˖🌹 ❝O27 | 𝑵𝒆𝒈𝒂𝒓𝒔𝒆❞

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—¿Cargaron todas las armas? —pregunta Agatha hacia Carlos y Jay que la seguían por los pasillos del castillo.

—Todo se encuentra en el barco, también cargamos tu arco y demasiadas flechas —asegura Carlos—. Por si acaso.

—¿Las chicas? —pregunta Agatha, intentando distraerse para evitar un ataque por los nervios que sentía en ese momento.

—Se encuentran terminando de preparar todo en el barco, saldremos luego de que hables con tu madre y con tu abuela —explica Jay, viendo como la pelirroja asintió lentamente y tomaba una larga bocanada de aire.

Los tres se detienen en la puerta del gran salón en donde se encontraba los abuelos y la madre de Agatha que esperaban por ella, la pelirroja intenta controlar su respiración y mantener su compostura.

—¿Quieres que entremos contigo? —pregunta Carlos preocupado, ya que se dio cuenta de como Agatha comenzaba a lastimarse sus propias manos con sus uñas por los nervios.

—No, esto es algo que tengo que enfrentar yo sola —responde Agatha con seguridad—. Estén atentos, cuando termine con esto nos vamos inmediatamente a la Isla de los Perdidos.

Ambos chicos asienten y ven como Agatha abre las puertas del gran salón con fuerza, llamando la atención de todos sus mayores que regresaron a verla inmediatamente.

—Agatha, hija —saluda Mérida con una sonrisa, analizando con detenimiento el atuendo que llevaba su heredera.

—Necesito hablar con ustedes —avisa la pelirroja sin darle muchas vueltas y tomando una postura derecha.

Agatha fija su mirada en su abuela que ya se encontraba mirándola, ninguna de las dos aparta la mirada aunque Elinor se mostraba desafiante.

—¿Es la explicación del por qué te encuentras vestida así? —pregunta Elinor confundida—. Ese no es la ropa adecuada para una princesa.

Agatha llevaba puesto un pantalón ajustado negro algo rasgado que Mal le había prestado, Evie le confeccionó una blusa verde oscuro para que pasara desapercibida y la hija de Maléfica le prestó una chaqueta de cuero negra, aunque cierta peliazul tuvo que pintarla para que Agatha tuviera su color distintivo.

Carlos ayudó a pintar el logo de DunBroch que Agatha le había enseñado por un dije que tenía, luego con ayuda de Evie, pudo pintarla mucho más y así darle una chaqueta personalizada a la pelirroja.

Igualmente, la futura reina de DunBroch llevaba unas botas de tacón algo altos y un gorro negro prestado por Jay.

—Ya fue suficiente —termina por decir Agatha, sorprendiendo a su abuela—. Estoy cansada de que siempre me trates como una niña a la que puedes manejar a tu antojo, no voy a casarme con Callum y no abandonaré mis estudios de Auradon.

Mérida dirige su mirada hacia Fergus que se mostraba emocionado, los dos se toman de las manos con fuerza y regresan sus miradas hacia Agatha que se acercaba lentamente a Elinor.

—Te quiero abuela, pero yo no soy mi madre y yo no soy tú —recuerda la pelirroja en un bajo susurro, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas—. Lamento que con mi madre no pudieras casarla con algún miembro de los clanes, que no pudieras controlarla como lo haces con todos y todo, pero eso no significa que controles mi vida como si tú fueras mi dueña.

—Agatha, será mejor que te detengas —advierte Elinor, sin querer discutir con su nieta—. Estamos muy cerca de tu boda con...

—¡No voy a casarme con Callum! —grita Agatha, asustando a la reina—. ¡No me importa si me quitas la corona! ¡No pienso casarme con él!

—Elinor —habla Fergus, al darse cuenta de que su esposa quiso responder—. Piensa bien tus palabras, recuerda la conversación que tuvimos.

Elinor dirige su mirada hacia su esposo que le suplicó con la mirada que hiciera lo correcto, la reina se mantiene callada unos cuantos segundos antes de mirar nuevamente a su nieta.

—¿Por qué no quieres hacerlo? ¿Es por qué no lo amas? —pregunta Elinor en un susurro hacia Agatha que intentaba mantener la calma—. Yo estoy segura de que podrán amarse, con el tiempo y tratándose podrán hacerlo, cariño.

Agatha cierra sus ojos para intentar tranquilizarse, pero no se dio cuenta de que Elinor se acercaba a ella lentamente con intenciones de acariciar su cabello.

La pelirroja abre los ojos y toma con fuerza la muñeca de su abuela evitando que esta intentara manipularla. Elinor ve sorprendida como los ojos de Agatha cambiaron de color, mostrando un hipnotizante color anaranjado que brillaba con intensidad.

—¡Si tanto quieres una boda, cásate tú con él! —grita Agatha molesta—. ¡Me manipulaste durante diecisiete años para hacerme a tu imagen! ¡Para hacerme la reina perfecta! ¡Pero ya no más! ¡De ahora en adelante yo tomaré mis propias decisiones! ¡Viviré mi vida como yo quiera sin importarme si te enorgullezco o no!

Agatha suelta con fuerza la muñeca de Elinor y retrocede mientras algunas lágrimas se deslizaban por sus mejillas, Mérida se aleja de su padre para correr hacia su hija y abrazarla con fuerza.

—Estoy tan orgullosa de ti, mi amor —asegura Mérida en un susurro, sintiendo como su hija se aferró a ella en un abrazo mientras rompía en llanto.

Fergus se pone enfrente de Elinor para evitar que se acerque a Agatha, el matrimonio se mira fijamente por varios segundos hasta que Elinor le dio una ligera sonrisa a su esposo.

Yo siempre he estado orgullosa de ti, Agatha —asegura Elinor en voz alta, sin dejar de mirar fijamente a su esposo.

Mérida se aleja de su hija para que ambas pudieran regresar sus miradas hacia la reina que le sonreía con calidez a su esposo, Fergus mira confundido a Elinor, pero esta únicamente dejó una corta caricia en su mejilla antes de que fijara su mirada en su nieta.

Agatha seca sus lágrimas con cuidado mientras miraba confundida a su abuela que le dio una ligera sonrisa.

—Con esto confirmo que serás una gran reina, Agatha —afirma Elinor, intentando contener sus lágrimas y hacer pasar el nudo de su garganta—. Estás lista para serlo.

La reina de DunBroch camina lentamente hacia su nieta que intentaba comprender lo que estaba ocurriendo, Elinor toma con cuidado las mejillas de Agatha y le sonríe antes de que se inclinara para dejar un corto beso en su frente.

—Lamento t-tanto el daño que t-te hice, estaba tan c-cegada con mis p-pensamientos y esas malas d-decisiones que tomé s-sin tu consentimiento, que o-olvidé lo más i-importante —explica Elinor con la voz rota—. Tú f-felicidad, mi niña.

Los ojos de Agatha volvieron a llenarse de lágrimas y no pudo evitar soltar un sollozo.

—He roto el compromiso de matrimonio que acepté en tu nombre con Callum, todos los preparativos de la boda ya fueron cancelados y los preparativos de tu coronación se reanudaron —explica Elinor, sintiéndose feliz al ver como los ojos de su nieta comenzaban a brillar con emoción—. Ya no voy a meterme en tu vida, Hallie, es momento de que tú comiences a vivir por tu cuenta con cada una de las decisiones que tomes.

Fergus cierra los ojos y le agradece a todos los acentos que se le vinieron a la mente por hacer que su esposa por fin entendiera el mal que estaba haciendo, el daño que le causaba a Agatha.

—A-Abuela... —solloza Agatha, tomando las muñecas de Elinor que le sonrió.

—Tienes mi bendición para tu relación con Ben —afirma Elinor en un susurro—. No permitas que mis errores te hagan perderlo, lucha por él y por ese amor tan grande que se tienen.

Mérida pone una mano en su pecho mientras veía la escena conmocionada, Elinor deja de contener sus emociones y comienza a llorar junto a su nieta.

—Si deciden o no tener hijos, ya no me importa, solo quiero que ambos sean felices —admite la reina—. Quiero ver feliz a mi hermosa nieta, a mi pequeña Hallie.

Agatha no emite alguna palabra y únicamente se acerca a Elinor para abrazarla con fuerza mientras le agradecía en silencio, la reina le pide varias disculpas más en un susurro mientras rompía en llanto y sentía que en su corazón había un peso menos.

—Luego hablaremos con más calma, ahora tienes que ir por Ben —dice Elinor tras alejarse de su nieta y verla fijamente—. Demuéstrale a esos piratas quién es mi nieta, yo terminaré de arreglar todo para tu coronación junto con tu madre y tu abuelo irá a Auradon para hablar con los padres de Ben, él les explicará todo lo que pasó.

Agatha asiente y deja que su abuela vuelva a besar su frente, las dos se abrazan con fuerza una vez más a manera de despedida.

Mérida corre hacia ellas para unirse al abrazo mientras lloraba, Fergus también se les une, pero las levanta a todas al mismo tiempo consiguiendo que las tres mujeres comenzaran a reírse.

—Anda, ve por tu hombre —ordena Elinor, consiguiendo que su nieta se riera—. Cuídate mucho, mi niña hermosa.

—Que el viento te favorezca, mi princesa —pide Mérida hacia Agatha que asintió-. Y recuerda dar justo en la cabeza o en corazón si es necesario.

—No seas delicada, se fuerte y segura de ti misma —recomienda Fergus tras tomar con cuidado las mejillas de su nieta—. No olviden tu espada, una liga de cabello porque siempre te estorba a la hora de lucha y cortales la cabeza si es necesario o el miembro. Hazme sentir más orgulloso de ti, mi hermoso rayito de sol.

Fergus deja varios besos por el rostro de Agatha que comenzó a reírse sin poder evitarlo, los tres adultos le dan su bendición a la pelirroja menor para que todo saliera bien en su viaje y se despiden de ella una vez más.

Agatha les sonríe y camina con seguridad hacia la salida del gran salón para irse junto a sus amigos hacia el barco que los esperaban, tenían que empezar su viaje si querían llegar a tiempo a la cita que tenían con Uma.

—¿En serio cancelaste el compromiso con Callum? —pregunta Mérida hacia Elinor, luego de que Agatha se fuera del lugar.

—Por supuesto que lo cancelé, lo hice desde hace varios días atrás —admite Elinor con su ya común postura derecha—. No le gustó la noticia, pero nada que un golpe a la nuca y al miembro no pudiera arreglar, aunque igual el calabozo le fue de ayuda.

Elinor suelta un largo suspiro y camina hacia la salida del gran salón bajo la sorprendida mirada de su esposo junto con la de su hija, ninguno de los dos podían creer que la reina haya podido hacer eso siendo tan justa y nada agresiva.

Agatha no solo había sacado el carácter de Mérida, también el de Elinor.


Agatha se mantiene en silencio mientras miraba como poco a poco se iban acercando a la Isla de los Perdidos, la pelirroja no evita tener un mal presentimiento tras ver el lugar a lo lejos.

—¿Cuál es el plan entonces? —pregunta Carlos tras quedar al costado de la chica junto a sus amigos.

—Iré al lugar en donde la tal Uma me citó, intentaré convencerla de que deje libre a Ben —explica Agatha en voz alta tras tomar una postura derecha.

—Si se le cruzan los cables a como es su costumbre, yo intervendré y ayudaré a Agatha —habla Mal hacia su grupo que asintió, estando de acuerdo con ella.

—Luego regresaremos con ustedes para que todos volvamos a la Isla —termina por decir la pelirroja, consiguiendo que sus amigos regresaran a verla emocionados—. Mi abuela por fin entró en razón, podré terminar mis estudios en Auradon.

Evie suelta un pequeño grito de emoción y no duda en correr hacia su mejor amiga para abrazarla con fuerza, Agatha no evita reírse, pero aún así correspondió el efusivo abrazo de la peliazul que se mostraba muy ilusionada.

—Yo sabía que volverías con nosotros, Ben se pondrá tan contento al saberlo —afirma Evie, alejándose de Agatha para poder tomarla de las manos, pero se da cuenta de como esta se mostró insegura—. ¿Le vas a decir, no?

—Sí, pero primero tendremos que hablar sobre nuestra relación —explica Agatha—. Tal vez él no quiera seguir conmigo, aclararemos varias cosas y veremos lo que sucede.

—Aggie, créeme que Ben sería el hombre más feliz del mundo al saber que ambos podrán seguir juntos —habla Carlos con diversión hacia la pelirroja.

—Chicos, estamos cerca —avisa Jay hacia sus amigos luego de ver como se acercaban cada vez más a la Isla de los Perdidos.

El grupo no evita tensarse al poder ver la gran barrera de protección, Agatha entrelaza su mano con Evie para apoyarme mutuamente.

El barco en donde iban pasó con facilidad, pero Agatha no pudo evitar quejarse de dolor tras sentir una fuerte presión en su pecho luego de que atravesará la barrera. Los ojos de la pelirroja cambiaron de color por unos cuantos segundos hasta que retomaron su color original.

—¿Estás bien, Aggie? —pregunta Evie hacia su mejor amiga que asintió y le dio una ligera sonrisa para intentar no preocuparla.

—Tendremos que detenernos lejos del puerto en donde está el clan de Uma, ya sabes a donde ir Jay —habla Mal hacia el castaño que no dudó en asentir y guiar el barco—. Pelirroja, prepárate que iremos directamente con Uma para irnos cuanto antes.

Agatha asiente y se aleja de Evie para comenzar a buscar algunas armas que podrían serle de ayuda, la pelirroja mira a su alrededor algo sorprendida y ciertamente mortificada por todo lo que podía ver. La princesa pudo reconocer a varios niños corriendo mientras jugaban, pero sus atuendos se veían muy desgastados y bastantes sucios.

—Es tan injusto —susurra Agatha para sí misma.

El barco del grupo se detiene y todos deciden bajar al mismo tiempo, Carlos y Jay se encargan de cargar todas las armas que llevaron de DunBroch mientras que Evie se despedía de sus mejores amigas.

—Por favor, tengan mucho cuidado —pide la peliazul asustada por sus dos amigas que asintieron—. Los estaremos esperando en nuestro refugio, ya sabes cuál es Mal.

—Sí, yo llevaré a Agatha y a Ben luego de ir con Uma —asegura Mal, aunque no estaba muy segura de convencer a su enemiga de liberar al joven rey.

—Evita llamar la atención y golpea a cualquiera que se te acerque con malas intenciones —le recomienda Evie a la pelirroja que no dudó en sonreír—. Dije golpearlos, no asesinarlos.

Agatha pierde su sonrisa y pone los ojos en blanco, la chica asiente y corresponde el efusivo abrazo que le dio Evie a manera de despedida.

El grupo se separa y son Agatha junto con Mal las cuales comenzaron a dirigirse al restaurante de Úrsula en donde la pelimorada sabía que se encontraba Uma.


Me tomó más de dos días poder escribir este capítulo, no quiero pensar que se me está dificultando escribir porque ya me estoy quedando sin inspiración y sin ideas, porque la verdad, este fanfic me gusta mucho ya que es el deseo de mi pre adolescencia de hace años que imaginó una historia de Ben (desde la cuna teniendo pensamientos bastantes cuestionables).

Tal vez le duró muy poco el hecho de que Agatha siguiera las órdenes de Elinor, pero ya era momento de que ella por fin se librara de ella y así pudiera vivir su vida a como nuestra pelirroja quisiera :D

Ya en el próximo capítulo se vendrá lo bueno, se descubrirán varias cosas y tal vez nuestra linda pelirroja por fin decida decirles la verdad a Ben sobre sus sentimientos, pero igual de lo que había decidido hacer con las órdenes de su abuela y su vida *gritos de fangirl*

¿Qué les pareció el capítulo, hermosas personitas? ¿Les gustó? ¿No les gustó? ¿Qué creen que sucederá en el próximo capítulo con nuestros dos herederos a la corona? ¿Creen que podrán ser felices o simplemente terminarán toda relación?

Tan solo faltan tres capítulos para llegar al final del segundo acto de este fanfic, estoy bastante nerviosa por lo que podría pasar y por todas las ideas que tengo acerca de este ya que varias de los posibles sucesos que me imagino no terminan muy bien ni para Ben ni para Agatha T^T

En fin, de verdad espero que este capítulo les haya gustado, lo hice con mucho amor para todos ustedes <3

No se olviden de votar y de comentar qué les pareció, tampoco se olviden de comentar las teorías que tienen sobre lo que pasará en estos últimos capítulos. No se olviden de cuidarse en donde sea que se encuentren, de que nos estaremos leyendo en una próxima actualización y de que los amo con todo mi corazón❤️

🌹𝐌𝐎𝐀𝐍𝐀🌹


Esta es una historia original de Wattpad, actualmente igual se encuentra disponible en Inkitt y en Booknet, si la lees en otra plataforma se debe a un virus y una copia sin mi permiso.


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