chapter 20.

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Escúchame bien, muñequito. Mientras yo siga jodiendo con mi existencia nadie se atreverá a tocarte ni un cabello, ni siquiera pondrán sus ojos en ti, primero se los arranco de las cuencas.

D E E P W E B.
...

Y JongIn ahora se encontraba apuntando hacia a ellos, directo a hacia Yoongi quien mantenía su dura mirada negándose a soltar a su chiquillo para ser exactos.

— ¡Es mentira, Jiminnie! ¡Está mintiendo! — Negó frenéticamente el castaño con la arma temblando entre sus manos, Jacob estaba paralizado mientras observaba la escandalosa escena.

El rubio le miró con sus ojos cristalizados por el miedo aún en los brazos de Yoongi, el tatuado notó la acción y trató de controlar el ataque de ira que probablemente vendría.

— ¡Y-Yo no quería, Jimin! No sabía que SungWoon estaba en la red...y cuando lo supe yo creí que sería mejor que estuvieras con Yoongi que con los otros dementes.

— Preferiste abandonarlo antes de decirle a la policía, no querías que te delataran. — Añadió el mercenario sin importarle que estuviera apuntando a su cabeza.

— JongIn... — Trató de acercarse Jacob al muchacho, éste se alteró moviéndose rápidamente para apuntarle también.

— ¡Quédate ahí! ¡V-Voy a dispararte si te mueves! No me importa si eres mi amigo, hice que Yoongi asesinara a SungWoon.

Jimin abrió sus ojos con impresión cuando escuchó las palabras de su compañero de clases, Yoongi le miró inexpresivo.

— ¡E-Eres un mentiroso, JongIn! Confie en ti, ¡Siempre supiste todo! ¡Te dije que tenía miedo de H-Hoseok! — Le gritó el rubio entre pequeños sollozos, sus brazos se aferraban al cuello del tatuado con fuerza. Estaba confundido, está claro que Yoongi no era muy diferente a los demás, él era un asesino pero no podía evitar sentirse protegido cerca suyo.

Definitivamente podría elegir a Yoongi entre todos los dementes, ¡No quería a Hoseok, ni a Taehyung, ni a JongIn! Todos eran unos sádicos, unos enfermos que querían hacerle daño. Comenzaba a creer que Yoongi era su protector, el instinto de confianza que le brindaba lo hacía sentir seguro.

— ¡No, no, no! ¡No sabía que Hoseok era de la red oscura! ¡No lo sabía, Jiminnie! — Gritó alterado mientras se acercaba a ambos, Jimin escondió su rostro nuevamente en el cuello de Yoongi aterrado.

— No te atrevas a dar un jodido paso más. — Advirtió el mercenario mirándolo con ese destello sádico en sus ojos, estaba más que furioso y Jacob sabía que no vendría nada bueno.

— ¡Cállate, mierda! ¡Entrégame a Jiminnie!

JongIn le quitó el seguro al arma acercándose aún más a ambos chicos, Yoongi se tenso apretando su mandíbula con demasiada fuerza.

— Ven aquí, Jiminnie. ¡T-Te llevaré con tu mamá! — Balbuceó nerviosamente extendiendo su mano para que la tomara, con la otra mano libre seguía apuntando directo a su cabeza.

El chiquillo rubio negó soltando sollozos en el cuello de Yoongi, las manos del azabache lo rodeaban con fuerza aferrándose a su cuerpo.

— ¡D-Déjame, JongIn!

— ¡JongIn, ya basta! — Gritó Jacob desde su lugar, observó a todos lados en busca de algo que pudiera golpear al muchacho. JongIn lo ignoró, su mirada estaba clavada en Jimin con tanta insistencia.

Jacob tomó una de las rocas y Yoongi le miró con una pequeña sonrisa en sus labios. Ambos sabían que hacer y no tenían problema en hacerlo.

— ¡Maldición, ven aquí ahora! — Le ordenó alterado el castaño tomándolo del brazo, Yoongi le dedicó una mirada furiosa y hizo el amago de moverse pero JongIn le apuntó directo al rostro mientras quitaba a Jimin de su cuerpo.

— ¡Basta, JongIn! ¡Yoonnie! — El miedo se reflejaba en los ojos del rubio que se negaba a soltarlo pero JongIn ya lo tenía, el rostro del mercenario era la misma definición de Satanás.

— ¡Cállate!

La gota que colmó el vaso o más bien el ángel perteneciente del diablo que JongIn tocó fue el detonante para que Yoongi presumiera sus más mounstruosos instintos.

En un hábil movimiento Yoongi colérico le tomó del brazo, pateó con fuerza su rodilla logrando desestabilizarlo para así poder arrebatarle el arma de las manos. Jacob se acercó corriendo con la roca en manos y lo comenzó a golpear con fuerza en la nuca, JongIn en el suelo intentaba defenderse de los golpes.

— Y-Yoon... — Susurró Jimin mirando la escena con temor y retrocedió inconscientemente.

El tatuado mercenario empujó a Jacob con fuerza alejándolo de JongIn, tomó la arma en el suelo y sin rechistar le disparó directo al rostro al menos cinco veces haciendo una escena totalmente de sangre.

— ¡Maldito hijo de perra! Púdrete en el infierno.

— No veas, Jimin. — Le dijo Jacob antes de taparle los ojos al rubio impidiendo la horrorosa visión de lo que hacía Yoongi.

La respiración errática del mercenario y su expresión eran aterradoras, seguía acabándose las balas del arma con JongIn aunque ya estuviera muerto, aunque hubiera un desastre de sangre por todo el lugar.

— Todo está bien, Jimin. — Susurró el castaño intentando tranquilizar al menor, Yoongi se limpió las manchas de sangre de su rostro y soltó el arma agotado.

Sus roncas risas hicieron eco por el lugar mientas se limpiaba con fuerza cada mancha de sangre sobre su rostro y cuerpo.

— Yoongi, ya basta. — Expresó Jacob aún tapando los ojos de Jimin, el mercenario le dedicó una gélida mirada antes de acercarse a ambos.

Yoongi jaló el brazo de Jimin abrazándolo con ansiedad, las manos de Jimin se aferraron a su cintura sintiéndose protegido.

— ¿Estás bien? El hijo de puta te golpeó en la mejilla. — Soltó con dureza tocando con sus manos ensangrentadas las mejillitas rellenitas de Jimin, el chiquillo asintió con temor. — Escúchame bien, muñequito. Mientras yo siga jodiendo con mi existencia nadie se atreverá a tocarte ni un cabello, ni siquiera pondrán sus ojos en ti, primero se los arranco de las cuencas.

— Gracias, Yoon. — Le dijo aguantando las terribles ganas de llorar por lo que sucedía, el azabache imposible de resistirse estampó su labios con los de él en un beso desesperado. Su boquita se sentía cálida, pura, virgen. Yoongi quería comerle la boca de mil maneras diferentes y lo estaba haciendo, Jimin jadeó cuando la húmeda lengua del hombre exploró su boca con experiencia. El chasquido del beso se escuchaba de una manera obscena pero eso no importaba, Yoongi disfrutaba de sentir cada detalle de él.

Y estaba dispuesto a hacerlo por la eternidad.

D E E P  W E B.
...

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