上午3:00 ; C01 : ❛ Primera vista.

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Aburrido, aburrido, aburrido.

En eso se resumía su vida actual, su trabajo y el "cómo te encuentras hoy". La palabra "aburrido" es su pan de cada día, pues nada en su existencia, nada de lo que hacía en el día le resultaba atractivo.

Suspiró por octava vez en el día. Hoy no tenía más por hacer, había torturado a más personas de lo que su turno cubría, así que quizás iría a dar una vuelta por el mundo de los humanos, esperando encontrar algo interesante.

¿Corromper a alguien? ¿Dañar? ¿Hacerle caer en el pecado? Nah, son puros estereotipos que los creyentes tienen de ellos; la raza demoníaca.

Normalmente van a visitar el mundo de los vivos, pero no con las intenciones de manchar su nombre ante Dios, sino observar qué hacían o algo similar, nunca han hecho daño, las personas que han estado involucradas sexual o románticamente con un demonio es por gusto propio, ellos jamás los han manipulado como en las prédicas llegan a mencionarlo.

Ja, tontas creencias.

Cómo saben, de algo tienen que financiarse las iglesias, por eso se crean malas imágenes de los demonios, así mantener a sus feligreses "a salvo" de pecar o de dejarse corromper de Lucifer. Aunque más bien, los tenían amarrados a ellos, cegados por su fanatismo, para luego decirles un "sí a todo" lo que el pastor, cura o líder de la congregación les diga.

En la vida todo es un negocio, hasta la religión. Que bajo han caído los seres humanos.

Y para NamJoon era sumamente divertido ver a alguien de la iglesia resistirse a pecar, hasta los que prometen amar a Dios por sobre todas las cosas, son comúnmente los más débiles y primeros en caer.

Que risa.

Pero bueno, dejando eso de lado, NamJoon parecía haber encontrado algo atractivo, pues sus orbes no abandonan a esa figura que se movía desde lo lejos.

Un castañito había captado completamente su atención, detuvo su andar para acercarse más a donde ese chico estaba.

Por suerte los demonios no eran visibles ante los ojos humanos.

Llegó hasta la cafetería donde un ocupado chico se observaba a través del cristal, mantenía su sonrisa y carisma, pero sabía que él estaba cansado, podía verlo en sus ojos. Y no, no es porque sea un demonio, vamos, esas ojeras se notan desde lejos.

Aún así, él no dejó de sonreír en todo el tiempo que NamJoon lo observó.

Tal cuál como un acosador se quedó detrás del cristal hasta que anocheció y siguió a ese chico hasta su casa. Por ahora sólo sabía que se llama SeokJin, por su gafete y porque escuchó que alguien le había gritado así.

SeokJin subió, al cuál, es su auto y condujo hasta su casa. Sin perder de ojo a su presa, lo siguió.

( . . . )

Definitivamente hoy había sido un día agotador, debería prometerse a sí mismo no ver series sabiendo que al siguiente día tendría que ir a trabajar.

Bueno, ya aprendió la lección, no volverá a pasar una próxima vez. Eso esperaba.

Al llegar a casa lo primero que hizo fue quitarse la ropa del uniforme, sin ser consciente de que un espíritu extraño lo acechaba desde la ventana, tomó una ducha y se puso cómodo, así luego bajó a preparar una taza de cocoa, tomar un muffin y fue hasta la sala para encender la televisión, buscando en su app favorita para continuar viendo su serie.

- Esta vez no me quedaré hasta tarde. - se prometió a sí mismo, pulsando el botón que hacía continuar la serie.

Alrededor de media hora después de haber visto el capítulo, Seok estaba durmiendo incómodamente sobre el sofá. NamJoon quería ayudar, quizás sea un jodido torturador, pero no podía dejar a ese chico sabiendo que mañana podría despertar con un dolor de cuello o espalda y sin ser por sus propias razones.

Apiadándose de Jin, NamJoon lo cargó de forma nupcial hacia la cama, recostándolo ahí y cubriéndole bien del frío para que no se enfermará. La tv no la apagó, eso es problema del castaño por quedarse dormido y partió camino, sabía que no hay nada más interesante que hacer si el chico no estaba despierto.

( . . . )

- ¿NamJoon?

- Hola Jack.

- ¿Vienes del mundo humano? - cuestionó su amigo, el moreno asintió. - ¿A qué fuiste?

- Quería ver si encontraba algo interesante, ya sabes, un juguete de temporada.

- ¿Lo encontraste?

- Algo así.

- Mm, está bien, mientras no haya sentimientos tuyos involucrados. - sonrió hacia su amigo. - Porque sabes que eso es imposible, los demonios...

- Los demonios no podemos sentir afecto sentimental hacia las personas porque nosotros no tenemos humanidad.

- Exacto.

- Lo entiendo.

- Más te vale que así sea.

( . . . )

Al día siguiente al despertar, SeokJin se extrañó, pues su último recuerdo es haberse quedado dormido en el sofá mientras veía su serie favorita, lo que no recuerda exactamente es el momento en que llegó hasta su cama.

¿Era sonámbulo y no sabía?

Su madre nunca le mencionó eso, pero la mayoría de personas sufre de eso o es algo común, bueno, tal vez sólo pasó esta vez y ya. Quizás no debería de darle tanta importancia.

Ahora lo que era más importante era llegar a su trabajo.

Revisó su celular, observando que sólo faltaba una hora para llegar al trabajo y él ni siquiera se había bañado.

Como alma que lleva el diablo salió hasta el cuarto de baño para tomar una refrescante y linda ducha de 5 minutos, luego sacó la ropa interior y el uniforme de su clóset para cambiarse al estilo flash. Preparó unas tostadas y mientras comía, se dio tiempo de revisar su celular, dándose cuenta que su jefe le había escrito para decirle que podía tomarse el día libre.

Bueno, se apresuró y ni siquiera le tocaría ir al trabajo hoy.

- Agh, maldición. - murmuró.

Y así como cualquier cita cliché, quedó vestido y alborotado, pero feliz, sabiendo que el día de hoy podría descansar todo lo que se le plazca y continuar con el episodio que no pudo ver ayer.

Sí, es un día feliz para Kim SeokJin.

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ᯤ̸ © damadekim.
24 % 11 % 22.

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