𝚃𝚛𝚎𝚜

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Número desconocido

Jungkook, soy Taehyung🙋🏻‍♂️

Amigo del tonto

¿Taehyung?

El hermano de tu compañero.

¿Te parece si nos vemos a las cuatro?👀

Me parece perfecto

¿Puedo pedirte algo?

Claro, dime🙃

No le digas a mi hermano. Por favor.

No te preocupes😊

Y segundos después de esa conversación, cierto peli-rubio apareció en su campo visual. Dijo algo sobre... que si tenía algo que hacer por la tarde, a Jungkook no le quedó de otra que inventarle que iría de compras con su madre y que entonces estaría ocupado.

No entendía el por qué los dos hermanos se escondían cosas, pero por el momento le daba exactamente lo mismo.

Ahora se encontraba caminando hacia el parque, todavía ni eran las cuatro pero si se quedaba un segundo más en su casa sentía que se volvería loco.

Al llegar al lugar, buscó un banco en el que sentarse pero todos estaban ocupados, ya fuese con familias o simples niños. La cosa es, que él no tenía donde sentarse, y quedarse parado no era una buena opción.

"¿Por qué habrá aceptado?" la pregunta dirigida hacia si mismo fue formulada en sus pensamientos "O mejor, ¿por qué le pedí vernos?"

No tenía una respuesta concreta para ninguna de las dos preguntas, y no es como si la estuviera buscando. Todo en Jungkook era cuestión de arriesgarse y ver que sucedía, iba directo a lo que le llamaba la atención y hablaba sin demasiados filtros.

Aun que bien eso podría traerle problemas luego.

Acabó finalmente sentado en el pasto, tomando sol de la cintura hasta la cabeza y sus piernas quedaban a la sombra de un árbol. En el sol estaba demasiado caluroso y en la completa sombra demasiado frío. Su mochila cumplía la función de apoyabrazos, aunque en sí no ayudaba en nada.

Miró la hora en el reloj de su teléfono. 16.00 en punto. Y Taehyung no...

—Ah, hola—sonrió. Al parecer había llegado por el otro lado del parque, por lo que apareció por detrás del árbol que le daba sombra a las piernas del peli-negro—. ¿Lle-llevas mucho tiempo esperándome?.

—He estado aquí por años, pero todo bien.

—Hablas con tanta naturalidad—contuvo una risa—, que podría creer que es verdad—hizo una pequeña pausa y observó a su alrededor—. Por lo que veo no hay en dónde sentarnos como "gente civilizada".

—¿Me estás llamando animal por sentarme en la pastura?—fingió indignación, viendo al peli-castaño sentarse frente a él—. En sí, la gente civilizada no acepta ni le pide salir  a alguien que a penas conoce.

—Bueno—hizo una mueca—, es verdad. Nosotros somos diferentes.

Diferentes.

Jungkook siempre fue diferente al resto de su familia y amigos. Todos eran buenos en alguna actividad, intelectuales, divertidos. Y él simplemente intentaba ser como el resto, pero a veces no le era posible. Sus emociones eran muy raras desde niño; podía comportarse demasiado maduro o muy infantil, sus gustos realmente son lo que se considera raros, y él en sí era raro e impulsivo.

—Ehh—se aclaró la garganta, mirando hacia un costado—, ¿quieres tomar algo? En el kiosco venden batidos y esas co-cosas también.

—Traje galletas de avena con chispas de chocolate—el peli-negro volteó a verle, Taehyung estaba abriendo un taper del que un delicioso aroma salió segundos luego—, no se si te gusten.

El peli-negro aceptó una. No era gran fan de las galletas, exepto que fueran las de su abuelita, pero esas se veían buenas.

—Están calientes—murmuró saboreando la galleta con una sonrisa—, entonces... ¿las hiciste tú?.

—S-si, bueno—tosió, evitando mirarlo a los ojos, también llevándose una galleta a la boca—, me gusta co-cocinar a veces.

—¡Están deliciosas Taehyung!—halago en un tono bastante alto, sin percatarse de eso—. Dios, no comía galletas tan buenas como estas desde que era un niño pequeño. ¿No haces para salir a vender? Los ancianos y las mujeres con niños te las comprarían sin dudar.

Pero, estaba hablándole prácticamente a la nada. Los niños lo miraban confundidos pero no era eso lo importante. El peli-castaño parecía triste, jugaba con el borde de su ropa, y a Jungkook le daba la sensación de que no había oído ni una sola palabra.

» —¿Taehyung, que pasa?—su semblante triste desapareció por un momento, cambiando a vergüenza. Sus mejillas se tiñeron de un rojo carmín por lo que bajó la cabeza, no queriendo que el menor lo viera todo rojo cual tomate.

Jungkook no perdió oportunidad y cazó otra galleta con la mano, acercándose un poco más hacia el otro chico.

—A ti... ¿e-en serio te gustan mis galletas?

—Mucho—asintió—, ¿a quién no podrían gustarle?

Taehyung lo miró directamente a los ojos, y Jungkook supo la respuesta sin que él articulara palabra alguna.

A Jimin.

©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro