Ϟ 12. 𝗲𝗮𝗿𝗹𝘆 𝗺𝗼𝗿𝗻𝗶𝗻𝗴 𝗽𝗿𝗮𝘆𝗲𝗿

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ྉ 12 : : CAPÍTULO DOCE

i. SÚPLICA DE MADRUGADA.

LA LLAMADA SE COLGÓ ANTE LAS ÚLTIMAS PALABRAS de Ackerman Dereck. La castaña estaba metida dentro de una gran lío del cual posiblemente no pueda salir, sus lágrimas de rabia e impotencia comenzaron a salir y llegó al punto en que golpea el suelo. No era justo lo que su padre hacia con ella. Sabía la razón por la cual la estaba obligando a regresar su padre quería casarla con el hijo del alcalde Snow, estos poseían una mina la cual era explotada por los mismos miembros de la familia Snow al punto en que obligaban a los aldeanos a trabajar en esa mina bajo condiciones inhumanas los aldeanos eran exclavos.

Y Ronnie no quería formar parte de eso, se negaba a ser la responsable de las muertes. Y sobre todo, se negaba a casarse con aquel idiota llamada Snow Avery ese tipo que podía decirse que era su futuro esposo había estado comprometido principalmente con su hermana mayor Ackerman Rose pero tras la muerte de esta, el compromiso paso a ser de ella.

Entre más pensaba menos opciones tenía, porque no quería poner en peligro a sus amigos ellos no tenían la culpa de haberse topado con ella y menos Sanji.

Abrazaba a sus rodillas y delante de ella se encontraba el Den Den Mushi dormido.

No debió haberse confiado demasiado, había estado segura que su padre la creería muerta pero las circunstancias no decían lo mismo. Se preguntaba cómo la había localizado. Sea el método que haya utilizado funcionó y ahora la había puesto contra la espada y la pared.

Ronnie se pasó un largo rato llorando, por su desgracia y por la tontería que estaba por cometer.

Pero no había tiempo. Ahora si debía de regresar quiera que no y sin opciones salió del baño, con los ojos hinchados de tanto llorar y temblando como una gelatina. Su corazón había dejado de latir como antes este se sentía triste como si con sus latidos pudiera decir cómo se sentía, sus pasos fueron ligeros y frente a la pared del largo pasillo observó la hora una en punto de la madrugada marca el reloj.

Su aliento escapó de su boca y sintió un fuerte frío abrazarla.

Devolvió sus pasos a la habitación que compartía con Sanji y lo admiro dormido, se veía tan tranquilo y sereno ajeno a la oscuridad que la rodea. Porque ser un Ackerman es una maldición, una oscuridad que la seguiría hasta el último de sus días.

No tenía el valor de decirle adiós, tampoco podía decirle el porque se iba.

Con un nudo en el estómago se acercó a la cama, apoyó las manos en el colchón y sintió el calor que el rubio emana, un calor que extrañaría desde ahora.

-perdóname Sanji.- susurró con lágrimas en los ojos.- perdóname, por favor perdóname.

Sus lágrimas no cesaron y antes de arrepentirse dejó un beso sobre la frente del rubio y se alejó. Sus fuerzas fallaron, no quería irse pero entre el deber y el deseo no podía elegir lo segundo debía de hacer lo correcto por más duro que sea para ella.

Llorosa e impotente ante la situación abandonó la casa sin poder decirle adiós a nadie. Nisiquiera pudo decirle adiós a Vins, extrañaría a ese gato que había sido su compañero por tres meses. En realidad extrañaría a todos a Zoro, Luffy, Ussop, Enola y Nami.

Nami hubiese sido su primera mejor amiga pero el destino hasta eso le había arrebatado.

Se expuso ante el frío de la madrugada y avanzó por las calles silenciosas del pueblo, ni un alma caminaba a esas horas. Tiritando de frío se abrazo así misma sin voltear atrás porque sabía que si se detenía ella regresaría corriendo.







































___________ 🍒 ____________













































Sanji despertó de golpe, la reciente pesadilla que había tenido lo había despertado, a su alrededor todo se veía igual a excepción de alguien.

Ronnie no estaba.

Su lugar en la cama se encontraba vacío y por ende se sentía frío, extrañado se levantó y la busco con la mirada sus zapatos no estaban pero si las pocas cosas que había llevado con ella.

De pronto a su pecho llegó un mal presentimiento es como si su subconsciente le estuviera avisando que algo no estaba bien. Y por todo que fuera ese algo le indicaba que trataba de Ronnie.

Salto de la cama.

Tan pronto como pudo se colocó los zapatos y salió corriendo de la habitación sin importarle si despertaba a alguien en el procesó. Con el corazón golpeando su pecho atravesó el pasillo y en este se encontró a medio camino con su mejor amigo.

-oi Sanji, ¿que haces despierto?- pregunto el ojiverde extrañado.

-Ronnie no está.- respondió el rubio al borde del colapso. Sus pensamientos no ayudaban y menos el miedo irracional que comenzó a sentir.- ella creo...

-vamos a buscarla.- atino a decir el ojiverde.

Sanji no respondió en su lugar comenzó a correr en dirección a la salida, no sabía porque lo hacía pero tenía que hacerlo su cerebro se lo decía. Jaeger fue detrás de el a la misma velocidad con el mismo pensamiento.

Algo no estaba bien.

Sin una dirección en concreto siguieron recto, el camino los llevaría al puerto.

Fue cuestión de minutos para que vieran no muy lejos de ellos una pequeña silueta por la vereda y sus vistas no les fallaban aquella mujer era Ronnie.

Sanji avanzó más rápido y fue cuestión de minutos para que pudiera alcanzarla. No se tomó el tiempo de gritarle simplemente cuando estuvo cerca la tomo de la mano e hizo que se detuviera, podía sentir la piel de la joven fría por la brisa o talvez por los nervios también pudo sentir que se tensaba.

-Ronnie.- apenas pronunció el rubio con el nudo en la garganta.- ¿que estás haciendo aquí? es demasiado tarde regresemos a casa.

Ronnie no se movió en ninguna momento se quedó estática e incapaz de poder articular palabra alguna.

-vamos princesa muévete.- le pidió Sanji con el corazón desbocado, los nervios comenzaban a ser más fuertes.

La castaña cerro los ojos y con todo el dolor de su alma se soltó bruscamente del agarre del rubio.

El rubio quedó estupefacto ante la acción la joven jamás había sido así de brusca con él.

-¿que te pasa?- pregunto atónito.- ¿a dónde vas a esta hora? vas a enfermar.- murmuro en un intento por cambiar las cosas.- regresemos a casa.

-no voy a regresar a ningún lado.- vocifero dándole aún la espalda.- no pienso regresar a ningún lado contigo.

Sanji no creía en sus palabras.

Aquella mujer que le daba la espalda no podía ser la misma mujer que lo había enamorado.

-deja de jugar Ronnie.

-no estoy jugando Sanji. No voy a ir contigo a ningún lado.

El rubio seguía aferrado a su idea.

-dímelo a la cara.

Ronnie se vio atrapada pero si solo así convencería al rubio no tenía otra alternativa.

-no pienso volver contigo Sanji.- repite de nuevo pero está vez viéndolo a los ojos.- me voy de aquí, no quiero estar aquí y no me detengas no me vas hacer cambiar de opinión.

La pequeña luz de esperanza que el rubio aún guardaba en su interior se esfumó en cuanto la castaña pronunció aquellas palabras.

Su corazón volvió a partirse en dos pero está vez a comparación de la primera vez dolía más. Le dolía más que una apuñalada o cien, dolía mucho.

-¿por qué?- balbuceo con un nudo en la garganta.- ¿hice algo que no te gusto? perdóname...por favor yo no sé que hice pero no lo haré de nuevo.

-ya no quiero estar contigo.- respondió con la frialdad en su mirada.- no me apetece seguir con esto.

Sanji estaba en medio de un colapsó.

-Ronnie por favor.- suplicó. La castaña no cambio de expresión.- te lo suplico perdóname.- repitió y esta vez se hinco frente a ella con los ojos llorosos.- perdóname Ronnie, te prometo que no volver hacer lo que te molesto. Perdóname.

-no Sanji, no importa lo que digas no voy a regresar.

Sanji empuñó una mano y con ello un puño de arena, estaba temblando y llorando al mismo tiempo. No comprendía el cambio repentino en la castaña y menos entendía porque se iba.

Sus pensamientos comenzaron a aglomerarse y poco a poco comenzaron a ahogarlo.

-no me dejes Ronnie, por lo que más quieras. No me dejes.- pronunció entrecortado.

La castaña sintió un fuerte pinchazo en el pecho pero por más que le doliera no podía cambiar.

-yo me di cuenta que nunca deje de quererlo a él.- murmuro viendo por el rabillo del ojo al Polar Tang.- yo me equivoqué en mis sentimientos...siempre me gustó Law.

-no, no, no.- repitió el rubio tres veces entre dientes.- ¡no! me habías escogido a mi. No te creo nada.

-esa es la verdad.- réplica la castaña.

-no es verdad, yo sé que me estás mintiendo. No puedes irte con él.

Ronnie sabía que era pésima para mentir bajo presión y si no se mantenía firme Sanji descubriría la verdad.

Se mordió el interior de la mejilla y apretó sus puños tanto como podía. No podía permitirse llorar de lo contrario eso solo probaría su mentira.

Aguanto su propio dolor y dijo:

-¡es que yo lo amó!- exclamó tan fuerte que Jaeger lo escuchó.

-eso no es cierto.- se negó el rubio con la esperanza del cambió.

-nunca dije que te amará ¿o si? te elegí solamente porque no quería que terminarás mal. No quería hacerte daño y por eso deje ir a Law.- trago saliva y empuñó sus manos.- no puedo dejar que se vaya otra vez por ti.

Sanji nego con la cabeza sin poder creer lo que escuchaba de la castaña.

Se negaba a creerlo pero está se veía tan decidida que no había duda de que todo lo decía enserio.

Había estado viviendo bajo un engaño todo este tiempo, un dulce engaño, una dulce mentira que ahora le estaba casi cobrando la vida.

Ronnie ya no podía perder más el tiempo, no había más que decir y dió por terminada la conversación.

«ojalá puedas perdóname algún día Sanji» pensó antes de dar la vuelta.

-no me dejes por favor.- suplicó por última vez el rubio.

La castaña cerro los ojos, volteo a verlo por unos segundos y sintió que su mundo se rompía a un más. Ver a Sanji llorando, de rodillas en la arena era una imagen que le dolería siempre.

-perdón.- murmuro tan bajo que solamente ella se escuchó. Volvió la vista al frente y siguió su caminó derecho mientras dejaba escapar algunas lágrimas.

Sanji se había quedado a mitad del camino con el corazón el la mano y sin lágrimas para llorar. Una vez una mujer lo había tomado por idiota pero está vez le había dolido mucho más.

Jaeger había estado ajeno a la situación todo ese rato escuchando entre la oscuridad la discusión entre los dos. Lo único que hizo fue correr y socorrer a su mejor amigo.

Ronnie estaba arrepentida pero solo así lograría ganarse el odio de aquellos dos, afligida por todo lo que había sucedido continúo su camino.

Le tomo poco tiempo llegar hasta el Polar Tang, el submarino de color amarillo se encontraba en movimiento e intuyo que pronto entraría al mar.

-¡Law!- grito con todas sus fuerzas.- ¡Law!- grito de nuevo.

El capitán de los piratas de corazón, salió unos segundos más tarde del inesperado llamado.

La castaña al verlo se sintió aliviada, sabía que el ojigris casi no dormía razón por la que lo encontró aún despierto.

-¿que haces aquí Ronnie?- pregunto el pirata extrañado.- joder, hay demasiado frío te vas a resfriar.- reprendió colocando su propio abrigo en los hombros de la castaña.

-me dijiste que si yo necesitaba algo solo debía pedirtelo.- pronunció está en cuanto sintió el calor del abrigo.

-si eso fue lo que dije.- respondió extrañado. Sobre todo por las visibles lágrimas en la joven y su semblante.- ¿que fue lo que pasó?

-necesito que me lleves a una isla.- dice ignorando la pregunta pasada.- tengo que llegar con urgencia y eres el único que puede llevarme.

Law frunció el entrecejo, sospechaba de algo y para que nadie escuchará en caso de que hubiera alguien estuviera al rededor.

-hay que entrar, hace mucho frío.- aviso adentrándose con la joven hacia su barco.- adentro necesito que me cuentes todo.

Pero Ronnie no estaba dispuesta a revelar más de lo que debía.

Los nakamas de Law se encontraban despiertos ya que estos pronto zarparian. Algunos al verla como Sachi y Penguin se extrañaron al verla.

Law los dirigió a su habitación lugar que Ronnie jamás había tocado pero que en esa ocasión si.

-ahora ¿por qué vienes a tales horas de la madrugada? y encima con este clima.- pregunto tomando la taza de café que recientemente se había servido.- bebelo todo aún está caliente te hara entrar en calor.

Ronnie tomo la taza pero no bebió ni una sola gota.

-ya te dije, necesito ir a mi lugar nacimiento a la ciudad de Queensland. Y eres el único que puede llevarme.

-¿no tenías un grupo que puede llevarte?

-ellos no pueden llevarme.- replicó.- por favor Law, tienes que llevarme.

El ojigris se tocó el puente de la nariz, no le podía decir que no a la chica y aquello era algo que no le gustaba.

-esta bien, haremos un cambio de planes.- suspiro. Y Ronnie le sonrió tímidamente.- quédate aquí le avisaré a la navegante el cambió de planes.

Law salió de la habitación, y conforme fue caminando empezó atar los cabos sueltos pero le hacía falta uno.

Algo había sucedía con Ronnie. Por lo que sabía la castaña jamás regresaría a Queensland y eso despertó más sus dudas.

Y por raro que parezca sentía la necesidad de tener que avisar a los compañeros de esta. Presentía que la castaña necesitaba ayuda, ayuda que el podía darle pero también le podían ayudar sus nuevos compañeros en especial el mesero del Baratie.

Antes de ir con Levi, se pasó a su oficina y escribió en un papel un mensaje claro junto con las coordenadas de la isla a dónde se dirigían.

Con el papel en manos, pensó en alguno de sus nakamas que pudiera cumplir con la misión. Primero pensó en Bepo el oso podría hacerlo pero descarto la idea, luego pensó en Sachi o Penguin pero igual desechó las ideas.

Finalmente localizo junto a la rubia al más pequeño de la tripulación al niño de doce años. Tony Chopper. El niño sería el ideal para la misión.

-Chopper ven aquí.- lo llamo el capitán con la seriedad que le caracteriza.

El menor con la mancha azul en la nariz se acercó de inmediato a su capitán.

-si capitán.- saludo este.

-tengo una pequeña misión para ti.- anuncio este sintiendo la intensa mirada de Levi sobre él.- necesito que entregues este papel a un tipo llamada Vinsmoke Sanji o Jaeger Jason. Necesito que lo lean y en cuanto antes se dirijan a esta dirección.

-como ordene capitán.- asintió el menor tomando el papel.- pero ¿que pasará conmigo? el Polar Tang se irá muy pronto.

-no te preocupes, volveremos a reencontrarnos en esta dirección.- señaló al papel.

-esta bien, entonces ¿a qué dirección voy?

-dirígete a la mansión que está sobre la colina, pregunta por esos dos y en caso de que ninguno quiera ir convence al capitán de que vayan, ¿entendido?

-quedo más claro que el agua.





















jane's note's

y entonces todo se fue a la miércoles....

bueno ahora sí entramos en la parte escencial de la historia sjsjs

¿que les pareció?

¿que esperan que pase?

alisten pañuelos porque vamos a llorar con lo que se viene

hasta la próxima¡

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