender las razones por la cuales actua como lo hace, pero eso se los explico más adelante.

Como ya es dije estamos en la estapa final, quedan pocos capítulos, yo diria que como unos 10 más. Así que gracias por acompañarme desde el inicio. Los quiero mucho

△NANY DREAMS

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