•༻῭❃༼𑁍༽❃῭༺•

Un fuerte dolor punzante en la parte superior de su estómago fue el causante de su despertar. Con una notable mueca desagradable en su rostro, el castaño se estiró sobre la superficie donde se encontraba apoyado.

El dolor se intensificó por lo que soltó un quejido que resonó por la habitación, casi inmediatamente se dio cuenta del otro cuerpo que yacía junto a él, el cual el se estremeció y lo arrastró en un abrazo protector.

Su estomago fue estrujado con inmensa presión lo que le causó un dolor agudo e insoportable, gritó buscando deshaserce del "abrazo".

Cuando logró su objetivo jadeó por aire y con sus manos cubría y sobaba su lastimado estómago, sus ojos lagrimeaban un poco por lo que su rostro estaba rojo y humedo. Su cabello revuelto le dio también una apariencia de desamparo que hizo alterar al hombre de mayor tamaño frente a él.

Jungkook cuando despertó lo primero que percibió fue al humano alejado de él, lastimabo y protegiendo su cuerpo, una punzada de consuelo se instaló en su pecho y con cautela trató de acercarse.

-No, aléjate, me lastimaste... M-me duele- Solo sonidos sin significado fue lo que el pelinegro pudo captar de aquellas palabras dichas por el menor, sin embargo algo le dio la señal de que se detuviera y dejara al humano solo por un momento.

Su mirada se guió hasta los brazos cruzados sobre el estómago del contrario y creyó entender qué sucedía.

La criatura tenía hambre.

Sonriendo por haberse dado cuenta del problema, rápidamente sale de la cabaña dejando en completa soledad a Taehyung.

El día estaba tan soleado y caluroso como la mayoria del tiempo, el verde de los arboles tan vivo como las furiosas olas que golpeaban contra la costa, se introdujo rapidamente en la espesa jungla, sus odios inmediatamente percibieron el cantar de los pajaros, los cuales revoloteaban a gran velocidad por entre las ramas.

Avanzó con apuro pues sabia que pasar hambre no era algo agradable, por lo que se acercó agilmente hasta unas plantas de melon que se encontraban cerca, tambien aprovechó y tomó unas bananas que guindaban cerca del río, estaban tan amarillas como el sol que picaba su piel, su estómago rugió, al parecer él tambien necesitaba algo de comida. Con ayuda de una liana ató el gajo de bananas a su espalda, sujetando el melon en su brazo izquierdo.

Por último antes de irze, escaló con imprecionante facilidad a pesar de que uno de sus brazos estaba ocupado, una palmera, tomando de ella un coco, agitándolo un poco para asegurarse de que estuviera lleno de su delicioso jugo, y no se defraudó pues escuchó el agua zumbar dentro de este, con una sonrisa satisfecha, emprendió viaje de vuelta a la cabaña.

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Taehyung por su parte observó como el hombre fruncía el ceño para seguido brindarle la sonrisa más encantadora que habia visto en su vida, antes de salir despavorido por la puerta de la cabaña, bien, al parecer nunca va a comprender nada de lo que sucede en ese lugar.

Primero un hombre salvaje que no se sabe hablar, pero increiblemente fuerte, le salva la vida a la vez que casi lo mata, después un gorila que aparentemente sí se puede comunicar con aquel sujeto, pues recuerda claramente que ellos tuvieron lo que se podría decir que fue una conversacion de lo más normal el dia anterior, donde el azabache se encontró incluso exaltado, como si estuviera reprendiedno aquel animal por razones desconocidas para él.

Un escalofrío le recorrió la espalda al recordar la mirada que le lanzó aquel gorila, fue tan extraño, él sintió que fue una mirada de advertencia, pero... ¿Advertencia sobre qué?

Negando suavemente trata de ignorar sus pensamientos al igual que aquel punzante dolor en su estomago, poniedose cuidadosamente de pie, sintiendo como el estomago se le revuelve para seguido sentir como algo le sube por la garganta hasta que sale al exterior por medio de su boca, inmediatamen un saber amargo y ácido se asentúa en su paladar, formando un gesto desagradable trata de respirar con calma.

-Ugh~ simplemente... asqueroso- Musita, aún teniendo aquel gesto fruncido en su rostro.

Ahora un poco más calmado observa el lugar donde se encontraba recostado, era una especie de nido que al parecer el azabache trató de imitar, para formar un sitio comoda donde recostar sus cuerpos.

Nada mal... Pensó mientras observaba con curiosidad las sábanas.

De hecho durmió muy bien, si no fuera porque el hambre literalmente lo estaba matando, fácilmente hubiera sido el sueño más satisfactorio que había tenido. Desviando su mirada observó esperanzado el lugar donde el hombre habia salido anteriomente, suspirando se sento nuevamente en el conjunto de sabanas, esperando pacientemente a su salvador.

No pasó mucho tiempo cuando se escuhcó el estruendo de una ventana ser practicamente destrozada, el castaño volteó rápidamente su cuello por lo que algunos musclos de esa área se estiren repentinamente causandole un poco de dolor, inmediatamente lleva su mano derecha al lugar sobando la piel soltando un quejido, que fue escuchado por su mayor.

Jungkook regresó a la cabaña con las frutas que había recolectado. Al entrar, vio a Taehyung sentado en el nido improvisado que había hecho para él. El castaño lo miraba con curiosidad mientras se masajeaba el cuello adolorido. El pelinegro se apresuró hacia Taehyung, preocupado por su bienestar. A pesar de la incapacidad de comunicarse verbalmente, Jungkook se las arreglaba para expresar su preocupación a través de gestos y miradas.

Inclinadose quedó a la altura de su menor, extendió una mano para tocar con suavidad el rostro de Taehyung, asegurándose de que no hubiera heridas visibles.

-E-estoy bien...-Dijo en un susurro el castaño, con un ligero rubor en las mejillas. Era difícil ignorar lo apuesto que era Jungkook, incluso en su estado salvaje.

Hubo un momento de silencio tenso, en el que ambos hombres se quedaron mirando fijamente. Las emociones parecían bailar en el aire entre ellos, y Taehyung no podía evitar sentir una extraña conexión con el misterioso hombre que lo había rescatado.

Finalmente, Jungkook retiró su mano y se puso de pie. Se acercó a las frutas que había traído y con un solo y poderoso movimiento de sus fuertes brazos, partió el melón en dos mitades perfectas, dejando a Taehyung completamente impresionado. Estiró su brazos brindándole al menor una de las mitades que habia partido.

Taehyung asintió con gratitud y tomó el melón que le ofrecía Jungkook y empezó a comerla con apetito. El sabor fresco y dulce llenó su boca, y su estómago gruñó de alegría, mientras masticaba la fruta, observaba cómo el pelinegro se ocupaba de preparar el coco.

Deleitándose una vez más con una exhibición impresionante de fuerza bruta en su máximo esplendor, observó cómo los músculos de los bíceps del pelinegro se flexionaban con gracia mientras ejercía la fuerza necesaria para partir el coco, de la misma manera en que lo había hecho con el melón. Su rostro mostraba concentración, sus cejas oscuras fruncidas le daban una mirada aguda y decidida, aunque no entendía completamente la situación, comenzaba a darse cuenta de que Jungkook estaba cuidando de él de alguna manera.

Sin antes haberse dado cuenta, notó que el melón que estaba comiendo chorreaba de forma casi obsena por toda su boca, ensuciando sus manos y parte de su pecho, apenado da una última calada de la deliciosa fruta para después pasar parte de su ante brazo, para tratar de limpiar el resto de melón que se habia esparcido por su rostro.

Después de un rato, Jungkook terminó su labor con el coco y se sentó frente a Taehyung, nuevamente extendió su brazo regalándole al castaño el coco que contenia el delicioso jugo, tomó la fruta, comenzando a tomar, sonidos de felicidad comenzó a soltar. Dios, no podía creer que fuera tan bueno.

Jungkook solo lo observó con una sonrisa afectuosa, mientras estiraba el brazo y tomaba dos bananas que guindaban del racimo, pelando ambas frutas y comenzando a comerlas las dos a la vez, era impresionante el tamaño de su cavidad bucal, para que ambas bananas cupieran con tal facilidad. Ambos se lanzaban miradas de vez en cuando, mientras compartían la comida en silencio.

Taehyung sentía su corazón latir con fuerza cada vez que sus miradas se encontraban. Había algo en la mirada intensa de Jungkook que lo hacía sentirse vulnerable y deseado al mismo tiempo. Y Jungkook, por su parte, no podía dejar de admirar la belleza y el misterio de Taehyung.

Cuando terminaron de comer, Jungkook recogió los restos de las frutas y los llevó fuera de la cabaña, asegurándose de que nada quedara desperdiciado. Taehyung lo observó con admiración, impresionado por la habilidad del pelinegro para sobrevivir en la selva.

Cuando Jungkook regresó a la cabaña, se acostó junto a Taehyung, más cerca de lo que lo había hecho antes. Miraron juntos el atardecer que teñía el cielo de tonos cálidos y dorados, y Taehyung sintió cómo la tensión que había estado presente desde el principio de su encuentro se intensificaba.

Ahora esta era su vida, y debía acostumbrarse a ella.

Pensó el castaño mientras inconcientemente se acurrucaba contra el duro pecho de Jungkook, el mismo pasó su brazo sobre su cabeza y lo colocó debajo de su cuello, Taehyung suspiró.

Aunque como van las cosas, parece que no le va a costar mucho adaptarse.

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Hola :D

Bueno, volví eso es lo importante, estaré subiendo los demás cap por ahí, no se preocupen que yo de que termino este fic, lo termino.

Bueno, eso es todo, se les quiere :3

PS: Quien fuera Taehyung para que Jugnkook modo guapo, fuerte y salvaje me pele frutas y me dé de comer 😩

™𝚃𝚊𝚎𝚝𝚊𝚎_𝚍𝚎_𝙹𝚎𝚘𝚗•㈥