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Nayeon no podía evitar reírse al ver las diferentes muecas divertidas que hacía Hoseok para ella, no entendía como ese chico era capaz de hacer tan divertidos gestos pero definitivamente es muy gracioso; la bebé abría y cerraba sus manos pequeñas mientras le daba una hermosa sonrisa sin dientes al alfa.

—Deja de hacer eso—dijo Jungkook trayendo unas toallas limpias y colocando algunas en la mesita
de noche—. ¿Acaso no ves que no le gustan tus gestos tan horrendos?

—Pues su sonrisa me dice todo lo contrario—la bebé seguía soltando risas mientras ve que Hoseok inflaba exageradamente sus mejillas—. ¿Ya han conseguido a alguien para que la adopte?

—Todavia no—contestó Jungkook, sabe que deben tener como prioridad la búsqueda de una familia para la pequeña, pero es complicado.

Muy, complicado.

—¿Y Taetae?—preguntó de nuevo—, ¿en dónde esta ahora?

—Está en la cocina—señalo detrás de él, justo en la salida de la habitación—. No ha parado de hacer papillas, dice que quiere almacenar algunas, porque no le va dar tiempo prepararlas en la
mañana.

Taehyung no podía darse el lujo de preparar las papillas para la pequeña todo el día ya que siempre se encuentra ocupado, todo se había vuelto un poco más complicado para él y más si se trataba de la universidad. Solo los fines de semana podía lograr tener algo de paz, a veces tenía que salir del salón de clases debido a que el pequeña quería alimento y lloraba en las clases, no debía interrumpir la clase así que tenía que alimentarla afuera del aula.

No dormia a veces debido a que Nayeon hacía que despertase a mitad de la noche, la pequeña despertaba casi a cada dos horas por la noche y él sentía que era un completo desastre. Pero, claro, siempre que le decía a Jungkook aquello el alfa le decía que se veía perfecto, y Taehyung sabe que eso se trataba de una mentira porque cuando se miraba al espejo podía ver sus enormes ojeras y sus cabellos todos revueltos hechos como un nido de pájaro.

Se estaba descuidando mucho y no solamente él, Jungkook también recibía las consecuencias; ambos se levantaban para ver a la bebé aunque a veces era Jungkook quien lo hacía, pero él si se quedaba a veces dormido entre las clases o en medio de la clase y lo sacaban del salón debido a su falta de atención.

—¿Y tú?—la pregunta de Hoseok hizo que Jungkook ladease la cabeza—. ¿Cómo te sientes?.

—Cansado—dio un largo bostezo—.  Nunca creí que cuidar a una bebé sería tan laborioso.

—¡Y que lo digas!—Jung miró a Nayeon—. Una vez tuve que cuidar a uno de mis hermanos cuando tenía unos catorce años, el muy desgraciado no paraba de llorar y de gritarme por
no darle lo que él quería comer, ¡fue horrible!

—¡Jungkook!—se escuchó un grito fuera de la habitación.

El mencionado soltó un resoplido. El deber llama, y ese de seguro era Taehyung que necesitaba ayuda o no encontraba algo que seguramente tiene en su mano.

—Iré para ver lo que necesita—miró hacía la bebé—, cuidala mientras tanto.

El alfa asintió y Jeon comenzó a caminar para retirase de allí, sus pies se sentían pesados al caminar hacía la cocina pero debía recuperar sus ánimos. Cuando por fin entró, pudo ver al omega, quien se veía igual de cansado que él. Taehyung de verdad que necesitaba un descanso. Después se lo darían, tal vez el fin de semana.

Cuando se acercó más al omega, se percató de que tenía su teléforno móvil en la mano derecha.

—¿Podrías seguir con está llamada?—Jungkook dio un asentimiento a pesar de que sabía que Taehyung no le miraba—. Creo que estoy a punto de quemar la verdura que está hirviendo.

El alfa se río bajito.

—No hay problema—terminó por agarrar el teléfono móvil, y percatarse de que aquel contacto no estaba registrado por el omega—, ¿y quién es?

—Es sobre la adopción de la bebé—Jungkook apretó los dientes al escuchar eso—. ¡Creo que al fin he encontrado una familia!

Taehyung se escuchaba contento por lo ocurrido, pero Jungkook no se sentía del mismo modo, además que había notado un poco de tristeza en aquel tono de voz del omega. Tal parecía ser que tampoco estaba de acuerdo con lo que estaba pasando.

—Está bien TaeTar—mencionó el alfa, trataba de animar un poco al chico. Parecía funcionar, aunque fuese de forma mínima.

—¿Crees qué sea una madre buena? —preguntó Taehyung en voz alta—, ¿crees qué su padre le compre un Pikachú? Porque se ve que a Nayeon le encanta ese peluche, se parece mucho a mi.

—Verás que podría ser la opción de una buena familia para Nayeon—mencionó para después acercar el móvil hacía su oreja.

—Tienes razón, lo bueno es que es la primer familia que llama, ¡no los dejes en espera!

Jungkook dio un asentinmiento con la cabeza y contestó la llamada.




©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5

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