¡Me marcaste! ིྀ

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Jisung vio una vez más el número marcado en su calendario, mordió su labio inferior con duda, preguntándose de nuevo sobre si esta vez, debía llamar a Minho. Se quedó parado viendo el desorden sobre su cama, había hecho un nido con ropa que había tomado prestada del alfa justo para esas ocasiones en las que no estaba cerca.

Hace casi cinco meses empezaron a salir y sorprendentemente, no habían pasado ninguno de sus celos juntos, no se ayudaban en esa etapa. Por alguna razón, Jisung se ponía tímido cuando hablaban del tema, y Minho simplemente evitaba hablar mucho al respecto por eso mismo, así que ambos se mantenían un poco al margen.

Minho creía que era realmente importante hablar al respecto, especialmente porque cuando uno de los dos entraba en celo y los supresores no eran suficientes, sus lobos enloquecían hasta el punto de ser doloroso el no poder complementarse de esa manera, y a decir verdad, no podían seguir negándose a sus instintos.

Jisung empezó a sentir los síntomas del celo esa tarde, su cuerpo se puso sensible y su olor se hizo poco a poco más perceptible dentro de la habitación. Suspiró sonoramente, buscando los supresores entre sus cosas para tenerlos listos con la esperanza de que esta vez hicieran efecto, pero sus movimientos fueron interrumpidos cuando abrieron de golpe la puerta de su habitación.

—Minho...—se quedó quieto al otro lado de su cama, viéndolo con cierta vergüenza.

—Yo...—su respiración empezó a agitarse, siéndole imposible apartar la mirada—Vine... Vine a dejarte algunas de tus cosas que me dijiste el otro día y...—su cuerpo se sintió caliente repentinamente y sus manos picaron por tocarlo—Estás... ¿Estás en tu celo?

—Está empezando—respondió, ahora sintiéndose más necesitado con solo la presencia del alfa.

Minho estaba en medio de una clase de trance que no lo dejaba pensar correctamente, Jisung se veía hermoso ante sus ojos, y el deseo estaba acaparándolo por completo, dándole paso a la necesidad por obtener todo lo que no se había atrevido a tomar del omega.

—Lo mejor es que me vaya—murmuró apenas, Minho, pero no se movió, simplemente no podía.

—Quédate conmigo—pidió, dejando de lado sus inseguridades y miedos para complacer también su lobo.

—¿Estás seguro?

Jisung asintió lentamente, tratando de mantener la calma ante su deseo de por fin estar con Minho de esa forma en la que muchas veces quiso, pero no tuvo el valor de decírselo. Sabía que Minho no iba a lastimarlo, estaba seguro de que lo trataría con delicadeza y amor a pesar de que podía sentirlo tan necesitado como él mismo.

Sin esperar más tiempo, Minho se acercó al omega, puso ambas manos en sus mejillas y alcanzó sus labios, iniciando un beso cargado de necesidad y deseo, totalmente perceptible desde el principio. Jisung jadeó sorprendido sin apartarse, cerrando sus dedos alrededor de la camiseta del alfa, acercándose hacia su cuerpo sin dejar espacio de por medio, siguiendo sin problema alguno el ritmo.

Sus feromonas explotaron dentro de la habitación, su entrada empezó a humedecerse junto a su ropa interior, dándole la señal de que su celo había iniciado.

El beso se tornó más apasionado, Jisung sentía que no era suficiente a pesar de que, Minho no estaba siendo suave. Con todo el valor que obtuvo de su propio instinto, empujó al alfa sobre su cama, rompiendo el beso de manera momentánea. Minho respiró de manera agitada, su corazón latía muy rápido y sus manos no podían detenerse de tocar al omega, así que tan pronto Jisung se subió sobre él, poniendo una pierna a cada lado, no tardó en poner ambas manos sobre sus muslos, ejerciendo presión sobre estos; Jisung sonrió divertido, inclinándose nuevamente sobre el cuerpo del alfa para volver a besarlo.

Minho metió sus manos bajo la holgada camisa del omega, recorriendo con sus dedos su cintura hasta llegar a sus pezones. Jisung gimió de manera automática con el contacto, se apartó por unos segundos y quitó esa prenda que estaba molestándolo, hizo lo mismo con sus pantalones, tirándolos a un lado hasta quedar únicamente en su húmeda ropa interior.

Jisung estuvo a punto de besarlo nuevamente, pero Minho se sentó aún con el menor sobre sus piernas, quitó su camisa y rodeó con uno de sus brazos su cuerpo, sintiendo el calor de sus pieles expuestas.

-Te deseo tanto, Han Jisung-susurró sobre sus labios antes de bajar hacia su cuello, deteniéndose a sí mismo de marcarlo en ese momento, teniéndolo a su disposición.

Jisung simplemente gimió, perdido en su propio deseo de ser tomado por el alfa; su cuerpo necesitaba sentirlo, su lobo deseaba tenerlo solo para él.

En un ágil movimiento, Minho puso a Jisung sobre el colchón, ahora él teniendo el control de la situación. Quitó rápidamente sus pantalones y abrió las piernas del omega, notando perfectamente la humedad que no dejaba de manchar su ropa interior. Relamió sus labios, cargándose por el placer que tan sólo verlo le ocasionaba, dejando que sus feromonas también se mezclaran con las del omega.

—Mgh~... Minho—gimió Jisung, suplicándole con la mirada que siguiera tocándolo.

Minho se puso entre las piernas de Jisung y empezó a rozarse contra su erección, haciéndolo soltar jadeos descontrolados por la sensación que eso provocaba en él. Jisung necesitaba sentirlo directamente, sin nada entre los dos que se lo impidiera, así que se sentó y empujó al alfa, dejándolo de rodillas frente a él. Minho no comprendió tan rápido lo que el omega deseaba hacer, pero antes de poder decir algo, Jisung ya se encontraba bajando su ropa interior, dejándolo desnudo.

—Jisung...—apenas logró decir antes de gemir por el contacto de las manos del omega sobre su pene erecto, era la primera vez que Jisung hacía tal cosa, dejándolo sorprendido.

Jisung ignoró cualquier palabra que viniera del alfa, moviendo su mano sobre toda su erección, decidido a llevarlo hasta el final. Definitivamente, escuchar los gemidos del alfa le generaban mucha excitación, dándole cada vez un poco más de valor, hasta que después de unos segundos, cambió su mano por su boca, tratando de llevarlo hasta el fondo. Era su primera vez haciendo algo como eso, pero la sensación del celo lo hizo sentir demasiado valiente y caliente, olvidándose por completo de sus miedos e inseguridades.

Minho gruñó satisfecho, llevando su mano hacia la cabeza del omega para guiar sus movimientos. Estaba seguro de que si no se controlaba lo suficiente o no lo detenía, podría correrse dentro de poco. Vio a Jisung, la imagen era realmente erótica, y si por él fuera, se quedaría de esa manera, pero su objetivo principal era complacer a su omega, por lo que dejaría a un lado todo lo demás.

Con dificultad, apartó a Jisung, rompiendo el oral que le estaba proporcionando. Quitó por completo su ropa interior bajo la molesta mirada del omega.

—Ya fue suficiente—dijo cuando alcanzó su rostro.

—Yo quería seguir—frunció el ceño.

Minho rio por lo bajo al ver su expresión insatisfecha, pero estaba seguro de que lo que vendría dentro de poco iba a disfrutarlo mucho más.

—Soy tu omega, debes hacer lo que yo quiero—se quejó sin dejar de ver al alfa.

—Voy a complacerte, Sunggie.

De inmediato su expresión cambió, ya no lucía molesto. Minho volvió a sonreír y lo recostó sobre la cama, quitó por fin su ropa interior y pudo apreciar por primera vez el cuerpo desnudo de su novio.

—Eres hermoso—murmuró, más para sí mismo que para ser escuchado. Con su mano recorrió su cuerpo con lentitud, generando que la piel del omega se erizara.

—Estás torturándome—jadeó, inquieto—¿Vas a darme cachorros?

Minho evitó dar una respuesta negativa, sabía que a lo mejor, Jisung estaba muy fuera de sí mismo y el que hablaba era su lobo. Asintió, acercándose nuevamente para besarlo, siendo un poco más lento. Con sus dedos tocó superficialmente la entrada del omega, sintiendo toda la zona demasiado húmeda. Su lobo empezó a jadear lleno de necesidad, buscando desesperadamente penetrarlo hasta complacerlo.

—Minho, estoy listo, solo hazlo—suplicó entre besos, moviéndose contra los dedos del alfa que todavía no entraban en él.

El alfa lo silenció, metiendo su lengua hasta lo más profundo de su boca, explorando cada rincón, desviando la atención del omega hacia esa acción. Mientras Jisung intentaba seguir el ritmo de ese beso desordenado, Minho aprovechó para introducir el primer dedo, y al notar que no tuvo dificultad, decidió introducir el otro. Jisung mordió el labio inferior del alfa ante la sensación que eso le provocaba.

—¿Así está bien?—preguntó de manera divertida, moviendo sus dedos dentro del omega.

Jisung apenas asintió, gimiendo sin vergüenza alguna.

—Quiero más...—pidió, cerrando los ojos con fuerza.

Cuando Minho estuvo seguro de que podría recibirlo, dejó de mover sus dedos y los sacó, se posicionó entre sus piernas, con su mano guió su erección hacia su entrada rozando la punta contra toda la zona para desesperarlo un poco. Sonrió de lado al sentir las pequeñas manos de su novio presionar sus piernas, desesperado porque entrara en él.

—Vamos, Minho, solo debes-

Sus palabras fueron interrumpidas por un fuerte gemido que salió inesperadamente de su garganta, cerró los ojos con fuerza y sus manos se mantuvieron quietas. Muchas veces creyó que tener sexo por primera vez sería la experiencia más dolorosa de su vida, sin embargo, cegado por la excitación y el deseo de su lobo, no pudo sentir más que alivio y placer cuando sintió a Minho dentro de él.

Minho esperó unos segundos antes de empezar a moverse, sintiendo una corriente que erizó completamente su cuerpo junto al lloriqueo desesperado del omega. Jisung casi le suplicó que iniciara a moverse, y él definitivamente no iba a negarse.

La habitación se llenó de gemidos, jadeos y el sonido de sus pieles chocando con cada embestida, agregándole el fuerte olor de las feromonas sexuales mezcladas en el aire, creando el ambiente perfecto para llevar a cabo tan íntimo acto.

A Minho le habría encantado que su primera vez juntos fuera diferente para que Jisung se sintiera cómodo, sin embargo, no podía negar que incluso ese momento era más que perfecto, no podía seguir negándose a las necesidades de su lobo y su constante insistencia por marcar al omega y así por fin reclamarlo como suyo.

Ese era el momento perfecto.

Las embestidas subieron de nivel, llegando lo más profundo que pudo, se inclinó sobre el cuerpo del omega y juntó sus labios en un beso desordenado, sintiendo la respiración agitada e irregular de Jisung sobre su rostro. Puso una de sus manos sobre su cintura, aferrándose para empujar con más fuerza dentro de él. Jisung simplemente disfrutaba del ser complacido como quería, su erección seguía humedeciéndose al igual que su entrada, no tuvo necesidad de tocarse para sentirse tan cerca de terminar, no sabía si Minho era demasiado bueno o su celo lo convirtió en alguien muy sensible.

—Min... Voy a...

Minho lo interrumpió, embistiendo por última vez dentro de él antes de correrse con fuerza. Notó la suplica en los ojos del omega, pidiéndole que no se detuviera, y siguió embistiendo mientras seguía en su orgasmo. Jisung estaba extasiado, de manera automática hizo su cabeza a un lado y le mostró su cuello alto alfa, incitándolo a marcarlo.

En ese momento, Minho ni siquiera se detuvo a pensar en lo que estaba a punto de hacer, pero su lobo estaba tan seguro de querer a Jisung que no pudo detenerse a sí mismo de encajar sus dientes en esa zona tan sensible. Naturalmente, Jisung gritó, pero grande fue su sorpresa al darse cuenta de que también había llegado a su orgasmo. Sus movimientos dentro de él se volvieron lentos y pausados, todavía sin apartarse de su cuello.

Jisung rodeó con sus brazos el cuerpo del alfa y siseó por el dolor, frunciendo levemente el ceño ante ese tipo de dolor que nunca había experimentado.

—Me duele—se quejó por lo bajo, sintiendo todavía el nudo del alfa dentro de él.

Minho se apartó un poco y lo miró antes de besarlo con dulzura, esperando que de esa forma pudiera desviar la atención del dolor. Luego de unos minutos, Minho pudo apartarse completamente del omega, viéndolo un poco más consciente.

—Tomemos una ducha—propuso el alfa, a lo que Jisung asintió en silencio.

A decir verdad, Jisung no sabía cómo debía sentirse ahora, su lobo se encontraba momentáneamente tranquilo, descansado para poder seguir en su celo dentro de poco, y eso significaba que debía hablar con Minho al respecto antes de que volviera a ponerse como un loco en busca de sexo.

Después de un rato, ambos se encontraban metidos bajo las sábanas, Jisung hizo de nuevo un nido con la ropa que ya tenía del alfa, así que se sentía aún más reconfortado sin asimilar muy bien lo que habían hecho.

—Minho, ¿qué hicimos?

—En mi defensa... Olvídalo, no puedo defenderme.

—¡Me marcaste!—lo empujó, subiendo las sabanas hasta cubrir su rostro, sintiéndose todavía un poco sensible.

—Lo siento.

—No... No—susurró, saliendo de su escondite—Está bien—sonrió cortamente, sobando la mejilla del alfa—Solo estoy un poco asustado, es todo.

—No voy a dejarte, Jisung, eres mi omega—le dijo con voz cariñosa, atrayéndolo a sus brazos—No me arrepiento de nada.

—Yo tampoco, Min—sonrió cortamente, recostándose sobre el pecho desnudo del alfa, dejando atrás cualquier inseguridad, porque después de todo, él y su lobo estaban totalmente satisfechos.

Su vida juntos apenas comenzaba.

—Además, ahora te ves hermoso con esa marca.

—¿Entonces antes no me veía hermoso?

—¿Qué?—rió, pero su sonrisa se borró al ver que el omega seguía con expresión seria—No... No me refiero a eso.

—Es que dijiste ahora, eso quiere decir que antes no me veía lindo.

Minho miró con sorpresa al omega, deduciendo rápidamente que era la sensibilidad del celo porque normalmente, Jisung no era así. Suspiró, debía ser mucho más cuidadoso con lo que diría, tenía el fuerte presentimiento de que podría terminar llorando.

—Siempre te ves hermoso, lo digo todo el tiempo—le dijo con amabilidad, sobando su sonrojada mejilla.

Jisung asintió lentamente, sintiéndose nuevamente cada vez más ajeno a su entorno, dejándose llevar por sus instintos que ahora eran más fuertes gracias al lazo que se creó entre ambos, teniendo ahora acceso directo a las emociones y al lobo de Minho.

Sin precio aviso, su cuerpo volvió a reaccionar ante las caricias del alfa, así que sin perder más tiempo, se subió sobre Minho, tocó con fascinación su torso desnudo y sus brazos, deleitándose con su piel limpia. Minho ni siquiera se sorprendió, solo era cuestión de tiempo para que Jisung volviera a sentir su celo, por lo que esta vez, dejó que fuera el omega el que tomara las decisiones sobre qué hacer con su cuerpo, estaba totalmente a su disposición.

—Eres mío, Minho, eres mi alfa ahora y solo debes complacerme a mi, ¿está bien? Solo a Jisung.

Minho sonrió y asintió, dejando escapar un jadeo cuando la lengua del menor recorrió de manera juguetona su cuello hasta su abdomen, bajando tortuosamente con el solo contacto de su boca.

Aquí vamos de nuevo, se dijo a sí mismo, pensando en que sería una muy larga semana.

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Hola~ lamento mucho haber tardado tanto, la Universidad y el trabajo me tienen de los nervios, además de que he estado pasando por malos momentos por cuestiones personales, pero por fin les traigo cap🥺 espero traer el próximo cap dentro de poco, gracias por la espera<3

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