epílogo uno (alternativo).

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

# nota: este epílogo es el oscuro, uno alternativo basado en la dependencia enfermiza que se tienen Jimin y Yoongi. El epílogo dos sería el original y es lo que verdaderamente sucedió.

☠️

Oscuridad.

Es lo primero que puede ver Jimin cuando abre sus ojos, aquella habitación fría con los primeros rayos del sol filtrándose por la ventana. Suelta un quejido de dolor cuanto intenta moverse, su cuerpo duele de una manera horrible.

— ¿J-Jimin? — Cuestiona una voz sorprendida, el de cabello rubio gira su cabeza confundido y se encuentra con Namjoon. Con su hyung, su mejor amigo. — ¡Oh, dios! ¡Jimin, Jimin!

La alegría en la voz de su hyung es muy notoria, Jimi siente un pequeño alivio en el corazón a pesar de que su cuerpo le duele horrible y que no puede moverse muy bien aún.

— ¿Namjoonie hyung?

— ¡Sí, soy yo! ¡Soy yo, Jimin! — ÉI exclama con felicidad acercándose hasta la camilla en donde reposaba el menor, las lágrimas acumulándose en sus ojos como ríos.

— ¿E-En dónde estoy? — Cuestionó el rubio asustado, lo último que recuerda son las balas impactando en su cuerpo y los policías entrando por la puerta.

— En el hospital, Jiminie. — Namjoon responde acariciando los mechones de su cabellito. — La policía te encontró, estabas...a punto de morir pero el oficial Choi llegó a tiempo esa noche y pudieron mantenerte estable.

— ¿Esa noche? Hyung, ¿cuánto...tiempo estuve aquí?

Namjoon le sonríe con tristeza, sus manos no dejan de acariciar en ningún momento los cabellos rebeldes del pequeño chico.

— Cinco meses, Jimin. Estuviste en coma, hubo complicaciones en la cirugía y casi ibas a morir pero...

— ¿Pero? — Cuestionó el chiquillo al borde las lágrimas, en su rostro podía notarse lo asustado que estaba.

— Pero pudieron mantenerte estable, sólo que no de la manera en la que esperábamos. Quedaste en coma, Jimin.

Namjoon sintió su corazón romperse cuando visualizó a su amigo llorar desconsoladamente, lo dejó desahogarse totalmente por varios minutos hasta que finalmente logró calmarse.

— Jimin-ah, estás en casa. — Le dijo abrazándolo con cuidado de no lastimarlo, el menor cerró sus ojos con fuerza aferrándose a él. — Ya nadie te hará daño, ¿me escuchaste? Yo te cuidaré.

— Yah, yo también te cuidaré.

Ambos chicos dirigieron su mirada al lugar donde provenía aquella voz, era Taemin desde la puerta con una sonrisa feliz y más sano que nunca.

— ¿Taemin hyung? Tú estás bien... — Susurró Jimin observándolo con curiosidad, le sonrió unos cuantos momentos.

— ¡Lo estoy! Yo estuve en cama como tú pero me aferré a vivir y abrí mis ojos, es por ello que ahora estoy aquí para poder ver como regresas casa. — Expresó Taemin revolviendo el cabello del rubio con cariño, Namjoon sonrió en grande mientras los veía a ambos. Por primera vez se sentía feliz después de todo este tiempo sin saber sobre su mejor amigo, sobre el amor de su vida.

Jimin trató de formar una sonrisa pero en lugar de eso, sólo pudo formar una mueca.

Las ganas de preguntar sobre él estaban comiéndolo vivo, ¿en dónde se encuentra? ¿Realmente la policía lo había atrapado? ¿Alguien logró atrapar al mercenario de la red oscura?

Lo único que Jimin sabe es que algo anda mal con él por seguir pensando en el hombre que le hizo pasar por cosas horribles.

Dos días después.

PRISIÓN NORTH SEODAEMUN.

Yoongi se tocó el rostro entre risas burlonas, el sabor metálico de la sangre estaba en sus labios y cada vez escurría más y más.

— ¿Qué pasa, Yoongi? ¿Asustado?

— Púdrete, hijo de puta. — Respondió escupiéndole parte de la sangre que tenía en su boca, Jeon lamió las gotas que cayeron en su rostro con una sonrisa perversa.

— Me dolió la maldita apuñalada, casi me sacas el jodido órgano. — Rió el azabache con ganas, detrás de él observaban los policías sin intervenir ni una sola vez. Parecían disfrutar del sádico show. — Pero, ¿sabes qué es lo divertido de aquella apuñalada? Que tenía la jodida polla dura mientras observaba la sangre y pienso en lo que pude haber hecho con ese chiquillo de cara bonita.

— ¿Por qué tan intenso? ¿Extrañas que Kim te la chupe?

Jeon dejó caer su mirada en Yoongi con rabia, ni siquiera le gustaba tocar el tema de Kim Taehyung. El maldito traidor se marchó del país con aquella oficial, o bueno, podría jurar que se la llevó para devorarla y no en el sentido que ella quisiera.

— Cuídate, Yoongi. Serás mi perra y de rodillas me vas a pedir que te perdone la vida. — Declaró el pelinegro con cinismo antes de dar la orden a los oficiales para que siguieran golpeando al mercenario.

Horas después.

— Luces como la mierda. — Expresó Jackson con asco mientras observaba a su amigo furioso, estaba lleno de golpes y de sangre fresca aún. Por los quejidos de Yoongi pudo notar que al menos tenía una costilla rota, demonios, si que le dieron duro.

— ¿Quién carajos te preguntó? Tan jodidamente bocazas como siempre, ¿qué haces aquí?

— Él despertó.

Yoongi aprieta el teléfono entre sus manos mientras observa al hombre por el cristal, el único aliado que le quedaba.

— Joder. Jackson, que si es otra de tus putas bromas te juro que no sé como diablos le haré pero te arranco la cabeza.

Jackson ríe escandalosamente, su socio sigue siendo el tipo más malhumorado del mundo. No ha cambiado nada en lo absoluto.

— Compañero, ¿cómo voy a mentirle a satanás en la cara? — Interroga colocándose una mano en el pecho, después asiente y le sonríe. — El chiquillo despertó hace dos días, en este momento se encuentra viviendo con Namjoon y Taemin ya que sus padres están haciendo todo el trámite legal para que seas culpable en el juicio, lo cual es obvio.

— No me importa pudrirme en este agujero de ratas, lo único que quiero es verlo una vez aunque sea.

— Yah, ¿en serio crees que él vendría? En todo caso, si hubiera una posibilidad, sus padres jamás lo permitirían.

— Fueron cinco meses de mierda esperando a que abriera sus ojos, ahora que lo ha hecho no voy a descansar hasta poder verlo una vez más. — Aclara el pelinegro apretando su mandíbula con fuerza, Jackson suspira por lo terco que era Min desde tiempos inmemorables.

— Lo único que debería preocuparte es no morir aquí, la última vez los policías casi te matan a golpes por apuñalar a Jeon y ahora de nuevo apareces golpeado. El juicio es en dos días, permanece vivo y serás trasladado si no es que Jeon te asesina primero. — Jackson le reclamó con enfado mientras sostiene el teléfono con fuerza. — Mientras tanto, deja de meterte en problemas si no quieres morir, ese imbécil tiene protección por los mierdas corruptas y tú eres carnada fácil en esta prisión.

— No voy a convertirme en la perra de nadie, prefiero que me maten a golpes esos cerdos antes que ceder al idiota de Jeon.

Yoongi golpeó con enojo el vidrio alertando a los policías que de inmediato llegaron para llevárselo, Jackson se levantó de golpe.

— ¡Oigan! ¡No ha terminado mi maldito tiempo!

— Cállate, imbécil. La hora acabó porque yo lo digo. — Le gritó el oficial con burla, Yoongi empujaba con furia su lengua dentro de su mejilla. Estaba a nada de meterle un buen puñetazo al policía pero la mirada de Jackson le decía que ni siquiera se atreviera a hacerlo.

— Maldita sea, Yoongi. Sobrevive. — Susurró Jackson observando como su amigo era arrastrado con fuerza para ser llevado de vuelta a su celda.

Ahora tenía que buscar a Park Jimin sin ser catalogado como un sospechoso y sobre todo sin ser descubierto.

— No lo sé, Jimin ha estado muy extraño desde que regresamos. — Menciona Taemin con preocupación observando como Jimin miraba por el cristal de la ventana, únicamente perdido en sus pensamientos indescifrables.

— Pasó por algo traumático, es obvio que necesita tiempo.

— Lo sé, Namjoon. Pero es algo más, Jimin tiene algo que no puedo entender.

— Yah, no te preocupes tanto y cuida de Jimin en lo que vuelvo. — Le pide Namjoon posando su mano en el hombro del contrario para reconfortarlo. — Iré por algunas cosas que él necesita y vuelvo de inmediato, ¿de acuerdo?

Namjoon sólo esperaba que pudiera creer su mentira, no podía decirle que iba a la estación de policía para informarse del proceso judicial en contra de su agresor. Al menos no con Jimin presente, podía ser muy delicado para él aún.

Taemin lo mira preocupado pero termina por ceder con un leve asentimiento de cabeza.

— De acuerdo.

— Vuelvo en quince minutos. — Informa el universitario, se asegura de darle un pequeño beso en la cabeza a Jimin pero él ni siquiera se inmuta.

Namjoon abandona la casa con rapidez y Taemin sólo puede suspirar con angustia, no le gustaba para nada ver a su pequeño compañero así.

— Quiero verlo. — Susurra el rubio mientras su mirada yace perdida en la absoluta nada.

— ¿Eh? ¿Qué dices, Jimin?

— Quiero verlo a él, hyung.

Y Taemin no necesita escuchar el nombre para saber que se refiere al tipo asesino.

— Debes estar confundido, Jimin. Pasaste por algo traumático y es lógico que te sientas desorientado pero definitivamente no quieres ver a un asesino, no quieres ver al asesino de JongIn y de Sungwoon... — Le dijo con toda la tranquilidad posible pero su voz se vio afectada cuando mencionó el nombre de su fallecido mejor amigo.

— JongIn era malo, Yoongi sólo lo castigó por hacerme eso.

Taemin apretó sus puños con fuerza ante tal blasfemia que escuchaba, ¿de verdad tan afectado estaba el pequeño para decir tales cosas horribles?

— Ese hombre era un maldito asesino, un loco que te secuestró y que te torturó. JongIn fue una víctima que murió al tratar de encontrarte, lo mínimo que pido es que respetes eso por más afectado que estés.

— JongIn hizo que yo terminara en sus manos, él...sabía que Sungwoon me dio esa página y también sabía donde estaba todo este tiempo. — Murmuró el rubio con lágrimas en sus ojos mientras recordaba como JongIn era asesinado por Yoongi.

Y pensar que estuvo enamorado de JongIn.

— ¡Estás mintiendo, Jimin! ¡Deja de hacerlo!

— No, no lo hace. — Una tercera voz interfirió en la charla, Taemin se giró confundido. — Ese tal JongIn era un involucrado en la red oscura al igual que Sungwoon, ¿o vas a decirme que no lo sabías? Incluso yo hice tratos con ellos algunas veces antes de que todo se involucrara con Min.

— ¿Tú quién...eres? — Le cuestionó Taemin evitando la pregunta que le había realizado el otro primero, Sungwoon presumía de entrar a la red pero sobre JongIn era falso. Él nunca lució como un chico de malas intenciones.

Oh, pero las apariencias son tan crueles y engañan a la vista tan miserable del ojo humano.

— Soy Jackson, un conocido de Yoongi.

— ¿De Yoongi? — Repitió Jimin observándolo, tuvo que morderse el labio con fuerza para resistir el ataque de pánico.

— Sí, él quiere verte.

— Jimin no saldrá de aquí y menos para visitar a ese maniático, ¿has perdido la cabeza? — Le dice Taemin posicionando al rubio detrás suyo, Jackson rodó los ojos con fastidio.

— No, el que perdió la cabeza aquí eres tú, idiota. — Respondió con burla el hombre castaño mientras avanzaba unos cuantos pasos. — Eres tan hipócrita. Tú sabías que Ha Sungwoon fue quien inició todo pero te callaste porque obviamente se trataba de tu mejor amigo, ¿o me equivoco? A ti no te importa ni una mierda este niño, lo que tú tienes es culpa por no haber dicho nada.

— ¿Taemin...hyung? ¿Eso es cierto?

Jimin apretó su camisa con fuerza mientras las lágrimas descendían por sus ojitos, nunca existió alguien en quien confiar.

— ¡Tenía miedo, Jimin! Era mi mejor amigo, no podía delatarlo. No podía...

— Hey, Jimin. Pero tú si puedes jalar del gatillo, ¿no? — Expresó Jackson con burla sacando el arma de fuego de su bolsillo, observó al rubio con cautela antes de extenderla para él. — ¿Por qué tener consideración con alguien que no la tuvo contigo?

Taemin miró entre lágrimas a su compañero, si tan sólo pudiera regresar el tiempo y evitar todo esto sería otra historia que contar.

Pero no todo es así.

Y es por eso que Jimin jaló del gatillo volando la cabeza de su antiguo ex compañero de clases.

Al final la maldad termina siendo más grande que cualquier cosa, la pureza es algo etéreo y para Jimin le fue arrebatada.

Siendo uno más de los trágicos apóstoles de Yoongi, sólo que este ya estaba marcado por el mercenario.

— Hey, niño. Vámonos, tenemos que sacar a Min de prisión o terminará muerto para el amanecer.

— ¿Sacarlo...? — Susurró el rubio muy bajito, Jackson asintió con seguridad y le dedicó una sensual sonrisa.

— Sí, tengo amigos. Amigos muy buenos en su trabajo.

Estación de policía de Seoul.

— Dígame, ¿cómo va el proceso? — Cuestionó la madre de Jimin preocupada, a un lado estaba Namjoon escuchando todo.

— El juicio es en dos días, el agresor será culpable, es algo seguro. — Respondió el oficial Jongho con una sonrisa en su rostro, por fin las cosas andaban bien en la estación de policía. — El cómplice de Min era Jacob Elordi pero como sabrá, encontramos el cuerpo del joven sin vida.

— Sólo nos interesa que ese maldito hombre se pudra en prisión toda la vida.

Jongho miró a Namjoon, el chico parecía estar lleno de rencor.

— Y así será, joven Kim.

El muchacho estaba a punto de responder pero fue interrumpido por el sonido de su teléfono.

— ¿Hola? Sí, soy yo. ¿Qué sucede?

La madre de Jimin miró como el rostro de Namjoon se tornaba tan pálido como una hoja, tuvo que sostenerlo para evitar que cayera al suelo.

Jongho lo miró extrañado.

— ¿Sucede algo, joven? ¿Está bien?

— ÉI..

— ¿Qué pasa, Namjoon? ¡¿Y Jimin?! ¡Responde! ¿Jimin está bien? — Le preguntó la madre horrorizada, estaba temiendo lo peor por su hijo. ¿Y si le habían hecho algún daño? Se moriría si algo le pasase de nuevo.

— El portero...encontró a Taemin muerto y Jimin no está en el apartamento, él...no está.

— ¡¿Qué carajos está pasando?! — Gritó el mercenario con cólera mientras sus ojos observaban como la prisión era una total presa de la histeria, un montón de policías corriendo por los pasillos. — ¡Hey tú, imbécil!

Uno de los oficiales se detuvo agitado ante los llamados del pelinegro furiosos por el ruido, Yoongi alzó una ceja y le miró con seriedad.

— ¿Qué es lo que está sucediendo en este pozo de mierda?

— Al parecer entraron varios hombres armados con granadas, hay oficiales heridos de gravedad. — Respondió el hombre en alerta mirando a todos lados, Yoongi pensaba en que ese oficial era un cobarde porque ni siquiera tenía el arma en sus manos para atacar. — Sólo quédate aquí y no te muevas.

Yoongi empujó su lengua dentro de su mejilla y le sonrió con cinismo.

— ¿Te crees gracioso, hijo de puta? — Le cuestionó agresivo y le pegó a los barrotes de metal asustando al joven oficial.

— ¡N-No! Perdón, sólo...adiós. — Dijo marchándose apurado del pasillo, Yoongi chasqueó su lengua y volvió a su cama. A él le importaba una mierda si esos cerdos idiotas eran asesinados.

Cuando estaba a nada de volver a cerrar los ojos y reposar su lastimado cuerpo, el sonido de las balas perturbaron su sueño junto con los gritos.

— Debe ser una puta broma, ¿pueden morirse en otro lado? — Les gritó bravo golpeando con sus puños los barrotes de metal nuevamente hasta cansarse, respiró agitado con el cabello pegado al rostro a causa del sudor. — Maldita sea.

— Yah, si sigues así no tendrás nudillos.

Yoongi alzó su mirada y pudo encontrarse con Jackson observándolo con una sonrisa traviesa, ¿qué diablos había hecho este hombre?

— ¿Y tú qué haces aquí? — Cuestionó con dureza, se tocó los nudillos sangrantes y maldijo mil veces los metales que le impedían salir. — ¿Tú ocasionaste esto?

— ¿Querías ver al chiquillo, no?

— Habla claro, bocazas.

Jackson le sonrió antes de apartarse y dejar a la vista al rubio que no podía sacarse de la cabeza.

— ¿Jimin? Mierda.

— Tu cabello creció mucho, hyung. — Expresó el chico acercándose a los barrotes con lentitud, en su rostro había sangre fresca y Yoongi enfureció con la sola idea de que alguien más que no fuera él pusiera sus manos en el chiquillo.

Las gotas de sangre de los nudillos del pelinegro caían en el suelo pero no se inmutaba, no le dolía. Incluso sacó su mano por los barrotes de metal pidiéndole que acabara con la tortura lejanía.

— ¿Quién te lastimó? — Cuestionó Yoongi tajante, su mirada clavada en Jimin con intensidad y sus manos posadas en las mejillas manchadas de sangre del menor.

El rubio soltó una risita encantadora para Yoongi, para otros tan perturbadora e innecesaria considerando en la situación enferma en la que estaban.

— La sangre no es mía, hyungie.

— ¿No es tuya? ¿A qué te refieres? Carajo, no estoy entendiendo. — Murmuró el pelinegro mirándolo con extrañeza, la sangre de sus nudillos manchando aún más el rostro del contrario.

— Se refiere a que se cargó a otro, yah. ¿Estos cinco meses te dejaron oxidado, Min? — Se burló Jackson realizando un ademán en sus manos para fingir dispararle a la nada, después se hizo el sorprendido y señaló con cautela al rubio.

Yoongi comprendió todo.

La mínima pizca de razonamiento y cordura en Jimin se habían esfumado por completo, al final si lo destruyó a su manera y logró encadenarlo a su propio infierno.

Y no se arrepentía si eso haría que él se quedara para siempre.

— Vamos, sal de aquí, hombre.

Jackson le gritó a algunos de sus hombres para que abrieran aquella celda, después de unos cuantos disparos y algo más, obtuvieron éxito.

Jimin no esperó ni un solo segundo para abalanzarse hacia el sádico mercenario, enredó sus piernas en la cadera del mayor con fuerza y besó sus labios de una manera obscena que incluso sorprendió al mismo Yoongi.

¿Había sacado la mejor parte del chiquillo?

Él sonríe con inocencia mientras acaricia sus cabellos, Yoongi deja que Jimin haga lo que quiera y mientras tanto mira a Jackson con una sonrisa triunfante.

Él era su mejor creación, el bien y el mal en un mismo cuerpo y a su merced cada vez que quiera.

Nuestros caminos están destinados a encontrarse, Park Jimin. Quieras o no me tendrás a cada instante en tus pensamientos, seré la cicatriz que jamás sanará en tu cuerpo.

Y vaya que logró su cometido.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro