—¿Qué sucede? —Preguntó Han Gil desde su banca, un tanto preocupado.

Uno de los profesores no había llegado, así que tenían la clase libre. Mientras que unos prefirieron salir, Chin Hwa, Han Gil y unos cuantos alumnos más decidieron permanecer en el aula.

Desde que el timbre de inicio de clases sonó, el castaño pudo notar como el rubio actuaba de forma extraña. Sabía que algo más había pasado entre él y Min Ki, ya que este último no dejaba de ver al mayor.

Sin embargo, Chin Hwa agradecía internamente porque el castaño había salido o si no ya se hubiera encerrado en uno de los cubículos del baño.

Ajá, el blanquecino sólo era débil ante el chico que le gustaba.

—¿De qué o qué?

—No nos hagamos los idiotas, algo paso ayer.
¿Qué le dijo a Min Ki?

El rubio se removió incómodo. —O más bien, qué fue lo que hicimos.

—¿Ah? —Contestó sorprendido. —Ustedes de casualidad... ¿Se reconciliaron?

La vista del chico viajó por todo el rostro del menor, tenía ganas de darle un golpe en la cabeza.

—Por supuesto que no. —Apoyó la mejilla en su mano derecha, luego bufó molesto. —Me dijo muchas cosas malas que me dejo pensando, además, está muy arrepentido por todo, quiere disculparse nuevamente, pero sabe que tú no le harás caso.

—Eso debió pensarlo antes de hablar. —Murmuró algo triste—. Pero... ¿Cosas malas? ¿Cómo qué?

—¿Te das cuenta de esa insistencia? Sigues preocupándote por él, deja de hacerte el durito y habla con Min Ki. El pobre vive atormentado todos los días.

—¿Cómo puede pedirme eso cuando le conté todo de él? Él me mintió porque es un egoísta, le mintió a Dong Sun e incluso a usted. ¿Qué nos esperaba el futuro? ¿Un amigo que sobrevive de las mentiras? No gracias. Solo porque dijo cosas malas no significa que ahora este de su lado.

—No estoy de su lado, a pesar de que yo... —Tragó duro mientras veía sus manos. —Lo quiero mucho, no puedo hacer a un lado sus acciones. Sé que hizo mal y lamentablemente no podemos cambiar el pasado, pero Min Ki quiere arreglar las cosas y bien. ¿Me vas a negar que no lo extrañas?

Han Gil se mantuvo callado.

—Tu rostro dice mucho.

—¿Y usted por qué tan solidario? Porque hace unos días no era así, ayer sucedió algo y me tiene que decir la verdad.

—Eres terco como una mula.

—¿Qué lo detiene?

Chin Hwa lo miró serio. ¿Por qué tenía tanto miedo de decir la verdad? ¿Por qué pensaba que iba a ser juzgado?

—No sé cómo lo vayas a tomar.

—¿Son malas noticias?

—No, eso creo.

—¿Entonces?

Volvió a suspirar. —Y-yo... Bese a Min Ki.

🏔

La campana sonó y rápidamente el menor guardó su libreta para levantarse e ir con el mayor, este lo miró lentamente y siguió con su trabajo de recoger todo lo que estuviera en su butaca. Han Gil al escuchar sobre el suceso de anoche, sólo pudo permanecer en silencio mientras repasaba las palabras una y otra vez.

Estaba muy sorprendido.

Luego de unos minutos en silencio, intentando articular una frase la campana volvió a sonar. Así que el momento de la plática debía parar por unas horas.

Y ahora, estaba de pie junto al rubio en completo silencio, esperaba que guardara todo para dirigirse a la salida y comenzar con su ola de preguntas. Quería saber rodo con lujo de detalles.

—Deja de mirarme así.

—¿Cómo?

—Con ojos de búho, yo sé que estoy muy guapo, pero por lo menos disimula.

—Que gracioso —dijo serio. —Usted sabe porque estoy aquí.

—Sí, porque te estas pagando los estudios.

—No es momento de bromear, aún me sigue debiendo una plática. Y no precisamente del colegio, sino de Min Ki.

—Min Ki, Min Ki... No entró a clases, espero que venga pronto por su mochila. —Añadió al momento de ver una butaca, en especial la del castaño. Se dio media vuelta y comenzó a caminar a la salida, Han Gil al darse cuenta de esto, no dudo en seguirlo como su perrito.

—¡Deje de evadir el tema, maldita sea!

El rubio se detuvo de golpe haciendo que el chico pegara un brinquillo por la sorpresa, en un inicio había pensado que su acción fue producto por su maldición, pero tras ver sobre su hombro logró percatarse que alguien estaba de pie en la puerta del aula. Su corazón se aceleró cuando su mirada chocó con la de Min Ki, una mirada llena de tristeza y cansancio. Su manzana de Adán se movió con brusquedad y se escondió detrás del rubio, manteniendo su mirada en el suelo.

—Hola...

Después el menor vio como la mano derecha de Chin Hwa se transformaba en un puño. Tenía miedo de que Min Ki hubiera escuchado desde el principio su conversación.

—Hola —Contestó el mayor. —Tus cosas siguen en la butaca...

—Oh, sí... —rió algo tímido. —Gracias.

—¿Por qué?

—Chin Hwa, yo me voy adelantando, nos vemos mañana.

Min Ki cambió su expresión a una de sorpresa y se mantuvo en silencio mientras veía como el chico salía de su escondite y pasaba a un lado de él sin mirarle. Nuevamente sintió una gran punzada en su pecho.

Sus pies se movieron un poco y de sus labios salió en voz baja un "Han Gil"
Este al escucharlo, automáticamente se detuvo congelado. Por su mente no lograba aparecer nada, y su expresión estaba vacía.

—¿Podemos hablar?

—Ya hablamos lo suficiente.

—Han Gil. —Esta vez habló Chin Hwa.

—No. —Se giró para verlo. —Discúlpeme, pero lo que pase entre Min Ki y yo es asunto nuestro, me gustaría que usted se mantuviera lo más alejado posible.

¿Cómo podía ser posible que el pequeño Han Gil se transformara en otra persona cuando estaba al lado del castaño? Ante esto, un escalofrió recorrió el cuerpo del blanquecino.

—Quiero disculparme, por favor.

—¿Por qué sigues haciendo esto? ¿Acaso no te quedo claro lo que te dije la última vez?

—Se repite en mi cabeza una y otra vez, yo sé que soy una mierda, pero...

—Lo mejor es que no nos sigamos haciendo daño...

Min Ki lo miró sorprendido, aguantando algunas lágrimas.

—Por más que quiero hacer la vista gorda no puedo, aún te quiero Min Ki, pero al verte... No puedo evitar que el enojo hacia ti no me devore. Lo siento.

Dicho esto, se giró sobre sus talones y caminó hasta la salida. Dejando que sus lágrimas cayeran una tras otra.

Recuerden que seguiré dedicando los capítulos a las personas que voten (solo será una vez por cada usuario♡)

HyunJack.