—¿Hyung ese no es TaeHyung? —pregunta JiMin tratando de ver bien el rostro de un chico pelirrojo—.

—...No lo veo bien desde aquí ¿Vamos a ver si es el? —pregunté con una sonrisa—.

—Si vamos —responde muy entusiasmado Jiminie, para luego tomarme del brazo e ir corriendo— ¿TaeHyung? —pregunta JiMin con una voz muy tierna—.

—¿JiMinie? —el chico misterioso se da vuelta, y efectivamente era TaeHyung —¡JiMin! ¡Jin! —dice para luego abrazarnos a ambos —los extrañe un montón —dice para luego soltarnos—.

—Yo también te extrañe mucho TaeHyunie —digo mientras le despeino el cabello—.

—¡¡Yo también, te extrañe alíen!! —exclamó efusivo JiMin —No sabes lo que he sufrido estos meses, verás hace unos días fui a —fue interrumpido por el sonido de la campana—.

—¡Vamos, se nos hace tarde! —digo para luego salir corriendo a nuestro salón—.

Llegamos al salón unos segundos antes de que empezarán la clase, estuve prestando atención a nuestro profesor, mientras llego un pequeño aroma, me gire y vi como todos los omegas soltaban sus feromonas.

Al final terminaron sacando a todos los omegas y solo dejaron a los alfas adentro de la clase, no me parece justo ya que yo no hice nada y JiMin no creo que lo haya hecho.

—Se puede saber ¿Por qué votaron feromonas? Lo único que consiguieron fue que nos sacaron de clases —estaba muy enojado y les pregunte a todos los que estábamos afuera—.

—No molestes nuevo ¿Acaso eres ciego? —Me pregunto una chica que la verdad su olor era espantoso—.

—Solo veo a un montón de omegas tontos y tontas que no se saben controlar —respondí muy enojado—.

—Si efectivamente eres un ciego —respondió la misma chica —¿No vez que hay estaba YoonGi Oppa, Hoseok Oppa y NamJoon Oppa? —pregunto un omega y su olor era demasiado fuerte—.

—No me importa quienes sean aquellos alfas, solo me importan mis clases —digo muy enojado— Jiminie vámonos —lo tomo de la mano y con mi otra mano me tapó la nariz, para luego irme de ese lugar—.

Después de eso no nos dejaron entrar a ninguna otra clase, porque iban a hablar con todas y todos los omegas que soltaron sus feromonas. Jiminie y yo nos quedamos en la cafetería, hablando de que habíamos hecho estas vacaciones que no nos juntábamos.
Hasta que alguien nos interrumpió.

—Hola, lindos —saludo un alfa no muy alto —Un gusto soy...

[...CONTINUARÁ...]