𝙄𝙄𝙄

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

"Desearía que todas mis debilidades pudieran ser ocultadas.
Cuidé de una flor que no puede florecer, en un sueño que no puede volverse realidad".

Fake Love (BTS).

Kim Seokjin

Al ingresar al club todos los olores se filtran violentamente por mi olfato, haciéndome retroceder de inmediato, chocando mi espalda contra el pecho de Jungkook.

—¿Seguro que está bien que hayamos venido?

Asiento. Todo está bien, solo que es la primera vez que me veo en esta clase de lugares. Siendo joven nunca quise venir a fiestas o salir a tomar y con Jungkook todavía menos, preferimos aprovechar el tiempo en lugares más tranquilos.

Así que es nuevo para mí, pero puedo soportarlo. Mi emoción por ver a los chicos es más fuerte. No nos hemos puesto en contacto en años y en serio me emocioné cuando recibí la visita de Jimin en la empresa de mi padre, avisándome de esta salida grupal y reencuentro tras habernos perdido el rastro.

Estoy tan feliz, veré a mis dongsaengs de nuevo.

—Oye, ¿no prefieres que te... abrace y caminemos juntos?— volteo a mirar a Jungkook alzando una ceja —Digo, los olores de otros alfas podrían marearte.

Niego con la cabeza.

—Estoy bien, Kook.

—¿No quieres que te marque?

Me estremezco y me recuerdo que solo está hablando del olor. Marcarme con su olor. Suspiro triste al darme cuenta de que la lista de cosas que le niego a Jungkook como alfa puede que sí sea algo extensa.

Después de Taehyung tampoco dejé que nadie me marcara con su olor.

—Estoy bien, ¿sí?— no me sorprende que él ya no insista, seguro que ya sabía mi respuesta —Vamos a la zona que me dijo Mochi para ver a los chicos ya.

—¿Muy ansioso?

Sonrío feliz. Daría saltos de alegría si no fuera porque estos zapatos están matándome.

Perdimos el contacto entre todos. Namjoon fue el primero en irse, luego Taehyung y después no quise saber nada de nadie porque sabía que tendría que dar explicaciones y no podía. Fue un tiempo duro.

Entonces pasaron cinco años y... Aquí estamos.

—Zona VIP, ¿eh?

—Mochi me dijo que Namjoon ya había hecho colocar nuestros nombres en la lista.

Me sorprendió que tan repentinamente hayan acordado que nos encontremos, tenía conocimiento de que estaban todos muy ocupados en sus propias cosas. Intenté reunirlos pero siempre habían excusas, Nam estaba en el extranjero o Yoongi estaba ocupado en el Conservatorio de Música.

El único alma libre era Hobi, que por lo que me dijo Jimin, fue quien organizó la salida en primer lugar.

Jungkook va a hablar con los guardias de la zona VIP del club mientras yo espero un poco más alejado. Observo el ambiente oscuro, con olor a alcohol y feromonas de todas las especies. La música resuena en las paredes y hay un montón de gente amontonada en la pista de baile, el local parece algo rústico por sus adornos de madera en las paredes, es agradable. Quizá me anime a venir con algunos amigos de la universidad. Depende de cómo vea la zona VIP, puedo permitirme pagarla, por supuesto.

—No están nuestros nombres, Jin.

Jungkook ha regresado.

Él está vestido más simple que yo, lleva pantalones rasgados y una camisa con cuello de tortuga más unos botines negros que se le ha dado por usar demasiado últimamente. Yo me he arreglado más.

—¿No?— saco mi teléfono para escribirle al número que me dejó Jimin en su visita —Tal vez Namjoon lo olvidó.

Antes de que me lleve el celular a la oreja Hoseok sale de las cortinas elegantes que separan las escaleras hacia la zona a la que queríamos ingresar.

—¡Jinnie-hyung! ¡Kookie!— chilla tan característico de él y nos envuelve en un abrazo. Su hermosa sonrisa de corazón ilumina —No tenía idea de que vendrían, es tan bueno verlos.

Antes de que se aleje me abrazo más fuerte de él. No tengo ganas de separarme.

—¡Hobi!

—Ah, Jin-hyung no te me pegues tanto no queremos que Kookie se ponga celoso— se carcajea raspando su garganta, todavía intentando romper el abrazo, pero me niego.

Abrazaré así a cada uno de los niños. ¡Lo siguen siendo para mí! No puedo creer que ahora se vean mayores, nada más tengo que mirar a Hoseok para darme cuenta. Ya se le ha ido toda pizca del aspecto aniñado y adorable que solía tener. Ahora parece un alfa imponente. Ya quiero preguntarles a todos si tienen sus parejas, en la preparatoria parecían demasiado tímidos.

—No no, Hobi-hyung, sigan abrazándose. Yo aquí espero— no detecto sarcasmo ni ironía en la voz de Jeon así que sigo prendido de Hoseok. Él solo se sigue riendo.

—¿En serio no te pones celoso? ¿Entonces no están juntos? Ya no supe nada de ustedes dos pero pensé que seguían con lo de su compromiso— se queda pensando y entonces sí nos separamos —para tal caso, es bueno que hayas venido hyungie, no te imaginas quién está adentro.

—Seguimos juntos— le digo sonriendo, no entendí a qué se refería con lo último que dijo —pero Kookie no se pone celoso. Sabe que los amo a ustedes también.

El olor de Jungkook cambia y lo siento bien. Doy algunos pasos atrás conociendo la razón de su cambio. Dije que los amaba en voz alta, algo que él no está acostumbrado a escuchar. La culpabilidad inunda mi pecho y hace que mi omega agache las orejas.

Hobi parece notar el ambiente tenso y su olor también cambia. Pero no es a leve enojo como el de Jungkook, huele como si tuviera miedo o estuviera nervioso.

Cuando logras fortalecer la conexión con tu lado animal agudizas tus sentidos y mejoras tu percepción, de olores, sonidos, estás en ventaja. Y yo he logrado ser más unido con mi omega así que puedo notar perfectamente las emociones en los olores de las feromonas de los demás.

—¿Por qué estás nervioso, Hobi?

Nos guía dentro de la zona VIP después de hablar con los guardias y verificar nuestros nombres. Caminamos subiendo las escaleras mientras el aroma a alcohol que abunda abajo en el primer piso común se va disipando.

—Hyung, ¿quién te avisó de la salida grupal?

Ladeo la cabeza empezando a sospechar que no estaba planeado que Jungkook y yo asistiéramos. Me siento mal y me detengo.

—Hobi si no querían que nosotros viniéramos está bien— podría llegar a entenderlo viéndolo por el lado de que yo era el mayor y debí preocuparme más por ellos. Tal vez estén resentidos —Kook y yo podemos ir abajo y...

—¡No no, Jin!— voltea desde adelante —Está bien que estén, es una alegría. Solo que...

—Jimin le dijo— interrumpe Jungkook —fue a Kim Corporation a buscar a Jin.

Es obvio que Jungkook iba a saber eso, compartimos muchas cosas de nuestro día a día así no vivamos juntos.

—¿Kim Corpo...? ¿Entonces seguiste con la empresa de tus papás, Jin-hyung?— pregunta empezando a subir de nuevo.

Me rasco la nuca mirando a otro lado.

Tema incómodo.

—No. Ellos siguen a cargo por completo, yo solo poseo algunas acciones y voy seguido a ver.

Y apenas me enteré que las poseía hace cinco años.

No sigo hablando porque al parecer ya hemos llegado. Un segundo piso no completamente apartado del primero, pues al acercarte al balcón ves perfectamente lo que hacen las personas en la zona común del club. Hay una plataforma luminosa sobre la que descansan sillones de cuero negros y una mesa pequeña al centro. Las paredes no tienen el estilo rústico de abajo, todo se ve más moderno.

Hay pocas mesas, a lo mucho unas cinco con otras personas más. Está oscuro así que no veo a mis amigos por ninguna parte.

—¿Eh? ¿Seokjin?

Volteo al reconocer la voz. Sonrío a más no poder y me contengo de saltar a abrazarlo. Ya he molestado a Jungkook hace rato, tiene toda la paciencia del mundo conmigo así que no debería sobrepasarme.

¡Pero es...!

—¡Yoongichi!— abro mis brazos esperando a que se acerque, pero sigue ahí parado estático con un vaso largo en su mano y una media sonrisa.

Este no cambia.

—¿A qué esperas para abrazarme, Jinnie?

—Eh, Suga, Jin-hyung no puede hacer eso— se carcajea Hobi a nuestro lado —su prometido está aquí.

La cara de Yoongi se frunce por completo y abre la boca en su típico gesto incrédulo e indignado. Entonces gira un poco para ver a Jungkook y notar su presencia por fin.

—¡Anda! ¡Cachorro conejo!

Ha sonado más cariñoso que cuando me habló a mí. Pero es porque ha sido en burla.

—Ya no soy un cachorro, hyung— Jungkook se cruza de brazos pero igual camina hacia el más bajo.

Yoongi sonríe mostrando las encías. Adorable.

—¿Cómo qué ya no? Si te has salido con la tuya— entrecierra los gatunos ojos —me ha parecido escuchar prometido. ¿Es verdad, hyung?— en mi dirección.

Asiento algo cohibido. Siento la mirada de Yoongi, juzgando. Pero lo conozco y si sigue igual que antes, sé que no dirá nada.

Y no me equivoco.

Ahora siendo cuatro, Hoseok nos guía a la mesa donde deben estar esperando Jimin y Namjoon.

Entonces no entiendo porqué hay una persona extra sentada ahí. Y encima no logro saber quién es porque no tiene olor.

No tiene olor...

Mierda.

—Agh, sigues siendo el mismo mocoso apestoso— se queja Yoongi tomando asiento en los sillones haciendo que Jimin, Namjoon y la otra persona giren hacia nosotros —Jungkook, aprende a controlar tus olores, ahora todo apesta a alfa— se queja.

Al parecer sigue teniendo un olfato sensible.

Tal vez no tanto, yo también he llegado a notar la incomodidad de Jeon en su olor cuando también se dio cuenta de quién estaba aquí.

Ahora entiendo porqué Hobi estaba preocupado y me preguntó quién me había invitado. No estaba planeado que yo estuviera aquí.

Será una larga noche.

Kim Taehyung

—¿Cuál  dijiste que era tu título, hyung?

Namjoon frunce el ceño en dirección a la sonrisa burlona de Jimin e inhala antes de decir por milésima vez en la noche...

—Soy el concesionario comercial en el aeropuerto, Jimin-ah.

—¿Y a qué se refiere eso?

Namjoon suspira cansado. Ponernos al día entre nosotros ha resultado más complicado de lo que pensábamos. Seguimos escuchando a Namjoon pero decido salvarlo antes de que responda cansado otra vez.

—Básicamente Nam-hyung es la persona que tiene la exclusividad de producción o distribución en esa zona. O su empresa.

Él me mira agradecido.

—¿Tienes una empresa?— Jiminie sostiene sus mejillas en un gesto sorprendido igual que Hoseok mientras forman una "o" en sus labios.

No sé si se están burlando o de verdad están sorprendidos.

Yoongi-hyung me mira para confirmar si quiero que me sirva ron en el vaso, somos los únicos que siguen tomando y participan en la conversación raramente. Todo estaba muy activo hasta que le tocó el turno a Namjoon de responder nuestras preguntas sobre su vida y se estancó por culpa de Jimin.

—Hoseok eso tú ya lo sabías, gracias a mí tienes tu empleo en el aeropuerto— sonríe Namjoon y se ve paciente de nuevo —ahora pregúntenle a él y ya no hablemos de mí.

—¿Entonces estás diciendo que te fuiste de Corea justo después de la preparatoria, estudiaste y ahora tienes tu empresa en el extranjero?

Namjoon asiente a la pregunta de Seokjin.

Sí, él también está aquí pese a que Hoseok me dijo que no lo había contactado. Pero no puedo enojarme por eso, todos éramos amigos y estaría mal excluirle solo porque yo quiero evitar su presencia.

Y la de Jungkook.

Y más aún a ellos dos estando juntos. No me permití pensar en Seokjin todos estos años así que recién he recordado que se supone que ellos dos tienen un compromiso. Y si no lo han roto hasta ahora tal vez quiera decir que están juntos porque así lo desean.

¿Y eso a mí qué? No me interesa.

—Sírveme más, hyung— le pido a Min una vez ya vacié mi vaso de ron y los otros siguen hablando. No dejo pasar desapercibida la mirada instantánea que me da Seokjin solo porque ha escuchado mi voz.

Me hace dudar.

En el funeral no me permití pensar en que él estaba ahí, realmente a mi lado después de tanto tiempo. No me permití pensar en nada más que en su apariencia y punto, luego vacío de nuevo.

Sin embargo esta noche las circunstancias son distintas. Él está aquí con su "prometido" y en las horas que llevamos los siete, no los he visto besarse ni una sola vez, o tomarse de las manos o lo que sea. Ellos ni se acercan al nivel de confianza y melosidad que solíamos tener Seokjin y yo cuando estábamos juntos.

Y además, puede que sea porque mi olfato está algo atrofiado pero creo que él no huele ni a pizca de Jungkook. Solamente es Seokjin. Y si lo pienso, ellos han podido estar cinco años juntos mientras yo había desaparecido de su mundo.

¿Qué hace sin una marca? O en todo caso, ¿sin llevar siquiera el olor de su entre comillas, alfa?

Es extraño.

Y odio que mi lobo otra vez quiera salir a dar su opinión, pero el maldito tiene razón.

Pueda ser que...

—Voy al baño, ya regreso— Jungkook se pone de pie y al haberse sentado en el borde del sillón se va fácilmente. Desaparece tras las cortinas, escaleras abajo hacia el primer piso.

Observo detenidamente como Seokjin ni se inmuta por su ausencia.

—¿Y qué hay de ti, Yoongi-hyung? ¿Seguiste con la música? Lo siento pero estoy perdido, apenas y llamé a Jin-hyung un par de veces así que no sé nada de los demás— admite Jimin avergonzado.

Suga termina su vaso.

—¿Qué hay de mí?— sonríe —Yo solo quiero otra jarra de trago— los demás ríen por su respuesta —Taehyung-ah, sé bueno y trae otra de la barra.

Asiento poniéndome de pie con el utensilio de cristal en las manos. Miro de reojo como Seokjin me observa.

Interesante.

—Ya regreso— anuncio como si no estuviera seguro ya de que tengo la atención del omega.

No me apresuro mucho en llegar al primer piso. La gente sigue bailando y no parece que ya sea casi de madrugada. Es un buen sitio, parece que la posición de Namjoon es bastante cómoda y eso me alegra. Me alegra escuchar que todos están bien y han seguido lo que querían hacer. Nam vive en Estados Unidos y regresa a Corea de vez en cuando, su resultado de la CSAT le permitió acceder a más oportunidades y eso es genial.

Jimin y Yoongi se fueron por las ramas del arte, el primero en danza y el segundo en música. Y se ven ocupados y contentos. Más nadie luce más alegre que Hoseok, es un hecho. Consiguió ese trabajo por Namjoon y tomó un curso para ser Técnico Administrativo, sin embargo en lugar de verlo como su sustento para él es un pasatiempo. A lo que se dedica fuera de los trajes y responsabilidades del trabajo es a su estudio de hip hop.

Parece que todos siguieron su propio camino. O al menos hasta ahí logré entender de la conversación.

—Otra más— pido simple al bar tender porque ya he venido muchas veces durante la noche y él sabe qué servir. Mientras se lleva la jarra aprovecho para tomar asiento en la barra y pedirme una bebida personal. Necesito aclarar ideas.

Si bien es cierto no vi nada que me dijera que ellos son pareja, porque definitivamente no parecen una, tampoco vi ningún anillo de casados en sus dedos. Es obvio, todavía no pueden. Jungkook no es mayor de edad, a lo mejor están esperando eso. Pero de igual forma, así aún no estén casados, si son una pareja con esa cantidad de tiempo... suponiendo que estuvieron juntos apenas me fui, es extraño que no parezcan íntimos.

No lleva nada del olor de ese alfa. Absolutamente nada. Los últimos meses de mi relación con Jin, si él no olía a mí era porque ya había comenzado a tomar pastillas casi diariamente escondiendo mi olor. Más lo normal es que cuando una pareja tiene vida sexual activa el omega al menos, esté impregnado del olor de su alfa.

¿Por qué no es el caso de ellos entonces?

Tomo un sorbo del trago que acaban de traerme. No debería estar haciéndome ideas sobre la vida de Seokjin o intentando sacar mis propias conclusiones. Ya dije que no iba a intentar nada. Punto.

Pero no quería porque no estaba dispuesto a sufrir de nuevo, ni por Seokjin ni por nadie. Sin embargo, ahora es distinto. Si sufrimos era porque habían obstáculos entre nosotros que no pudimos superar, él único que luchaba por un lado parecía ser yo. Éramos demasiado jóvenes, ahora ya no lo somos.

Es cierto, solo un cuatro por ciento de la población puede tener la suerte de encontrar a su pareja destinada, y yo estoy dentro. Ahora que todo es más fácil sería estúpido de mi parte no intentarlo, tengo dinero, soy un adulto. Podríamos permitirnos huir, podría llevármelo a Japón y seguro que hasta marcarlo. Finalmente, si él todavía no está listo, lo cual dudo porque ya somos adultos Seokjin era débil pero ya no debe serlo más, habrá mejorado su conexión con su omega y debe ser más seguro a estas alturas. Y aunque no sea así, he vuelto, podría llevármelo a Japón y tenerlo conmigo todo el día hasta que ceda por mí y acepte mi marca. No me descontrolaría, después de estos años de práctica tengo el poder total sobre mi lobo.

Yo soy quien manda ahora.

Y Seokjin y yo somos destinados, no saldría nada mal.

—Una jarra más de...

Giro la cabeza al oír su voz tan cerca. Desde que llegó sólo vi que usaba una camisa ceñida oscura de tela brillante y un collar de plata. Nada más porque desvié la mirada casi al instante. Ahora puedo verlo mejor.

Ha venido hasta la barra a pedir la jarra él mismo, solo debe significar que yo he demorado demasiado.

¿Y?

Sin previo aviso tomo su muñeca, el simple toque me hace sentir escalofríos y debe haberle pasado lo mismo porque lo escucho jadear y siento que tiembla bajo mi mano. Lo arrastro sin cuidado alguno a un rincón del club.

Todo se ve muy claro en mi mente, pero la cuestión aquí es si él me quiere todavía. Solo necesito una pista, algo mínimo que me confirme que lo que estoy planeando funcionará.

Lo acorralo contra la pared y coloco ambas manos al costado de su cabeza, para impedirle escapar. Su olor se dispara haciéndome sonreír, siento la fragancia dulce meterse muy dentro de mi sistema. Llega hasta mi corazón.

No me sorprende. Después de todo, logré olvidarlo pero alguien en mi pecho no.

—¿Q-Qué ha-haces?

No respondo, solo me acerco a su rostro lentamente.

No he sido feliz este tiempo. Solo he sobrevivido, nada más. He pasado el día a día sin notar que pasaba el tiempo porque todo era lo mismo. Hasta acabar la universidad más rápido que cualquiera, hasta abrir mi buffet de abogados y dedicarme de lleno al trabajo más que a otra cosa. Hasta no pensar en nada referido a mí en todo el día y solo llegar a dormir a casa antes de sufrir en silencio porque mi lobo quería morirse por la soledad.

Hasta controlar ese sentimiento.

No fui feliz y no lo soy ahora, no importa el dinero ni el éxito que haya alcanzado por ser obsesivo y canalizar mi ansiedad en el trabajo.

Pero ahora hay una oportunidad. Una ventana minúscula se abre diciéndome que puede que haya un futuro en el que sí pueda ser feliz y nada se interponga. Solo necesito que él me corresponda.

Desde niño solo necesitaba que Kim Seokjin me correspondiera y eligiera. Y es una mierda que hasta mi vida adulta sea lo que necesite, pero así fue escrito. Así ataron su lobo al mío y su alma a la mía.

No puedo seguir yendo contra eso, por más herido que haya acabado si es que podemos empezar de nuevo ahora.

Me acerco más y más a su rostro, no veo en esos orbes avellana brillosos la más mínima intención de alejarse o evitar lo que ambos sabemos que sucederá apenas nuestros labios se encuentren de nuevo.

Pero la realidad siempre se ha encargado de golpearme en la cara.

—¡¿Qué mierda crees que haces?!

Un brazo toma el hombro de Seokjin, alejándolo de mí.

Por los siguientes segundos de gritos solo miro inexpresivo como el omega se aferra al alfa menor.

La realidad es otra, Taehyung.

Seokjin está enamorado de Jungkook. No importa si no se ven íntimos. Sé que lo están porque apenas él ha aparecido Seokjin no ha dudado en esconderse y cobijarse en su alfa.

Los minutos pasan. No me importa que Jeon esté gritándome llamando la atención de otras personas a nuestro alrededor. Estoy pensando.

Pensar siempre ha sido malo para mí, ya debería haber aprendido la lección pero no. Así que ahí va. Seokjin es mayor, podría irse pues ya no tiene diecinueve como para que lo encierren en su casa como pasó cuando estábamos en la preparatoria. Podría solo huir sin importar lo que suceda con Jungkook Y si no lo ha hecho ahora debe ser porque se ha enamorado.

No permito que Jungkook me golpee, soy más fuerte y mayor que él. Me importa poco si está ofendido, o amenazado, o lo que sea solo porque he intentado algo con su pareja.

Solo salgo del club con las manos en mis bolsillos. Mientras conduzco buscando otro hotel para pasar la noche el último pensamiento problemático del día llega a mi cabeza.

Solo el cuatro por ciento de la población encuentra a su pareja destinada. El otro noventa y seis vive tranquilamente sin ella y tal parece que Kim Seokjin es parte de esa cifra.

Jeon Jungkook

Pasa una semana después de la salida grupal. De alguna forma imagino que todos se enteraron de lo que había pasado o siquiera se hicieron una idea cuando no nos encontraron ni a Seokjin ni a mí y menos a Taehyung.

Y tomé mis precauciones.

No puedo culpar a Jin, son destinados así que va más allá de su control. Yo, por otro lado sí que puedo hacer algo al respecto.

Si él sigue en Corea no lo sé, pero ahora no me alejo de Jin para nada. Voy a recogerlo y lo llevo a sus clases, lo regreso a casa y lo llevo a la agencia de arreglos de boda cuando es necesario.

Me he dado tiempo de visitar el registro civil y no, para mi mala suerte es imposible que contraigamos nupcias si aún soy menor. Tan solo recordar eso me hace querer estampar los puños donde sea.

Por eso es que Taehyung tiene ventaja.

No quería pensar que Taehyung intentaría algo, fuimos amigos y pensé que no iba a pasar nada. Todo seguiría igual, nos encontraríamos los siete y a pesar de la tensión ni Jin ni Taehyung intentarían...

Fui estúpido. Cuando salí de los baños y vi aquella escena mi alfa rugió en mi pecho. No quise sentirme amenazado pero lo estaba. Lo sigo estando.

—Hoy escogeremos los arreglos florales.

Asiento. Jin habla desde el asiento del copiloto. Estamos regresando de visitar a mi padre, sigue delicado de salud.

Ahora nos dirigimos al edificio de la agencia, la señora Lee llamó a Jin. Son muchos meses de anticipación a la boda teniendo en cuenta de que cumplo veinte en Septiembre. Pero va a ser un evento grande y especial, así lo quisimos.

Todos los detalles serán a gusto de Jin, ese fue mi deseo. Y ahora más que nunca debo dedicarme a consentirlo y hacer que de una vez acepte que me quiere, no me puedo permitir esperar hasta la boda. No cuando hay una amenaza con nombre y apellido.

—¿Los arreglos de flores?

—Todo será de color rosa, no sé ni para qué me pregunta ya— Jin se arregla el cabello mirándose en el reflejo de su celular —aunque algunas cosas sí son interesantes. Antes de ayer vimos cómo serían las invitaciones.

—Hey, yo quería participar en eso— hago un puchero. Es la verdad.

—Aw, Kookie— pellizca mi mejilla haciéndome sonreír con todos los dientes —si te dieras el tiempo de venir conmigo hubieras podido.

Bufo.

Jin se ríe y suelta mi mejilla.

—¿Quieres que hoy te acompañe?

—Tienes clases ahora mismo, no puedes perder más. A este paso yo me graduaré primero y me encargaré tanto de Jeon-Dongkuk Steel como de Kim Corporation.

Estaciono el auto frente al edificio y me acerco a Jin para besarlo antes de que se tenga que bajar. Él no se opone, más bien me corresponde.

Nos despedimos y al bajar no sale de mi cabeza que ese beso pareció de compensación. Como si Jin supiera que ha hecho algo malo.

Kim Taehyung

—No puedes estar hablando en serio.

Frunzo el ceño cuando oigo a Yeontan ladrar en el fondo.

—¿Qué le haces a mi hijo? Como regrese y lo vea descuidado te vas a enterar, Tsukimori-kun.

—¡No le he tocado ni un pelo al pulgoso de Yeontan!

Salgo de la habitación del hotel sosteniendo mi billetera en una mano y las llaves del auto en la otra.

Debo estar loco.

—El único pulgoso ahí, eres tú— gruño. Joder, hace tiempo no gruñía, parece que el simple hecho de no tomar las pastillas ha hecho que mi lobo salga por completo.

Vaya problema.

—Es que Taehyung-kun no puedes estar diciéndome que te quedarás en Corea por más tiempo. ¡Ya vas dos semanas! Es demasiado.

Me siento mal por él, se suponía que solo iban a ser unos días. Pero es que la última semana solo me he dedicado a meditar antes de tomar cualquier otro paso que vaya a cambiar el curso que ha estado tomando mi vida todo este tiempo. Si me voy ahora soy consciente de que no regresaré hasta que algo lo suficientemente importante vuelva a ocurrir. Y para eso Seokjin ya se habrá casado.

Y si me quedo debe ser porque estoy seguro y hay una buena razón. Y estos días me han servido para llegar a tomar una decisión.

Jodidamente loca pero una, al fin y al cabo.

¿Por qué Jin no le permite la marca, ni el olor a Jungkook ni intiman ni son melosos tanto como lo éramos nosotros si es que se supone que están enamorados? No cuadra.

No cuadra para nada y no me importa lo demás. Tengo dos puntos a favor, ese y el más importante.

Somos una pareja destinada, nada puede cambiar eso. Y somos adultos.

Entonces decido que voy a intentarlo. No pierdo nada. Hoy Seokjin tendrá la única y última oportunidad de decidir. No he perdido el tiempo tirado en la cama de mi hotel mientras solo pensaba, más bien he pensado mientras los seguía.

Hoy él estará en la agencia de arreglos para su boda hasta la tarde, Jungkook lo recogerá pero me dará tiempo de hablar con Seokjin. Eso espero.

Entonces sí, debo estar loco por estar yendo a comprar flores y preparar mi jugada, pero es lo último que me queda.

La decisión será del omega.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro