Capítulo 5

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Cuando Izuku despertó del desmayo que tuvo estando en brazos de aquel alfa creyó que estaría en la enfermería, grande fue su sorpresa al encontrarse en un hospital, las paredes de color crema y el aroma a medicamentos, además del sonido de las máquinas fueron las cosas que delataron dónde se encontraba, a su lado se encontraba su madre y al otro aquel alfa que lo había rescatado, ambos voltearon a verlo cuando lo escucharon quejarse pero solo su madre se acercó aún más a él para comenzar a preguntarle cómo se sentía, si le dolía algo, no habló, no tenía cara para siquiera hablarle; estaba siendo una molestia de nuevo y en ese momento con su estadía en el hospital tendría su madre que pagar todo, no eran personas millonarias como los otros del instituto y una cuenta de hospital era demasiado caro para ellos, en ese momento pensó que hubiera sido mejor que hubiese saltado de la azotea.

Hari llama al doctor, dile que ya Izuku despertó Habló Chisaki quien se había levantado para dar el aviso.

Todo está bien Izu, no tengas miedo Comentó Inko apretando suave la mano de su hijo mientras se largaba a llorar de nuevo. Lamento no haberme dado cuenta antes de lo que pasabas en el colegio hijo.

N-No llores mamá Pidió Izuku con las lágrimas acumulándose en sus ojos mientras veía a su progenitora. Es mi culpa... No pude pedir ayuda...

No es tu culpa cariño, es culpa de esos chicos que te dejaron de esta manera Respondió Inko, extendiendo la mano hacia los rizos de su hijo para acariciar estos.

Chisaki se sentía fuera de lugar al presenciar aquello pero aún así se acercó a la camilla de nuevo para quedarse de pie al otro lado, captando la atención del pequeño omega, sonriendo detrás del tapaboca al verlo sonrosarse muy levemente cuando sus miradas chocaron al mismo tiempo.

Gra-Gracias por salvarme Comentó Izuku viendo al contrario.

Ni lo menciones, me alegra haber estado allí para evitar que te violaran o que tú saltaras de la azotea Respondió Chisaki acariciando suave la mano ajena.

¿Izuku ibas a saltar de la azotea? Cuestionó Inko aun más preocupada por su hijo quien en ningún momento la vio mientras asentía.

Preferiría morir antes de ser violado Respondió apretando los dientes y cerrando los ojos ante el recuerdo tan horrible del feo momento que pasó con aquellos alfas.

Oh cariño Murmuró Inko abrazándolo con cuidado. Ya todo está bien, estás a salvo ahora.

Y ya esos idiotas no te harán nunca nada más Agregó Chisaki sintiendo un poco de envidia ya que él también quería abrazar a su omega pero no podría hacerlo, su alfa interior le prohibía acercarse mientras su pareja siguiese sintiendo dolor.

¿Qué sucedió con ellos? Cuestionó Izuku una vez que puedo hacer que su madre dejara de asfixiarlo un poco entre el abrazo.

Mi gente se está encargando de ellos y de sus padres, así que no debes preocuparte por ninguno de ellos, no más Respondió Chisaki con seriedad, no entendiendo porqué su destinado preguntaba por esa gente indeseada.

Izuku asintió con tranquilidad, viendo hacia la puerta un doctor entrar y prontamente lo vio acercársele para revisarlo, respondió las preguntas que el hombre le hacía, todo bajo la mirada de su madre y la de aquel alfa que todavía no conocía su nombre pero ya después preguntaría, abrió la boca y sacó la lengua como se le fue indicado, se movió con cuidado, dejándose ayudar por el alfa a pedido del doctor, no entendía la razón de que el doctor mismo no lo hiciera pero no le prestó atención ya que estaba más al pendiente del delicioso aroma que el el contrario desprendía y que lo tenía atontado, además de avergonzado.

Estás bien, quitando el hecho de tener las costillas rotas, el cuerpo lleno de golpes y la nariz también golpeada Comentó el doctor Takeo como si nada, ganándose la mirada molesta de los presentes. ¿Mal momento para la broma?

Es demasiado pronto doctor Respondió una enfermera que al parecer había entrado junto a él.

Comprendo, pido disculpas Comentó el doctor viendo a los dos más jóvenes para luego asentir. Puede volver a acostarlo.

Chisaki asintió a la orden del doctor para acomodar a Izuku en la camilla de manera cuidadosa, asegurándose de que estuviese cómodo y una vez que vio que no tenía ninguna mueca, se separó para dejar que la enfermera se acercara a revisar el suero y la medicina que le estaban suministrando, vio la hora con el ceño fruncido y suspiró de manera silenciosa para ver hacia Izuku, sorprendiéndose de que estaba siendo observado por el chico.

¿Ya debes irte? Cuestionó Izuku sintiéndose triste de repente en cuanto lo vio asentir. ¿Volverás?

Claro que sí tigrecito Respondió Chisaki apretando suave su mano para voltear hacia la puerta, viendo a su padre asomarse. Anciano ya estaba por salir.

Eso supuse, por eso pasé a buscarte y a ver cómo está el pequeño Comentó Kimura acercándose a la camilla donde yacía Izuku viendo hacia su dirección. Me alegra que hayas despertado Izuku, por favor no te preocupes y pasa tranquilo tu estadía aquí en el hospital, si necesitas algo no dudes en pedirlo y si te molesta algo, lo hablas con las enfermeras o el doctor ¿De acuerdo?

E-Está bien, muchas gracias señor Respondió Izuku sin saber quién exactamente era aquel hombre.

Sigues hablando sin antes presentarte papá Se quejó Chisaki rodando los ojos con fastidio.

Es la edad hijo, no fastidies o te irás caminando a la casa Regañó Kimura viéndolo serio antes de ver hacia Izuku, inclinándose levemente antes de hablar. Me llamo Kimura, puedes llamarme su-

¡No!

Gritaron Inko y Chisaki al mismo tiempo, asustando a Izuku quien no entendía la razón de que actuaran de esa manera con el amable hombre pero aún así éste terminó asintiendo de manera leve y sonrió a su manera antes de formar una mueca por el dolor.

Un gusto conocerle señor Kimura y muchas gracias por su consejo Respondió Izuku ganándose la atención de los dos adultos y el pequeño alfa.

¡Es un ángel! Exclamó Kimura encantado con su yerno.

Bueno, nosotros ya nos vamos Anunció Chisaki empujando a su padre fuera de la habitación. Nos vemos mañana tigrecito.

Kimura se despidió antes de que su hijo cerrara la puerta, dejando a madre e hijo en la habitación, este último terminó riéndose de manera muy leve ya que el dolor estaba haciendo aparición por todo su cuerpo, a pesar de llevar compresas frías alrededor de su torso, cerró los ojos para regular su respiración mientras Inko veía a su hijo con preocupación.

¿Estás bien hijo? Cuestionó Inko colocando de manera suave la mano sobre su pecho.

Lo estoy, solo me dio un poco de dolor por la risa mamá Respondió Izuku abriendo los ojos pero sin llegar a ver a su progenitora. Lamento que tengas que pagar el hospital de nuevo.

No debes preocuparte por eso hijo Respondió Inko y suspiró no muy contenta con lo que iba a contar pero era necesaria para no preocupar a su hijo. Esa gente se encargó de los gastos de todo, al parecer son los dueños del hospital.

Izuku quedó sorprendido al escuchar las palabras de su madre, entonces aquel alfa era quien se había hecho cargo de la cuenta del hospital, ahora le preocupaba estar molestando a esa familia que por lo poco que había escuchado y visto, se estaban portando muy bien con él, algo que agradecía ya que su madre no tendría esa preocupación de pagar el hospital por su culpa, por no saber pedir ayuda y haberse quedado callado frente a los maltratos de aquellos alfas, quizá si hubiera pedido ayuda a cualquiera fuera del instituto alguien lo hubiese tratado de ayudar pero su miedo se lo prohibió todo este tiempo.

Creo que también dejé mis cosas en el salón Murmuró Izuku cuando cayó en cuenta de aquel detalle.

Ya alguien pasó por ellos, es probable que venga mañana a verte Respondió Inko viendo a su hijo con un sonrisa sobre sus labios.

¿Alguien? ¿Quién vendrá? Cuestionó Izuku con curiosidad pero vio a su madre negar y suspiró levemente.

Descansa un poco más antes de que llegue el doctor a verte de nuevo Pidió Inko viéndolo preocupada.

Izuku asintió a sus palabras y cerró los ojos para poder volver a dormir, tenía que descansar y dormir todo lo que no pudo dormir en los últimos meses, agradecía que el medicamento hiciese su función y lo ayudara a dormir poco a poco sin saber ya nada de lo que sucediera en el exterior de su sueño. Inko sonrió acariciando el cabello de su hijo, utilizando su aroma para arrullar a su pequeño y que el aroma a medicamentos no fuese a molestarle.

Al día siguiente Izuku se hallaba negándose a comer, la comida del hospital era asquerosa, no tenía sabor alguno y aquello le disgustaba; ignoraba por completo la mirada de la enfermera quien buscaba paciencia para gastarla en aquel niño malcriado que debía estar vigilando mientras hacían cambio de turnos los doctores, Izuku por más que fuese alguien obediente y tierno con la mayoría de las personas, cuando una comida no le gustaba no probaba bocado alguno ni siquiera si le insistían o rogaban.

El día anterior había cenado porque su madre había ido a comprar la comida, para el desayuno fue igual pero ahora siendo ahora el almuerzo y sin su madre cerca ya que esta estaba trabajando, se negaba a probar otro bocado de aquella comida tan rancia y estaba seguro que la enfermera estaba por gritarle, pero se aguantaba quizá porque estaba siendo vigilada por aquel hombre que se había presentado a mitad de mañana como su guardaespaldas, Izuku no creía necesitarlo pero supuso que era por orden del hombre que conoció ayer, pero tampoco quería preguntar y meter su nariz donde no lo habían llamado, no quería problemas.

Joven por favor, coma de una buena vez por todas, no tengo su tiempo —Pidió la mujer quien soltaba un resoplido.

Ya le dije que no quiero Respondió Izuku con el ceño fruncido.

¡No puedo más! ¡No coma entonces! Exclamó la mujer tomando de vuelta la bandeja para salir de la habitación a modo de rabieta.

Izuku se preocupó cuando el hombre que lo vigilaba salía detrás de ella, quería detenerlo pero no podía siquiera gritar sin que le doliera todo el cuerpo, así que solo esperó que nada le sucediera a la mujer, se volvió a acomodar como pudo y con mucho dolor sobre la camilla, suspirando tan lento como podía antes de cerrar los ojos para descansar un poco más hasta que su estómago comenzara a exigir comida, esperaba que su madre saliera más temprano y le llevara comida o algún dulce, aunque si se detenía a pensar, no quería que su madre volviese a dormir allí o se descuidaría por completo y él no quería verla enfermar por estar cuidándolo. A los minutos se dio cuenta que no podría dormirse como tanto deseaba, así que simplemente se quedó despierto con los ojos cerrados para más comodidad, no sabe cuánto tiempo pasó exactamente pero escuchó la puerta ser tocada y cuando abrió los ojos para ver de quién se trataba, terminó sonrojándose al ver al alfa de ayer asomado en la puerta, no creyó que ya fuese hora de su visita por lo que terminó escondiéndose detrás de la sábana para ocultar su sonrojo al verlo acercarse a la camilla.

Buenas tardes tigrecito Saludó Chisaki acomodándose en la silla a su lado y colocando la bolsa de papel que había traído en la mano sobre la camilla antes de acomodarle la mesa en la que debía comer. Me contó alguien que no quisiste comer la comida del hospital y te traje comida, no estaba seguro de qué comes pero Hari fue el que escogió el restaurante de comida rápida y bueno, aquí está.

Buenas tardes ¿Ese alguien fue el guardia que dejaron o la enfermera? Cuestionó Izuku hablando desde atrás de la sábana mientras lo veía acomodar todo y sus ojitos brillaron al ver que era pollo frito con patatas asadas. Gracias Kai-san.

¿Qué enfermera? Cuestionó Chisaki haciéndose el desentendido ya que no le diría que la había despedido por gritarle a su destinado. Puedes decirme Chisaki con total confianza tigrecito, no me molesta.

Izuku lo miró con los ojos achicados por la pregunta que le hacía de regreso y por la manera de querer esquivar el tema, se lo dejaría pasar porque no quería que el alfa se molestara, mientras menos alfas molestara estaría recuperándose aún más pronto, así que bajó con cuidado la sábana de su rostro para acomodarse en la camilla con cuidado y sosteniéndose uno de los costados para evitar el dolor más fuerte que le fuese a dar, volteando a ver al contrario al escuchar cómo quería ser llamado.

¿Eres mayor que yo? Cuestionó Izuku con curiosidad antes de decidir si solo llamarlo como quería.

Tengo quince, si a eso te refieres Respondió Chisaki un poco confundido sin dejar de verlo, le divertía cuando la gente pensaba que tenía catorce o menos y nunca adivinaban su verdadera edad.

Entonces eres mi sempai Comentó Izuku cuando escuchó la respuesta, si el alfa tenía quince significaba que estaba en su mismo año pero una diferente clase, aquella en la que iban los alfas de más edad. Tengo catorce Agregó cuando le vio colocar una expresión confundida.

Ya veo, igual no veo necesario que me digas "sempai" Comentó Chisaki mientras se acomodaba en la silla sin quitarle la mirada de encima.Deberías comer antes de que se enfríe, buen provecho.

¿Es todo para mí? Cuestionó Izuku ignorando el tema de los honoríficos y quedando bastante sorprendido porque era demasiado y él aunque tuviese hambre no podría terminar toda esa comida solo.

Así es ¿Por qué? ¿Es poco? ¿Quieres que te consiga más? Cuestionó Chisaki, no estaba seguro de cuánto comía el pequeño omega.

Estás bromeando ¿Cierto? Cuestionó Izuku de vuelta, viéndolo como si hubiese perdido un tornillo.

No, es la verdad, puedo conseguir mucho más que esto Respondió Chisaki con total seguridad, quedando pasmado al escucharlo reír, era un sonido demasiado bonito y demasiado para su corazón. ¿Qué?

Esto es mucho para mí solo Chisaki-sempai Respondió Izuku luego de terminar de reírse. ¿Por qué no comes conmigo?

No, todo eso es para ti, así que come Respondió Chisaki negando a su pregunta de manera leve.

Izuku terminó haciendo pucheros mientras veía la comida, definitivamente no podría comerse todo eso que el alfa le había llevado y no parecía ser de las personas que lo dejaría guardar la mitad para más tarde, sabiendo que era misofóbico, entonces era un no bastante seguro para esa idea. Chisaki lo observaba hacer pucheros y cerró los ojos contando hasta diez para buscar fuerza de voluntad para no ceder ante los encantos de su destinado, no era justo, nunca había cedido ante nadie ni siquiera ante Hari que era el omega más cercano que siempre andaba con él mismo pero tenían que ponerle a su pareja destinada y ahí estaba, aceptando comer con él solo porque lo estaba viendo hacer pucheros; se quitó el tapaboca para dejarlo a un lado antes de quitarse los guantes y acercarse más a la camilla.

Solo un poco, luego lo demás te lo comes tú solo Comentó Chisaki llamando la atención de Izuku quien volteó a verlo sorprendido. Ya come tigrecito, luego te dejo verme todo lo que quieras, pero es necesario que ya comiences a comer.

Y-Yo no te estoy mirando Chisaki-sempai Respondió Izuku sonrojándose por las palabras ajenas. Provecho.

Chisaki terminó riéndose por la respuesta ajena y asintió en silencio antes de tomar una pieza de pollo al igual que Izuku, la acercó a su boca y se dijo que solo comía porque tenía a su destinado a su lado soltando de manera suave su aroma a piñas ya que usualmente comer fuera de su casa y algo que no hizo él mismo le recordaba de manera insistente los gérmenes que podía tener, suspiró antes de darle un mordisco y comer al igual que Izuku quien parecía estar más contento de no comer solo. Luego de unos minutos en los que se hallaban comiendo, Izuku terminó volteando a ver a Chisaki con un poco de duda ya que estaba muy temprano allí.

¿Se saltó las clases Chisaki-sempai? Cuestionó Izuku con calma antes de darle otro bocado a su pollo.

No, ya nos dieron a todos las vacaciones de navidad, por eso nos dejaron salir antes Explicó Chisaki terminando de comer la segunda pieza antes de comenzar a limpiarse las manos y la boca.

¿Ya las dieron? Cuestionó Izuku sorprendido mientras Chisaki asentía. ¿Y los exámenes?

Sólo dos profesores dieron sus exámenes para todos, los demás los darán al volver Explicó Chisaki mientras volvía a colocarse sus guantes y el tapaboca.

Ya veo Murmuró Izuku terminando de comer al haberse llenado y suspiró levemente, no le gustaba perder exámenes.

No debes preocuparte por los exámenes, hablé con los dos profesores y te darán oportunidad de presentar sus exámenes al volver a clases Informó Chisaki al verlo decaído, no le gustaba.

Gracias Chisaki-sempai Murmuró Izuku dejando todo de nuevo en las cajas donde vinieron, limpiándose las manos y la boca.

Chisaki asintió mientras pensaba qué más decir para levantarle el ánimo a su destinado pero nada se le ocurría, iba a abrir la boca para decir cualquier cosa pero los gritos fuera de la habitación llamaron su atención y la de Izuku quien parecía haber recuperado el ánimo al escuchar aquellos gritos, le causó demasiada curiosidad, además de celos pero eso último se lo guardaría para sí mismo.

¡Quítate imbécil, voy a pasar! Gruñó un alfa cenizo que abría la puerta empujando a Hari quien se comenzaba a molestar.

Tú idiota, ¿A quién llamas imbécil? Cuestionó Hari queriendo golpearlo por empujarle.

¿Es que acaso eres sordo? Es obvio que a ti, imbécil Gruñó Katsuki con un gruñido.

¡Kacchan no seas grosero con las personas! Regañó Izuku con el ceño fruncido que no le duró mucho ya que terminó sonriendo amplio.

¡Maldito Deku no me des órdenes o te patearé el culo cuando salgas de esa camilla! Exclamó Katsuki acercándose rápidamente para abrazar a su mejor amigo con cuidado de no lastimarlo. Jodido Deku, debiste decirme que esos bastardos te habían vuelto a agarrar de bolsa de boxeo, hubiese venido a matarlos con mis propias manos.

Lo siento Kacchan Murmuró Izuku apoyando la frente en el hombro ajeno con la lágrimas saliéndose de sus ojos sin permiso.

Eres un idiota Izuku Bufó Katsuki acariciando su espalda y soltando su aroma para tranquilizarlo más rápido, volteando a ver al alfa pelinegro que lo veía con odio, mismo que no le importaba. Deku ¿Quién es esta gente?

Izuku asintió al insulto, aceptándolo sin refutar porque sabía que lo era, siempre se guardaba los problemas para sí mismo y nunca pedía ayuda hasta que era muy tarde, eso su amigo Kacchan lo sabía, por eso actuaba de aquella manera tan grosera y protectora, restregó el rostro en el cuello ajeno luego de tomar un poco del aroma ajeno que tanto le había hecho falta para sentirse protegido antes de separarse del abrazo.

Chisaki-sempai fue el que me salvó de aquellos alfas Respondió Izuku viendo aquellos rubíes que esperaban que terminara de contar todo. Me salvó de ser violado y de saltar de la azotea Murmuró.

Mierda Deku Gruñó Katsuki cerrando los ojos y apretando las manos en puños al imaginarse a su amigo a punto de saltar de la azotea, tuvo que recurrir a toda su fuerza de voluntad para no destrozar nada. ¿Dónde están esos mal nacidos? Los mataré con mis propias manos, imbéciles ¿Cómo se atreven a volver a ponerle una mano encima a mi Deku?

Ya pasó, aunque no sé dónde están Respondió Izuku palmeando suave el cabello de su mejor amigo, soltando sus feromonas de manera suave para tranquilizarlo y evitar que la habitación comenzara a oler a madera quemada.

Ni siquiera se te ocurra dejar pasar esta mierda Deku Regañó Katsuki viéndolo de manera seria. La última vez lo hiciste y lo dejé pasar pero esta vez no, trataron de violarte y estuviste por suicidarte, esto es grave Gruñó y bufó antes de observar al pelinegro al otro lado, pasándose la diestra por el cabello antes de hablar. Gracias por salvarlo extra.

¡Kacchan no le digas así a Chisaki-sempai! Regañó Izuku desviando el anterior tema, aunque conociendo a su amigo, eso no pasaría.

No tienes que agradecer nada, más bien discúlpate con mi amigo y estaremos bien Respondió Chisaki cruzado de brazos, viendo de manera sería al cenizo.

¿Disculparme por qué? Cuestionó Katsuki sin entender qué hizo mal y escuchando a Izuku suspirar.

—No pasará Chisaki-sempai, Kacchan siempre es así —Comentó Izuku viendo al alfa mayor con una sonrisa avergonzada antes de ver al peliblanco e inclinar la cabeza en su dirección. Permíteme disculparme de su parte por como te trató para entrar.

Ah por eso Murmuró Katsuki frunciendo el ceño al haber entendido a medias. Pero no hice nada mal, él no se quiso quitar y yo tuve que entrar por mi cuenta, así que es su culpa.

Kacchan Llamó Izuku y una vez que se ganó la atención ajena, continuó. Cállate, no estoy arreglando las cosas por nada.

Katsuki chasqueo la lengua por aquella orden que no respondió ni refutó por el simple hecho de que el dulce aroma de las piñas ahora olían quemadas, indicándole que Izuku estaba molesto, él no quería molestarlo porque lo conocía estando molesto y, aunque debió haber sacado su lado molesto con aquellos idiotas que lo golpeaban, sabía que no sucedería por los valores que su tía Inko le había inculcado desde pequeño; valores que sinceramente le molestaban pero que terminaba "aceptando" de manera silenciosa.

No tienes que preocuparte Midoriya, solo me hubiese gustado que me avisaran que iba a llegar gente indeseada que se comporta como animal Respondió Hari viendo con molestia al alfa cenizo quien no le prestaba ni la más mínima atención.

Lo siento, pero yo tampoco sabía que vendría, ni siquiera sé cuándo llegó a la ciudad Respondió Izuku sintiéndose avergonzado. Mejor dejemos el tema y déjenme presentárselos Pidió viendo a los otros dos. Él es Bakugou Katsuki, mi mejor amigo y era mi protector antes de que se mudara con sus padres a otra ciudad Explicó.

Qué tal Saludó Katsuki sin verdaderas ganas de presentarse y recibiendo un golpe en el estómago de un pequeño omega con el ceño fruncido. U-Un gusto a ambos...

Está mejor Comentó Izuku con una sonrisa antes de voltear a ver a los otros dos, deteniéndose en el peliblanco antes de caer en cuenta. ¿No nos hemos visto antes?

Hari terminó riéndose al ver que el omega peliverde era muy despistado, asintió a su pregunta de manera leve, sonriendo mientras se acercaba a la camilla.

Nos vimos en la farmacia hace dos meses, te ayudé a colocarte las compresas frías que dijo el doctor que debías utilizar Respondió Hari mientras bajaba de manera disimulada la mano hacia la espalda de su amigo para dejarle un pellizco y que quitara así su ceño fruncido, desde lejos se notaba sus celos. Por una vez en la vida me alegra que este idiota pase durmiendo en la azotea en los recreos, así nos podemos volver a ver como te dije en la farmacia ¿Recuerdas?

Izuku asintió con una sonrisa amplia a su pregunta, por supuesto que lo recordaba, aquel amable omega con cara de pocos amigos y un poco amargado se le había acercado a ayudarlo para ponerse las compresas frías cuando el farmacéutico fue a por sus medicinas, le estaba agradecido por la ayuda y por haberle regalado algunas otras medicinas que también había necesitado y que aún tenía dentro de su botiquín de primeros auxilios.

¡Hello! ¡He vuelto! ¡Aquí está el capítulo 5!

Espero les haya gustado ♥ 

¡Ya salió kacchan y los celos de Kai >:)!

¡Solo eso diré, nos leemos en el siguiente! ¡LOVIU lunitas! ♥

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro