𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒗𝒆𝒊𝒏𝒕𝒆

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Suspiró mientras dejaba caer todo su peso en el colchón de su cama. Sentía las punzadas en su cabeza atravesarle una, otra y otra vez por cada segundo; y las inmensas náuseas que tenía solo se debían a más de lo mismo. Ansiedad y estrés.

Llevó una mano a su boca y la otra a su cabello, cerró los ojos repitiéndose mentalmente que todo estaba bien, que no tenía que pensar mucho en lo sucedido y que lo mejor era dormir.

Pero la mente humana es ingeniosa y a veces, incontrolable.

«Hoseok lo invitó a merendar para hablar sobre las cosas que habían sucedido entre ellos, la confitería era la de siempre: una a la que odiaba ir y en donde se llevaba pésimo con las camareras, pero que a su querido novio le encantaba.

Pero desde dos días atrás, Kim no tenía ganas de respirar si quiera. SanA había metido la pata otra vez, pero su hermano le agradecía por ello enormemente.

El profesor de Filosofía nos dejó bastante tarea para el tiempo en que esté de viaje—comentó alegre, ajeno realmente a los pensamientos del peli-azul. Esa era su asignación favorita y la sonrisa en el rostro era clara demostración de ello.

Taehyung le sonrió sin muchas ganas, y a la espera de que tocara el tema que realmente importaba, tomó un pequeño trago de su bebida. A diferencia del mayor, él había preferido beber un jugo exprimido de naranja, por qué inconscientemente le recordaba a alguien.

Tae...—el menor le miró, con la esperanza de que notara su estado de ánimo, y de una buena vez le pudiera perdon por todas las cosas que le había hecho cuando eran novios—, allá van Jisung y Youngjae. Esos niños son lo máximo, y Jae es... muy lindo.

Pero se equivocó otra vez. Y quería burlarse de si mismo, pararse frente al espejo y decirse lo patético que se veía en esos momentos. ¿Cómo podía ser tan, pero tan imbecil? ¿cómo pudo creer en que él se arrepentiría algún día?

Ya los vi—ni siquiera despegó la vista del líquido naranja en su copa de vidrio»

¿Que hubiese pasado si en ese momento, se ponía de pie y se marchaba? ¿O si quizás le decía que dejara de nombrarlos porque le hacía daño, y le pedía simplemente aclarar lo que entre ellos ya no estaba pasando?

Unas cuantas lágrimas se escaparon de sus ojos cuando imaginó, asimismo, una respuesta a esas acciones incumplidas. Pero en todas las opciones que su mente creó, Jung no hacía absolutamente nada por contradecirle o seguirlo.

No podía dejar de mover el pie ni dejar de tirar de su cabello azul.

«Jung lo abandonó para ir al baño, dejando olvidado su celular. Taehyung desinteresado miraba la calle a través del vidrio a su lado, los autos pasaban uno tras otro y recordó que con su padre solía jugar a contar cuantos coches pasaban.

El sonido de una notificación tras otra, de un teléfono móvil que no le pertenecía, llamó nuevamente su atención.

Taehyung jamás hubiera tocado el artefacto ajeno en otro momento. Era invasión a la privacidad, lo sabía, pero tenía un mal presentimiento. Y en vista de que el dueño no estaba, decidió rápidamente darle una ojeada. Encontrándose así, con mensajes que quizás no debió ver nunca.

'¿Otra vez estás con esa zorra?' era la frase que menos odio tenía por parte de es chico, que metros más adelante, se regodeaba en su asiento viendo como Kim caía en la trampa.

Sin embargo, las lágrimas que esperaban ver en el peli-azul, no llegaron. Hizo como si no le importara aunque le quemara el pecho, terminando de tomar el último trago de la última merienda con quien en su momento, había considerado como el amor de su vida.

—Hoseok—susurró al verle volver. Parecía despreocupado, pero Kim no sabía diferenciar a esas alturas, qué era falso y qué no.

—¿Sí? ¿Qué pasa?—el chico le sonrió. Inocente. Mintiendo. Burlándose en silencio.

—¡No quiero verte nunca más en mi vida!

¿Y qué si había golpeado la mesa, o hablado, demasiado fuerte? ¿Y qué si la gente miraba la escena? ¡Al diablo con eso! Se había liberado de unas cadenas que lo mantenían prisionero a un amor que ya no era para él.

—Púdrete Kim—sonrió de lado. El ganó, siempre ganaba—. Nadie va a quererte como yo.»

Las náuseas fueron aún más fuertes, y hasta quizás había vomitado en la alfombra. Pero Taehyung no recuerda exactamente lo que sucedió después. Lo más probable es que su cuerpo colapsó, provocando que se desmayase y durmiera un par de horas.

O al menos, SanA lo encontró dormido en el suelo cuando fue a buscarle para cenar. Quería presentarle a su nueva amiga, quien se quedaría a dormir, pero Taehyung tenía el sueño pesado aparentemente.

—¿Niña?—una voz conocida para la menor se escuchó a sus espaldas—, ¿qué...? Oh, demonios.

—¿Que le pasa a mi hermano, unnie?

Nong'Yim encendió la luz, y sintió algo de pena por su amiga arrodillada en el suelo junto al chico.

—Quizás tiene mucho sueño.

—Pero... su espalda... el piso...

En silencio Nong'Yim se acercó, tomando aire sujetó por debajo de los brazos al chico que obviamente la sobrepasaba en altura y complexión física, para dejarlo sobre la cama. Levantar a SanA sobre los hombros era mucho más fácil, pero al menos ahora el peli-azul descansaba en una superficie blanda.

—Dejémoslo dormir niña—le tocó el hombro, pero SanA estaba ocupada con otra cosa que por la posición ella no lograba ver—, ¿qué haces?

—Necesito llamar a este número con tu teléfono—murmuró enseñándole la pantalla, donde se leía el nombre Conejito—, Jeongguk oppa tiene que volver, unnie.

—¿Por qué?—cuestionó, aun sin entender de quién estaban hablando.

La menor se puso de pie y observó a su hermano respirar pausado.

—No soporto ver a mi hermanito de esta manera.


La ansiedad es una mierda, pero cuando te provoca náuseas lo es el doble:(((

Reitero, no odien a mi Hobi, solo es un bebé que le tocó el papel de malo:c

Espero se encuentren bien, lxs amo y nunca olviden que Taekook novios💜

©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5

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