chapter 19.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Entiéndelo de una maldita vez, JongIn. Jimin es mío, ese chiquillo ha sido mío desde que lo ví en la putrefacta red oscura.

D E E P W E B.
...

— ¿Estás más calmado, Jiminnie? — Le cuestionó JongIn caminando por el oscuro bosque ahora ya de noche, tenía tomada la mano de Jimin dándole alguna que otra caricia con sus nudillos.

— Uh, lo estoy... — Susurró apenas audible para el estudiante falso, éste asintió sin decir nada más y siguió caminando con él. Tiempo atrás Jimin hubiera gritado por todos lados ante esa simple acción por parte de su crush pero ahora era totalmente diferente, se sentía débil y carente de emoción.

Desde atrás, Yoongi y Jacob los seguían. El primero se mostraba demasiado molesto, casi al furioso por el hecho de que las manos de JongIn estuvieran tocando las de Jimin. Se aseguraría de cortarle las manos a JongIn después, claro que sí. Si hasta ahora no había objetado nada era porque sabía que el rubio tendría una crisis y no estaba dispuesto a verlo en ese estado tan... devastador. Era estúpido pero Yoongi no podía evitar sentirse extraño con las crisis del chiquillo, casi preocupado.

— ¿Ya casi llegamos? — Le preguntó Jacob a Min con fastidio, sus pies dolían y el rostro malhumorado del mercenario también lo hacía ponerse de la misma manera.

— Cierra la jodida boca.

El azabache siguió manteniendo su fija mirada en la pareja que se tomaban las manos, le ardía como el infierno el hecho de que JongIn incluso en el estado más tormentoso de Jimin lograra hacerlo sonreír. Muy apenas pero lo hizo. Yoongi no compartía sus cosas y el hecho de que supiera que JongIn estaba enamorado del rubio empeoraba absolutamente todo.

— Hemos llegado. — Informó Min metiéndose al auto en el que anteriormente los tres hombres habían llegado a busan, ésta vez el mercenario iba en el volante — ¿Qué? ¿Se te quedó la mano pegada con él? No te preocupes, yo con mucho gusto la corto.

JongIn se tensó negándose a soltar la mano del rubio, Jimin sólo observaba el perfil gélido de Yoongi. Se mostraba tranquilo pero de su boca salían palabras molestas cada vez que hablaba.

— Jimin, ven acá.

El azabache palmeó el asiento del copiloto indicando que tomara asiento, Jacob no perdió tiempo y se metió de inmediato en los asientos de atrás ignorando la conversación.

— No quiere sentarse contigo, Yoongi. — Le dijo el falso estudiante aferrándose aún más a la mano del rubio.

— Cierra la puta boca. — Se apresuró a decir Min cabreado, el volante era apretado por él. No era buena señal, en cualquier momento tendría un ataque de ira en el cual todos saldrían perjudicados. — Quiero que me lo diga él.

Jimin soltó la mano de JongIn cuando notó la mirada gélida del hombre tatuado.

— ¿No quieres sentarte conmigo, Jimin? — Cuestionó mirándolo por el retrovisor, sus ojos estaban fijos en él y se sentía desnudo ante el nerviosismo.

— Sí...quiero, Yoon. — El rubio balbuceó torpemente saliendo de los asientos de atrás, JongIn apretó sus dientes furioso. Yoongi sonrió de una manera tan malditamente burlona, sabía que se había salido con la suya.

Tomó la mano de Jimin mientras que con la otra conducía y sin más el mercenario emprendió marcha de vuelta a Seúl, de vuelta al principal lugar donde comenzó todo.

D E E P  W E B.
...

— Diablos, qué asco. Maldito Jung Hoseok y su intolerancia a mi comida. — Se quejó Kim agotado dejándose caer en el sofá, por fin estaba todo limpio en el sótano después de que al estudiante se le ocurriera la idea de vomitar su maravillosa comida y claro que después de que también lograra darle un puñetazo para que calmara su crisis de esquizofrénico loco. — ¡Oh, he maldecido en todo el día! Padre estaría enojado conmigo si estuviera aquí, soy un maleducado.

Los recuerdos Ilegaban a la mente del azabache como si fueran destellos cegadores, no supo cuando pero ya se encontraba recordando todo, se encontraba recordando a su maravilloso padre.

FLASHBACK.

— ¡N-No quiero, papá! — El pequeño Taehyung de doce años negaba frenético, su padre juraba que era un platillo sublime, que tendría una exoneración por lo maleducado que fue.

— Sabes perfectamente lo que hiciste hoy, Tae. — Habló ronco el rizado dedicándole una fría mirada, los labios del hombre se curvaron en una sonrisa que mostraba sus peculiares hoyuelos. — Has maldecido a tu madre. Yo te enseñé modales, Kim Taehyung.

— Por favor, padre. No...lo haré de nuevo, seré educado.

El hombre de ojos cafés negó rotundamente acercándole más el platillo en donde descansaba una especie de carne rodeada de guarniciones de verdura y un extraño líquido arriba, Taehyung no era tonto a sus doce años y sabía que eso no era carne de algún animal. Hace dos años su padre le llevó un enorme buffet el día de su cumpleaños en donde había todo tipo de platillos con carne un tanto blanda, Tae estaba feliz aquel día pero después todo se complicó cuando descubrió un sábado de la noche que su padre cocinaba de manera cruel parte del muslo de un chico. No niega que gritó aterrado pero su padre sólo se limitó a sonreírle y decirle que había descubierto su ingrediente secreto.

— No, Taehyung. Anda, pruébalo. Sé que te encantará.

— Padre...yo no... — Balbuceó observando la comida, se aferraba a negarse, claro que lo hacía. ¿Pero por qué de repente las náuseas ya no estaban? ¿Por qué tenía una gran ansiedad de probar lo que veían sus ojos?

— Serás limpiado, Tae. Tu sucia boca ya no dirá ni una palabra más, serás educado.

El pequeño miró a su padre aún sonreírle, tragó saliva dirigiendo su vista de nuevo al platillo. Sin esperar más tomó el tenedor y se llevó la comida a la boca ante los aplausos de su padre.

— Eres puro, Taehyung. Eres puro.

FIN DEL FLASHBACK.

Kim se levantó bruscamente del sofá mirando a todos lados, su respiración era errática y el sonido de la puerta siendo tocada insistentemente lo alteraba aún más.

— ¡¿Qué?! — Abrió la puerta con enfado, se pasó una mano por las hebras negras frenéticamente cuando notó la presencia del empresario. — Una disculpa, ¿Qué haces aquí?

Jeon Jungkook lo miró con seriedad antes de pasar a la casa, como siempre dos guardias estaban detrás de él protegiendo su seguridad.

— Jeon, ¿Por qué estás aquí con tus dos gorilas? No es horario de orgía aún, sólo los viernes.

El empresario soltó una carcajada antes de impactar su puño en el rostro de Taehyung partiendo su labio al instante, Kim se tocó el labio sangrante mirando fijamente al hombre y a sus dos guardias.

— Jamás vuelvas a hacer eso, Jeon Jungkook. Puedo sacarte las vísceras aquí mismo, no me provoques. — Amenazó dedicándole una seria mirada, sus cabellos azabaches caían en su frente.

Jeon se acercó hasta a él tomándole con brusquedad del mentón, posó sus labios con los suyos lamiendo cada gota de la sangre metálica. Kim jadeó ante la presión que sentía su quijada pero el empresario parecía estar fascinado con su dolor.

— Quiero que encuentres a mi mocoso, Kim Taehyung. Porque te juro que yo mismo usaré mis manos para estrangularte.

El azabache sonrió con picardía tomando una de las plumas que estaban en la mesa jugueteando con ella entre sus dedos, Jungkook parecía estar perdido ante las acciones del contrario.

— Yo no tengo problema en que me ahorques, sabes. — Le dijo trazando líneas imaginarias en su pecho, lo tomó de la corbata con fuerza antes de encajarle sin piedad la pluma en el abdomen. Jeon lo empujó jadeando de dolor, Taehyung comenzó a reír cuando notó la erección creciente del contrario. — ¿Acaso acabas de excitarte? Si que eres un loco pervertido.

Los dos guardias hicieron amago de acercarse al caníbal pero el pelinegro levantó su mano negándose a que dieran un paso más.

— Está bien. — Logró articular entre el medio del dolor, se sacó la pluma manchada de sangre tirandola al suelo y jadeó excitado. — Espero que eso sea lo único que me claves.

D E E P  W E B.
...

— Yoon, ¿Puedo preguntarte algo? — Habló Jimin no muy seguro de lo que hacía, el azabache quien estaba sentando en la roca descansando le miró de reojo.

— Ya lo estás haciendo.

— Uh, sí, supongo.

— Te estoy jodiendo, ¿Qué es lo que ocurre? Dímelo. — Le cuestionó posando sus ojos en el pequeño rubio, JongIn observaba fijamente a ambos con atención.

— ¿Por qué JongIn hyung está aquí? ¿También...lo ha secuestrado?

El azabache soltó una risa negando ante la inocencia de Jimin.

— ¿De verdad crees que yo secuestraría al inservible de JongIn? Cachorrito, hay muchas cosas de las cuales tú no estás enterado. — Respondió con una sonrisa maliciosa en sus labios, observó a Jimin fruncir sus cejas y al falso estudiante apretar sus dientes con enojo porque probablemente estaba escuchando todo. — ¿No es así, inútil?

JongIn abrió sus ojos con sopresa cuando el mercenario se dirigió a él, apretó sus puños fuertemente negándose a decir algo. No estaba dispuesto a perder al lindo Jiminnie.

— ¿Qué? ¿No planeas hablar? ¿Te comió la lengua Taehyung o qué?

— JongIn hyung, ¿Qué sucede? ¿Por qué estás aquí? — El rubio observaba expectante a su compañero de clases quien parecía haberse quedado sin habla, incluso notó que comenzaba a temblar.

— Anda, JongIn. El cachorrito te ha hecho una pregunta.

— Yoon...no creo que sea el momen...

— Dí una puta palabra más en defensa de él y te mueres aquí mismo, Jacob. — Amenazó dedicándole una escalofriante mirada gélida, el castaño retrocedió dos pasos callando al instante.

— Jiminnie, ¿Tú confías en mí verdad?

— JongIn hyung, por supuesto que sí. Eres mi...compañero. — Se apresuró a responder Jimin, Min se reía escandalosamente ante la escena que presenciaba.

— Jiminnie yo no...

— ¡Oh, vamos! No seas un puto cobarde y dile la verdad, JongIn.

— ¡¿Cuál es tu maldito problema, Yoongi?! — Protestó el castaño levantándose bruscamente de la roca, Jacob se puso tenso, no quería presenciar nada.

— Tú. Mi problema es que sé que quieres llevártelo de mi lado. — Respondió levantándose también con enfado, las venas resaltaban en sus brazos de lo exaltado que estaba. — Entiéndelo de una maldita vez, JongIn. Jimin es mío, ese chiquillo ha sido mío desde que lo ví en la putrefacta red oscura.

— Basta, por favor.

Ambos hombres se giraron para ver al pequeño rubio, tenía lágrimas en sus ojitos. Yoongi de inmediato se acercó para tomarlo entre sus brazos, Jimin sólo se aferró a su cuello. Tenía miedo pero al menos sabía que con ese tipo no moriría, no tan pronto.

— Jiminnie...

— No le hables.

JongIn cerró sus ojos tratando de controlarse, tenía unas enormes ganas de asesinar ahí mismo a Yoongi. Jacob miraba todo atento para cualquier incidente que pudiera ocurrir entre ambos.

— Hey, Jimin. — Habló de manera ronca el mercenario llamando su atención, Jimin sacó su rostro del cuello de Min y lo miró entre pequeños sollozos.

— ¿Sí?

— El inútil de JongIn está en la red oscura, él te vendió.

— ¿Q-Qué?

Y JongIn ahora se encontraba apuntando hacia a ellos, directo a hacia Yoongi quien mantenía su dura mirada negándose a soltar a su chiquillo para ser exactos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro