P. D: Jodete

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Charles:

-¡Váyanse a la mierda, todos! -camino por el set televisivo. Decenas de cámaras apuntándome, luces cegadoras invadiendo mi espacio personal. Las miradas aterradas de los presentadores no tenían precio.

-¡Charles Nikes, tranquilízate! -mi manager me seguía el paso, al igual que un bastardo detrás de una cámara, todo se estaba transmitiendo en vivo, no querían perderse ningún detalle.

Enfurecido y cegado por la ira me acerco amenazante al tipo de traje neón detrás de la cámara, este lucía bastante temeroso. Tome el lente enfocando a mi cara.

-Charles, suelta eso -la presentadora del show matutino me mira precavida- vamos a hablar y arreglar este mal entendido -intenta calmarme con la voz temblorosa y ambas manos avecinandose a mi para callarme.

-Váyanse a la mierda. Tu y tu programa me importan un carajo -decrete con asco-. ¿Sabes algo Samantha? Eres una xenófoba asquerosa, homofóbica y...  -solté en un grito antes de que Margot me tapara la boca.

-¡Ya paren esto! -mi manager les suplica tapando la cámara de un golpe. Nos habíamos salido tanto de control que llegamos a los sets de producción, o bueno, yo me había salido de control.

-No, deja que este joven termine de dar su show, quiero saber la opinión de las personas en casa, al final de cuentas ellos deciden -Jeffrie, el conductor principal del programa  interviene en forma de burla.

-Que hijo de puta -musite bajo la mano de Margot.

La camara me enfoca y en cuanto hace esto aprovecho para tomar la atención.

-Por favor Charles, vámonos a casa, no te humilles mas -la mujer preocupada susurra en mi oído, era más como una súplica.

Hago caso omiso y me libero de su agarre, tome la cámara nuevamente;

-Enfócame -exijo al camarógrafo.

El chico pelirrojo asiente, tembloroso.  

-Si, tú también qué me estás viendo puedes irte a la mierda, porque todos los que consumen estos programas son iguales, todos son una porqueria -sonrio con cinismo-. Estos sujetos de aquí solo quieren quedar bien a cuestas de los demás, arruinan la vida de las personas sin importarles su estado mental... hasta que terminan suicidándose, así como pasó con Sasha. ¿Creen que burlarse del físico ajeno es gracioso? -miro amenazante al par de escorias que tenía al lado.

Me tomo un tiempo para reflexionar si lo que hacía estaba bien, llegando a la conclusión de que no puedo estar peor de lo que ya estaba y sigo mi discurso:     

-No son conscientes del daño que le hacen a los demás. Yo solo vine aquí para dar mi versión de los hechos, ¿y que recibo?  Burlas sobre mi cuerpo y orientación sexual, independiente de si soy gay o no, es mi puto problema, no el de ustedes.

A mi es al que me la meten -digo en mi subconsciente.

-Cancelenme todo lo que quieran, me da igual. Total, ya me jodieron hasta la casa -me hundo de hombros decepcionado- solo digo que si ustedes estuvieran en mi lugar lo entenderían, no serían tan egoístas, crueles e inconscientes, es fácil criticar y opinar detrás de una pantalla, pero de frente son tan cobardes que me da risa -rió con ironía.

-Nolan... él es un bastardo, ni siquiera merece que hable de él. Me engaño y utilizó por años, solo eso puedo decir al respecto, está en ustedes creerme o no, igual, tarde o temprano se darán cuenta del tipo de persona que idolatran -me alejo con más libertad que antes, me sentía mejor después de esto.

-Los de seguridad están aquí -escucho detrás de mí.

La hora de despedirme había llegado.

-Esto no es un adiós, es un... -dramatizo siendo interrumpido, ya que un par de tipos musculosos me sujetan, luche un poco pero me es imposible siquiera moverlos- ¡hasta luego! -me dejo llevar por los dos sujetos, pero no sin antes mostrar el dedo medio a la cámara.

La cara de Margo era todo un poema que iba desde el odio, decepción, querer matarme y la vergüenza, vergüenza a decir que me conoce y es mi manager.

Los hombres musculosos me botan a la calle de las oficinas, un montón de personas eran detenidas por una valla de contención, y no porque fueran a pedirme una foto o un abrazo, sino porque era peligroso que estuvieran tan cerca de mi, uno de mis escoltas fue agredido por una fanática loca, llevándolo al hospital por una herida grave en el ojo. 

Mis escoltas no tardan en acercarse, me cubren con su cuerpo, incluida Margot, el carro blindado se estaciona justo frente a mi.

"Eres una decepción Charles" escucho como gritaban.

Sin rechistar me subo al auto.  

-¿Esto era lo que querías? -de una forma severa Margot me reprende- felicidades, arruinaste tu única oportunidad de calmar las cosas. Eres un tonto Charles.

-¿Que querías? ¿Que me quedara viendo con una estúpida sonrisa mientras se reían de mí? -le reclame con enfado-. Yo no soy así, nunca he dejado que me humillen, jamas dejaria que me hicieron algo como eso en televisión -niego con desespero.

-Lo que tú no entiendes es que eso no era opcional. Tu único trabajo era cerrar la boca, escuchar y responder cuando se te pidiera. Ni siquiera pudiste responder algo coherente sobre el tema de Noland -se toca el puente de la nariz con los dedos. Lucia realmente cansada, cansada de mi.

-Lo lamento, ¿bien? Me disculpo por eso, no volverá a pasar.

-Oh, realmente no volverá a pasar -afirma con mucha seguridad-. Dudo mucho que puedas volver a salir públicamente en un largo tiempo, ahora si estás arruinado, tu carrera esta hecha mierda -comenta sin esperanzas.

-Pero... aún tenemos una colaboración.

-¿La del comercial de maquillaje?

-Si, esa -respondo con ilusión.

-Hace unos minutos la cancelaron, después de ver tu entrevista.

Tan pronto como lo dijo un hueco se formó en mi estómago, estaba vacío, no había nada que me retuviera en este mundo.

-Yo... lo arruine.

-Exactamente -me da la razón cruelmente- estas jodidisimo -soba mi hombro como consuelo-. Lo lamento tanto Charles, hice lo que pude como tú manager.  

-Gracias -la mire comprensivo- nunca valore tu trabajo como debía. Tantos años en los que tu estuviste ahí conmigo y yo me comportaba como un malagradecido.

-Tengo que estar contigo. Tus papás me pagan para eso, para cuidarte.

-Aún así te lo agradezco, sin ti ahora no sería nada.

-No tienes que agradecer, de cierta manera te juré un gran futuro desde niño, prometí cuidar de ti y tu carrera. Pero parece que falle -esto último lo menciona cabizbaja.

-No digas eso, lo has hecho increíble. Mamá esta orgullosa de ti, de quien no lo estará es de mi.

-La única opción que tenemos en este momento es esperar a que tus padres regresen y arreglen este desastre.

-Con dinero -agrego desilucionado. Sabía que era la única solución a todos mis problemas, rendirme y no luchar, solo esperar a que mis papas intervengan por mi.

Todo lo que tengo es gracias a ellos y su dinero, a sus contactos e influencias del medio. 

-De eso a nada...

-La verdad no se si quiero que me ayuden esta vez, tal vez lo mejor es solucionarlo por mi cuenta, dejar que el tiempo pase y a lo mejor así las personas se olviden de lo ocurrido -propongo inútilmente pues Margot niega con la cabeza.

-Eso no, ya no te involucres más Charles, has hecho suficiente.

-Tel vez tengas razón... he hecho suficiente.

(...)

Dominik:

-¡Esto no es posible!

-¿Qué pasó, enana? -me acerco el comedor, en el cual se encontraba mi hermana.

Baja su celular de golpe, celular que me costo una fortuna como para que lo tratara tan brusco.

-Cuidado, se puede dañar -le advierto, no muy agradable.

-Lo siento, es que... -se estira los cabellos repentinamente, a la vez suelta un chillido. La mire, confundido. De repente se volvió loca-. Es Charles... 

No puede ser, ahí va de nuevo con ese sujeto.

Me mentalizo para no terminar la plática antes de que diga una sola palabra al respecto, ese sujeto me tenia harto, todo el tiempo hablando de él, como si fuese la gran cosa, solo un ridículo afeminado con complejo de superioridad.

Lo que él necesitaba era que lo bajaran de las nubes.

-Se arruinó, se acaba de retirar de la industria. Publicó un tweet hace unos minutos, diciendo que se tomaría un tiempo -dejó de lado la comida y cubrió su boca consternada.

Era inevitable no preguntar, queria saber el chisme completo.

-¿Por qué tan de repente? -finjo indiferencia.

-¿No supiste lo que pasó? -me lanza una mirada que me hacía ver como un completo ignorante.

-Disculpame, no vivo pendiente de la vida de los demás. No soy stalker de nadie.

-Shhh. Te contaré -me calla con la mano.

-Pues adelante -solo puedo reír ante aquella acción infantil.

-Charles se metió en una polémica hace unas semanas, después de una fiesta, era la inauguración de un bar. Se rumorea que consumió drogas... 

-Lo normal de todos las las personas famosas -realmente eso no me parecía para nada sorprendente, extraño si no lo hacía.

-Cállate, eso no es todo -se acomoda en una postura más cómoda para hablar-. Noland, ¿lo conoces? El actor guapo, protagonista de tu película favorita.

-¿La del tipo que es boxeador y tiene que buscar a su familia secuestrada?

No entendía qué tenía que ver.

-¡Si, ese! -se emociona al saber que lo reconocí-. Pues él también está involucrado, muy involucrado -hace un gesto de disgusto- al final de la noche ocurrió un suceso algo... escandaloso, Noland salió primero de la fiesta y detrás de él Charles, lo que pasó después confundió a todos 

Hace una pausa dramática.

-¿Qué más pasó? -la incentivo a seguir.

-Chales le comenzó a insultar y gritar cosas fuera de sentido... 

-¿Algo como una pelea? ¿Por una chica? -mi mente maquinaba una teoría muy alejada a la realidad.

Frunce el entrecejo, parecía ofendida. 

-Nada de eso, todo lo contrario. Charles le gritaba a Noland cosas referentes a un engaño, haciendo alusión a que tenían una relación, se rumorea que en esa fiesta él lo engañó -nuevamente se pausa para tomar un respiro- pero esa teoría se desmintió cuando en una entrevista Noland dijo que Charles era su acosador desde hace meses, que por respeto a la carrera de ambos no quiso decirlo.

Era de suponer, si el tal Charles es gay no es para menos que fuese un acosador, todos los de su tipo eran iguales... repugnantes.

-Pero yo creo que es mentira. ¿Sabes? no creo que charles sea un tonto como para caer tan bajo por un sujeto como el. En todo caso, Noland es el mentiroso, Charles tiene... tenia mas carrera y futuro que el.

Continuó relatandome lo ocurrido con Charles y su drama, hasta lo más reciente en aquella desastrosa entrevista en vivo.

Pausa el video con el tipo sacando el dedo. 

-Con lo que me acabas de mostrar me confirmas que ese mundo del  "modelaje" es asqueroso, rodeado de personas problemáticas y huecas que se dejan guiar por los comentarios ajenos.

-Yo se que Charles no es culpable -mira a la nada, afligida.

-Pero hay miles de personas que dicen lo contrario, y es imposible borrarles esa idea de la cabeza. Así son las personas cuando no se ponen en la posición de los demás, creen que es fácil opinar sin herir.

-Tienes razón -con una cara de profunda tristeza baja la mirada-, espero que su situación mejore.

La verdad no lo creía, después de semejante espectáculo que dio lo veía muy difícil.

Pobre chico, ahora me daba lastima.

-Si bueno, deja de preocuparte por los demás y enfócate en la escuela -le recuerdo su compromiso con el estudio- si algun dia remoto quieres ser una de esas personas problemáticas tienes que estudiar mucho.

-Mmh, no lo creo. Soy bonita, eso es todo lo que necesito.

-¿Como que no lo crees? -reí para mi-. ¿Bonita? ¿Quien te subió tanto el ego, mocosa? -le ruebuelvo el cabello bruscamente, enredando sus ondulados mechones castaños.

-¡No, Dominik! Recién termine de peinarme -me golpea intentando defenderse, cosa que no logra en lo más mínimo-. ¿Por qué eres tan fuerte? Ridículamente fuerte -lloriquea alejándose de mí.

-No lo se, tal vez porque entreno todos los días, debilucha.

-Algún dia sere mas fuerte que tu -decreta muy segura-. Cuando seas un anciano petare tu trasero -recoge los platos sucios y los lleva al lavavajillas.

-Lo dudo mucho, nadie es mejor que yo -le sonrio fanfarrón.

-Si hay alguien mejor que tu -comenta tras mis palabras, haciéndose la misteriosa.

-¿Quién?

-Tu hermana menor obviamente.

No lo creo -respondo de la misma manera que ella lo hizo hace un rato- yo soy mejor porque soy el mayor y viví primero que tu. Recuerda que de mi depende si mamá te deja hacer las cosas.

Como hermano mayor tenia ese privilegio de aprobación y desaprobación, sabía lo que era bueno y malo para Jessi, por lo tanto podía opinar siempre que quisiera.

-Tonto -termina de enjuagar los paltos y con esa agua me salpica-. Por cierto, antes de que se me olvide; Daisy me dijo que Cárter le dijo que mañana te quería temprano para limpiar el gimnasio.

-No tienes una idea de cuanto odio limpiar ese estupido gimnasio -bufo, exhausto de lo mismo.

-Ni modo, asi son las cosas jovencito -se cruza de brazos burlona- tienes que mantenernos, es tu obligacion como hermano mayor.

-Entonces tu obligación es estudiar y hacer la tarea. Yo no pienso mantener a una niña floja y desobligada.

-Ayy, no digas eso, yo te quiero mucho -se encima a mis hombros, juguetona.

-Entonces se obediente y has lo que te pidamos.

Chista y me da la razón con una mirada forzosa de obediencia. Yo solo rio al verla en un modo super infantil.

Jessi realmente era un chica muy aferrada y obediente, nunca perdía la pista, siempre estaba un paso adelante de mi, aunque nunca lo admitía. Era la más inteligente de la casa, su tenacidad y carisma la fortalecen para algún día salir de este horrible lugar y lograr ser alguien importante, ser incluso mejor que yo.

Tal vez no sería la diseñadora exitosa que tanto soñaba y anhelaba, pero si seria alguien con la suficiente estabilidad económica para valerse por su cuenta y vivir una vida plena, sin preocuparse por su seguridad o por los demás.

Jessie sería muchísimo mejor que yo. 

(...)      

Charles:

-¡Adivina quién llegó!

Toda la casa retumba al escuchar aquella voz escandalosa. Me hundo entre las sábanas.

-Buenos días -la chica castaña irrumpe en mi habitación, y de un brinco se recuesta.

-¿Qué tienen de buenos? -suspiro, exhausto de solo estar acostado día y noche, era lo mismo. Veía mi vida pasar con aburrimiento. 

La vida dejaba de tener sentido.

-Vamos Charles, animate -su voz tan sutil y pacífica era reconfortante-. Traje tu comida favorita.

-¿Qué es? -murmuro entre la almohada. Tenia muchisima hambre, eso no lo podía negar, no había comido en días, ya que el llanto me consumió por completo.

-Ensalada de arroz integral.

-Odio las ensaladas -le recuerdo con asco. De solo pensarlo se me revolvia el estomago.

-No lo sabía, como era lo que comías todos los días solo lo supuse. Incluso pensé que eras vegano.

-Era lo que me obligaban a comer por las dietas, no porque quisiera -salgo de mi cueva.

Si por mi fuera mi vida estaría repleta de calorías.

-Oh, lo siento -ríe apanada- a la próxima lo tendré en cuenta... Nada de ensaladas o cualquier comida dietética.

-Es increíble que ni siquiera sepas cual es mi comida favorita -digo con sarcasmo, sin afán de ofender-. Años de ser amigos, yo incluso se cual es tu color favorito.

-¿Cuál es tu comida favorita? -se miraba muy apenada.

-Las hamburguesas... de Carl's jr. Las albóndigas del restaurante italiano.

-Tomaré nota, te lo prometo -sonríe de una manera desconocida, nunca la había visto así, como si su mente estuviera en otro lado.   

-Mi vida es tan asquerosa en este momento. No se que haces aqui Mika.

-Vine a visitar a mi amigo, ¿no puedo?

-¿Por qué Conor no vino contigo?

Era de ley que ambos estuvieran juntos, eran inseparables. Me parecía sumamente extraño verlos separados, y más si se trata de visitarme.

-Tenia... trabajo -duda al responder, lo que me hace desconfiar un poco.

-¿Enserio? ¿Dónde?

-Un nuevo proyecto musical -comenta, a la par que me mira poco convencida-. Pero es sorpresa así que luego te dirá, no le digas que te dije.

-Entiendo -me siento en el borde de la cama para levantarme e ir por una copa de vino, sin embargo, mi cuerpo pesaba horrores, al punto de ganar la flojera y recostarme de nuevo.

-Por cierto, me entere que te estas quedando sin guardaespaldas.

-Así es, esta semana renunciaron cuatro. Dicen que es debido a la inseguridad, no soportan la bulla de las personas -me abro de piernas y brazos, como una estrella-. Yo creo que son cobardes.

-Deberías comenzar contratando a alguien más, al menos ir buscando, lo necesitarás.

-Lo intenté y todos me rechazaron la propuesta. Todos tienen miedo de morir, nadie se entrega por completo a mi seguridad -respiro profundo-. Un dia de estos me quedaré completamente solo, incluso mis empleados renuncian.

Mika no dice ni una sola palabra, pero puedo sentir una energía muy pesada proveniente de ella.

-Yo tengo una solucion para todo este alboroto -pretende emoción, como si acabara de recordar algo importante.

-¿Cuál? -la miro de reojo, sonreía con mucho ánimo.  

-Bueno, ayer te nombre ante la agencia de modelaje a la que yo fui, y por la cual iré al Fashion Week -me recuerda. De alguna manera parecía querer hacerme sentir mal con aquel comentario.

Ir a ese evento era mi motivo para seguir vivo, mi motivación de todos los años. 

-Sabes que en este momento nadie me quiere, ¿cierto? Ni siquiera mis papás son capaces de venir porque les doy vergüenza.

-¿Aún siguen en Berlín?

-Y según lo que me dijeron, se quedarán haya por un largo tiempo. Prácticamente me dieron a entender  que yo me las arreglara solo, esta vez no me ayudaran.

Y estaba de acuerdo, era mi turno de demostrar que podía hacerlo sin ayuda de nadie.

-No es tan malo -intenta animarme con la mano en mi hombro.

Era peor que eso, acababa de masacrar mi carrera de años en unos días.

-Estoy arruinado, todo el mundo me odia, literalmente -lloriqueé sin fuerzas.

-Y ese es el motivo por el cual le comente a la directora ejecutiva tu caso... y me dijo que podría ayudarte -me mira con misterio-. Quiere verte en sus oficinas, dijo que podría darte una oportunidad, vio tu trayectoria y le pareció que tenía un talento único.

-Es una broma, ¿no? -esta vez si me levanto de inmediato, ni siquiera lo pensé dos veces.

La castaña negó frenética con la cabeza.

-Puedo enviarte su ubicación si me prometes que irás lo antes posible. De verdad es una oportunidad única.

-Claro, puedo ir hoy mismo.

Esta podría ser mi oportunidad para demostrar que era capaz de solucionar las cosas por mi cuenta.

-Eso sería increíble, ya mismo le digo. Te envio la ubicación -se muestra atenta a su celular.

Margot estará muy orgullosa de mí.

-¿Qué debería ponerme? -me apresuro a abrir el armario.

-Te recomiendo que uses algo... extravagante, algo lujoso para que vean tu nivel y la clase de modelo que eres.

-Tienes razon, entre mas costoso mejor.

-Exacto -me dedicó una sonrisa en forma de apoyo. 

Entre prendas pasaron los minutos, hasta que al fin encontré el conjunto perfecto, el más costoso que tenía, una edición limitada de un famoso diseñador de alfombra. Mika lo aprobó sin dudar.

-Charles -me nombra, termina de guardar mi ropa. Ella se ofreció a reacomodar mi armario mientras yo me arreglaba.

-¿Si? ¿qué sucede?

-¿Qué pasó con Noland? -pregunta de espaldas a mí, con duda- no e preguntado porque no quiero entrometerme en tu vida privada, pero necesito saber que pasó para entenderte mejor.

A todo esto Mika no sabía nada en concreto debido a que hace semanas le dije que no estaba en condiciones para hablar de ello. El único que sabía toda la historia de principio a fin era Conor, pues esa noche del incidente el se quedo conmigo, tuve la oportunidad de contarle cómo sucedieron los hechos mientras me escuchaba atento y me daba la razón.

-Nosotros... tuvimos una relación secreta.

El silencio invadió la habitación, Mika me miraba confundida.

-Comenzamos a salir hace años, lo conocí en un evento de la revista Vanity -al recordarlo solo mi hizo sonreír con lastima-. Él me conquistó poco a poco hasta que las cosas se dieron, me juro amor, decía tantas cosas lindas que nunca creí llegar a ser traicionado de esa manera, yo le creí, obviamente, estaba locamente enamorado. Me equivoque, le entregue todo de mi, le regale mis sentimientos en una bola de cristal -bebo un gran trago de vino, dejo que pase por mi seca garganta- y el solo la rompió, me pisoteo, me humillo... Esa noche el me engaño.

-Lo lamento tanto Charles -dice, consternada con mis palabras.

-Ya no vale la pena lamentarse, no por un tipo como el.

-Sabes que puedes contar conmigo en todo momento -se acerca a mi y me da la mano de manera solidaria.   

-Gracias, eres la mejor amiga que pude llegar a tener -le doy la mano-. También quiero pedirte perdón, si en algún momento te hice daño con mis palabras, me arrepiento.

-Eso ya quedó en el pasado, no te guardo ningún rencor -me corresponde con una amplia sonrisa

-Gracias.

Mira su celular vibrante

-Ahora termina de alistarte para tu entrevista. Yo me tengo que ir, alguien me espera.

-¿Tu novio secreto? -indago entre risas.

-Algo así, aun es muy pronto para que lo sepas.

-Espero que valga la pena tanto misterio.

-Créeme que si lo valdrá, te sorprenderás -me lanza una última mirada antes de dirigirse a la salida-. Hasta luego Charles, cuidate. No te olvides de ir a las siete en punto.

Me despido con la mano y asiento a su recordatorio.   

¿Quién podrá ser aquel tipo que la hace suspirar con tanto deseo?







💌 Nota:

Regrese después de tanto, aunque tal vez no sea definitivo, será duradero. Aún no tengo las fechas precisas de actualización, por lo tanto podrían ser irregulares.

Tengan un poco de paciencia, valdrá la pena.



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Nos leemos luego. 👋🏻

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