chapter 7.

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Ese chiquillo será mío, él me complacerá en todo y yo lo haré llorar hasta que esté agradecido por estar conmigo.

— Sigo sin creer que te hiciste pasar por policía, eso si que es mucho para ti, Jeon. ¿Te sientes un chico malo? — Preguntó el pelinegro mientras le dedicaba una sonrisa de sorna al hombre malhumorado. — Sinceramente creí que enviarías a uno de tus matones.

— Cierra la boca, Taehyung. No te traje para opinar, lo hice para que me entregues a Jimin. Y no veo que estés trabajando en ello.

— ¿Para entregártelo?

El azabache levantó una ceja confundido por la pregunta del otro, se supone que habían hecho un trato.

— Te recuerdo que también tienes que compartirlo conmigo, Jeon. — Aclaró humedeciendo sus labios y pasó una de sus manos por el fornido pecho del pálido, este rodó los ojos por el coqueteo.

— Lo sé. Sólo será una noche y él volverá conmigo, después te pudres y me dejas divertirme en paz.

— Mhm, está bien. Debo mencionar que estoy triste porque yo quería comérmelo.

— Qué puto asco. — Expresó el pelinegro mirándolo con desagrado, Taehyung rió con ganas. — No le encuentro el gusto por la carne humana, es asqueroso.

— Oh, Jeon. Yo sí, escucha con atención y tal vez te guste.

— No me van esas mierdas.

— Pero si te va el dolor ajeno.

— A ti también, te recuerdo.

— A mí me va de todo, ¿Sabes? Me encanta probar cada sabor y cada cosa existente en el mundo, deseo tener a ese chico en mi mesa.

— No quiero tus deseos insanos por probar la carne de mi próximo juguete. — El hombre posó sus manos en el escritorio mientras miraba con seriedad al otro pelinegro que no paraba de moverse en la silla. — Así que cállate y comienza a trabajar con lo que te pedí.

— Está bien pero debo mencionar que hay otros detrás de él.

Jungkook se tensó y lo miró con tanta insistencia.

— ¿Qué otros?

— Kim Seokjin, Jung Hoseok y no recuerdo el nombre del otro estudiante. Oh, y estamos excluyendo al monstruo de Yoongi. — Asintió subiendo sus pies al escritorio para dejarle al azabache la gran vista de su polla apretada contra el pantalón, Jeon lo miró rápidamente e hizo el amago de que no le importaba. — Yoongi me sacará el corazón y se lo dará a su perro antes de que siquiera entre por la puerta.

— Algunos de mis empleados van a acompañarte.

— Cobarde.

Jungkook lo miró fijamente esperando a fuera alguna broma pero la expresión burlona del otro le decía que no fue así, tomó una de las plumas de su escritorio y se la clavó sin más a la pierna del grisacéo sacándole un grito de dolor.

— ¡Joder! Espero que no sea lo único que me claves. — Jadeó adolorido mientras se sacaba la pluma con dolor, miró al pálido que había perdido todo rastro de paciencia.

— Quiero que me traigas lo más rápido posible a Jimin. — Ordenó fríamente observando como Taehyung tiraba la pluma ensangrentada al piso. — Ese chiquillo será mío, él me complacerá en todo y yo lo haré llorar hasta que esté agradecido por estar conmigo.

Y Kim sonrió tan seductoramente porque las ideas del pálido no eran tan diferentes a las de él, quería hacer llorar al joven rubio. Qué bonito sería mirarlo debajo de él jadeando y llorando, más bonito si pudiera probar su exótico sabor.

— Jimin, levántate.

La ronca voz del azabache no se hizo esperar en la habitación, el pequeño chiquillo rubio soltó un quejido por la luz que se filtraba por la ventana. No recuerda cuando llegó la habitación, sólo que estaba tan cansado que se había quedado dormido en el regazo del otro.

Jimin abrió sus ojos con pesadez y los talló suavemente hasta tener una mejor visibilidad, jadeó asustado porque Yoongi estaba demasiado cerca de su rostro mirándole tan fijamente con esos ojos azules. ¿Desde cuándo estaba mirándolo dormir?

— Buen día, muñequito. — Soltó gravemente y pasó una de sus venosas manos por la cintura de él. — Jooheon preparó algo para ti así que baja.

El chiquillo asintió de manera sumisa rezando porque se alejara, en especial por el cosquilleo escalofriante que comenzaba a experimentar.

— Bien. Te veré abajo.

Aproximadamente cinco minutos fueron suficiente para que Jimin bajara, en realidad no porque el quisiera, Yoongi le había gritado desde la planta baja que si no se apuraba entonces él subiría y lo traería a la fuerza.

— Buenos días, Jimin. — Saludó Jooheon sin mirarlo ya que toda su atención la tenía la PC en frente de él.

— Uh, buenos...días. — Balbuceó torpemente sentándose en la silla, Min estaba pendiente de todos sus movimientos como si estuviera estudiando a su presa.

El tatuado le ofreció un plato de comida al igual que también el cartón de jugo, el rubio aceptó ya que tenía hambre y además no podía rechazar a ese hombre que le asustaba tanto.

— Come. Quiero que esos deliciosos muslos tuyos estén rellenos siempre.

Jooheon soltó una carcajada desde el ordenador y el chiquillo se sintió cohibido inevitablemente dedicándose a probar la comida.

— Jimin, te haré una pregunta.

El mencionado lo miró confundido.

— ¿Por qué entraste a la Deep Web?

— SungWoonnie hyung me dijo que era un sitio para ver gatitos. — Le dijo de manera bajita que el tatuado muy apenas escuchó.

— ¿Sabes que ahora eres mío y que jamás podrás irte? Eres mi juguete. — Soltó con naturalidad tomando un gran sorbo de la taza que tenía entre sus manos, miró sin expresión a Jimin y este se sintió intimidado. — No todo es una mierda. Si te portas bien, te trataré bien. Pero si me desobedeces yo voy a destrozarte de todas las maneras posibles, ¿Entiendes?

El pequeño rubio asintió sin tener opción, sus ojos estaban a punto de cristalizarse.

— Me gustas más así, Park Jimin. Cuando eres sumiso. ¿Verdad que luce lindo siendo un chiquillo llorón y sumiso, Jooheon? — Le cuestionó llamando la atención del otro, Heon le miró asintiendo efusivamente.

— Definitivamente sí.

— ¿Cómo mierda no van a saber quién era ese tipo? ¡Se hizo pasar por un policía y estuvo en sus malditas narices!

— Mire, joven. Estamos investigando y le voy a agrad...

— ¡No parece que investiguen! Jimin lleva casi tres días desaparecido. – Interrumpió Namjoon con molestia al oficial, JongIn trató de tomarlo del brazo para alejarlo de la comisaría.

— Basta, Namjoon. Harás que te arresten.

— Estoy desesperado. Jimin no aparece y yo siento que estoy muriendo, no sabes lo mucho que extraño sus risas y yo sólo quiero abrazarlo una vez más y decirle que todo estará bien, ¿Entiendes?

JongIn asintió comprensivo y le dió unas pequeñas palmadas a su hombro.

— También lo extraño pero sé vamos a encontrarlo, no pierdo la esperanza.

— ...JongIn, ¿Hoseok apareció al instituto?

— No, él no ha aparece. La policía ha ido al instituto, parece que es sospechoso. — Le dijo rascando su nuca con preocupación, miró a Namjoon y decidió hablar. — Taemin ha ido al instituto pero está tan mal, no habla y sólo se sienta detrás de las gradas a hablar consigo mismo.

— Le pegó fuerte la muerte de SungWoon.

— A todos nos pegó fuerte, Namjoon. SungWoon era un buen tipo, un estudiante no tan dedicado pero si era el mejor en...otros aspectos. — Aclaró con una sonrisa ladina, el castaño lo miró sin entender y apretó el hombro de JongIn.

— Apuesto a que lo era.

FIN DEL CAPÍTULO.

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