ᴇʟᴇᴀɴᴏʀ ᴘᴏᴛᴛᴇʀ ᴛʀᴀʙᴀᴊᴀ ᴇɴ ᴇɴ ᴇʟ ᴄᴏʟᴇɢɪᴏ Hogwarts de Magia y Hechicería como profesora de vuelo. Tiene treinta y dos años, y es la tutora legal de Harry Potter, su sobrino.

Su pareja, o bueno, mejor dicho ex pareja, Sirius Black estaba preso por ser cómplice de Lord Voldemort, delatar a James Potter y matar a Peter Pettigrew, uno de sus amigos.
El corazon de Potter se rompió en miles de pedazos, ya que no podía creer que el amor de su vida hubiera hecho tal atrocidad.

Había llorado tanto la noche del ataque. Se encerró en su salón de clases, lloró, gritó y rompió todo lo que estaba a su paso. Aunque ahora, había una luz en su vida.

- ¡Tía! - Harry entró corriendo al salón, y Eleanor estuvo alegre de ver a su sobrino.

- ¿Que sucede, Harry? - Preguntó mientras dejaba de lado unos papeles.

- Te olvidaste de firmar este papel. - Harry le mostró a su tía el permiso para ir a Hogsmade.

- ¡Ay! Que tonta, se me olvidó. Dame que lo firmo, y corre rápido eh, porque no sé si llegues... Discúlpame, Harry. - el pequeño Potter dejó el papel en el escritorio de su tía y ella lo firmo rápidamente, volviendoselo a dar. Harry dejó un beso en la mejilla de su tía y se fue corriendo.
Eleanor tenía en su rostro una sonrisa, Harry era igual a su hermano... Lo extrañaba tanto.

La pelinegra estaba preocupada, había tardado en firmar ese papel, no porque se hubiera olvidado o porque fuera despistada, si no porque no quería que su sobrino saliera con Sirius suelto por ahí. Si había delatado a su hermano, podría hacerle cualquier cosa a su sobrino. Le molestaba saber que seguía siendo su padrino. La mujer había intentado quitarle ese título, pero no lo logró, ya que eran los deseos de su hermano y su cuñada, y por nada en el mundo podía romperlos.

Claro que la joven pelinegra no sabía que siempre era observada por un perro negro, el cual, si lo viera, lo reconocería enseguida...

Sirius en su forma de perro había logrado escapar de Azkaban, y pensaba buscar a Peter Pettigrew, no sabía bien qué hacer con él, pero demostraría su inocencia.
Además de que en sus planes estaba buscar a Harry y vivir con él. No sabía nada por el momento de Eleanor, su ex pareja, pero planeaba buscarla también.

Se había muerto de hambre, ya que sabía que los Dementores eran algo tontos, no podían detectar las emociones de los animales, por lo que en su forma de animago, como un perro, se escapo de Azkaban, y como había perdido peso podía pasar los barrotes.

Recordaba la mirada de su novia, de su Eleanor, cuando lo fueron a buscar aurores para llevarlo a Azkaban. No tuvo tiempo para poder explicarle a la hermana de su mejor amigo, quien estaba llorando por la muerte de su hermano con un niño en brazos, que él no fue quien delató a James y a Lily, que había sido Peter. Su mirada reflejaba dolor, decepción y confusión. Lloró y rogó todo lo que pudo para que lo dejaran explicarle a su novia, pero los aurores tenían una tarea y era llevárselo.

Quería cuidar de Harry y de Eleanor como le había prometido a su mejor amigo, pero sabía que por delante tenía un camino largo y difícil que recorrer y debía tener cuidado con las decisiones que tomara, ya que de nuevo podrían costarle mucho.

- Muy bien alumnos de primero, colóquense a la izquierda de sus escobas. - Eleanor observaba como los alumnos más pequeños del colegio le hacían caso. - Levanten su mano derecha y exclamen con fuerza "Arriba". Luego cuando todos tengan sus escobas, súbanse en ellas, golpeen el suelo con fuerza, floten un segundo y luego vuelvan al suelo. - Los niños hicieron lo que la profesora dijo, a algunos les costó más que a otros, pero al final todos pudieron subirse a sus escobas. - Muy bien niños.

Eleanor se sentía observada, no tenía en claro de donde, pero sabía que alguien o algo la estaba observando.

Sirius Black había logrado meterse en el colegio, y no quería imaginar que quien la estaba observando era él. Miró el campo en el que estaban, tratando de encontrar a un perro negro o a un hombre escondido entre, tal vez, algún arbusto, pero no encontró nada.

Eleanor había quedado con encontrarse en las Tres Escobas con Remus Lupin, antiguo amigo y nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, quien al llegar estaba demacrado y cansado, la Potter sabía a qué se debía ese cansancio.

- Nunca pensé que nos volveríamos a ver, Eleanor. - Remus se sentó delante de la profesora de vuelo.

- Yo tampoco, Remus. Veo que tuviste una noche dura. - Dijo con una pequeña sonrisa.

- Sí, y yo puedo ver que no usas tus lentes, ¿Puedes ver? - Le preguntó con curiosidad, ya que Selene tenía los mismos problemas de vista que James.

- Claro que puedo ver, tonto. Los Muggles encontraron una manera de poder ver sin usar anteojos, se les dice lentes de contacto. - Eleanor se quitó uno de los lentes para mostrárselo a Remus quien estaba impresionado, luego la profesora se volvió a colocar el lente. - A mi hermano le hubiera encantado conocer estas maravillas, Harry no quiere usarlos. Una vez le compre un par, los uso un tiempo en el verano, pero no le gustaron, le fueron incomodos, así que no los usó más.

- Entiendo. Recuerdo que una de las cosas que más le gustaban a Sirius de ti era como te quedaban los lentes, claro que tu hermano lo molestaba con eso, pero Black siempre hablaba de ti y de lo mucho que le hubiera gustado que estuvieras en Gryffindor. - Remus se dio cuenta de que tal vez había metido la pata al hablar de Sirius, ya que el rostro de Eleanor había cambiado. - Lamento si te molestó a algo, Eleanor, no era mi intención.

- Que bueno que sacaste el tema, Remus. Siento que Harry está en peligro. Creo que lo recuerdas, pero los alumnos no pueden andar por los pasillos durante la noche y Harry evade las reglas como James. Necesito tu ayuda, Remus, para vigilarlo, si Sirius está dentro del castillo todavía y de verdad quiere herir a Harry hay que estar alertas. Necesitaría que, durante la noche, o parte de ella me ayudes recorriendo cierta parte del castillo, yo siempre recorro la parte de la casa común de Gryffindor, para evitar que Harry salga, ya lo pille varias veces en estos años.

- De acuerdo, te ayudare.

- Hay algo que tienes que saber, Remus. Harry tiene la capa de invisibilidad de mi hermano, se la di como regalo de navidad en primer año. - Remus miro a la antigua Slytherin con sorpresa. - No me mires así, haz lo que te digo y te consigo algunas pócimas para la luna.

- No cambias eh, con razón estabas en Slytherin. - Ambos se miraron con una sonrisa.

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Espero que les haya gustado el primer capítulo del libro. Nos vemos en una proxima actualización.