Tiempo después...

YeonJun miraba enternecido la imagen de sus dos hijos durmiendo abrazados, mientras que respiraba con calma y pensaba en lo afortunado que era al ya haber logrado tener una familia con la persona que amaba. Estaba realmente agradecido con la vida que tenía, pero desde que esos dos pequeños habían llegado de sorpresa a su vida, todo se había vuelto más que maravilloso. SooBin se adentró a la habitación donde sabía que estaría YeonJun, en cuanto lo vio se acercó a él para abrazarlo, haciendo que el mayor apoyara su cabeza en su hombro

— ¿Cómo estuvo el día? —Murmuró el menor, en un intento de no despertar a sus hijos

— Muy bien, es imposible tener un mal día con ellos —SooBin sonrió— Aunque hacen popo como si fuese un deporte —Ambos rieron

— No entiendo como de dos pequeños tan hermosos salga tanta popo —YeonJun rió y se volteó mirando al menor. SooBin depositó un beso sobre los labios del mayor— Mi día fue normal, sólo estuve trabajando con Jay —YeonJun sonrió

— Entonces, debemos dormir —SooBin asintió, tomando la mano del mayor, saliendo de la habitación donde estaban durmiendo sus pequeños para dirigirse a la suya

Ambos se recostaron y suspiraron con calma al mismo tiempo, haciendo que luego rieran por ello.

— Hoy sólo dije que te amaba una vez —SooBin frunció el ceño, levantándose un poco, apoyándose en uno de sus brazos, mirando al mayor— Te amo —YeonJun sonrió y se acercó al menor para darle un beso en los labios

— Y yo a ti —SooBin sonrió y volvió a recostarse, para luego abrazar al mayor.

— Descansa bebé.